- Bien, presten atención por favor. En la tarde de hoy nos acompaña el presidente del consejo estudiantil, seguramente lo vieron en la ceremonia de bienvenida. - Dijo la sensei dirigiendo sus palabras a toda la clase.

- Un gusto en conocerlos, mi nombre es Izumi Yamazaki y, como ya saben, soy el presidente del consejo estudiantil. Tengo una propuesta que hacerles a todos ustedes, pero antes de eso, aquí a mi lado tengo a alguien que quiero presentarles.

En ese momento, Yamazaki-senpai dirigió sus ojos hacia el chico que tiene a su lado, le está invitando a dar un paso al frente y presentarse.

- ... ¿Cuántas clases faltan para acabar con esto? No tengo motivación para seguir, quiero acabar rápido.

El chico dijo esas palabras y dejó a toda la clase atónita.

- Naoto, está es apenas la segunda clase a la que venimos, te dije que mantuvieras la compostura frente a los alumnos de nuevo ingreso, le estás dando una mala imagen al consejo estudiantil.

- Me da igual la imagen, Izumi, no veo la necesidad de ir personalmente de salón en salón buscando nuevos miembros para el consejo. Podrías haberle dado este papel a Shiori, ¿o me equivoco? - Le preguntó.

- Shiori podría haberse encargado de esto, pero tú eres el vicepresidente y yo soy el presidente del consejo, mostrarnos de una manera más directa nos viene bien para que los estudiantes nuevos tengan una mejor perspectiva de nosotros.

Vaya, así que ese chico es el vicepresidente del consejo estudiantil, ¿eh?

Parece que tiene una personalidad que no es muy acordé a la que se esperaría de un vicepresidente.

Supongo que debe ser más de lo que se ve a simple vista, por algo es la mano derecha de Yamazaki-senpai.

- Disculpen, tengo una pregunta para el vicepresidente. ¿Por qué no estuvo presente durante la ceremonia de bienvenida? - Le preguntó una compañera de clase mientras levantaba su mano derecha.

- Ah, verán, ese día me sentía indispuesto, así que para no arruinar el ambiente decidí-

- Con indispuesto se refiere a que no estaba bien de salud ese día, por eso no pudo asistir. ¿No es así, Naoto? - Dijo Yamazaki-senpai mientras le dirigía una mirada amenazante.

- Sí, así es, tienes toda la razón, que mala suerte que me enfermara ese día...

El silencio se apoderó del ambiente en un abrir y cerrar de ojos.

Debo decir que son una combinación curiosa. Yamazaki-senpai es recto y disciplinado, mientras que el vicepresidente parece ser alguien más del estilo libre.

- Bien, sigamos con lo importante. Preséntate como es debido, Naoto.

- De acuerdo. Pido disculpas por mi actitud, un gusto en conocerlos, mi nombre es Naoto Nosaku, soy el vicepresidente del consejo estudiantil, pueden recurrir a mí en caso de que no encuentren a Izumi. - Continuó.

- Cualquier mensaje o problema que quieran trasmitir al consejo, yo se lo haré llegar personalmente.

Oh, ahora si parece el vicepresidente del consejo estudiantil, le dio la vuelta a su imagen rápidamente, nada mal.

- Ahora que ya están listas las presentaciones, pasemos al tema principal. El día de hoy estamos visitando los salones de primer año en búsqueda de nuevos miembros para el consejo estudiantil, si están interesados, pueden levantar la mano.

Tras oír esas palabras de Yamazaki-senpai, levanté mi mano de manera inmediata.

- Oh, veo que no dudas te ni un segundo en levantar la mano. Dime, ¿cuál es tu nombre?

- Sí, mi nombre es Yumei Kinoshita, me encantaría formar parte del consejo estudiantil.

- Comprendo. ¿Tienes experiencia en el consejo estudiantil? - Me preguntó mientras me observaba.

Experiencia, ¿eh? En está vida he evitado el consejo estudiantil hasta día de hoy.

Sin embargo, en mi vida anterior si formé parte del consejo estudiantil durante la secundaria y la preparatoria.

- Sí, tengo experiencia como secretaria y representante de clase. - Le respondí.

- Entiendo, puede que seas la persona ideal para lo que estamos buscando. ¿Tú qué opinas, Naoto?

- Yo lo veo bien, si fue secretaria y representante de clase, entonces está capacitada para ocupar uno de los puesto que tenemos en mente.

Parece que las cosas van bien hasta aquí. Me pregunto, ¿qué puesto me otorgarán?

- Bien, ya que ambos opinamos lo mismo, no hay razón para dudar. - Continuó.

- Yumei Kinoshita, con mi autoridad como presidente te concedo el puesto de representante. Representaras a los estudiantes de primer año, espero que cumplas tu papel como es debido.

