Revelation II
25.- Revelation II
Mis señales cardiacas eran claras; miles de líneas alteradas permanecían impresas en el papel que Tony, con bastante sorna, me hizo entrega el día después del experimento. Las observé durante toda la tarde, absorta tras el misterio que mi cuerpo escondía.
Ciertamente, Bucky me atraía. Ello no lo podía negar. Lo que hizo el experimento de Banner no fue más que aclarar los sentimientos y reacciones que surgían cada vez que veía al ex soldado. Ahora que Tony tenía un motivo más para burlarse de nosotros, me sentía bajo presión. