Bien, empieza un nuevo día. Dudo mucho que hoy obtenga la información que estoy buscando, pero no hay problema, no tengo prisa. Además, Haruka-senpai aún está en proceso de crecimiento.

Espero que la vaya bien con la prueba que le propuse. Le preguntaré cómo le fue después de clases. De momento me concentraré en lo que debo hacer.

Tal y como había quedado con Yamazaki-senpai, durante la hora del almuerzo iré a la sala del consejo estudiantil. Imagino que me presentará a los demás miembros y me darán mis primeras labores.

Parece que será un día bastante movido, así que tendré que esforzarme.

El sol brilla con todo su esplendor, no se puede observar ninguna nube, el cielo está completamente despejado.

Llegué al aula y saludé a todos mis compañeros como de costumbre, no había nada fuera de lo normal... o eso creía.

¿Qué significa esto? Hay más espíritus de lo usual, esto ya no parece un aula de clases, el aura que trasmite el ambiente es similar a la de un cementerio.

A pesar de este hecho, la clase sigue como si nada. Parece que son almas comunes y corrientes, pero su concentración aquí es preocupante.

Acaso... ¿será obra de un alma errante? Es la única explicación que se me ocurre ahora mismo.

De ser el caso, ¿qué planes tiene en mente con esto? Tengo que encontrar al responsable, debe estar en algún lugar de la preparatoria.

- Buenos días a todos, por favor, tomen asiento, en breve daremos inicio a la primera clase de hoy. - Dijo Aoi-sensei mientras entraba al aula.

Rayos, la clase comenzará. No importa, no tengo tiempo para preocuparme por eso ahora, saltarme una clase no será un gran problema.

- Lo siento, Aoi-sensei, me surgió un asunto urgente, así que...

En ese momento, sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo. Fue un breve instante, desapareció tan rápido como apareció.

El tiempo se detuvo y mi uniforme fue cambiado rápidamente por mi vestimenta de sacerdotisa de los cerezos. Algo se acerca, no hay duda alguna.

Sin tener tiempo para reaccionar, las almas que rondaban el aula comenzaron a reunirse en el centro. Tengo un mal presentimiento.

- La ruina nos asecha a todos, pero ninguno la experimenta de la misma manera. Puede haber similitudes, pero siempre hay leves diferencias.

Esa voz, ¿de dónde viene? Tengo que darme prisa, no puedo dejar esto siga avanzando.

- Les daré una muestra, regresarán en sus pasos y revivirán un evento en el que sufrirán una tristeza descomunal. - Continuó.

- Observen el abismo y caigan en un profundo letargo, solo aquellos que logren visualizar la realidad y superar ese gran dolor serán capaces de regresar.

Demonios, no llegaré a tiempo.

- Comienza el juego, la lluvia los envolverá y las lágrimas no cesarán, tears in the rain. Te deseo suerte, sacerdotisa de los cerezos, si no logras superar está prueba, todos los estudiantes y el personal de la preparatoria morirán.

Tras oír esas palabras, un resplandor blanco se expandió por todo el lugar.

...

Es Nochebuena, ahora mismo voy de regreso a mi apartamento después de haber tenido una cena junto a mis padres.

Quiero llegar rápido para dejar todo listo e irme a descansar, mañana será un día importante.

Ya han pasado cuatro meses desde que somos pareja, está será nuestra primera cita en Navidad, quiero que sea un éxito en todo sentido.

¿Cómo debería ir vestida? Haruki-kun dice que me veo hermosa con lo que sea que me ponga... está claro que eso es una exageración de su parte, no necesita ser tan cursi.

Llegué al edificio y dirigí mis pasos hacia el ascensor.

Tras un par de minutos, la puerta se abrió ante mí, del interior salió una pareja tomados de manos.

En está época del año se suelen observar parejas por todos lados, el ambiente navideño fomenta el romance.

Subí rápidamente al ascensor y, antes de que pudiera presionar el botón, apareció una chica conocida, su cabello y ojos son morados.

Ella es mi vecina, a pesar del tiempo que llevo viviendo aquí, nunca he entablado una conversación con ella.

Es una chica hermosa, siempre que la veo está concentrada en su teléfono, si tuviera que describirla con una palabra sería misteriosa.

Sin perder más el tiempo, presioné el botón P4, el ascensor cerró sus puertas rápidamente y comenzó a subir.

Le avisaré a mis padres que ya llegué a ca... Un ruido fuerte detuvo mis pensamientos al instante.

En un parpadeo, el ascensor se detuvo y todo quedó envuelto en la oscuridad.

- No puede ser, se fue la electricidad en el edificio, ahora estamos atrapadas aquí. - Dije mientras presionaba los botones del ascensor.

- ...

Mi vecina mantuvo el silencio y no separó la vista de su celular. ¿Es que acaso no le preocupa que ahora estemos atrapadas aquí?

Bueno, en realidad, pensándolo con la cabeza fría, preocuparse no servirá de nada, lo mejor será mantener la calma y llamar a... esto no puede ser.

Mis ojos están siendo testigo de algo que parece sacado de una historia paranormal. El ascensor comenzó a moverse nuevamente a pesar de que todavía no ha regresado la electricidad.

Eso no es todo, cambio su rumbo, ahora se dirige al P6. Me acerqué rápidamente al panel y empecé a tocar el botón P4, pero no sirvió de nada.

- ¿Qué significa esto? - Murmuré.

Comencé a sentir escalofríos por todo mi cuerpo, esto es malo, mi mente está colapsando debido al gran impacto de la situación.

Por otro lado, mi vecina está muy calmada, es como si ignorará completamente lo que le rodea.

El sonido del ascensor llegando a P6 hizo que diera un pequeño salto del susto. En un parpadeo, las puertas se abrieron y mi campo de visión se vio invadido por una vista aterradora.

Caí de rodillas al suelo mientras intentaba mantenerme cuerda, siento ganas de vomitar.

En este piso hay dos... cadáveres. Las condiciones de dichos cadáveres no es algo que quiera describir, está vista es suficiente para traumar a cualquiera.

Giro la mirada hacia mi vecina... no, tiene que ser una broma, ¿por qué está sonriendo? Esto no es normal, si es una pesadilla, quiero despertar ahora mismo.

- ... Observa el abismo, observa el abismo, observa el abismo.

Mi vecina empezó a repetir esas palabras mientras se acercaba a los cadáveres.

Tras acercase lo suficiente, sujetó los cuerpos por la cabeza y los levantó en dirección hacia mí.

En ese momento... la poca cordura que me quedaba se fue.

- ¡No! ¡Padre! ¡Madre! Esto es una pesadilla, tiene que ser una pesadilla. - Dije con lágrimas en mis ojos.

- Observa el abismo, asume la realidad, siente como la tristeza te consume por completo. Eso es, siente el sufrimiento en tu corazón.

Mi vecina sigue pronunciando palabras maliciosas y poco a poco su forma está desapareciendo, se convirtió en una sombra.

- ¿Por qué me está pasando esto? ¿Qué hice para merecer este sufrimiento? Se supone que es Nochebuena, no deberían ocurrir este tipo de cosas durante estás fechas.

Ya no soy consiente de lo que digo, mi mente está completamente en blanco. Además, siento que me estoy quedando sin energía mental y física.

- Eso es, sigue cayendo en lo más profundo del abismo. Mientras menos te resistas, más rápido terminará todo.

- Se supone que mis padres regresarían a su casa, ¿por qué están aquí? ¡¿Por qué sus cadáveres están aquí?!

Unas llamas de color azul comenzaron a rodear me. ¿Este es mi final? Ya no tengo fuerza, no puedo mover ni un músculo, mi vista se torna borrosa y oscura.

Tengo la sensación de que estoy cayendo, pronto llegaré al fondo del abismo. Sí, eso será mi salvación, no quiero sufrir más, quiero acabar con todo esto en un instante.

- Que lástima, has llegado a tu límite. Te ha llegado la hora, las llamas que te rodean acabarán con tu cuerpo físico y luego yo devorare tu alma.

La situación no puede ser peor. Las llamas convertirán mi cuerpo en cenizas y mi alma... Espera un momento, ¿cenizas?

Al escuchar la palabra cenizas, un recuerdo atravesó mi cabeza. Es cierto, mis padres no pueden estar aquí.

- No puede ser, acaso... - Dijo la sombra mientras me colocaba de pie.

Ellos murieron en un incendio durante la temporada de verano, es imposible que estén muertos en este lugar. Además, el ambiente está alterado, los sucesos que ocurrieron este día son diferentes de lo que recuerdo.

- Detente, no sigas escalando el abismo, debes seguir cayendo, encontrarás la salva...

La sombra cayó de lleno en el suelo, parece que se está debilitando, está intentando colocarse de pie, pero por más que lo intenta no puede conseguir lo.

Recuerdo muy bien este día. En una noche fría de invierno, mi camino se cruzó con el de Yumeko-chan.

Ella no era mi vecina, ese día vino a visitar a una amiga que vivía en el mismo edificio que yo. Entonces, cuando ambas subimos en el ascensor, la electricidad se cortó y quedamos atrapadas.

Yumeko-chan estaba muy asustada, se acercó a mí de manera inmediata y me pidió que sostuviera su mano con fuerza.

Ella sufre de claustrofobia, podía mantener la bajo control hasta cierto punto, pero al darse cuenta que el ascensor se detuvo entro en pánico.

Pasamos casi una hora atrapas, durante ese lapso de tiempo, entable conversación con Yumeko-chan para intentar calmarla y así concentrar su mente en otras cosas.

Para mí sorpresa, congeniamos sin problemas. La conversación se volvió amena hasta el punto en el que ambas perdimos la noción del tiempo.

Era como si fuéramos amigas desde hace mucho, pero en realidad solo habían pasado unos minutos desde que nos conocimos.

No lo sabía en ese momento, Yumeko-chan se convertiría en mi mejor amiga.

Fue una simple casualidad, nos conocimos en una situación bastante peculiar, pero a pesar de eso, no me arrepiento de nada de lo ocurrido ese día.

Agradezco que nuestro caminos se cruzarán en ese asesor.

- ... Se acabó el juego. Por lo que he experimentado en este espacio, llegó a la conclusión de que todo esto es obra de la alma errante de la tristeza. - Continúe.

- Jugar con las desgracias de las personas y llevarlas a un punto crítico, ¿eh? Desgraciado, esto es demasiado, haré que cruces a como de lugar, te arrepentirás de haber jugado con algo tan delicado.

Tras decir esas palabras, mi vestimenta de sacerdotisa de los cerezos apareció. Sin perder tiempo, tome uno de los pétalos de cerezo que traigo conmigo, me acerqué a la sombra rápidamente y la toque con el.

Esto debería sellarlo, ahora debería ser capaz de volver al mundo real.

Todo a mi alrededor se tornó blanco y un resplandor cegador me envolvió completamente.

...

Abro los ojos y observo un techo familiar, pero no es el de mi habitación.

- Parece que logré regresar. - Murmuré.

El alma que sellé no era la alma errante, solo era una de las que rondaba el aula.

Seguramente la alma errante de la tristeza reunió a todas esas almas para usarlas en cada mundo creado por su poder.

El ambiente se siente pesado y denso, además, noto una gran tristeza en el aire, está debe ser la influencia de su aura.

Observó a mi alrededor y me percató de que todos están dormidos y los ojos de cada uno derraman lágrimas a montones.