- Claro, no lo decepcionare, cumpliré con mis deberes a la perfección. - Dije mientras agachaba la cabeza.

- Perfecto, está decidido. ¿Puedes venir a la sala del consejo estudiantil cuando tus clases terminen?

- ... Lo siento, tengo un compromiso que cumplir después de clases.

- De acuerdo, no te preocupes. En ese caso, ¿puedes acercarte a la sala del consejo mañana durante la hora del almuerzo?

- Claro, me parece bien, gracias por entender.

- No me lo agradezcas, nada se le puede hacer si ya tenías planes. Bueno, eso sería todo, no le quitaremos más tiempo de su clase, Aoi-sensei.

Y con esas palabras, Yamazaki-senpai y Nosaku-senpai salieron del aula.

Me habría gustado ir a la sala del consejo estudiantil hoy mismo, pero ya había quedado con Haruka-senpai para su cambio de imagen.

Bueno, lo importante es que ya estoy dentro, he logrado lo que quería.

La clase continuó sin problemas, las horas siguieron su curso, para cuando me dí cuenta, ya era la hora de reunirme con Haruka-senpai.

...

Un cambio de imagen, ¿eh? Nunca se me habría ocurrido. Siendo sincera, he llevado este mismo estilo desde que tengo memoria.

A veces variaba un poco cuando había alguna festividad como navidad o año nuevo, pero el cambio no era mucho, simplemente cambiaba mi peinado, nada más.

Ahora con la sugerencia de Yumei-chan... eso cambiará. Hoy será la primera vez que haga un cambio significativo en mi estilo.

Estoy nerviosa y mi mente está llena de dudas, pero, a pesar de eso, estoy dispuesta a hacerlo.

Ahora mismo me encuentro en el lugar que acordamos para encontrarnos después de clases. No hay nadie por los alrededores.

El sol se ocultará por completo dentro de poco, debido a eso, se puede sentir un aire frío en el ambiente característico de la noche.

No sé cuánto tiempo llevará esto, así que decidí avisar que llegaría un poco tarde a casa.

- Haruka-senpai, ya estoy aquí, disculpa la tardanza. - Dijo Yumei-chan mientras se acercaba a mí.

- No te preocupes. Bueno, estoy en tus manos. - Le dije mientras la miraba fijamente a los ojos.

- Sí, confía en mí, te aseguro que te encantará tu cambio de imagen. Bien, pongamos en marcha, el sitio al que vamos queda a unos tres cuadras de aquí.

Asentí con la cabeza y ambas comenzamos a caminar.

- Bueno, mientras caminamos podemos seguir con lo que estábamos practicando durante el almuerzo. A ver, intenta sacar un tema de conversación.

Una sugerencia repentina, no se me ocurre nada de que hablar... Ah, tengo algo.

- ... Pronto será de noche, ¿no tendrás problemas en tu casa por llegar tarde?

- Es un buen inicio. No te preocupes, ya avisé que estaría en el lugar al que vamos, así que no tendré problemas.

Bien, ahora se supone que debo seguir la conversación mientras mantengo el contacto visual.

- Entiendo, yo también avisé en mi casa que llegaría tarde. Es la primera vez en mucho tiempo que voy a un lugar que no es mi casa a estás horas, me siento algo extraña.

- ¿En serio? Bueno, espero que lo disfrutes, a mí en lo personal no me molesta salir a estás horas, pero no es algo que haga muy seguido.

Parece que voy bien, debo mantener este ritmo.

- ¿Tienes algún pasatiempo? - Le pregunté.

- Oh, un cambio de tema para mantener la conversación, nada mal. Sí, tengo algunos pasatiempos, por ejemplo, me gusta leer en mis ratos libres.

- Leer, ya veo, eso encaja bastante contigo. Yo suelo ver series, me gustan las románticas y las de misterio, aunque en general veo un poco de todo.

- Series, ¿eh? La verdad es que no he visto mucho de ese mundo. Dime, ¿tienes alguna mascota?

- Sí, tengo un gato, se llama Yuki, me encanta tomarle fotos. Mira, es muy lindo, ¿verdad? - Dije mientras le mostraba una foto de él en mi teléfono.

- Vaya, estoy de acuerdo contigo, es muy lindo, dan ganas de acariciar lo y consentirlo mucho.

- Veo que lo entidades. De verdad que lo quiero mucho, siempre me hace compañía en la casa y cuando me he sentido triste, él ha estado ahí para sacarme una sonrisa.

- Comprendo, es tu compañero.

- Sí, así es. - Dije con una sonrisa.

Un momento, ahora que me doy cuenta, mis palabras están saliendo de manera natural. Con cada intercambio de palabras respondo más rápido que al inicio.

Esto es increíble, no me había dado cuenta, no se siente para nada forzado, simplemente la conversación está siguiendo su curso.

