Su propia actitud le parece cuestionable, pero no lo puede evitar, desde aquel primer encuentro de miradas en esa noche de discoteca, Park Sunghoon ha generado en él emociones y sensaciones que jamás había sentido.

Jaeyoon pierde completamente toda confianza y entra en un estado de vulnerabilidad que sólo le recuerda a su primer enamoramiento de adolescente, por supuesto no correspondido; tenía cumplidos trece años y fue hacia su atractivo profesor de física, el señor Kim un joven de 26 años, de nacionalidad coreana y australiana que lo tuvo suspirando durante un año.

Respira profundo y se arma de valor para tocar la puerta de su vecino y nuevo "amigo", un par de golpes y su corazón empieza a latir desenfrenado, repite en su cabeza la frase que había pensado decirle desde hace ya una hora, un par de minutos de espera lo hacen dudar de la presencia del atractivo joven de piel clara...

"Quizás salió, claro que salió es viernes en la noche"...

–Lo intentaste– se dice a sí mismo peinando con clara frustración su negra cabellera y dispuesto a dirigirse a su departamento para pasar una noche tranquila...

–Jaeyoon, lo siento, estaba ocupado–

Voltea e inmediatamente siente como su calor interior se apodera en segundos de su cuerpo logrando sonrojar sus mejillas e incluso sus orejas en el acto.

Sunghoon seca con torpeza su castaño cabello mientras las gotas de agua corren por su rostro, la polera blanca que lleva se pega a su aún húmedo y trabajado cuerpo y Jaeyoon entra en pánico tratando de desviar la mirada.

–Y-o l-o siento, puedo volver en otro momento– le dice apenado y jugando con los cordones de su sudadera como si fuera un niño nervioso que sabe que ha hecho algo malo.

–¡No por favor!– Sunghoon prácticamente grita acelerado, logrando provocarle una risa nerviosa, –¿Está todo bien? ¿Necesitas algo?–

La voz de Sunghoon es dulce y tranquila, su voz lo tranquiliza y le da confianza.

–Yo sólo quería agradecerte por los girasoles y la nota que me enviaste a la cafetería–

–¿Te gustaron?–

El coreano le pregunta esperanzado, claro que Sunghoon no le envío girasoles con la esperanza de que su Jaeyoon recordara su pasado juntos al percibir el aroma de sus flores favoritas, no, claro que no lo hizo con esa intención.

–A decir verdad me encantaron, no sabía que los girasoles podían gustarme tanto y la nota, realmente significa mucho para mí, quería agradecerte por todo tu apoyo y por tu amistad–

..."Amistad"...

Esa sencilla palabra retumba en su cabeza, recordándole su miserable situación actual, el amor de su vida sólo puede verlo como a un amigo más y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.

El amor de su vida tiene una pareja actual que aunque parecería no se encuentra presente, en realidad sí lo está; a diferencia de Sunghoon , su actual novio está presente en el corazón de su amado Jaeyoon y esa es razón suficiente para mantenerse en la línea de la "amistad".

–No tienes nada que agradecer, para mí... Poder ser tu amigo y apoyarte, es todo un privilegio y un placer–

Su sonrisa sincera hace que su corazón no deje de latir acelerado, pero a la vez, Jaeyoon se extraña al sentir pesadez y algo de melancolía en esas palabras, –¿Te estabas alistando para salir?– le pregunta sin titubear como si fuera un reclamo, como si para Jaeyoon, Sunghoon no tuviera derecho de salir y tener una vida privada..."Pero qué egoísta"...

–Mi plan para esta noche es ver una película y comer pizza–

–Suena a un buen plan, ya no te perjudico, buenas noches–

–¡Espera!–

Antes de que Jaeyoon voltee, Sunghoon lo toma del brazo con cuidado de no lastimarlo, reprime su accionar y se siente culpable de no poder controlarse, pero el sólo tener al amor de su vida frente a él es suficiente razón para dejarse llevar por sus sentimientos y su necesidad y anhelo de poder pasar un momento juntos.

–¿Te gustaría ver una película conmigo y comer pizza? ....

.... Sí, si me gustaría–

Ingresan al departamento del más alto con timidez y Sunghoon lleva las cajas de pizza a su habitación, Jaeyoon lo ayuda con dos vasos y una botella de gaseosa, coincidentemente su favorita.

–Aún no he tenido tiempo de comprar muebles o de decorar–

Sunghoon se disculpa, pero Jaeyoon sólo sonríe y le dice que no se preocupe, su habitación es sencilla, un colchón de aire, una laptop y un ropero empotrado son los elementos necesarios y Jaeyoon no se siente en la posición de juzgarlo o criticarlo.

–Tu habitación está más ordenada que la mía– le dice con una sonrisa acomodando los vasos y la botella de gaseosa en una pequeña mesa portátil.

–Tampoco tengo mucho que ordenar– el coreano le responde y ambos se acomodan con nerviosismo en la cama.

–Como eres mi invitado de honor, te cedo el derecho de elegir la película–

Jaeyoon muerde su labio inferior concentrándose en la lista de películas de la plataforma virtual elegida, su imagen es demasiado tentadora y Sunghoon desvía la mirada sirviendo la gaseosa en los vasos y colocando las cajas de pizza a un costado, tendrán que acomodarse lo más cerca posible ya que tienen que compartir la pantalla de su laptop...

