Recuerdo el primer día como si hubiese sido ayer, tras separarme de Yumeko-chan, comencé a caminar en dirección al edificio especial.

Después de que la ceremonia de bienvenida terminará, dirigí mis pasos hacia el aula de mi respectiva clase.

Al entrar me sentí muy nerviosa. Mi reacción fue bajar la mirada y caminar hacia los asientos de atrás, tome asiento en el último de la primera fila sin levantar la mirada.

Voy a tomar un respiró por un rato, luego de eso, me acercaré a mis compañeros y me presentaré.

Después de un par de minutos, alguien se acercó a mí.

- Veo que no has cambiado mucho, Shizuka-chan. - Dijo una voz familiar.

Esa voz, me suena de algo, no puede ser...

Al levantar la mirada, dirigí mis ojos hacia la persona que me dijo esas palabras.

- ¿Himari-chan? - Dije mientras la observaba.

- Sí, soy yo, cuánto tiempo, unos dos años, ¿no?

Ella es Himari Iwasawa, estudiamos un tiempo juntas durante la secundaria, nos hicimos amigas durante ese tiempo.

Ella dejó la ciudad hace dos años debido a que sus padres recibieron ofertas tentadoras de trabajo en otro lugar. Pensé que no la volvería a ver, verla aquí es un gran sorpresa.

- Así es, me sorprende encontrarte aquí, ¿por qué regresaste? - Le pregunté.

- Bueno, es una larga historia, el resumen es que los negocios de mis padres no salieron tan bien como estaba previsto, así que tuvimos que regresar.

- Comprendo, de verdad lo lamento. - Dije mientras desviaba la mirada.

- No te preocupes, es cierto que fue un duro golpe al inicio, pero actualmente estamos bien.

- Entiendo. Bueno, dejando ese tema de lado, será un placer contar contigo durante este año. - Dije mientras extendía mi mano derecha hacia ella.

- ... Sí, lo mismo digo, será un placer, Shizuka-chan. - Dijo Himari-chan con una sonrisa.

Mientras toda está escena ocurría, había alguien observando desde la distancia. Dicha persona se encuentra en medio del salón, a pesar de que está en un lugar bastante visible, nadie puede verla.

La razón es muy sencilla, su presencia en este espacio es algo externo. En otras palabras, ella no debería estar ahí, por eso no puede intervenir con los sucesos que está visualizando.

Esto no es un viaje en el tiempo, sino un recorrido por el pasillo de los recuerdos. Este es el camino que alguna vez recorrió una chica durante la primavera de su vida.

Durante esa época, ella poseía brillo en sus ojos y un gran deseo de disfrutar su vida. Después de clases, Shizuka-chan solía salir con sus compañeras de clase.

Gracias al apoyo de Himari-chan, Shizuka-chan logró mezclarse en la clase y consiguió hacer nuevas amistades.

Sus tardes estaban llenas de color y un excelente ambiente. Ir al karaoke, salir de comprás o probar dulces en su pastelería favorita, eso era lo que ella hacía junto a sus amigas.

Por otro lado, una oportunidad aparecería frente a sus ojos. Dicha oportunidad le vendría bien para estar junto a la persona que más respetaba en la preparatoria.

Ella intentó en múltiples ocasiones buscarla, pero siempre que llegaba a su aula, ella ya se había ido a la sala del consejo estudiantil. Debido a eso, llegó un punto en el que Shizuka-chan desistió y dejó de insistir.

Es cierto que tenía opciones, podia dejarle un mensaje con alguno de sus compañeros, también tenía la opción de ir a la sala del consejo estudiantil y esperar a que esa chica saliera... pero Shizuka-chan no quería incomodar o causar algún incoveniente.

A pesar de que ella tenía el deseo de verla, no estaba segura de qué decirle cuando la viera.

Solo interactuaron por unos pocos minutos durante el día de la ceremonia de apertura. Teniendo eso en cuenta, acercase tan directamente a Yumeko-chan sería algo extraño desde su punto de vista.

Esos pensamientos la detenían, pero después de un tiempo, esa chica aparecería frente a sus ojos nuevamente.

...

Era un día como cualquier otro, ya habían pasado dos meses desde que Shizuka-chan empezado la preparatoria.

Su clase estaba animada desde muy temprano, parece que alguien bastante popular en la preparatoria vendría al aula para hacerles una propuesta.

- ¿Qué es todo este escándalo desde tan temprano? - Le preguntó Shizuka-chan a Himari-chan mientras tomaba asiento en el mismo puesto que eligió el primer día.

- ¿No escuchaste nada mientras pasaste por los pasillos? Parece que los del consejo estudiantil están buscando nuevos miembros entre los estudiantes de primer año. - Continuó Himari-chan.

- Entre los que conforman el consejo estudiantil, hay un chica bastante popular, es querida por chicos y chicas por igual. Según he oído, se trata de la vicepresidenta.

- ¿La vicepresidenta? Por la descripción que me diste, pensé que sería la presidenta.

- Es bastante inusual, ¿no te parece? Que la mano derecha sea más popular que la persona que lleva todo el peso del consejo estudiantil es curioso.

- Ciertamente, debe ser una chica bastante peculiar. Un momento, puede ser...

En ese momento, una posibilidad apareció en la mente de Shizuka-chan. Si se trata del consejo estudiantil, es posible que...

- Bien, todos a sus asientos. Supongo que no hace falta que lo diga, pero de todas maneras lo haré por si hay algún despistado. El día de hoy tendremos una visita de dos miembros del consejo estudiantil en el aula. - Continuó.

- Como la sensei de está clase, les pido que se comporten y que actúen con el mayor respeto posible. ¿A quedado claro?

- ¡Sí! - Respondieron todos al unísono.

- Muy bien, en ese caso, ya pueden entrar.

Tras recibir la aprobación, la puerta del aula se abrió. Tras eso, dos chicas entraron al aula y se posicionaron junto a la sensei.

Al dirigir la mirada hacia ellas, Shizuka-chan noto que su sospecha de hace unos minutos era cierta. Una de las dos chicas es Yumeko-chan.

- Bien, creo que es la primera vez que nos vemos. Primero que nada, les agradezco por brindarnos un poco de su tiempo. - Dijo la chica que acompaña a Yumeko-chan mientras realizaba una pequeña reverencia.

La chica hablo con un tono de voz adecuado para que todos en el aula la escucharán, pero a pesar de eso, las miradas estaban concentradas en Yumeko-chan.

- Vaya, parece que la popularidad te sigue en todas las clases de primer año, Yumeko. - Dijo la chica mientras la observaba.

- No digas eso, Emily-chan, me haces sentir avergonzada.

Que Yumeko-chan dijera esas palabras hizo que los estudiantes se agitaran un poco debido a su innegable ternura y belleza.

- Solo digo la verdad, pero bueno, sigamos por donde quedamos. Para los que no me conocen, soy la actual presidenta del consejo estudiantil, mi nombre es Emily García. - Continuó.

- Para los que tengan curiosidad, crecí aquí en Osaka, pero nací en Estados Unidos. Debido a eso, me siento más cómoda estando aquí que en mi tierra natal.

Ese dato sorprendió un poco a los miembros de la clase, gracias a eso, García-senpai logro llamar la atención.

- Bien, así me gusta. Ahora que tengo su atención, puedo pasar al tema principal. Verán, estamos aquí porque deseamos encontrar nuevos miembros para el consejo estudiantil. - Continuó García-senpai.

- Durante la mañana de hoy ya se nos han unido cuatro estudiantes de primer año, solo nos faltaría uno para cumplir con lo que tenemos planeado. Entonces, les pregunto, ¿a alguien aquí le gustaría ser parte del consejo estudiantil?

Yumeko-chan se ganó la admiración de los estudiantes, mientras que García-senpai obtuvo su atención. Si está situación se ve de esa forma, sin duda alguna no es una mala combinación.