- Yumei-chan, está conversación es una clara señal de mejora, ¿no? Puedo pensar que estoy avanzando, ¿verdad? He subido un escalón en está escalera de la comunicación, ¿no es así?

- Haruka-senpai, tranquila, has mejorado, no hay duda alguna. Todo lo que hablamos durante la hora del almuerzo lo has aplicado aquí. - Continuó.

- Sacar temas de conversación y mantener el contacto visual, está perfecto. Solo debes seguir aplicándolo para que puedas hacerlo con cualquier persona.

- Por ahora solo lo has logrado conmigo, te sugiero que mañana intentes con tus compañeras de clase.

- De acuerdo, lo intentaré. Que bueno, de verdad, me alegra mucho. - Dije entre lágrimas.

- Vamos, no llores, aún te queda camino por recorrer.

- Lo sé, pero no pude evitarlo, me siento muy feliz.

- Eso es normal, al ser consiente de tu crecimiento, no puedes evitar que esos sentimientos broten de tu interior... Ya llegamos, este es el lugar.

Dirijo la mirada hacia el frente y mi campo de visión visualiza una tienda de ropa y un salón de belleza.

Debí suponer lo, no hay mejores lugares para un cambio de imagen que éstos.

Una vez que salga de ellos, mi aparecía habrá cambiado... Me parece bien, será otra muestra de mi crecimiento.

Quiero seguir avanzando, no pienso detenerme y seguir dudando. Mis objetivos los tengo claros, así que daré todo de mí para lograrlos.

...

Decidimos entrar primero al salón de belleza. Al entrar, nos encontramos con una chica conocida.

- Vaya, que sorpresa, pero si es Yumei. Hace tiempo que no pasabas por aquí, veo que traes compañía, sean bienvenidas a mi salón de belleza.

Ella es Watanabe-san, la conozco debido a que trabajo en la agencia de mi padre en la sección de maquillaje y vestuario.

Es una mujer obsesionada con los kimonos floreados, siempre que la veo lleva puesto uno.

Después de un tiempo, ella dejo la agencia y abrió su propio salón de belleza. Suelo venir aquí de vez en cuando, Watanabe-san tiene buena mano para dar el toque indicado.

- Buenas tardes, Watanabe-san. Sí, ha pasado tiempo desde la última vez que vine. Te presento a una amiga, ella es Haruka Morita.

Tras escuchar mis palabras, Haruka-senpai realizó una reverencia hacia Watanabe-san.

- Un gusto en conocerte, Haruka, mi nombre es Akeno Watanabe, soy la dueña de este salón de belleza.

- El gusto es mío. Vengo a realizar un cambio en mi imagen, así que será un placer contar con usted. - Dijo Haruka-senpai con una mirada llena de determinación.

Parece que está lista, no muestra dudas o algo parecido.

Su crecimiento poco a poco se hace más evidente, en un inicio esto habría resultado díficil para ella, pero ahora es distinto.

- Oh, un cambio de imagen. Bueno, por lo que puedo ver hay buen material para trabajar. - Continuó.

- Tienes una apariencia bastante hermosa de por sí, pero con unos retoques quedarás aún más hermosa. Confía en mí, haré que salgas con una sonrisa en tu rostro.

- No es necesario exageré, no soy tan hermosa como usted dice.

- No digas eso, lo digo en serio, eres hermosa.

- Como puedes ver, no soy la única que piensa que eres hermosa, quita esa idea de tu cabeza, Haruka-senpai. Bueno, te la encargó, Watanabe-san.

- Sí, déjamelo a mí. - Dijo Watanabe-san con una sonrisa.

Y sin más dilación, el cambio de imagen de Haruka-senpai comenzó.

Esto tomará algo de tiempo, por ende, comencé a leer algunos libros que tenía guardados en mi teléfono para pasar el rato.

40 minutos después...

- Ya estás lista, que tengas un cabello tan suave me da envidia. Bueno, dime, ¿qué opinas? ¿Te gusta el cambio?

Ella le hizo esa pregunta, pero Haruka-senpai no respondió de inmediato.

Hubo silencio por unos segundos, pero la expresión en su rostro deja claro lo que opina.

- ... Watanabe-san... esto es maravilloso, no parezco yo. No puede ser, no sabía que podía cambiar tanto.

Como era de esperarse de Watanabe-san, es una profesional en su área, hizo un excelente trabajo resaltando la belleza de Haruka-senpai.

El maquillaje que aplicó es sencillo, dónde se enfocó más fue en su cabello, dando como resultado su apariencia actual.

Unos pequeños cortes en las puntas, secado, planchado y un toque brillante. Algo sencillo, pero efectivo.

- Un increíble trabajo como siempre, Watanabe-san, aquí tienes el pago.

- Espera, no puedo dejar que lo pagues todo tú.

- No te preocupes, quién dio la idea del cambio de imagen fui yo, así que es normal que me encargue yo de pagar.

- Bueno, sí, pero, yo soy tu senpai, me siento un poco mal dejándote pagar esto.

Claro, la entiendo perfectamente. Recuerdo que en mi vida pasada solía decir lo mismo a mis kohai.

- En ese caso, hagamos algo. Elegiré alguna prenda en la tienda de ropa y tú la pagarás, así estaremos a mano. ¿Qué te parece?

- ... De acuerdo, me parece buena idea.

Al recibir la aprobación de Haruka-senpai, le pagué por su trabajo a Watanabe-san.

- Gracias, Yumei, espero que vuelvan a venir por aquí, estaré encantada de atenderlas.

- Sí, volveremos. Vamos, Haruka-senpai, sé que estás impresionada por el cambio, pero aún falta el toque final.

- ¿Toque final? ¿A qué te refieres?

- Vamos, Haruka-senpai, ¿no es obvio? Mencione la tienda de ropa.

- ¡¿Eh?! ¿También voy comprar una prenda? Yo pienso que con esto es suficiente.

- No es suficiente, necesitas ropa nueva para complementar tu cambio de imagen. No perdamos tiempo o se nos hará tarde.

Nos dirigimos rápidamente a la tienda de ropa y, tras observar por unos minutos las diferentes prendas, nos dirigimos a los vestidores.

Haruka-senpai se probó diferentes estilos, hasta que después de unos diez minutos, encontró uno que le encantó.

Un vestido corto de color blanco, ¿eh? Es una buena elección.

- Estás preciosa, Haruka-senpai, lista para una cita. - Le dije mientras la observaba.

- ¡¿Qué?! ?¿Cita? No digas esas cosas, harás que me sienta avergonzada.

- Tranquila, solo era una broma. Bueno, diría que ya estamos listas.

- Sí, yo me llevaré este vestido y tú te llevarás eso que llevas en la mano, ¿no?

- Así es, me llevaré esto.

No tome una vestimenta maravillosa, simplemente es algo sencillo. La mayoría de la ropa que uso la diseño yo misma, así que es inusual verme en una tienda de ropa y llevarme algo.

Normalmente suelo venir para ver los diseños he inspirarme, pero poco más.

Simplemente dí la sugerencia de llevarme una vestimenta para que Haruka-senpai sienta que estamos a mano.

Ambas salimos de la tienda y nos dirigimos a la calle principal. Tras unos minutos, llegamos sin problemas.

- Aquí nos separamos, diría que todo lo que hicimos hoy fue bastante productivo. - Dije mientras la miraba fijamente a los ojos.

- Sí, de verdad pensé que lo del cambio de imagen no funcionaría, pero me equivoque. Cuando me vi al espejo con el vestido puesto, no pude evitar pensar que me veía hermosa. - Continuó.

- No sé si mi perspectiva sobre mí a cambiado por completo, pero si puedo decir una cosa... en este momento me siento más segura de mí misma. - Expresó con una sonrisa.

Esto es lo que se ocultaba dentro de la chica llamada Haruka Morita. Solo necesitaba un pequeño empujón para poder abrir sus alas y empezar su vuelo.

Ella era un ave enjaulada al igual que yo cuando estuve en el hospital.

Aunque fuera por motivos distintos, las dos estábamos aprisionadas y necesitabamos algo que nos ayudará a liberarnos.

En el caso de Haruka-senpai, los grilletes que la detenían eran sus inseguridades. Ahora que dichas inseguridades han empezado a desaparecer, sus ojos han comenzado a brillar.

Un nuevo mundo de posibilidades se abre ante sus ojos, solo ella decidirá el camino que quiere seguir.

- Ya veo, me alegra, ese era el objetivo con todo esto. Ahora no pierdas esa actitud, mantente firme.

- ¡Sí! Eso haré. De verdad, muchas gracias por todo, será un placer seguir contando con tu ayuda. Nos vemos mañana, Yumei-chan.

Tras decir esas palabras, Haruka-senpai tomo su rumbo y desapareció de mi campo de visión.

Bueno, yo también debo regresar. Seguramente Yumeko-chan estará esperándome con ansias.

Hablando de ella, me está llamando. Contesté la llamada rápidamente.

- Ya voy de regreso, no te preocupes, terminé mis asuntos... No estaba en una cita, salí con una amiga, madre.

Mientras tanto, en algún lugar...

Los preparativos están listos, pronto será hora de iniciar mi juego. Para apreciar la felicidad primero debes conocer la tristeza.

Observen el abismo y sientan como el dolor destruye sus corazones. Yo, el alma errante de la tristeza, les daré un papel estelar.

La sacerdotisa de los cerezos ya fue advertida, pero sinceramente espero que interfiera en mi plan. De lo contrario, no será divertido.