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xSouh

Jaula: Kago no Tori no Juin

Capítulo 6: Consejo

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Sintió como el suelo vibraba y los cuadros colgados en las paredes se movían en pequeños estruendos, Hiashi Hyuuga dejó el pergamino que estaba leyendo en le pequeña mesa de la sala de su casa y cerró los ojos, tratando de buscar paz.

Las cosas se salieron de control cuando su sobrino recuperó la conciencia mucho antes de lo que esperaba, y para acabar, había hecho de conocimiento de Sakura que sus ojos ya no eran los mismos.

Haruno había tanteado con manos temblorosas todo a su alcance, buscando un espejo para comprobar si las palabras del nuevo heredero eran ciertas, por supuesto que no había ninguno en todo el subterráneo, pero el color gris plateado de una hoja de bisturí fue suficiente para que viera su reflejo.

No estaba lista para hacerlo.

Hasta el momento en que ignoraba que poseía unos ojos Byakugan, su red de chakra se había ido adaptando poco a poco a esta nueva capacidad, desarrollando la red venosa que caracterizaba la activación del dojutsu, su inconsciente y consciente no estaban en ello, dejando la progresión de forma tranquila.

Fue un acto reflejo tratar de activarlo antes de estar lista y lo único que había conseguido fue el peor dolor de cabeza de su vida y perder el conocimiento por tres días. Ese no era el plan, ella necesitaba tener el Byakugan al cien por ciento de su capacidad o pasaría lo mismo que con Ao, ese maldito ninja de Kiri que robó los ojos de un Hyuuga en la última guerra, auto implantándoselos en busca de poder. Aparentemente funcionó, pero sin la preparación necesaria tendría suerte si llegara a un treinta por ciento de la capacidad del ojo que un Hyuuga normal podría alcanzar.

Y ahora sus puños estaban tratando de destruir las paredes de la habitación en la que estaba, queriendo salir a fuerza del lugar, cosa poco probable.

Hiashi se levantó, caminando en pasos tranquilos hasta el ala de los dormitorios, pasó del primero, donde sabía que estaba Hinata. Abrió la puerta corrediza del segundo, que perteneció a Neji desde la muerte de su hermano.

―Buenos días, Oji-sama. ― saludó primero el menor, sentado sobre la cama con la espalda recargada en la cabecera.

―Buenos días, Neji. ― regresó, sintiendo la sensación de Déjà vu, las imágenes del día que le dijo sobre la muerte de Hizashi vinieron a su cabeza. ― ¿Cómo te sientes?

―He tenido dolores de cabeza desde que desperté. ¿Qué es lo que se me hizo? ―preguntó, teniendo cuidado de culpar a nadie con la pregunta, el hombre era el jefe de su clan, después de todo, y él, como parte de la rama secundaria, sabía cual era su lugar y obligación.

―El Sello del pájaro enjaulado puede ser una maldición para muchos. ―comenzó a explicar, tratando de elegir muy bien sus palabras. ―Pero es lo que mantiene protegido al Byakugan de cualquiera que quiera robarlo. Esa es la palabra, Neji: Protección.

La platica se extendió más de una hora más mientras volvía a recitar las palabras que ya le había dicho a Sakura los días anteriores, podía ser más difícil entenderlo para alguien que vivió todos sus años de vida con ese tatuaje en la frente, sintiéndose oprimido y dejado del lado cuando mostró ser brillante, mucho más que las propias herederas.

― ¿Hinata fue sellada? ― cuestionó, sin poder ocultar la sorpresa en su voz. ―Pero ella es de la rama principal.

―Hanabi era la heredera. ―dijo con pesar. ―El clan, el sello y la sangre la aceptaba como tal, dejando a Hinata en una posición vulnerable, debía de ser sellada como tu padre un día lo fue. Después de la muerte de Hanabi, era obligación de Hinata seguir con el legado, pero la sangre y el sello la rechazaron.

― ¿Ella está bien? ― quiso saber, sus sentidos ninja y dojutsu aún estaban inestables.

― Esta en su habitación. ― señaló para tranquilizarlo, incluso cuando su hija mayor solo mostraba rasgos de debilidad y vergüenza para la familia principal, Neji siempre se preocupó por ella.

― ¿Por qué Haruno-san tenía el Byakugan? ― preguntó finalmente, notando el ligero temblor en los labios de su tío.

― El concejo de ancianos debía elegir un nuevo líder para el clan. ― dijo firme. ―Tú serás el próximo líder del clan, Neji. Tu sello fue removido para que puedas ejercer como tal, pero eso no quita el hecho de que alguna vez hayas llevado el Kago no Tori no Juin. Tu no puedes sellar a alguien más porque destruirías tu propio Byakugan en el proceso. Sakura-san fue la única opción que tuvo el clan para poder continuar, ella lleva y llevará la sangre de Hanabi, y no solo eso, también sus ojos.

― ¿Y ella está de acuerdo?

―Lo estará.

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Traer de vuelta a la aldea a Naruto fue el trabajo más difícil que muchos de ellos habían tenido, regresar con las manos vacías destrozó lo que quedaba de su corazón y aun no podía creer que la pelirosa hubiera desaparecido de la faz de tierra.

Buscaron sin parar, pero no había rastro ni nada que seguir.

Cientos de clones de sombra desplegados en todas las direcciones, anhelando una pista, un olor, una hebra de cabello rosa enganchada en una rama. Lo que sea.

Nada.

Desaparecida en misión.

La aldea tampoco podía costear mantener a un grupo de búsqueda especializado por tanto tiempo. Kakashi no pudo abogar más por su alumna. Se cerró el expediente. Misión Fallida.

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A Neji le hubiera gustado tener un bastón o algo con que apoyarse mientras caminaba por el sendero de tablas de madera que cruzaba el enorme jardín tradicional de la mansión principal del clan, pero su orgullo jamás le permitiría tener que usar algo para poder caminar correctamente, no frente a las personas que un día sentenciaron la muerte de su padre.

El camino llevaba hasta el área norte, donde una construcción de tres pisos descansaba en medio de un pequeño lago, cruzó las puertas principales por primera vez en su vida, no se detuvo a admirar las dos hojas de madera tallada, mucho menos las gruesas alfombras de color violeta suave que dirigían el camino escaleras arriba hasta el salón principal que se encontraba en el piso más alto.

Visualmente era una delicia, las cortinas de seda en tonos malva, lirio y amatista se equilibraban con la madera de la gran mesa cuadrada en medio de la sala donde ya había tres personas sentadas, solo había una silla libre, así que no dudo en tomar asiento.

―Me ha informado Hiashi que ya estas al tanto de la nueva situación del clan. ― habló Hisao, ganándose la atención de todos, la presencia del antiguo jefe del clan seguía imponiendo en cada reunión a pesar de haber dejado el puesto a su hijo mayor muchos años atrás.

El asentimiento de Neji apenas fue perceptible, obligándose a actuar con la misma rectitud que siempre tuvo ante la casa principal, pero no podía olvidar que ese hombre, su abuelo, fue quien selló el destino de su padre.

―Así es, Hisao-sama. ―

― ¡Por fin tendremos un heredero digno! ― se quejó Hisame, bufando de manera burlona al actual líder, era el único que llevaba la frente cubierta, Neji no podía calcular su edad tan fácil, pero sabía que era el hermano menor del antiguo líder y tío de Hiashi.

―Después de la muerte de la terrible muerte de Hanabi... ―dejó a media oración Hisao, sabiendo que a su hijo aún le dolía, siempre fue más cercano a su hija menor que a cualquier otra persona dentro de las puertas del complejo.

―Y sigue siendo una vergüenza que una niña foránea haya tenido que venir a salvarnos. ― susurró con coraje Hisame, haciendo que Neji comenzara a comprender los roles de la cada uno dentro de esas puertas.

―Haruno Sakura ha demostrado ser una kunoichi muy capaz de la tarea que se le fue asignada sin su consentimiento. ―lo calló Hiashi, utilizando un tono de voz que no dejó lugar al debate.

―Iniciaras tu entrenamiento como Heredero con Hiashi a partir de mañana, Neji. ― le ordenó el antiguo líder.