Sin embargo, a los ojos de la chica que está observando todo sin ser percibida, estos factores no son lo suficientemente convincentes como para tomar la decisión de unirse al consejo estudiantil.

Todos los estudiantes son consientes de que estar en esa posición conlleva una gran responsabilidad. Además de que deben contar con tiempo libre, ya que pueden surgir actividades y reuniones de imprevisto.

No muchos estudiantes cuentan con ese tiempo, ya sea por actividades de sus clubes, trabajo o labores del hogar. Debido a eso, los estudiantes de la clase de Shizuka-chan se limitaron a quedarse callados.

Por el lado de Shizuka-chan, la expresión en su rostro dejaba claro sus intenciones.

- Aquí, cuento con el tiempo y la motivación, me encantaría formar parte del consejo estudiantil. - Dijo Shizuka-chan mientras levantaba su mano derecha.

En ese momento, Yumeko-chan mostró una leve reacción. Las únicas dos chicas que se percataron de este hecho fueron García-senpai y Yumei, ella está observando todo con extremo cuidado y detalle.

- Oh, esa es la actitud, te veo muy animada. ¿Cuál es tu nombre? - Le pregunto García-senpai.

- Shizuka, Shizuka Takiyama. - Dijo con entusiasmo.

- Shizuka-chan, ¿eh? De acuerdo, eres más que bienvenida al consejo estudiantil, te estaremos esperando está tarde en la sala del consejo para contarte los detalles del rol que deberás cumplir.

- De acuerdo, ahí estaré.

- Bien, no les quitaremos más tiempo de su clase, gracias por habernos recibido. - Dijo García-senpai con una sonrisa.

Yumeko-chan y García-senpai salieron del aula, ahí el recuerdo terminó y el espacio cambio completamente en un abrir y cerrar de ojos.

Ahora Shizuka-chan se encuentra en una sala que impone un aura serena, estos recuerdos parece que son de unos días después de que ingresara en el consejo estudiantil.

Yumeko-chan y todos los miembros la recibieron con los brazos abiertos y comenzaron con sus labores de inmediato.

Por otro lado, en sus ratos libres toman té de matcha acompañado de unas buenas galletas mientras cada miembro se turna uno por uno para hablar de su día.

La convivencia y la calidez de esos días se notaba a montones, para los ojos de Yumei, estos recuerdos son hermosos. Sin embargo, todo debe acabar en algún punto, nada es para siempre.

...

El recuerdo que se encuentra al final del pasillo tiene lugar a mediados del segundo semestre del primer año de Shizuka-chan.

Era jueves, el sol brillaba con todo su esplendor y los pájaros volaban libremente por el cielo. Los estudiantes de la preparatoria Inda estaban realizando los últimos preparativos para el festival cultural que se realizaría en pocos días.

Por otro lado, los miembros del consejo estudiantil estaban vigilando la situación en todos los años para que no hubiera ningún inconveniente.

Al llegar la hora del almuerzo, los miembros se reunieron en la sala del consejo. Todos estaban agotados, además, se habían quedado sin agua potable.

Revisaron las máquinas expendedoras de la preparatoria, pero todas estaban vacías, no había ni una sola bebida.

Sus energías se habían agotado, les faltaba hidratación y aún les quedaba verificar la situación durante la tarde. Teniendo en cuenta todos eso factores en su cabeza, la situación no era placentera.

Sin embargo, en medio de esa oscuridad que los envolvía, Yumeko-chan hizo una sugerencia.

- Vamos, aún podemos continuar. Tengo una idea para solucionar el tema de la hidratación, voy a salir de la preparatoria e iré a una tienda que queda a cuatro cuadras de aquí. Estoy segura que ahí podré conseguir bebidas para todos.

Tras escuchar esas palabras, el brillo se hizo presente nuevamente en los miembros del consejo.

Los elegidos para acompañar a Yumeko-chan fueron Shizuka-chan y Kazuki, dos estudiantes de primer año.

Durante el camino, Kazuki se quejaba en voz alta de que lo hayan elegido mientras argumentaba que estaba exhausto. Por otro lado, Yumeko-chan y Shizuka-chan lo observaban mientras le seguían el paso a un par de metros detrás de él.

- Deja de quejarte, Kazuki, esto es cuestión de unos minutos, tampoco es para tanto. - Dijo Yumeko-chan mientras le dirigía una mirada serena.

- Lo sé, Yumeko, no tienes que decírmelo.

- Si eres consiente de ello, entonces deja las quejas.

Viéndose incapaz de contrarrestar ese argumento, Kazuki se quedó callado y continuó caminando.

- Ese Kazuki es todo un personaje, ¿no te parece, Shizuka-chan?

- Sí, estoy de acuerdo contigo. - Dijo Shizuka-chan mientras desviaba la mirada.

- ¿Qué ocurre? Te noto algo extraña.

- ¿En serio? No es nada, no te preocupes.

- Bueno, en ese caso, no voy a insistir. Sin embargo, sabes perfectamente que puedes contar conmigo cuando gustes.

En ese momento, Shizuka-chan mostró una sonrisa en su rostro.

- De acuerdo, tú ganas, Yumeko-chan. No es nada grave, es simplemente algo que quiero decirte.

- Algo que quieres decirme, ¿eh? Soy todo oídos, tú dirás.

- Verás, quiero darte las gracias, Yumeko-chan.

- ¿Las gracias? ¿Por qué? No recuerdo haber hecho algo para que me agradezcas.

- Eso no es verdad, sí me ayudaste, pero de manera indirecta. Al llegar a la preparatoria tenía muchas dudas, no sabía cómo me iría en esta nueva etapa de mi vida, esa incertidumbre me aterraba. - Continuó Shizuka-chan.

- Sin embargo, el primer día tú hiciste que desaparecieran todas mis preocupaciones, tu personalidad tan cálida y llena de color me dió una nueva perspectiva de este camino. Es por eso que ahora te doy las gracias.

- Debo admitir que tarde en decirlo, pero al fin pude expresar lo que siento. Tienes todo mi respeto y admiración, Yumeko-chan, eres una chica maravillosa.

En ese momento, Yumeko-chan detuvo sus pasos y se lanzó sobre Shizuka-chan para darle un gran abrazo.

- ¿Yumeko-chan?

- Gracias por esas palabras, me alegra haber sido de ayuda para ti. - Dijo Yumeko-chan mientras abrazaba a Shizuka-chan con fuerza.

Tras escuchar esas palabras, Shizuka-chan decidió corresponder a su abrazo. Tras unos segundos, ambas liberaron sus brazos y comenzaron a caminar nuevamente.

- Todos merecemos experimentar buenos momentos, es bueno saber que lograste encontrar eso en la preparatoria Inda. - Dijo Yumeko-chan con una sonrisa.

- Sí, me alegro de haber venido a este lugar. - Dijo Shizuka-chan con un tono de voz alegre.

El tiempo siguió su curso y llegaron a la tienda.

Yumeko-chan saco de su bolsillo un papel que contenía la lista de bebidas que debían llevar.

Kazuki y Shizuka-chan la ayudaron a encontrar todas las bebidas solicitadas, luego las colocaron en el mostrador.

Después de pagar, todas las bebidas fueron colocadas en una bolsa a excepción de las tres bebidas que querían los presentes.

Kazuki comenzó a caminar en dirección a la preparatoria mientras bebía su bebida con entusiasmo.

Por otro lado, Yumeko-chan y Shizuka-chan iban detrás, también estaban disfrutando de sus bebidas mientras conversaban.

- Menos mal que conseguimos todo, estoy segura que los miembros del consejo estarán muy contentos. - Dijo Shizuka-chan mientras observaba a Yumeko-chan.

- Sí, yo también opino lo... ¡Shizuka-chan!

En es momento, un camión que iba a gran velocidad atropello a Shizuka-chan.

El recuerdo culmina ahí, ya no hay nada más que ver, solo queda oscuridad.

...

- Hiciste un buen recorrido por mi memoria, ¿eh?

