Capítulo 13🦋
El amor no cura enfermedades mentales-- Heartstopper👬
--¿Es enserio? ¿Seré tu abogada en este caso? ¿Ki? — ella estaba bailando mientras salíamos, su emoción era tan contagiosa que no podía evitar sonreír.
-- Lo serás, y haremos que esa niña forme parte de nuestro clan.
--Tengo trabajo que hacer. Papeleos,todo. Kiara ¡Este es mi primer trabajo como abogada! Esto, esto es increíble.
--Lo sé y es la primera vez que quiero adoptar a alguien. Así que sí, será inolvidable.
--TE AMOOOO. ES ENSERIO TENGO A LA MEJOR MALDITA AMIGA DEL MUNDO.
— me eché a reír — Tranquila , no te me emociones tanto.
Llegamos a casa, ella seguía parloteando emocionada y a la vez lo suficientemente nerviosa como para que yo notace un temblor en su voz, tan chica que ni me hubiera dado cuenta sin prestar atención. No ví a nadie merodeando por los pasillos lo cual me pareció raro puesto que hoy precisamente era jueves " día de trabajo ", lo ignoré inmediatamente volviendome a concentrar en mi amiga, me dijo tantas cosas sobre el caso que me estaba confundiendo aún más, "por supuesto, por supuesto" era la única frase que repetía --tan patético de mi parte-- quería esto, que Cristal fuera parte de mi familia pero ¿Ser madre? no , ese título ... simplemente yo aún no estaba preparada para eso y dudaba que algún día lo estuviese, Estel es tan, tan hermosa y odiosa pero aún así hermosa, perfecta, su cara, su elegancia, su seguridad, su maldito humor, sus ojos, ¿Porqué yo no podía pensar en otra cosa que no fuera ella? maldita bruja, me ha hechizado.
--Ki , KIARA — desperté de mis sueños despiertos.
--¿Qué pasó? — pregunté abriendo los ojos aún más.
--¿Estás nerviosa?
--He tomado la decisión correcta, apesar de ser una que debía pensarlo más. Quizás me estoy debatiendo si estoy lista para esta responsabilidad. Si ella esperará una figura materna en mí.
-— sonrió — Creo que ella te ve como una amiga. El tiempo te lo dirá.
--Hablas como mi abuela — dije soltando por fin una risita a lo cual ella correspondió con otra.
--Tonta.
Me levanté de la silla, y tomé una fruta de la mesa, le dí un mordisco antes de pedirle a Liz que me siguiera hasta mí habitación. Estuvimos hablando una hora o quizás más; con ella siempre he perdido la noción del tiempo, con ella yo nunca me preocupaba de que tenía que hacer a qué hora o dónde, nuestras palabras eran tantas que nos perdiamos entre ellas, solo ella y yo, mi hermana — sonreí— era mi hermana, siempre la había visto así.
Me encontré buscando algo que ponerme (minutos más tarde) husmeo en mi gigantesco armario e inmediatamente se apropió de algunas prendas, estábamos hablando mientras íbamos hasta la tina llena de agua tibia y burbujeante, era lo suficientemente grande para las dos y nos habíamos bañado juntas desde chiquitas varias veces, esto era solo una prueba más de nuestra confianza, nuestra hermandad. Ella empezó, yo no había siquiera tocado su pie ya que estaba tapando mis ojos con dos pepinillos, una que agarró y lo tiró al costado para así mandar una gran cantidad de espuma por esa mitad de mi rostro y rió a carcajadas.
-- ¿Qué diablos? ¡Lizzie! ¿Qué te hice yo?—siguió riendo.
--¿Para que me invitas si al final no me harás caso?— su voz se tornó lo suficientemente aguda y con acento infatil provocado por la risa.
-—Tiré el pepinillo restante— Estaba pensando ¿Sabes? — ella miró con curiosidad — Somos tan libres, hacemos estás cosas juntas, que podrían ser mal vistas por tu novio y si yo tuviera pareja creo que también, obviamente lo que piense tu novio me tiene sin cuidado, solo es decir ...
--No somos normales Kiara, hacemos cosas anormales para las demás personas, pero no importa mientras estemos cómodas y felices, mientras sepamos lo que realmente pasa, no importa.
--Lo sé — sonreí — No hubiera sido visto de mala forma si fuéramos aún unas niñas.
-- Seguimos siendo niñas — extendió su brazo y la acarició con la otra mano antes de levantar la vista y regalarme una sonrisa.
