Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35: La duquesa de Whingbury.

En mi habitación, el ambiente estaba impregnado de nervios e incertidumbre. Junto a mí se encontraban: tía Margaret, Lottie, Mary, Beth y la modista, ésta última confeccionó mi vestido de novia en tiempo record, y justo ahora estaba ajustando los últimos detalles de la pieza.

  Se trataba de un hermoso vestido blanco que servía de un suave lienzo bordado con delicadas perlas y encajes finos. Su corpiño ceñido enmarca elegantemente mi silueta, mientras que la falda vaporosa caía con gracia en pliegues ondulantes hacia el suelo. La manga larga de encaje sutil añadía un toque romántico, y el escote ilusión dejaba entrever mi piel con discreción y elegancia.

—Es una maravilla, Lady Anette —Mi tía se paró junto a mí para observar a detalle mi vestimenta.

—Y es una pieza nueva, justo como lo dicta la tradición. —Culminó Anette, con una sonrisa delicada mientras le daba unas puntadas a la pedrería en la cola del vestido.

—Aún falta buscar algo antiguo y algo prestado. —Dijo Mary, mientras colocaba sobre la mesita del té unas bandejas con galletas.

—Yo tengo el obsequio antiguo —Anunció Lottie, y se acercó a mí con aquella sonrisa que iluminaba sus ojos, que pese a ser del mismo color que los de su hijo, los de ella transmitían paz y calidez.

   La dama de compañía de Lottie sacó de su bolsa, una enorme caja de joyería de gamusa azul oscuro, y se la entregó a mi futura suegra.

—Perteneció a mi madre… —La abrió cuidadosa —Y antes de ella, perteneció a todas las madres anteriores de mi familia —Dejó ver su contenido y yo quedé impactada.

En su interior había una tiara. Brillaba con un resplandor celestial, adornada con destellos de pequeños diamantes relucientes. Sus delicadas hojas y flores esculpidas se entrelazaban con elegancia, creando un diseño etéreo y encantador que parecía surgir de un cuento de hadas.

—Lottie… —Miré deslumbrada aquella belleza —No puedo aceptarla.

—¿Por qué no?

—Usted sabe por qué no —La miré a los ojos, pero en cambio, ella hizo caso omiso a mi petición y sacó con cuidado la tiara de la caja.

—Jústamente porque lo sé todo, es porque te estoy obsequiando esto —Sonrió, y luego posó sus ojos en los míos —¿Si te comenté que le has devuelto el brillo a los ojos de mi hijo? —Colocó  cuidadosa la tiara en mi cabeza, y el peinado que Beth me había hecho quedó aún más hermoso.

—Gracias… —Dije, mientras me miraba en el espejo.

—No me agradezcas nada, más bien soy yo quien tiene que hacerte. —Respondió ella mientras le entregaba la caja vacía a su dama y ésta le entregaba otra caja más pequeña.

—No sé a qué se refiere —Confesé.

—Ya lo sabrás, mi hermosa niña. —Colocó en mi cuello un hermoso collar a juego con la tiara, y por la sorpresa, la miré a través del espejo.

—Ahora sí tienes algo antiguo —Culminó, y me voltee para abrazarla, mismo abrazo que me devolvió con calidez y afecto.

—Yo te prestaré mis zapatos de boda. —Dijo tía Margaret, pero en ese instante recordé algo.

—Tía… Una vez me dijiste que las cosas de la madre de Theon y de mi madre están guardadas en el almacén.

—Si, yo le pedí a Mary que cuidara de la llave para que tu padre no se deshiciera de ellas. —Respondió.

—Quiero usar los zapatos de boda de mamá.

—Es una hermosa idea, pero tu madre tenía los pies más pequeños que jamás he visto, creo que te quedarán muy ajustados. —Lamentó mi tía.

—No importa… Mamá dio la vida por mí, y ahora yo quiero llevarla conmigo hacia el altar, no importa el dolor que tenga que pasar… —Me acerqué a mi tía y la tomé cariñosa de las manos —Quiero que me lleves al altar junto a Theon, pero también quiero que sean los zapatos de mi madre los que caminen conmigo. —Una lágrima corrió por su mejilla y luego mi tía sonrió con orgullo.

—Tienes la belleza más codiciada, Jane. A parte de ser hermosa por fuera… —Colocó su mano en el lado de mi corazón —También lo eres por dentro. —Se volteó hacia Mary.