- Así parece, ahora conozco tu historia, Shizuka Takiyama. - Dije mientras la observaba.

- Tras el accidente, fui llevaba al hospital más cercano, pero las cosas no se veían bien para mí, mi estado era bastante delicado... Después de una semana, mi vida acabo en ese lugar. - Continuó.

- Al morir, mi alma quedó vagando por un tiempo, debido a eso, me enteré que Yumeko-chan intentó ir a verme, pero sus padres se lo impidieron.

A pesar de que fui la mejor amiga de Yumeko-chan, no sabía nada sobre esto...

Ahora entiendo porque siempre iba a visitarme al hospital a pesar de que yo le decía que no era necesario que se esforzará tanto para abrir huecos en su complicada agenda. Demonios, fui una idiota.

- Tú no eres ella, así que interpretó que eres su hija, se parecen mucho.

Mis pensamientos se detuvieron rápidamente al oír esas palabras. No es momento de pensar en el pasado, aún hay que terminar con este enfrentamiento.

- Así es, estás en lo correcto, soy su hija, Yumei Kinoshita. Ya tengo mi respuesta, como mi madre no puede hacerlo, lo haré yo, tu alma merece descansar en paz, así que... Te salvaré, Shizuka Takiyama.

- Gracias, Yumei-chan. Conservar mi voluntad me cuesta más con cada segundo que pasa, así que lo dejo en tus manos. - Dijo con lágrimas en los ojos.

- ¡Sí! Déjamelo a mí. - Dije mientras adoptaba una postura ofensiva.

Tras eso, volvimos al plano terrenal en un parpadeo.

- Desgraciada, lograste regresar de ese lugar más rápido de lo que imaginé. - Dijo la alma errante del miedo mientras nos observaba.

- Cállate. - Dije con un tono de voz agudo mientras le dirigía una mirada siniestra.

- Tú, ¿qué es esa presión? ¿Por qué ahora tú presencia es tan imponente?

- ¿No es obvia la razón? No es que mi poder haya aumentado, simplemente mi estado de ánimo ha cambiado. - Continúe.

- Me tienen arta, almas errantes, son la peor escoria que he conocido, no hacen más que causar sufrimiento...

- Aquí y ahora lo declaró, juro que acabaré con cada uno de ustedes, aunque tenga que entregar mi propia vida a cambio, ¡voy a exterminarlos!

Tras decir esas palabras, me lancé de lleno contra el oponente que tengo delante.

Solo espera un poco más, voy a liberarte de su control, Shizuka.

El combate que se había detenido comenzó nuevamente. Golpes y patadas chocan intensamente causando que el suelo se estremezca y que el viento se descontrole.

No hay más nada que decir, este combate debe llegar a su fin.

En medio de ese intercambio descomunal de ataques, sentí una energía por mi espalda. Al girar la mirada para ver de qué se trataba...

- Toma esto, sacerdotisa de los cerezos. - Dijo mientras lanzaba unas esferas compuestas por su aura hacia mí.

Adopté una postura defensiva para evitar un golpe directo. Logre cubrirme a duras penas, aún así, recibí algo de daño.

Baje la guardia, la alma errante del miedo ahora está dentro del combate.

Por la izquierda me ataca Shizuka con ataques físicos y por la derecha me ataca ese chico con ataques a distancia. La batalla está en su momento determinante, es complicado mantener el ritmo en este punto.

Mientras procesaba toda está información, dos ataques perfectamente coordinados fueron lanzados hacia mí.

- Demonios... ¡Bummm!

El fuerte sonido de una explosión se escucho por todo el lugar que abarca la barrera. Una cortina de humo cubre todo el espacio, debido a eso, no se puede ver nada.

El fuego comienza a esparcirse por el lugar haciendo que el paisaje cambie drásticamente.

El humo empieza a dispersarse poco a poco, en medio del mismo aparecen dos sombras, las cuales pertenecen a Shizuka y a la alma errante del miedo.

Por otro lado, no se puede ver a la sacerdotisa de los cerezos por ningún lado.