En alguno de los letargos de la tristeza...

- Sigue dudando, sigue huyendo, deja de intentarlo. Nunca te harás amiga de nadie, nunca lograrás acercarte a la persona que te gusta. - Continuó.

- Observa el abismo, deja de resistirte y sigue cayendo en lo más profundo.

¿Qué está pasando? ¿Por qué ella me está diciendo todo esto? Es cruel, demasiado cruel.

Soy consiente de mis defectos, lo sé mejor que nadie. Ser tan insegura y no poder relacionarme con los demás es algo a lo que estaba acostumbrada.

Para mí era una rutina, al principio intenté salir de esa situación por mi misma... pero no sirvió de nada, mi aislamiento siguió su curso.

Sin darme cuenta, mis ojos comenzaron a perder su brillo y mis pensamientos se volvieron pesimistas. Eso fue solo el comienzo, luego las inseguridades comenzaron a brotar una tras otra.

Llegar a casa y recibir preguntas sobre mis amistades era bastante incómodo, pero no tenía el valor para decir la realidad, así que simplemente mentía sobre el tema.

Pero ese día, todo cambio, o mejor dicho, en ese momento, dí el primer paso para el cambio.

Había estudiantes por todos lados, pero nadie se había dado cuenta de mi situación, un chico me acorraló en sitio apartado. Estaba aterrada, mis piernas no paraban de temblar, me sentí completamente atrapada, pero entonces... apareció ella.

Una chica completamente desconocida se acercó para ayudarme. Estaba sorprendida, no podía creer lo que estaba pasando frente a mis ojos.

Tanto tiempo sin recibir una mano amiga, alguien que me apoyará, ya había perdido la esperanza de que algo así sucediera. Sin embargo, contra todo pronóstico, sucedió.

Yumei Kinoshita, esa chica me ha estado ayudando, es una excelente persona, me alegra que nuestros caminos se cruzarán ese día. Le tengo mucho respeto y le estoy muy agradecida.

Teniendo todo eso en cuenta, esto tiene que ser una pesadilla, es imposible que ella dirija palabras tan crueles hacia mí.

- Tú no eres ella, Yumei-chan no diría esas cosas.

No sé porque mi subconsciente me llevo a esto, pero puedo afrontarlo. Ya no soy la misma de antes, quizás estos ataques me habrían afectado en el pasado, pero no ahora.

- Ya fue suficiente de este sueño, no quiero seguir viendo a mi amiga actuando de esa manera.

En ese momento, un resplandor blanco cubrió todo el lugar. La falsa Yumei-chan comenzó a gritar de manera desgarradora y, tras unos segundos, desaparecio por completo.

Luego de eso, una puerta apareció ante mí.

¿Debería abrirla? No hay otro lugar al cuál ir, así que no me queda otra opción.

Me acerqué a la puerta, dirigí mi mano derecha hacia la manivela y la abrí. De repente, comencé a sentirme agotada y perdí el conocimiento.

Al abrir los ojos, me percató de que estoy en la preparatoria. Tras observar con detenimiento mi alrededor, me doy cuenta de que no fui la única que se quedó dormida.

- ¿Qué está pasando? - Susurré.

Todos se quedaron dormidos, hasta Aoi-sensei... esto no es normal, algo extraño ocurre.

Me levanté de mi asiento e intenté despertar a mis compañeros. Tras unos minutos, no obtuve éxito, no se despiertan de ninguna manera.

¿Será alguna clase de somnífero? ¿Están atentando contra la preparatoria?

Mi mente comenzó a formular ideas para intentar llegar a una explicación de todo esto.

Salir del aula puede ser peligroso, pero creo que vale la pena tomar el riesgo. Necesito saber qué está pasando, también debo verificar si hay alguien más despierto a parte de mí.

Dirigí mis pasos hacia la puerta del aula, la abrí poco a poco y observé el pasillo. No hay nadie por los alrededores, todo está en un profundo silencio, el ambiente se siente bastante pesado.

Espero que Yumei-chan este bien... Está sensación, tengo un mal presentimiento, siento escalofríos por todo mi cuerpo.

En ese momento, a mis oídos llegaron unos ruidos provenientes de la parte de afuera del edificio.

Debido a eso, asomó la mirada por una de las ventanas del pasillo. Mi campo de visión captó algo que no me esperaba.

¿Yumei-chan? ¿Qué hace ella ahí con ese atuendo? ¿Por qué está peleando contra ese chico? Un montón de preguntas comenzaron a surgir en mi cabeza una tras otra.

Esto es malo, ¿ese chico será el responsable de está situación? De ser el caso, debo ir para allá, tengo que ayudarla.

Comencé a correr por el pasillo y baje las escaleras a toda velocidad hasta la planta baja.

Bien, ya casi llego, ahora debo dar la vuelta por aquí, seguí el camino sin mirar hacia atrás. Falta poco, solo debo cruzar esa puerta y... En ese momento, mis pasos se detuvieron.

¿Por qué? ¿Por qué justo ahora tenía que pasar esto? Ahora que estoy tan cerca, mis piernas se paralizaron debido al miedo.

Vine hasta aquí sin pensarlo... no hay forma de que pueda ayudar a Yumei-chan en esa situación. No tengo habilidades de combate, simplemente sería un estorbo para ella.

Lo sé, lo sé muy bien. Sin embargo, mi corazón quiere que vaya a pesar de eso, pero mi mente me detiene.

Demonios, ¿qué debo hacer? Quiero ayudarla, pero no puedo moverme porque pienso que las cosas serán más complicadas para ella si me acerco.

Un gran sentimiento de impotencia empezó a brotar desde lo profundo de mi ser.

Está discordia de pensamientos me impide realizar algún movimiento, estoy completamente paralizada mientras observó por los cristales la batalla que está ocurriendo afuera.

Debo calmarme, estoy segura que Yumei-chan ganará, ella es una chica muy fuerte.

- ¡Guh! - Ese sonido resonó en todo el lugar.

¡Yumei-chan! Esto no puede ser, ese chico acaba de darle un golpe limpio. Ahora ella está tirada en el suelo, desde aquí parece que no se puede mover.

Esto es malo, esto es malo, tengo que salir y ayudarla. Mi cuerpo sigue sin responder a lo que le pido.

Vamos, solo necesito un instante. Yumei-chan ha hecho mucho por mí, no puedo quedarme de brazos cruzados cuando está en una situación así.

Dirijo los ojos hacia afuera, para mí sorpresa, la mano izquierda de ese chico comenzó a brillar, parece que le dará el golpe de gracia.

Muévete, muévete, muévete, ¡necesitas moverte ahora! ¡No es momento de dejar que las dudas y miedos me dominen!

...

La mano izquierda de Satoshi, la alma errante de la tristeza comenzó a brillar, la luz que la rodea es de color azul.

- Bueno, aquí acaba todo. Adiós, sacerdotisa de los cerezos.

Sus movimientos transcurren en cámara lenta, el chico comenzó a levantar su mano empuñada mientras me dirige una mirada fría.

Ese golpe de antes fue bastante efectivo, no creo poder bloquear este ataque ni esquivarlo, estoy contra las cuerdas. Si tan solo pudiera distraerlo de alguna manera para tocarlo con el pétalo de cerezo... ¿este es el final?

- ¡Hey, tú, deja a Yumei-chan!

Esa voz... es Haruka-senpai.

Debido a este acontecimiento imprevisto, la alma errante de la tristeza detuvo su movimiento para dirigir la mirada hacia atrás.

- Es imposible, alguien más escapó del letargo de la tristeza a parte de la sacerdotisa de los cerezos. Esto es algo sin precedentes.

Ahora está concentrado en ella, es mi oportunidad. Levanté mi mano derecha rápidamente, luego la lancé hacia la pierna izquierda de Satoshi y la sujeté con fuerza.

- ... Vaya, a pesar del ataque que recibiste, aún te puedes mover, ¿eh? Veo que te cuesta asumir la derrota. Saborea la tristeza y deja que se apodere de ti, sacerdotisa de los cerezos. - Continuó.

- La tristeza está en todos lados, este mundo es cruel y despiadado, deja que te de el letargo de sufrimiento que necesita tu alma. - Expresó Satoshi con una sonrisa macabra.

No cabe duda de que este chico disfruta del sufrimiento ajeno, él quiere llevar a todos hacia lo profundo del abismo, eso es lo que conforma su existencia.

- ... Lo siento por ti, pero no pienso permitir que me lleves hacia las profundidades del abismo.

Después de que dije esas palabras, comenzó a salir un resplandor de color rosa pálido proveniente del interior de mi mano derecha.

- Desgraciada, tenías un as bajo la manga.