—¿Mary…? —No tuvo que decir nada más. La anciana asintió y luego se retiró, para regresar a los pocos minutos con unos hermosos zapatos blancos de tacón medio, con unas flores talladas adornando la parte superior. Y lo que más llamó mi atención fue lo pequeños que eran.

—¿Crees poder soportarlos? —Preguntó Beth mientras los colocaba frente a mí.

—Solo son una talla más pequeña —Sonreí —Las mujeres soportamos cosas mucho peores que unos zapatos pequeños. —Me senté en la silla que había a mi lado y Beth me ayudó a colocármelos, y vaya que sí quedaban ajustados.

  Y cuando ya estaba lista, me paré nuevamente frente al espejo. Mi manos se volvieron temblorosas al verme vestida así; de blanco, de novia…

Me voy a casar con él…

Mientras me miraba en el espejo, comencé a sentir unas cosquillas en mi estómago y mi corazón comenzó a latir con fuerza.

Es una realidad… voy a casarme con él.

—Tranquila… —La dulce voz de Lottie me tranquilizó —Será un camino lleno de dificultades, pero al final serás muy feliz.

—Y aquí está el regalo azul. —Dijo mi tía, y al voltearme, vi la maravilla de ramo de flores nomeolvides que Beth había ido a buscar bien temprano al bosque de nuestra propiedad.

—Ahora si estoy lista.

🥀🥀🥀

Londres, 15 de junio de 1810.

Diario de la sociedad: “Las notas de un ruiseñor”.

Mis queridos lectores:

La sorprendente y repentina unión del duque de Whingbury y la señorita Jane Chadburn nos ha dejado a todos conmocionados. Fue una boda íntima y discreta, que nos ha dejado a todos boquiabiertos y ansiosos por conocer más detalles sobre tan intrigante acontecimiento.

Se dice que la ceremonia tuvo lugar en la capilla privada de la mansión de la familia Chadburn. Cuyos invitados fueron todos pertenecientes a ambas familias.

La elección de mantener en secreto los pormenores de la boda, ha alimentado las sospechas y las conjeturas en torno a los motivos del duque y la señorita Chadburn para llevar a cabo una celebración tan reservada y alejada de los fastos habituales de la alta sociedad. Algunos insinúan que podría tratarse de un amorío prohibido o de un escándalo familiar oculto bajo el velo de la discreción; mientras que otros, (incluida yo) sugieren que se trataría de una estrategia calculada para causar curiosidad y preservar la reputación y el prestigio de ambas familias. Sea cual sea la verdad detrás de esta misteriosa unión, lo cierto es que la boda del duque con la señorita Chadburn ha desatado una gran expectación y revuelo en los salones aristocráticos.

🥀🥀🥀

Cada paso lento que daba por el pasillo de nuestra capilla, resultaba ser incómodo y en algunas ocasiones doloroso. Los zapatos me recordaron en todo momento que no eran de mi talla, pero también me recordaron que hace tiempo caminaron junto a mi madre hacia un futuro lleno de incertidumbre, así como lo estoy haciendo hoy.

Mientras más me acercaba al altar, más grande era el peso que sentía en mi pecho. Mis manos frías sujetaban el ramo de flores entre nervios, mientras miraba hacia mi futuro esposo a través del velo blanco que cubría mi rostro. Mientras sus ojos grises estaban sobre los míos, pude imaginarme que en verdad estaba viendo a su futura esposa, a su amada, a su alma gemela. Pero en verdad estaba viendo a la mujer que lo encadenó a un futuro que él no deseaba.

Con cada paso que daba, los zapatos me molestaban y el silencio, mezclado con el sonido del tacón, era molesto, el cual me obligaba a escuchar los acelerados latidos de mi corazón. Sentía el roce suave de mi vestido blanco contra mi piel, recordándome la magnitud de la decisión que estaba a punto de tomar.

  A mi derecha venía Theon, y a mi izquierda tía Margaret. Al frente venían caminando los gemelos, los cuales dispersaban los pétalos de flores con rapidez, y justo antes de llegar, ya no quedaba ni un solo pétalo que esparcir.

—¿Cumplirás con tu promesa? —Le preguntó Theon con seriedad, Ansel asintió con seguridad y yo los vi a ambos sin entender nada.

¿De qué promesa hablan?

Tía Margaret y mi hermano se fueron a sus respectivos asientos, dejandonos en el altar frente al arzobispo. En ese instante me sentí aliviada, y ese alivio volvió a darle paso a mis nervios cuando Ansel sujetó los extremos del velo y los levantó cuidadoso hasta dejar al descubierto mi rostro. El corazón no dejaba de latir fuerte cuando noté que él me veía de una forma extraña, como si no existiese nada más preciado en el mundo.