Ya veo, a pesar de estar en el mundo del abismo siguen sufriendo los efectos de su aura.

De no ser por la protección que me otorga la bendición de los cerezos, me habría resultado más difícil salir de ahí. No tengo tiempo que perder, debo encontrar al alma errante.

Salí del aula rápidamente y comencé a correr por los pasillos mientras observaba con atención mi alrededor.

Pasaron unos cinco minutos, entonces, tras buscar por la parte de afuera del edificio, lo encontré.

- Imagino que estás satisfecho, has causado mucho dolor en los corazones de todos. - Dije mientras me acercaba a él con una mirada aguda.

- Vaya, no me mires de esa manera, sacerdotisa de los cerezos. Ciertamente, he causado mucho dolor, pero soy un alma que se constituye de tristeza, es normal que hiciera todo esto.

Así que este chico es el alma errante de la tristeza, ¿eh?

- Normal dices, veo que no tiene caso hablar contigo sobre tus actos. Cambiemos de tema, dime una cosa, te gané en tu juego, entonces, ¿por qué no has cruzado todavía? - Le pregunté.

- Ah, la respuesta a esa pregunta es simple. Estás en lo correcto, lamentablemente ganaste mi juego, por ende, ahora mismo estoy siendo forzado a cruzar. - Continuó.

- La razón por la que no he cruzado todavía es porque estoy ganando tiempo usando la energía de tristeza que obtuve gracias a todo esto. Tengo cinco minutos, nada más.

- Ya veo, eso lo explica. Y, ¿qué planeas hacer en este tiempo extendido que tienes? - Dije mientras adoptaba una postura defensiva.

- ¿No es obvio? No pienso irme así de fácil, acabaré contigo en el lapso de tiempo que me queda. Yo, Satoshi, el alma errante de la tristeza, haré que tu alma caiga y permanezca en lo profundo del abismo.

Sin perder el tiempo, el chico se lanzó con fuerza hacia mí.

Pensé que sus movimientos serían tan rápidos como los de Akina, la alma errante de la ira. Sin embargo, se nota que está usando la mayor parte de su fuerza en mantener su existencia en el plano terrenal.

Teniendo en cuenta esto, me aprovecharé de ello, intentaré sellarlo en uno de los pétalos de cerezo. En esa condición no debería ser capaz de resistirse al sellado, puedo hacerlo.

No pienso aguantar cinco minutos en combate, a pesar de que logré ganar su juego, mi mente y mi cuerpo no están en las mejores condiciones.

Dejar que esto se alargue generará desventajas para mí.

Retrocedí un poco, saque uno de los pétalos de cerezo y lo escondí en mi mano derecha empuñada. Luego adopté una posición ofensiva y le lancé de lleno hacia él.

Bien, parece que no se dió cuenta, cuando encuentre el momento indicado, lo tocaré con este pétalo de cerezo para sellarlo.

El intercambio de golpes es intenso, mi mente está totalmente concentrada en encontrar una fisura en su defensa.

- Nada mal, sacerdotisa de los cerezos, pero lamentablemente para ti, te tengo justo donde quería.

- ¿Qué?

- Han pasado dos minutos, ¿eh? Bien, es tiempo suficiente, sacrificó dos minutos y liberó la fuerza que obtuve.

Sus movimientos, ahora son más rápido. Rayos, no seré capaz de seguir este ritmo.

- ¡Guh! - Ese sonido salió de mi boca tras recibir un golpe limpio.

El impacto hizo que saliera disparada hacia atrás, debido a eso, caí de lleno en el suelo.

Ahora estoy tirada boca arriba, ese golpe fue bastante certero, mi respiración está completamente alterada. Esto se ve mal para mí.

- Parece que la victoria es mía, debo admitir que te subestime, me forzaste a llegar a este límite, tienes mi respeto. Ahora, acabemos con esto, que la tristeza te llevé directo a lo profundo del abismo. Adiós, sacerdotisa de los cerezos.