Sí, el pétalo de cerezo que había preparado antes de recibir ese golpe limpio. A pesar de que salí disparada hacia atrás, lo mantuve en mi mano derecha.

- Se acabó, llegó la hora de que cruces, tus juegos de tristeza terminaron.

El cuerpo del alma errante de la tristeza comenzó a volverse transparente, su aura empezó a desvanecerse mientras entraba al pétalo de cerezo.

- Demonios, baje la guardia al final, perder por algo así, que humillante. Debí haber tomado en cuenta tu consejo, Hayato. - Dijo Satoshi mientras observaba sus manos.

Y, tras unos segundos...

- ... Sello completado. Ya terminó todo, ¿no? - Susurré mientras observaba el cielo.

- ¡Yumei-chan! ¿Estás bien? - Preguntó Haruka-senpai mientras se acercaba a mí.

- Sí, estoy bien, tan solo estoy exhausta. - Le respondí mientras la miraba directamente a los ojos.

- Menos mal, me alegra que estés bien. Estaba muy asustada, te pido perdón por la tardanza, pensé que sería un estorbo si me acercaba, así que lo único que se me ocurrió fue llamar la atención de ese chico y...

En ese momento, detuve las palabras de Haruka-senpai colocando el dedo índice de mi mano derecha en su boca.

- No te preocupes, fuiste de gran ayuda, Haruka-senpai, te lo agradezco. Si no lo hubieras distraído, las cosas podrían haber acabado muy mal para mí.

- Pero no hice gran cosa, simplemente llamé su atención, nada más. Tenía la opción de atacarlo por la espalda para protegerte... pero no tuve el valor para hacerlo.

- No menosprecies tus acciones, demostraste tus agallas al salir para llamar su atención. Tu intención era que se concentrará en ti, pero, ¿cuál era tu plan después de conseguir su atención?

- Verás, pensé que conseguirte algo de tiempo para recuperarte un poco era la mejor que podía hacer, así que después de llamar su atención intentaría distraerlo durante el mayor tiempo posible.

No fue una mala decisión, pero no habría funcionado. Satoshi tenía el tiempo contado, no se iba a distraer más de lo necesario con alguien que no era su objetivo principal.

Haruka-senpai desconoce está información, así que por eso tomo esa decisión. Lo importante aquí es que asumió el riesgo a pesar de todo con la intención de ayudarme, gracias a eso obtuve una oportunidad decisiva.

- Comprendo. Te pusiste en riesgo solo para conseguirme algo de tiempo para recuperarme, ¿eh? Una acción así no se debe menospreciar, siente orgullosa, Haruka-senpai, hiciste algo que muy pocos harían.

- No exageres, Yumei-chan. - Dijo Haruka-senpai con lágrimas en sus ojos.

- No estoy exagerando. Me imagino que debes tener un montón de preguntas, pero te las responderé luego, ahora debemos entrar al edificio y verificar que todos despertaron. - Continúe.

- Una cosa más, te pido que mantengas todo lo sucedido entre nosotras dos, ¿de acuerdo? - Dije mientras poco a poco me colocaba de pie.

- Sí, está bien, no hay problema. - Dijo Haruka-senpai mientras me ayudaba a levantarme.

Haruka-senpai hizo que me apoyará en su hombro y ambas comenzamos a caminar.

Está batalla fue complicada, de no haber tenido el pétalo de cerezo conmigo... la oportunidad que me dió Haruka-senpai habría sido en vano.

Bueno, la alma errante de la tristeza ha cruzado, ahora solo quedan seis. En sus últimos momentos, Satoshi mencionó el nombre Hayato, es la segunda vez que escucho ese nombre de parte de un alma errante.

Por como lo han descrito hasta ahora, parece que es el líder del grupo. Ignore la advertencia que me hicieron y frustre los planes de la alma errante de la tristeza, supongo que para ellos este acto es como una declaración de guerra.

Seguramente mis próximos encuentros con las almas errantes serán confrontaciones directas. El objetivo es claro, soy yo, no me cabe duda de que intentarán eliminarme a toda costa.

Se avecinan momentos complicados, pero daré lo mejor de mí para cumplir con el papel que se me ha otorgado.

Haruka-senpai y yo estamos a punto de entrar al edificio, pero de repente, tuvimos que detener nuestros pasos, ya que aparecieron unas esferas de color azul ante nuestros ojos.

Ya he visto esto antes, en mi encuentro con el alma errante de la desesperación también aparecieron estás esferas. La pregunta es, ¿qué sucederá en está ocasión?

- Yumei-chan, ¿qué significan esas esferas? ¿Algo más sucederá? - Me preguntó Haruka-senpai.

- Tranquila, mantén la calma. - Le respondí mientras observaba las esferas con atención.

Durante mi encuentro con la alma errante de la desesperación, fui atacada psicológicamente con recuerdos no muy agradables. ¿Será lo mismo en este caso? No lo sé, pero a pesar de que mi mente este agotada, debo prepararme para ello.

Yo podré resistirlo, pero Haruka-senpai es un caso a parte. Después de cruzar sigues dando problemas, Satoshi.

Las esferas comenzaron a moverse. A diferencia de las anteriores, estás no se acercaron para rodearnos, al contrario, tomaron distancia y se elevaron hacia el cielo.

En un parpadeo, la parte de afuera del edificio se convirtió en un campo lleno de flores. En el aparecieron dos siluetas.

- ¿Qué es todo esto? - Susurró Haruka-senpai.

- Estos deben ser los recuerdos de el chico de antes.

- ¿Sus recuerdos? Esto solo me genera más preguntas, este suceso parece sacado de una novela de fantasía.

- No te culpo por pensar eso. Tranquila, ya te explicaré todo a detalle cuando todo esto termine.

- De acuerdo, estaré esperando esa explicación, Yumei-chan.

Tras ese intercambio de palabras, las siluetas poco a poco comenzaron a tomar forma.

Madre e hijo, ¿eh? Esto debe ser un fragmento de sus recuerdos cuando estaba vivo, es un momento que transmite felicidad.

Tras pensar eso, rápidamente el sol fue tapado por unas nubes de tormenta, el campo de flores desaparecio por completo junto con la madre.

Parece que pasamos a otro recuerdo, ahora él es mayor y está caminando solo por una calle sin nadie a su alrededor. Lágrimas recorren su rostro, pero son ocultadas por las gotas de lluvia.

- Ya veo, un huérfano, ¿eh? - Murmuré.

Al observar esto me hago una idea de lo complicada que fue su vida. Los pensamientos y las acciones no surgen de la nada, hay motivos detrás que fomentan nuestro comportamiento.

Una persona que ha experimentado la caída al abismo de una manera drástica tendrá una perspectiva más oscura del mundo en el que vivimos.

Estos son solo momentos exactos en sus recuerdos, no basta para saber todo lo que debió sufrir. Sin embargo, es una escena simple que demuestra tristeza por donde quiera que la veas.

Satoshi, la alma errante de la tristeza, ¿eh? Tal y como me lo imaginaba, parece ser que la temática que conforma a las almas errantes tiene que ver con lo que experimentaron en vida.

En el caso de Hana, la alma errante de la desesperación, no pude ver sus recuerdos con claridad, pero logré sentir claramente la desesperación por la que pasó.

Fueron consumidos completamente por lo que experimentaron, debido a eso, no piensan en el daño que causan, simplemente actúan y se divierten haciendo sufrir a los vivos.

Mientras más descubro sobre las almas errantes, mi deseo de acabar con ellas se hace más grande.

- Mira, Yumei-chan, el recuerdo se está desvaneciendo.

- Hora de irnos, Haruka-senpai, ya no hay nada que hacer aquí. - Dije mientras apartaba la mirada.

- De acuerdo.

Y así, Haruka-senpai y yo entramos en el edificio.

El tiempo siguió su curso, todo el personal de la preparatoria y los alumnos despertaron. Nadie recuerda lo que sucedió, solo Haruka-senpai y yo somos concientes de lo que pasó mientras todos dormían.

Las clases fueron canceladas por una semana y la policía comenzó una investigación de lo sucedido, pero no lograron encontrar nada que explicara lo ocurrido.

Debido a eso, este suceso se convirtió en uno de los siete misterios de la preparatoria.

Por otro lado, como prometí, me reuní con Haruka-senpai y le expliqué todo.

Omití la parte de la reencarnación, solo le dije que fuí elegida como sacerdotisa de los cerezos por un Kami y que mi misión es acabar con las almas errantes.

Haruka-senpai quedó muy sorprendida, le tomo unos minutos procesar todo. Después de retomar su compostura, me hizo saber que cuento con su apoyo y que mantendrá lo que le dije en secreto.

Para mí fue un alivio que tomara las cosas tan bien, resultó bastante comprensiva. En resumen, todo seguirá como siempre, pero con la diferencia de que Haruka-senpai ahora sabe sobre mi misión.

...

La semana paso volando y llegó el día de volver a la preparatoria.

Las clases de hoy empezarán un poco más tarde de lo usual, así que fui llamada a la sala del consejo estudiantil para aprovechar el tiempo libre que tenemos.

Bien, este será el primer contacto con los miembros del consejo estudiantil. Está reunión se retrasó una semana, pero no importa, mi plan no ha cambiado en lo más mínimo, mi objetivo sigue siendo el mismo.

Por otro lado, Haruka-senpai seguirá con lo que le dije la semana pasada, debe interactuar con sus compañeras de clase y mejorar sus habilidades de comunicación.

Después de haber hecho eso, el siguiente paso será... En ese momento, choque con alguien y varios libros que traía esa persona cayeron al suelo.

- Lo siento, estaba distraída. - Dije mientras me agachaba para recoger los libros.

- No te preocupes, yo también estaba algo distraída. - Dijo la chica mientras me observaba.

Oh, su aura transmite calma y seriedad. Es la primera vez que la veo, supongo que será una estudiante de segundo o tercer año.

Espera un momento, estos son bastantes libros. ¿No hay nadie con ella? Es increíble que este cargando con todo esto sola.

Saco mi teléfono de mi bolsillo derecho y observo la hora.

Aún queda algo de tiempo, tome mi decisión.

- Disculpa, ¿a dónde llevas todos estos libros? - Le pregunté.

- A la biblioteca, los tomé prestados la semana pasada y tengo que regresarlos.

Ya veo, debe gustarle mucho lectura.

- En ese caso, te ayudaré a llevarlos.

- ¿Qué? No es necesario, no quiero causar molestias, yo puedo llevarlos sola.

- Tranquila, no es ninguna molestia. Tomaré la mitad, ¿de acuerdo?

- ... Sí. Eres una chica amable.

- ¿Tú crees? Esto es lo normal. Lo que no me parece normal es que ningún chico se haya ofrecido para ayudarte. Demonios, deberían ser más atentos.

- ... Ciertamente, tienes razón. - Dijo con una sonrisa.

Sin más dilación, ambas comenzamos a caminar en dirección a la biblioteca.

La ayudaré con esto y luego iré rápidamente a la sala del consejo estudiantil, ese será el plan de acción.

- Oh, Shiori, te estaba buscando. - Dijo alguien mientras se acercaba a nosotras por nuestras espaldas.

Esa voz... el nombre de está chica... Vaya, las casualidades existen.

- Izumi-kun, buenos días. ¿Para qué me buscabas? ¿Ocurrió algo? - Le preguntó Shiori-senpai.

- Verás, tendremos una reunión en la sala del consejo estudiantil en breve, le daremos la bienvenida a la nueva integrante de primer año, así que necesito que estés presente ahí para...

En ese momento, Yamazaki-senpai se percató de mi presencia.

- Buenos días, Yamazaki-senpai, que coincida, ¿no? - Dije mientras lo observaba.

- ¡¿Qué?! ¿Qué hace la nueva integrante contigo, Shiori?

- ¿Ella es la nueva integrante? No lo sabía, me topé con ella hace unos minutos y se ofreció a ayudarme con los libros. Que casualidad que nos conociéramos así.

Ciertamente, es una gran casualidad.

- Cambiando de tema, Shiori, ¿otra vez tantos libros? Sé que eres una apasionada por la lectura, pero deberías controlarte un poco, ¿no crees?

- Lo siento, Izumi-kun, pero no puedo evitarlo, cuando mis ojos captan un libro que parece interesante, mis manos se mueven solas.

- Vamos, con esa escusa no convences a nadie. Además, actualmente puedes leer libros de manera digital, ¿no has considerado esa opción?

- No es una escusa, es la verdad. Veo que no comprendes, si te gustará algo tanto como a mí me gusta la lectura, entonces entenderías que el material original es mucho mejor que el digital, ya que...

Por lo que veo, parece que la convivencia entre los dos es muy enérgica, ahora quede atrapada en medio de su conversación.

Siento que si no intervengo esto seguirá por un buen rato. Será mejor que le ponga fin, no tenemos tiempo que perder.

Este tipo de momentos son los que me esperan en el consejo estudiantil, ¿eh?

Siento que esto será muy entretenido, aún queda mucho que ver, ante mis ojos solo tengo una pequeña muestra.