-- ¿Entonces te estás dando un baño con una obsesiva con el sexo? — me burlé, ella se había referido a mí de esa forma varias veces. Me dió una patada cerca de las costillas y yo correspondí dandole en el mismo lugar, empezamos así una lucha divertida en la tina haciendo que el agua salpicara por todas partes.
-- ¡Imbécil!
--Oh, si que lo soy.
Salimos después de que yo gané la tonta guerra que comenzamos, se vistió y fué a su casa para hacer todo los preparativos para su emocionante primer caso. Decidí salir a tomar aire fresco, pero terminé tomando una margarita en un bar tranquilo a las afueras de Orleans, necesitaba pensar en todo los últimos sucesos que habían estado ocurriendo en mi vida, y pensé en la niña. Hace 10 años yo había pensado en tener una familia con el amor de mi vida, ahora estaba por dar este gran paso y me asustaba no ser lo que ella necesita, que mi familia no sea suficiente. Quizás Estelle tenía razón, yo no era la indicada para hacer eso — un trago , dos tragos , tres tragos.
-- Una más por favor.
Me encontraba sentada en un taburete alto frente al hombre que servia el acohol, quien trajo lo mismo, sonriéndo así que también le regalé una sonrisa.
Quizás hubiera sido diferente, yo ... sí .... No, no. No me permitia pensar en ello o través en recodarlo, en recordarla, no ya no.
--El exceso de alcohol es malo cuando piensas conducir de vuelta en casa , ¿Lo sabía? — una voz femenina a mi izquierda llamó mi atención como para levantar la vista y mirarla.
Rubia, ojos verdes, lo suficientemente hermosa como para hacerme sonreír, pero mi cara permanecía inmune, mientras decía.
-- ¿Cómo sabe que voy a conducir?
--¿Quién no la conoce señorita Michier?
Era verdad,¿Quien no me conocía? Nunca desde que tuve este coche había tenido un chófer conduciendolo, tomé otro trago por ello, por mí fama. Ella tenía una copa de whisky en su mano--largos dedos-- sus uñas largas pintadas en un verde lo suficientemente elegante como para combatir con sus jeans negros y su chaqueta de cuero del mismo tono, lo único de color claro que llevaba eran los cordones blancos de sus zapatos deportivos. Llevaba el cabello recogido en una coleta.
--¿Y quién es usted?
Ella sonrió y tomó otro trago ignorando la pregunta, me hizo volver a mirar hacia el otro lado del bar, estaba apunto de volver a mis pensamientos cuando volvió a hablar.
--Una persona común y corriente.
--Todos somos únicos o todos somos comunes. Así que eso también me convertiría en una persona común y corriente.
--ella soltó una risita — ¿Y no le agrada?
--Prefiero la primera opción.
--Madison, mí nombre es Madison.
Un nombre hermoso, sonreí y levanté mi pequeña copa mientras ella hacia lo mismo.
--Lindo nombre, desconocida.
--A mí también me gusta la soledad, por eso vengo aquí, solo soy yo-- dijo ignorando mí comentario.
--Bueno ahora no sólo eres tú.
--No sabe lo molesta que estuve cuando ví a alguien sentada sobre ese taburete. Se supone que es mí lugar.
--Podemos cambiarlo si quieres.
--No, no. Ahora podré decir que me senté sobre el culo de una famosa.
Empecé a reír.
--No técnicamente.
--Bueno almenos es algo.
--Supongo.
Tomé otro trago y me levanté para marcharme, ya tenía que volver, descansar. Mañana sería un largo día.
--¿Ya te vas? — sonreí al escucharla tutearme.
--Pensé que te gustaba la soledad.
Hizo un gesto que podria describir como un "eso es cierto".
--A tí también sin embargo te estás debatiendo en quedarte o no conmigo.— me guiñó y fué el guiño más sexy que había visto en mi vida, me volví a sentar.
--Tendrás que pagarme un trago — ella se echó a reír — Y no quiero sonar muy gay pero eso fué arrebatadoramente sexy.
--¿Qué? ¿El guiño? — preguntó riendo mientras me traían otro trago.
--Okay, eso sonó gay ya lo sé, ya lo sé.
--Quien no sabe que la hija de los Michier es una " LESBIANA" con todas las letras en mayúsculas.
Dejé mí copa sólo para empezar a reír.
--No puedo negarlo.
--Ni aunque quieras.
