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II : Resaca

A los que habían estado esperado está actualización, solo les digo, disfruten su lectura.

Tener resaca no era lindo, no era algo que alguien deseara sentir jamás y por eso Dahyun lo había evitado siempre, sin embargo ahí estaba en medio de su habitación con sus manos en su cabeza luchando con el dolor de cabeza y las ganas de morirse más fuertes que nunca, jurando nunca volver a estar cerca de una gota de alcohol en su vida.

No tenía idea de como había llegado a su casa, a su habitacion y a su cama, pero daba gracias por seguir vestida y sin aparentes golpes en su cuerpo, que pesaba como si en una noche hubiera aumentado una tonelada, lo que de seguro solo era otro efecto del alcohol.

Necesitaba una ducha pronto, una ducha y un analgésico.

Le tomó mucho esfuerzo levantarse y otro más grande terminar de desvestirse para entrar a la ducha, pero lo logró sintiéndose casi como nueva al salir con una de sus batas cubriendo su cuerpo.

No sabía que hora era, y tampoco sabía donde estaba su teléfono, pero quería un café cuanto antes.

Y del mismo modo que no esperó amanecer en su cama cuando su último recuerdo coherente había sido de ella en un bar del centro después de descubrir la traición de su ahora ex novia, tampoco esperó encontrarse con su hermana en su cocina sirviéndole una humeante taza de café, un refrescante vaso de jugo y colocando un tazón de sopa recién hecha frente a ella, tarareando una canción.

—¿Unnie? — Murmuró con el ceño fruncido aunque también lo hacía por el dolor de cabeza que tenía. —¿Que haces aquí? — Ahora todo era más confuso, aunque de una u otra forma empezaba a tener sentido, de seguro así llegó a casa. —Espera... ¿Tú me trajiste? — Cuestionó mirándola expectante, si tenía que enterarse de algo, entonces su hermana lo sabría.

Sin embargo había olvidado lo creativa que solía ser su hermana. —Entonces ¿No te acuerdas de nada? — Preguntó Nayeon sonriéndole con malicia, notando como de inmediato su rostro se llenaba de miedo.

Pues cayó en cuenta de que si su borrachera había sido tan fuerte como para que Nayeon interviniera, había estado peor de lo que creyó.

—Ay no... — Murmuró negando suavemente, con mil cosas vergonzosas que pudo haber hecho pasando por su mente, dirigiendo una mano a su cabeza en un intento de recordar algo, fallando en el intento.

Y miró a su hermana, tratando de obtener alguna memoria, pero la sonrisa de la mayor no ayudaba en nada. —¿No te acuerdas de Mina llevándote a tu cama entonces?

—¡¿Qué?! — Exclamó alarmada, no había forma de que se hubiera permitido estar con alguien justo cuando buscaba olvidar lo que eso implicaba. —¿Quién es Mina? ¿Y porqué permitiste eso? — Su rostro se había tornado de un violento color rojo y su corazón se aceleró ante la idea de haber estado con alguien.

Mientras que Nayeon mordía su labio para no echarse a reír, pues su hermana se veía súper graciosa en medio de aquel tembloroso reclamo que le hacía.

—¿Yo? — Cuestionó llevando una de sus manos a su pecho, haciéndose la indignada. —Pero si no me permitiste ayudarte en lo absoluto, todo lo que decías era Mina esto, Mina aquello, en serio era exasperante, aunque debo felicitarte, porque ella es muy bonita. — Soltó de golpe disfrutando de la sorpresa en el rostro de la menor, quien en ese momento parecía más crédula que nunca.

—¿En serio? — Cuestionó con la voz en un hilo. —Yo no... — Musitó atinando a sentarse para que sus piernas no la dejaran caer, no entendía nada. —No lo recuerdo. — Murmuró para sí misma, con la mirada fija en la nada, tan desorientada que finalmente el corazón de Nayeon se enterneció.

—¡Ya! — Exclamó llamando su atención, a la vez que se acercaba a ella rodeando sus hombros. —Solo bromeo contigo Dubu, terminaste dormida sobre la barra del bar y Momo, la chica que estaba atendiendo tus tragos, contestó tu llamada. — Relató sin perderse de la forma en la que el rostro de Dahyun se llenaba de alivio. —Mina es solo su hermana, ella me acompañó a traerte porque parecía que pesabas una tonelada. — Terminó de decir sonriendo como si momentos antes no le estuviera jugando una broma.

