cumplía 24 años ese día,pero sus celos últimamente lo tenían por los suelos,no tenía ni ánimos de salir ese día.

en el balcón de su habitación,se encontraba con la mirada perdida en las flores que decoraban las barandas de aquel lugar,sintiéndose bastante apagado y triste,con una pequeña lágrima corriendo por su mejilla. sus oídos habían escuchado como abrían la puerta de su alcoba,junto con unos pasos que se aproximaban hacia él...en realidad,tenía que decirle algo bastante importante...para ellos y para su reino.

—¿Quincy?...-no presto atención ni respuesta,incluso cuando llamaron a su nombre,segundos después solamente sintió unos brazos rodeándolo por detrás y sintiendo como alguien se escondía detrás de su nuca,esa manera de tocarlo fue quien lo hizo suspirar y sonrojarse,supo que era su esposa.—¿Q,estas bien?...-ella preguntó suavemente,se notaba angustiada.-he visto que últimamente te ves triste...

—...en efecto,mi amor...-respondió con la cabeza baja pero aún con ánimos para voltear a verla.-no me siento muy bien...

al escuchar eso,el rostro de la reina cambió a uno de preocupación pura.

—te escucho llorar a veces y te veo triste cuando estoy lejos...

—...

—si quieres decirme que ocurre, para al menos hacerte sentir mejor, puedes decírmelo.–La reina del funk azulada respondió a lo bajo con dulzura.–sabes que yo siempre buscaré la manera de alejarte de tu tristeza.

El funk troll morado suspiro y se dio la vuelta, aun sin apartarse de ella,bajo su mirada apagado,ya no podía seguir así, tal vez...decirle como se sentía se podría liberar y saber la verdad.

—...¿Esencia...tu...tu me amas verdad?.–pregunto el monarca de cabellos morados y rosados ahora sosteniendo su mano.

Abrió sus ojos y volteo la cabeza, mirándose bastante confundida mientras batia sus largas pestañas,

—¿Q, por supuesto que te amo, porque preguntarías algo así?.

—incluso si...–bajo su mirada mas triste aun, evitando que se le saliera un sollozo.–si...

—incluso si... ¿Que?.–cuestionó ella bastante confundida.

—...–no pudo mas, aquel rey empezó a sollozar y a soltar lágrimas frente a ella desvio su mirada hacia el balcon y tapo su boca.–I-inclusive hay funk trolls que son mejores que yo?...incluso cuando hay trolls ahí afuera que si te merecen?.

—Ay... Quincy...–jadeo asustada por esas acciones, sentía bastante feo cuando lo veía de esa manera, lo tomo de sus mejillas, limpiando sus lágrimas,haciendo que él la viera a sus ojos.–por supuesto que te amo, siempre lo he hecho,tu sabes perfectamente que no hay hombre aquí al que yo mas adore, no por algo decidí casarme contigo.–empezo a darle caricias en su cabellera.

—l-lo siento...–trago nervioso y enseguida s aferro a ella para seguir sintiéndo su cariño, era lo que mas nesecitaba en esos momentos.–s-se que es muy tedioso e infantil que yo este decaído por tonterias como estas, pero de verdad me siento bastante inútil...me da mucha pena verte sonreír a otras personas que podrían hacerte mucho mas feliz de lo que yo he podido hacerlo.

—¿A-amor?...

—s-se que te celo mucho....pe-pero no puedo evitarlo, siento que en cualquier momento alguien mejor que yo va a hacer que me dejes, no soy tan bonito, ni atractivo como ellos, las personas que mas quise en mi vida se fueron cuando vieron que hubo algo mejor que lo que yo pude darles y es porque no soy lo suficientemente bueno para ellos y n-no quiero que suceda contigo también... Definitivamente no el mejor de los trolls en el planeta y te he fallado varias veces, pero a pesar de todo eres mi mujer y cada día lucho por ti y nuestra gente, eres una troll demasiado importante en mi vida y no quiero perderte, quiero seguir adelante a tu lado, demostrandote mi amor por ti cuando pueda y cuando nesecites de mi, mi reina, perdóneme...perdóneme si no e sido suficiente o no soy como tu deseas que sea y perdoname por a veces ser protector contigo, de todas las cosas que yo menos quiero... El perderte sería mi fin.

La azulada quedó sorprendida por sus palabras, pero con el paso del tiempo su rostro se suavizó y no tardo en corresponder a aquel abrazo después de besar la mejilla de su pareja.

—¿enserio eres tan tonto como para creer que voy a dejar a mi hombre por cualquier troll que se me cruce?...¿porque?, si eso significa que jamas volvería a ver al que es responsable de mi torpe alegría cada mañana durante todos los días.–le afirmo acariciando su rostro.

—p-pero...

—ningún alago ni regalo de mis súbditos o de Ciaro se van a comparar con el cariño y todo el amor que tu me haces sentir a mi, adoro tu forma de ser, tu cariño, el como me amas, mi vida sin ti sería un verdadero desastre. A mi puede llegar cualquiera de ellos que al que siempre voy a elegir es a ti.–puso la mano sobre su pecho.–y no tienes que cambiar nada, nada está mal contigo, amo cada parte de ti... tus ojos, tu inteligencia, tus manos,tu manera de ser... Tu persona... Tu amor, todo de ti, me trae loca.—Susurraba suavemente y entre lazo sus manos las cuales tenían sus anillos.–eres mi esposo y lo que dije en el altar no es mentira en ningún momento, te elegí a ti para pasar el resto de mi vida y así sera hasta que la siguiente vez que te vea sea en el cielo.

—...E-Esencia...–pequeñas lagrimas empezaron a caer por sus ojos, pero esta vez ya no eran de tristeza.–y-yo no se que decirte...

—Eres perfecto, a la vista y de sentimientos.—Susurró con una sonrisa dulce.—Te amo, mi rey.—Sonrió y al finalizar, este se acercó para besar sus labios dulcemente a lo cual ella sin dudar consintió y terminaron juntos en su lugar.

Esencia seguido de eso lo invito a sentarse a su lado y tomo sus manos.

—L-lamento haber llegado así de la nada , y bueno, quizás no sea un gran momento para decírtelo ya que es tu cumpleaños, pero se que te enterarías tarde o temprano.—Acaricio sus manos con delicadeza, bastante nerviosa.

—¿que ocurre su majestad?.–la tomo de su mejilla intrigado.

Pensó un poco y volvió a verlo.
—¿Recuerdas. . . Cuando pensábamos en ser padres?

Abrió bien los ojos tras escuchar esas palabras y sonrio nervioso, su respiración se agitó nuevamente.

—¿q-que?...

Ella tomó una de sus temblorinas manos y con mucho cuidado las acercó a ella, la puso justamente sobre su vientre...esa indirecta fue suficiente para que todo diera un giro de 180 grados, Quincy estaba en completo shock... Pero las sonrisas no faltaron.

—¿M-mi amor?...

—vas a ser padre...

E N D

Gracias por leer! Se les aprecia demasiado!

Y recuerden gente:
Los celos en exceso no son buenos, no se dejen llevar por ellos.