Es tan sorprendente conocer personas fugaces con las cuáles compartirás un recuerdo toda la vida, un momento, algo único y especial. Cómo el que estaba viviendo con Madison en ese instante, entre risas y tragos, olvidando por completo cualquier problema por el cuál llegué allí, solo dos desconocidas hablando de tonterías, riendo como adolescentes y dios en un momento alcé la vista para encontrarme con sus ojos verdosos, intensos y hermosos, ella paró de reír y me sentía avergonzada por la situación, tomé un sorbo y cambié de tema.
--Tu rostro me dice "Soy tierna y dulce", tu ropa grita "soy ruda y fría", mientras tú personalidad contraataca con un "¡Joder!, soy libre, soy poderosa y soy jodidamente divertida" — ella hizo una mueca haciéndome saber que le gustaba mi referencia — Una maldita y agradable contradicción.
--Me gustó lo de "Jodidamente divertida" — tomé un trago después de soltar una risita irónica— Sin embargo, esto no es lo que soy y es una lástima que no tengamos el tiempo para que me conozcas.
--Una desventaja, algo me dice que ya sabes mucho de mí.
--Oh, no, no. Aparte de lo de "LESBIANA", con mayúsculas, sólo sé lo básico. Tampoco es que lea muchas revistas o vea tanta televisión.
--reí ante la idea, ella realmente no parecía ese tipo de personas — Me siento tan aliviada, la mayoría de las cosas que dicen sobre mí es mentira.
--¿Lo de clubes nocturnos es mentira? — exclamó divertida e incrédula.
-- ¡Joder!, sabes más de lo que pensaba.
Ella negó con la cabeza sonriéndo y volvió a tomar, un mechón cayó sobre su rostro, y estuve tentada a retirarlo poniéndolo detrás de su oreja.
--Una vida solitaria aveces imbolucra a más personas de las que se tendría en una vida "sociable".
--Lo entiendes — me miró.
-- ¿Entender qué?
--La soledad , ya sabes la mayoría de las personas creen que sólo es el aislarse de la gente y quedarse en un rincón sin saber nada de nadie o que nadie sepa de tí. Pero te puedes sentir tan sola entre una multitud como si estuvieras en una habitación sin nadie más.
-- ¿Y qué pasa cuando te sientes sola incluso con la persona que amas está contigo?
--¡NO!, no lleguemos a tus homosexualidades, esto era una reflexión sana hasta que metiste el sexo.
Ambas volvimos a reír.
--¡No es sexo! — retracté con la voz aguda por la risa.
--No tengo que recordarte que el amor no cura enfermedades mentales, y la soledad es una de ellas, mientras no hagamos las paces con nuestra niña interior, por más que ahora nuestras vidas sean mejor esa niña siempre se sentirá sola, indefensa,triste y pequeña. ¿Ya te enamoraste de mi a caso?
-- la apunté con el dedo índice — Estás borracha.
--Solo han sido cuatro copas ¿Cómo crees? — dijo riendo y con el mismo tono agudo que yo había usado.
--¿Me estás imitando? — no cambié el tono.
--¡No! digo ,¡No! Ésta mierda es contagiosa — tampoco cambió el tono.
Volvimos a reír, y sinceramente hace tanto que no encontraba a alguien con quien pudiera reirme de esta forma. Me sentía más confiada, quizás por el hecho de que podría cagarla o hacer el ridículo y no la volvería a ver jamás, así qué no afectaría mi vida ni tendría a alguien que me estuviera recordando que tontería hice esta noche, simplemente el recuerdo se quedaría con ella y yo no me avergonzaría de nada.
--Ya, ya hay que parar. El mesero se está asustando — dije entre risas.
--Traumado lo dejaste.
--¡¿Qué?! ¿Yoooooo? Oye no es justo, ambas fuimos.
--Tampoco te pongas así niña — exclamó divertida.
La noche había pasado tan rápido con esta desconocida, tanto que no nos habíamos dado cuenta de la hora hasta que sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo.
Mamá: Hija son las 01:00 a.m . Vuelve pronto, estoy preocupada, debes descansar mañana será un día ajetreado.Te quiero mucho.
Sonreí sintiendo que Madison me miraba atenta.
-- ¿Qué, es una cita o es tú mami?
--Oye nos acabamos de conocer, tampoco para que te diga quién me escribe — ella volvió a reír y luego miró su reloj.
--Oh, mierda ya es tarde. Creo que me tengo que ir.
--¿Tú mami te espera?
--Ja, Simpática — puso el dinero de la cuenta sobre la mesa.
Caminó hasta la salida conmigo a su siga.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro