Seúl le parece tan extraña y ajena ahora que debe empezar una vida desde cero, Sunghoon suspira al recorrer las mismas calles que un día recorrieron tomados de la mano mientras planeaban juntos su futuro.

Nunca importó que los padres del amor de su vida no lo acepten ni lo consideren un candidato digno para su único hijo y heredero, Sim Jaeyoon se había enamorado perdidamente de él y lo había elegido como compañero de vida después de dos años de noviazgo y tres años de conocerse.

Su primer encuentro fue poco convencional; a pesar de la molestia de sus padres, Jaeyoon había encontrado la manera de pasar las clases de fotografía para principiantes que tanto deseaba, lo hizo, durante su receso de invierno del tercer año de carrera universitaria.

Tener el poder y la habilidad de capturar pequeños momentos en el tiempo y plasmarlos en imágenes que duren para siempre, fue uno de sus más grandes y deseados sueños.

Jaeyoon no había podido disfrutar de un verdadero paisaje de invierno antes de mudarse a Corea del Sur; el invierno en Brisbane Australia, su ciudad de orígen, puede confundirse fácilmente con un día de sol y de clima templado en cualquier parte del mundo, pero, el invierno en Seúl es diferente, la blanca nieve decora los alrededores dejando a su paso un ambiente más acorde a la temporada.

Una noche se dirigió al parque central donde se había instalado una pista de patinaje sobre hielo, la gente aplaudía y admiraba una estilizada y elegante figura que sobresalía, un joven de piel tan blanca como la misma nieve se deslizaba grácilmente como si él y el hielo fueran uno solo.

Jaeyoon estaba hipnotizado, lo único que los conectaba en ese momento, eran los sonidos de los clicks de su cámara semi profesional, "Wow", exclamaba el australiano ante las piruetas que poco a poco cobraban mayor dificultad y velocidad, el jóven patinador había notado que era seguido por la cámara de un atractivo muchacho de cabello negro y decidió regalarle un espectáculo que valga la pena ser retratado...

"Te dejo conservar las fotos con mi imagen, sólo si me aceptas la invitación a tomar un café"

Sunghoon le dijo con una sonrisa ladina logrando hacer que el australiano se sonroje y retroceda unos pasos, pero Sunghoon había quedado cautivado con la dualidad y la exótica belleza del rostro contrario, no permitiría perderse esta gran oportunidad de poder conocerlo; se le acercó poco a poco, cual felino analizando a su presa, tratando de seducirlo con cada movimiento y palabra y lo había logrado, su impactante presencia y seguridad descolocaron a Jaeyoon de sus pensamientos y cayó rendido ante sus encantos.

"E-s-tá bien, acepto"

Fue la tímida respuesta de Jaeyoon ante la repentina invitación del apuesto extraño y el comienzo que marcó su perfecta relación de amor.

–Reserva para Nishimura por favor– le indica al mesero que lo guía hacia la mesa donde se encuentra un joven de mirada felina, alto y de figura delgada, –¿Teñiste de nuevo tu cabello?, si lo sigues haciendo se te caerá– le dice recibiendo un abrazo de su amigo Niki.

–Eres un ingrato Sunghoon, mira que enterarme de tu regreso de boca de Heeseung no fue de mi agrado y lo primero que haces es criticar el color de mi cabello– Niki le reprocha al saberse su amigo más cercano y su gran apoyo en estos meses de incertidumbre y soledad.

–Lo siento, mis padres debieron advertirle de mi regreso; en mi defensa, te prometo que iba a contactarte apenas consiga un departamento donde instalarme–

–¿Sigues con la loca idea de conseguir un departamento en el condominio donde tú y él vivían?–

–Sí, esta noche me darán un recorrido por un departamento que se encuentra en el mismo piso–

–Pero Jake ... Perdona la mala costumbre, Jaeyoon aún vive con sus padres y si ellos se enteran de que lo estás rondando te amenazarán de nuevo con restricciones judiciales y con demandarte si te le acercas–

–Pero ellos no se enterarán– Sunghoon sonríe de lado tomando de un sorbo el shot de soju que le sirvieron de aperitivo.

–Debo ser sincero contigo como lo he sido todo este tiempo, si Jaeyoon deja de vivir con sus padres, lo más seguro es que empezará a vivir con su novio, el coreano americano del que te comenté–

–Supongo que fue idea de él empezar a llamarlo por su nombre en inglés Jake y no por su nombre coreano Jaeyoon–

–"Mi Jakey", "Mi amor", "Bebé", así lo llama– Niki rueda los ojos aún sorprendido e indignado con la manera en que el destino ha permitido que cambie el rumbo de las vidas de sus dos mejores amigos, enterrando sin vehemencia sus sueños y planes de formalizar su relación ante los ojos de la sociedad y honrando sus creencias.

–Demasiado posesivo para mi gusto y estoy seguro de que también lo es para Jaeyoon–afirma Sunnghoon, con la esperanza de que a su ex novio aún le moleste que alguien pretenda tener un poder de propiedad y de control sobre él al llamarlo "mío" como si se tratare de un objeto.

–Jaeyoon, le permite llamarlo así, supongo que se siente en una especie de deuda; quisiera poder hablarte mal de él, pero es imposible, el tal Jay es bastante decente y considerado; a decir verdad, se desvive por mantenerlo feliz y bien tratado, está muy enamorado de Jaeyoon y él...–

Sunghoon hace un ademán con la mano, dándole a entender a Niki que debe parar, –No sigas por favor, no puedo ni quiero imaginarlo– suspira profundo y empieza a mirar a los costados.

–El sólo pensar que puede estar enamorado de alguien más, me carcome y me destroza por dentro, siento que me falta el aire, siento que muero por dentro–

–Lo sé, sientes celos y precisamente, por eso, no entiendo tu masoquismo por volver y tratar de acercarte a él... Jaeyoon no te recuerda, ni siquiera recuerda la relación de amistad que tuvo conmigo; es extraño, pero a pesar de eso me cuida y me hace sentir incluido cuando salimos entre amigos; pero me duele, Jaeyoon cree que me conoce por ser novio de Sunoo y nada más, no recuerda nada de lo ocurrido durante esos tres años previos al accidente y no hay indicios o avances que demuestren que lo hará–

–Entonces mi regreso tiene más sentido, yo puedo ayudarlo a recordar– le responde esperanzado.

–Okay, supongamos que logras acercarte a él, supongamos que efectivamente lo ayudas a recordar el pasado sin que eso le provoque convulsiones y un posible paro cerebral como la última vez que lo intentaste; supongamos que aún así, Jaeyoon decide quedarse con su novio actual, lamento ser tan sincero, pero es una posibilidad–

Sunghoon suspira mientras una lágrima se escapa de sus negros orbes ahora cristalinos y cargados de líquido salado...

–Al menos sabré que lo ayudé a recuperar la parte de la vida que perdió, ¿El amor es así no?, también implica dolor y sacrificios, el amor también se demuestra al dejar de lado tu felicidad por la felicidad de quien amas–

–Y después de todo el tiempo que han estado alejados tus sentimientos por él siguen siendo los mismos de siempre, Jaeyoon avanzó con su vida y nos olvidó, quizás es tiempo de hacer lo mismo–

Sunghoon seca con torpeza las lágrimas que inevitablemente corren por su rostro...

–No, mis sentimientos no son los mismos, estar alejado de Jaeyoon sólo ha logrado que lo ame y lo anhele con más fuerza que antes–

–Suerte con eso– le responde Niki, sin lograr entender qué tiene pensado hacer Sunghoon para acercarse a  Jaeyoon...

"No me desees suerte, tú vas a ayudarme"

Hola besties, espero que estén disfrutando la historia, muchas gracias por leerla, que tengan un buen inicio de semana❤️🌻🥰