Ekko se encontraba enfrente de un lago, observando el atardecer completamente en paz.

Había perdido mucho, demasiado para una persona cuerda.

Decidió tomar el camino del héroe, venciendo a su egoísmo y sentimientos de una vida feliz..

De una vida que no era suya.

Cuando todo acabó, pensando que la había perdido.

En aquel lugar....

....

La foto se quemó en el aire dejando únicamente cenizas que fueron llevadas por el viento, dejando que en silencio cargará su perdida y lamento...solo.

-Y no te vas a despedir después de todo lo que hicimos?.-

Esa voz...

-Jinx?.- se volteó notandola ahí, vestida de la forma más disimulada posible entre la ciudad subterránea, no queriendo ser reconocida para no llamar la atención.

Ekko se talló los ojos pensando que era una alucinación, un efecto secundario en su mente tras retroceder en el tiempo sobre el límite del pulsar Z, un efecto cronológico.

-¿Que? ¿Acaso viste un fantasma o ya se te pudrió el cerebro por esa cosa?.- Ekko simplemente se levantó y la abrazó fuertemente, ella no dudo y correspondió el abrazo.

-Pense que...te habías ido. Que habías muerto con la bomba...- Ekko mantuvo su abrazo mientras hablaba con ella, teniendo su rostro muy cerca del suyo.

-Si, bueno ya sabes. No te creas todo lo que dicen, chico salvador.- La peliazul sonrió por lo bajo observándolo, con su rostro muy cerca del suyo, el apodo resonó en el muchacho.- Sabes, planeaba irme sin avisar pero siento que lo mereces. Buscando una vida en paz, romper el ciclo ya sabes. Manototas está feliz con señorita pastelillos, se que tú lo estarás sin mí tarde o temprano.

-¿Pero?.-

-Esta vez quiero ser egoísta otra vez.- con ello enseñó los dos tickets para salir de Piltover, no faltaba mucho tiempo para que se fuera.- ¿Y tú?

Ekko observó los boletos, dudo por unos minutos el aceptar irse, dejaría a la gente de abajo sin apoyo, a los chicos del árbol.

Pero con las personas ayudando y las relaciones de Zaun y Piltover mejorando tras la guerra contra Noxus...tal vez podría...

-Tal vez también sea egoísta está vez.- con eso ambos juntaron sus rostros en un dulce beso, un beso que dejó liberar sentimientos sepultados de nuevo a la vida y una felicidad que se había perdido.

Los brazos de Ekko fueron abrazando la cintura de Jinx, acercándola más a él.

Los brazos de Jinx acercaron más el rostro de Ekko poniéndolos alrededor de su cuello.

El ambiente se empezó a calentar como la llama lenta de una estufa.

El beso acabó cuando buscaron respirar un poco de oxígeno, tras eso, Jinx simplemente tomo la mano de Ekko llevándolo adentro.

Esa noche conocieron el cuerpo del otro en una mejor... situación.

.....

-Oye chico salvador, entrá. Tengo lista la cena, es lo mejor que me ha quedado en un buen tiempo.- de una pequeña cabaña salió Jinx sosteniendo su creciente vientre con esa sonrisa burlesca a la que se había acostumbrado.- Cierto, oí algo sobre Piltover. Ya han empezado a arreglar el distrito gracias a la señorita pastelillos y manototas. Hasta ya han empezado a crecer pequeños árboles.

-Un día tendremos que ir a verlo con nuestros ojos, tal vez también darle una visita a las minas de hongos luminosos.-

Ekko se acercó a Jinx y simplemente le dió un pequeño beso cálido y amoroso.

-Tal vez, ser egoísta es lo mejor a veces.- Fueron los pensamientos mientras tomaba el rostro de su mujer de cabellos azules.

-Te Amo...-

-Yo te amo... en todos y cada uno de loos universos...-

....

Sí, sí la chingada.

Solo quise darles un final feliz a esté par de tórtolos, me vale verga las cosas en éste momento.

Dios como amó su rola.