—Eres muy mala Unnie, ya me había hecho ideas equivocadas. — Se quejó abultando sus labios en un puchero que a la mayor le pareció de lo más adorable.

—¿Más locas que yo enamorándome a primera vista? No lo creo. — Dijo en medio de un suspiro. —Momo es tan linda. — Su tono risueño y su mirada enamorada provocaron que Dahyun la mirara con extrañeza, aunque eso no era algo nuevo en su enamoradiza hermana mayor. —Además eso debería servirte como lección para que no vuelvas a tomar de nuevo, si no fuera por Momo...

—¿Momo? — Interrogó sacando a la mayor de su estado de ensueño. —¿Sabes que? Mejor no me digas, no quiero saber nada de amor en los próximos mil años ¿De acuerdo? — Informó decidiendo tomar el analgésico frente a ella junto al vaso de agua que sintió le refrescaba y le devolvía la vida.

Siendo esa información la dosis de realidad que necesitó Nayeon para finalmente dejar de lado sus chistes y risas. —Supe lo que pasó con ella y... Lo siento. — Mencionó tomando su mano sobre la mesa, mientras Dahyun solo suspiraba y asentía despacio, negándose a mirarla. —Pero la vida continúa, lo sabes. — No quería ser insensible, pero aún con lo romántica que se consideraba, debía ser realista ya que estaba segura que de haber decidido quedarse, ahora su hermana se encontraría llorando en un rincón por su ruptura preguntándose que había hecho mal.

Eso creí cuando... — Empezó a decir la menor, deteniéndose cuando sintió sus ojos picar por las lágrimas, liberando un suspiro que la ayudó a tragarse su llanto, se negaba a hablar sobre eso y mucho menos a llorar. —Mejor no hablemos de esto ¿Vale? — Pidió viendo como Nayeon solo hacía una mueca y asentía, respetando su decisión.

La mayor no podía imaginar lo difícil que era pasar por algo así cuando se era tan creyente del amor, porque una cosa era segura, su hermana era igual de enamoradiza que ella, con la diferencia que Dahyun siempre fue mucho más reservada que ella en cuanto a sus sentimientos y gustos.

Ahora ¿Sabes donde está mi celular? — Volvió a hablar Dahyun sacándola de su mente, dando un rápido vistazo a su alrededor con la esperanza de encontrar el aparato. —No lo encuentro por ningun lado. — Rascó su mejilla, lamentándose por haber perdido la memoria justo en ese momento.

Debe estar en algún lugar de tu habitación, la verdad no lo ví anoche. — Contó Nayeon imitando su acción, dirigiéndose a buscar en los lugares que visitaron la noche anterior, sin encontrar nada.

De acuerdo, lo buscaré luego, debo ir a la clínica por la tarde. — Un suspiro resignado salió de los labios de Dahyun que se dedicó a terminar su sopa, para después de lavar todo volver a su habitación y continuar con su búsqueda, siendo abordada por la mayor terminaba de revisar la sala.

—¿Irás a trabajar? — La mayor parecía incrédula, incluso sorprendida por su decisión, Dahyun debía ser la primera persona que tenía ánimos de hacer algo así luego de terminar una relación, por lo que se sentía más feliz que otra cosa.

La vida sigue ¿No? — La citó Dahyun encogiéndose de hombros. —Necesito distraerme de... Todo. — Suspiró haciendo un intento de sonrisa que a kilómetros se vio forzada, por lo que Nayeon no se resistió y se acercó a ella rodeándola en un cariñoso abrazo.

Esta bien, te dejaré estar únicamente porque sé que necesitas reponerte, pero no me iré. — Contó sintiendo como la menor se recostaba de su hombro.

Dahyun tenía que admitir que era afortunada de tener a aquella cariñosa chica de hermana, Nayeon no solo era bonita e inteligente, sino que tenía esa habilidad para saber cuando era el momento perfecto de demostrarle su cariño y apoyo, siempre sabía que decir y hacer para consolarla, convirtiéndose en la razón por la cual nunca se dejó vencer en el pasado por las dificultades. —Gracias Unnie. — Respondió segura de que su hermana era, después de su mamá; probablemente la única mujer que jamás le fallaría.

—Lo que sea por ti mi pequeña Dubu. — Sonrió la mayor sin poder resistir el impulso de apretar sus mejillas al separarse, sacándole una corta risa que la enorgulleció pues esta vez su sonrisa si fue genuina.

¿Les gustó?
Por cierto, Nayeon best girl.
Nos leemos pronto.

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