02. La chica de las gradas y la chica que también la observaba
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Un techo desconocido estaba sobre ella, frunció las cejas y miró al rededor, parecía una clínica.
—¿Dónde..?
Se levantó de la camilla y se dirigió por la puerta.
Al salir de aquella habitación lo primero que encontró fue a aquella chica, estaba recargada en la pared como si estuviera cuidando aquel pasillo.
Entonces se dio cuenta de que estaba en la escuela, en la clínica de la escuela para ser exactos.
—¿Qué...?—pronunció Lapis.
—Deberías esperar a la enfermera, regresa a la cama.
—Camilla —corrigió.
—Ah... sí, eso —respondió como si no fuera importante.
—Parece que estás al tanto de lo que me ocurrió...
—De hecho fui yo quien te trajo —dijo con su sonrisa aperlada.
—¿Tú? Espera... ¿Qué? —arqueó las cejas.
—Recibiste un balonazo mientras tu grupo estaba en actividades deportivas.
Eso había pasado en la cancha de Básquetbol, justo al lado de la de fútbol donde Jasper se encontraba.
—Por suerte estábamos cerca y ayudé a la profesora a traerte.
En una escuela donde todas eran chicas e incluso los docentes, era bastante conveniente tener alumnas muy atléticas.
—Perdiste la conciencia... —dijo en un tono más bajo.
—Creo que lo recuerdo... —dijo Lapis repasando los hechos en su cabeza. Por distraída había sido noqueada por un balón de básquetbol.
Después de eso, el silencio reinó en aquel pasillo hasta que la enfermera hizo acto de presencia y habló con ambas para dar de alta a Lapis.
...
Las clases ya habían terminado y el autobús estaba por pasar.
—Deja que te lleve —dijo la chica quien iba tres pasos atrás intentando alcanzarla.
—¿Qué? —preguntó al detenerse.
—Esperar el autobús es muy molesto y creo que no está bien dejarte luego de lo que pasó.
Lapis resopló y dijo—: no pasó nada.
—¿Perdiste la conciencia y dices que no pasó nada? Es una locura, vamos, sólo deja que te lleve, traigo coche...
...
Trataba de concentrarse en el volante y en no mirar hacia donde estaba ella. Jasper no conocía a ninguna chica a la que le quedara tan perfecto el uniforme como ella e incluso lo hacía ver bonito. Ella por su parte era todo lo contrario, y por eso prefería andar con el uniforme del club, aunque era imposible traerlo fuera del tiempo designado.
—Así que... ¿por dónde vives? —preguntó al entrar a Ciudad Playa.
—En la estación está bien—contestó apenada.
—Ya llegamos hasta aquí, deja que te deje en la puerta de tu casa, quiero estar segura de que llegues bien.
Ambas se sonrojaron en ese instante pero ninguna lo notó porque no hicieron contacto visual.
—Está bien... —contestó Lapis mirando hacia la ventana y después le indicó el camino, y resultó estar bastante cerca de la estación.
Lapis bajó del auto y lo rodeó para poder cruzar la calle y entrar a su casa.
—Oye... —dijo antes que cruzara.
—Dime —agarraba la cinta se su mochila mientras que con la otra mano sostenía unas llaves.
—¿Podemos hacer esto mañana? —preguntó la rubia.
Lapis frunció las cejas y se acercó a la ventana del auto.
—¿Hacer qué?
—Después de las actividades del club, podemos venir juntas...
Jasper sintió el calor hasta la nuca y no estaba segura de haber pronunciado bien todo. A veces, cuando estaba nerviosa, solía decir mal algunas palabras, pero esperaba haber sido clara.
—Yo... no tengo club, además me vengo en el autobús... —intentó evadir su propuesta.
—Lo sé, bueno, esa es mi deducción luego de verte siempre en las gradas —soltó sin pensar.
Lapis sintió que las entrañas se le estremecieron y deseó que la tierra se la tragara y que la escupiera en China. Era vergonzoso.
—Al principio creí que esperabas a alguna de las chicas pero después de mi cuenta de que no.
—Yo... bueno, en realidad como no estoy en ningún club sólo hago tiempo en lo que llega el autobús.
—Pues podemos venir juntas, el autobús sale cuando quiere y a la hora que quiere, en coche es más seguro y cómodo. Además me queda de camino a casa, realmente no será ninguna molestia.
Lapis frunció los labios mientras lo pensaba y Jasper la observó con una sonrisa de lado.
—Si llegas antes que el autobús entonces iré contigo —dijo observando hacia la calle.
—¿Se lo dejamos a la casualidad y al destino? —los ojos de color ámbar delataban las ansias de la dueña.
Lapis rió porque no confiaba mucho en el destino, pues éste solía darle malos tragos o balonazos, pero terminó asintiendo.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su casa.
De pronto escuchó el portazo y volteó hacia atrás, Jasper había bajado del carro y estaba esperando a que pasara otro coche para poder cruzar.
Traía su teléfono en mano y le preguntó si le prestaba el suyo para realizar una llamada.
—Me quedé sin saldo —se excusó.
Lapis sacó su teléfono y se lo prestó, era lo menos que podía hacer después de sus atenciones.
La rubia guardó su propio teléfono y digitó algún número en la pantalla. Esperó hasta que la contestadora sonó y colgó. Volvió a intentar pero fue inútil.
—Parece que no va a responder.
—Intenta de nuevo —sugirió Lapis.
—No, está bien, fue suficiente —dijo con una sonrisa—. Gracias de todas formas.
Lapis asintió embelesada por sus expresiones y luego se despidieron.
...
Al siguiente día, Lapis no se atrevió a ir a ver las prácticas de fútbol. Al salir de clases se fue directamente hacia la parada de autobuses.
Fue tan aburrido y desesperante, era como si el tiempo fuera eterno, pero al final llegó. Lapis esperó a que bajaran algunas personas y se puso hasta atrás en una fila de 6 personas a esperar su turno.
...
Durante todo el entrenamiento mantuvo su mirada hacia las gradas, pero ella nunca llegó. Se sentía un poco arrepentida después de haber dicho que sabía que Lapis siempre les observaba, pensaba que hizo que se sintiera avergonzada.
Suspiró con desconsuelo y arrojó su mochila al asiento trasero. Tomó su teléfono y revisó en su directorio.
Tenía su número y tenía ganas de llamar...
Estuvo por varios segundos con el dedo pulgar apuntando hacia el número de Lapis hasta que finalmente se decidió.
—¿Hola?
—Lapis, soy yo.
—¿Jasper? —preguntó incrédula—. ¿Cómo es que tienes mi número?
—Bueno si revisas tu historial de llamadas te darás cuenta —rió nerviosa—. Pero eso no importa en estos momentos, quería saber si aún esperas...
Lapis se quedó en silencio.
—Lapis yo... —suspiró un poco molesta—. Lo siento si te he molestado —presionó el botón para terminar con la llamada y se recargó contra el volante.
...
Lapis miró la pantalla del teléfono durante un par de segundos.
«Llamada terminada»
Revisó el historial de llamadas y entonces se dio cuenta de cómo Jasper había conseguido su número.
El día anterior a quien había llamado era a sí misma...
—¿Eres una acosadora? —dijo tratando de disimular su sonrisa.
Presionó para devolver la llamada y esperó.
...
«Una llamada entrante»
Jasper se alejó del volante y observó la pantalla, Lapis estaba llamando.
Contestó de prisa y acercó el teléfono a su oreja.
—Oye... Te estoy esperando.
...
Fin del capítulo.
#JaspisEsAmor
AvalyHazelnut Como siempre, gracias por apoyarme con la revisión ortográfica ❤
Love U! ✨✨✨✨
Vayan a leer cosas sad a sus Fics, mi amiga es experta ✨
Gracias por leer, compartan con personas a las que les pueda gustar y espero leer sus comentarios.
Si llegaste hasta acá has recibido la bendición de la patrona de las tijeras 😘
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