–50 First Dates "Como si fuera la primera vez"–

Sunghoon asienta y ambos se acomodan y le dan play a la película mientras disfrutan de la pizza y gaseosa, una comedia romántica de principios de los 2000's cuyo argumento es más profundo y más cercano a la realidad de Jaeyoon; Henry, un biólogo marino que vive en Hawái, conoce casualmente en una cafetería a Lucy una profesora de arte y se enamora a primera vista.

Un argumento al parecer nada complicado a la primera impresión y que entra en el parámetro de lo considerado cliché para el género, pero el trasfondo es el que se asemeja a la realidad de Jaeyoon,

Lucy la protagonista, sufre de una variante de amnesia llamada Síndrome de Goldfield, a consecuencia de un accidente sufrido un año antes, cuya consecuencia es que no tiene ningún recuerdo de nada que haya pasado entre el día de su accidente y el presente. Cada mañana, al despertar, la protagonista ha perdido todos sus recuerdos del día anterior, y cree que cada día es 13 de octubre del 2002, su hermano y su padre actúan como si fuera ese día, para evitar que Lucy descubra que tuvo el accidente y sufra por ello.

Jaeyoon no puede evitar llorar conmovido al ver la determinación y entrega de Henry, quien trata de todas las maneras posibles llamar la atención de Lucy y que es el único que considera tiene derecho a saber de su accidente y dejar de vivir engañada, su entrega y amor desinteresados hacen que el australiano explote en lágrimas y se ponga a sollozar como un niño.

Sunghoon no lo duda ni por un segundo, deja a un lado la laptop y lo toma de la cintura acercándolo a su cuerpo para fundirse en un abrazo, recita dulces palabras en su oído y acaricia con completa devoción y entrega su espalda haciendo pequeños círculos con las manos.

–Tranquilo Yoonie–

"Yoonie"

Varios minutos han pasado y ninguno se atreve a romper tan cálido abrazo, la conexión que han generado en unas cuantas semanas de conocerse es simplemente inexplicable y este abrazo los hace sentirse completos, los hace sentirse seguros y plenos, los hace sentirse como si estuvieran donde siempre debieron estar...

Jaeyoon levanta el rostro para encontrarse con la mirada compasiva y dulce de Sunghoon y ambos sonríen sin decir nada, las palabras no son necesarias y sobran cuando expresan con sus cuerpos sus sentimientos.

Un largo suspiro y Jaeyoon rompe el silencio con un –Lo siento, Lucy y yo, tenemos mucho en común, algún día me sentiré seguro de poder decirte el por qué...–

–No tienes nada de qué disculparte Yoonie, no te presiones a decirme nada, yo siempre estaré para ti–

Con desgano y aún dudosos de romper el abrazo se alejan y ambos se sientan.

–Me gusta que me llames Yoonie– Jaeyoon sonríe y Sunghoon acaricia con delicadeza su rostro sin poder evitarlo, –Entonces a partir de hoy sólo te llamaré Yoonie–

Retoman la película y terminan de verla, la vergüenza e inseguridad quedaron a un lado después de haber compartido tan íntimo momento, conversan sobre la película y cómo ambos se sienten identificados con los protagonistas.

Por supuesto, Sunghoon se ha visto reflejado en el papel de Henry, el eterno enamorado que hizo hasta lo imposible por ayudar a Lucy y verla feliz... a su lado.

Pierden la noción del tiempo y conversan por horas acerca de su día a día y de sus gustos desde la comida hasta la música, una buena manera de conocerse y hacerse más cercanos.

Jaeyoon intenta ver la hora pero recuerda que ha dejado su teléfono cargando en su habitación.

–Debemos descansar– le dice al notar que han pasado horas juntos y que a pesar de sólo ser amigos, en su estado sentimental actual, eso no es correcto.

Sunghoon lo acompaña hasta la puerta de su departamento, no importa si se encuentra a sólo unos pasos, son las tres de la mañana y el peligro siempre acecha.

–Gracias por acompañarme Yoonie–

–Gracias a ti Sunghoonie, espero que se repita– le responde sonrojado al notar las palabras que salieron de sus labios por impulso.

Un último abrazo y sus rostros se encuentran a pocos centímetros, ninguno de los dos puede negar la atracción que sienten por el otro, pero ambos lo saben, no es correcto y sólo son "amigos", se separan con cierta lástima para que Jaeyoon pueda abrir la puerta de su departamento; sin embargo, antes de cerrarla, toma un bolígrafo.

–¡Espera!–

Con cuidado anota su número de teléfono en la mano contraria y Sunghoon sonríe de oreja a oreja como si fuera un niño pequeño que ha recibido un regalo sorpresa, –Para que podamos estar en contacto–

–Te mandaré un mensaje de buenas noches–

Jaeyoon ingresa a su habitación y sonríe al ver la pantalla de su teléfono iluminarse, –¿Tan rápido Sunghoonie?– ....

Jay 🤍
📲 20 llamadas perdidas

Es el capítulo más largo en lo que va de la historia... Les confieso que por capítulos como este yo también quiero que Jakehoon sea end game y terminen juntos, pero, aún falta mucho y todo puede pasar, muchas gracias por leer y apoyar la historia, hasta el lunes ❤️🌻🥰