Quizás fue por la conversación que tuvo minutos antes con sus amigos Jungwon y Sunno o  quizás fue por recordar todo el esfuerzo, dedicación y perseverancia que Sunghoon puso para acercarse nuevamente a él y reconquistarlo.

Pero es en este preciso momento, en el que Jaeyoon está completamente seguro de algo, el australiano sabe con completa certeza y seguridad que no existió ni existirá otra persona en el mundo que lo ame como lo hace el coreano, sería imposible y si llegara a existir, así como Jay intentó, simplemente no podría corresponder a sus sentimientos.

Para Jaeyoon, Sunghoon es único en el mundo, algo en su interior se lo dice, sabe con plena certeza que Sunghoon fue diseñado para complementarlo y amarlo así como él fue diseñado para complementar y amar al coreano.

Sunghoon decidió alejarse de su país de orígen y dejar atrás su vida sólo para darle una oportunidad de poder vivir y empezar desde cero, Sunghoon se sacrificó por amor y sacrificó su felicidad para que Jaeyoon tenga una nueva vida y pueda crear nuevos recuerdos, pero jamás se alejó completamente de su lado.

Si bien es cierto que, por el momento, la memoria de Jaeyoon no puede recordar los felices días del pasado y la maravillosa y perfecta relación que construyeron juntos paso a paso y día a día, su corazón sí lo hace.

Su corazón nunca lo olvidó. y lo recuerda cada vez que late frenético y sin control al encontrarse cerca del más alto, lo hace con el efecto que le genera cada una de sus caricias, cada uno de sus besos, incluso lo hace reaccionando a una simple mirada acompañada de una sonrisa, su cuerpo también lo recuerda y lo necesita.

De nada le sirve "evitar emociones fuertes" que le hagan daño, las ha sentido y experimentado desde su primer encuentro, desde su primera conversación, desde el primer momento en que sus miradas se entrelazaron y se reconocieron en silencio.

De nada le sirve negar sus sentimientos y tratar de contenerlos, Jaeyoon se ha enamorado por segunda vez en su vida y de la misma persona.

Jaeyoon se ha enamorado nuevamente de Sunghoon y el hecho de no poder recordar su primer enamoramiento, no es un impedimento para amarlo incluso en mayor medida y con mayor pasión, Jaeyoon lo desea, Jaeyoon lo necesita y siente que este es el momento perfecto de empezar a vivir plenamente y sin miedo siempre y cuando estén... Juntos.

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–Dime si quieres que me detenga, no quiero que te sientas incómodo–

–No quiero que te detengas Hoonie...

Las palabras de su amado lo estremecen, Sunghoon entiende los riesgos de generarle emociones fuertes pero, simplemente no puede evitarlo, ha esperado demasiado tiempo por este momento y decide perderse en la mirada del australiano que desborda ilusión y pasión en la misma medida.

Sunghoon se convierte nuevamente en prisionero de esas galaxias jamás nombradas que lo miran fijamente y lo atraen al abismo de la perdición y del cual, a pesar de haberse alejado, nunca tuvo escape, Jaeyoon fue es y será su único dueño.

El sólo roce de sus pieles hace que el de cabellos castaños sienta corrientes de energía que atraviesan por todo su cuerpo y necesita liberarlas.

Jaeyoon se sonroja al apreciar el rostro del coreano que lo mira con completo amor y con furtivo deseo "¿Podrá existir un rostro más perfecto?" Se pregunta mentalmente aunque está consciente de la respuesta, no, no podrá existir un rostro tan perfecto y que le genere tantas emociones y sentimientos.

Ambos acercan nuevamente sus labios y se funden en un beso, la taciturna y pausada danza entre sus lenguas sólo retrasa en cierta medida lo que ambos anhelan y necesitan, ya tuvieron suficiente juego previo, Sunghoon lo levanta con cuidado y lo dirige hacia su habitación.

No necesitan comunicarse con palabras, su móvil de vida es el sentimiento de amor que tienen por el otro, sus acciones son guiadas por su alma y por su corazón, sus acciones son guiadas por la mística energía que les exige fundir sus cuerpos haciendo el amor.

En el lecho de su cama, se despojan de sus miedos y de sus prendas que ahora conforman un camino sin dirección alrededor de su habitación, no necesitan apresurar ni presionar el momento, la parsimoniosa melodía de sus respiraciones y los latidos de sus corazones los guía y acompaña en cada beso, en cada caricia, en cada promesa de amor profesada y aceptada por ambos.

Sunghoon admira embelesado la anatomía del australiano que ahora descansa debajo de su cuerpo, jamás dejará de impresionarse con el contraste perfecto entre el tono de color de sus pieles que ahora parecería conforman una sola; si bien ambos provienen de mundos diferentes, siempre los ha unido la mágica sensación de saber que a la vez son tan similares.

El coreano deja un camino de besos que van desde la clavícula de Jaeyoon, pasando por su cuello hasta perderse nuevamente en sus gruesos y esponjosos labios, ese par de belfos cuyo arco de cupido forma un corazón no sólo se han convertido en su elixir de vida sino que, a la vez, son su más grande adicción, son su alimento y su droga, son su catarsis fusionados en una simbiosis entre el cielo y el infierno.

Sunghoon lo prepara con delicadeza y cuidado, lo prepara con total sutileza y dedicación, lo prepara como si estuviera palpando la creación más preciosa y exquisita jamás creada, las lágrimas y jadeos de Jaeyoon denotan la pequeña molestia ante la repentina intromisión, Sunghoon las aplaca con besos que hacen que el australiano sienta que se pierde en una lucha de emociones entre el placer y el dolor pero, Sunghoon sabe bien lo que necesita y el placer resulta vencedor.

Se miran nuevamente y se siente como si estuvieran viendo a través de una ventana que los deja ver al alma contraria, sus corazones se reconocen nuevamente en ese momento y les exigen fundirse en el acto, Jaeyoon respira profundo y asienta con una sonrisa seguida de un beso apasionado conectándose con los labios del más alto, –Te amo– se profesan al mismo tiempo para finalmente fusionarse en uno solo.

Sus cuerpos se mueven cuáles olas del mar en una perfecta tarde de verano, sus movimientos son lentos y certeros, ninguno de los dos puede contener tanto placer generado en su interior y lo exteriorizan emitiendo sonidos entrecortados sin sentido pero cargados de emoción y sentimiento.

El tiempo y el espacio parecen detenerse a su alrededor, se han perdido en una adictiva danza en la que ambos redescubren el ritmo y el movimiento que más les gusta y disfrutan, la adrenalina en su interior se hace cada vez más fuerte y difícil de contener, ambos pierden el control y la razón ahogados en el placer que parecería explotará en cualquier momento dentro de su pecho.

Se dice que hacer el amor es la aventura más sagrada en la que uno se ecuentra más vulnerable, más expuesto en cuerpo y alma, en la que tus sentimientos y deseos afloran a través de tu piel; si Sunghoon y Jaeyoon tuvieran que elegir el mejor recuerdo de sus vidas, sin duda alguna sería este momento.

Poco a poco sus movimientos se intensifican y se convierten en más necesitados y hambrientos –Hoonie...– Jaeyoon lo llama tan bajo como un suspiro, y Sunghoon reconoce perfectamente ese llamado con el que tantas noches ha soñado y anhelado.

Ambos están a punto de alcanzar el climax perfecto y tocar el cielo –Juntos Yoonie– le pide siguiendo uno de los caminos de besos que ha creado desde su cuello hasta sus labios, un gemido ahogado de ambos se pierde entre sus belfos inflamados mientras sus respiraciones y movimientos desaceleran intentando nivelarse con cada segundo que pasa de tiempo...

Sus miradas se entrelazan nuevamente y una sonrisa cómplice se dibuja en sus rostros ante el placer que aún corre por sus cuerpos –Te amo– se dicen al mismo tiempo y ninguno de los dos puede ni quiere descansar hasta el próximo encuentro...

El constante sonido del timbre interrumpe su merecido descanso, con molestia, el coreano abre sus negros orbes para encontrarse con el rostro del amor de su vida, su piel acaramelada resplandece cual piedra preciosa bajo los rayos del sol que logran ingresar por su ventana.

Su delicada figura yace a su lado protegida por sus trabajos brazos, el australiano está completamente dormido y descansa pacíficamente a su lado.

Sunghoon sonríe y con cuidado roza sus labios con los suyos, con dificultad, encuentra un pantalón deportivo a su paso y se dirige a abrir la puerta, el sonido del timbre ahora se encuentra acompañado por desesperados golpes "¿Quién podrá ser?" Se pregunta aún aletargado...

–Necesito hablar contigo y con Jake–

Jay lo observa de pies a cabeza sintiendo una fuerte punzada en el pecho, no necesita indagar de más para confirmar sus sospechas.

–Jaeyoon está durmiendo y no pienso despertarlo, se encuentra agotado–

Sunghoon le explica con una sonrisa ladina sacando a flote sus instintos más básicos cual lobo alfa que ha ganado una batalla y debe delimitar su territorio.

–Creo que no entiendes la gravedad del asunto Park Sunghoon, los espero en mi auto en veinte minutos, se encuentra estacionado al frente del edificio...

Bueno besties, me conocen bien, quise narrar este momento de una manera más emocional y no tan descriptiva.

Muchas gracias por leer y apoyar la historia, hasta el próximo lunes❤️🥰🌻