—¿Por qué me ves así? —Susurré, mientras que él sonrió a boca cerrada sutílmente, y luego acercó sus labios un poco más a mí.

—Porque tus ojos me hipnotizan, y tu belleza es incomparable —Él habló tan bajo que nadie más que nosotros nos escuchábamos, y con cada palabra que decía sentí cómo mi corazón se aceleraba. Mis manos sostenían entre temblores el ramo de flores y sentí un ligero calor en mis mejillas.

Él retrocedió hasta su posición, y yo quedé con una combinación de sensaciones a las cuales no sabía cómo responder… Luego recordé que tía Margaret nos había pedido que el arzobispo no podía sospechar de que el compromiso era una patraña.

Era una boda privada y sencilla, nada que ver con la ceremonia de Lizzy. Por primera vez en la historia del apellido Chadburn, nuestra capilla había sido decorada con temas nupciales. Los invitados fueron nuestras familias, a excepción de Lizzy y Philip que aún seguían en su viaje de luna de miel. El único que no portaba con el apellido Chadburn y Dagger, era el arzobispo, que a petición y súplica de tía Margaret, había sido convencido de que nuestro amor era incomparable y no podía esperar mucho tiempo más.

En un instante voltee a ver a mi tía y me la encontré derramando unas lágrimas junto a Lottie. Luego vi a Erick y Gael y ambos tenían una sonrisa de emoción en sus labios.

Luego volví a ver al hombre que estaba frente a mí. Los nervios evolucionaron en mi piel, en el momento en que Ansel tomó mis manos con delicadeza, y retiró mis guantes lentamente hasta dejar que mi piel rozara la suya, para así pronunciar sus votos con concentración. Escuché cómo dijo cada palabra con lentitud:

—Prometo cuidarte, protegerte y amarte por toda la eternidad. A partir de este momento somos un solo corazón.

Pensé, que ningún hombre que pronunciara sus votos de esa forma tan pasional, podía conciderar el matrimonio como una obligación. Así que en ese instante decidí disfrutar del momento e imaginarme que todo era real.

Y lo que Dios ha unido…

Theon carraspeó su garganta y luego se movió incómodo en su asiento, y uno de los gemelos estornudó, obligando al arzobispo hacer una pausa, para luego continuar:

Que no lo separe el hombre…

Sentí una oleada de sentimientos, no sabría decir si estaba feliz, enojada o triste. No sabía explicar todo lo que sentía en mi interior. Ahora él y yo estábamos atados de por vida en un matrimonio por obligación. Él amaba a otra mujer, y yo lo amaba a él. Ahora estaba feliz porque mi apellido estaría a salvo, pero decepcionada porque él nunca iba a ser capaz de corresponder lo que siento. Y mientras todas esas inseguridades me estaban quemando el interior, decidí mantener la compostura y no caer en un colapso nervioso.

Miré a mi esposo y noté que él me estaba viendo de una forma extraña. Sus ojos grises estaban mirando directamente hacia mi boca, y la comisura de sus labios temblaba ligeramente. Tal vez era por la petición de tía Margaret respecto al arzobispo, y por eso, decidí imaginarme que el duque en verdad deseaba besarme tanto como yo a él.

Puede besar a la novia.

  Ansel me sostuvo con ímpetu por la cintura y me atrajo hacia él con desespero, para así juntar nuestros labios en un beso pasional. Me olvidé de todo por completo; del dolor en mis pies, de los nervios e inseguridades. Me dejé llevar por la magia de sus movimientos, y luego sin pensarlo, nuestros labios formularon una sonrisa aún cuando seguían mezclados. Podía ser el nerviosismo de estar en una boda arreglada, o el estar besándonos frente a la familia, o quizás por estar engañando al arzobispo, el cual era un emisario de Dios en la tierra, pero a pesar de todo, simplemente nos dejamos llevar por la emoción.

—Hace tiempo que no veo a unos novios tan enamorados —Esas fueron las palabras del arzobispo al final de la ceremonia.

🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀

Hola, hola.

Una actualización nocturna.

¿Qué les pareció la boda?

¿Qué promesa creen que le hizo el duque a Theon?

¿Qué les pareció ese beso final, creen que fue para engañar al arzobispo?

Bueno, el siguiente capítulo será narrado por Ansel, ahí aclararé algunas dudas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro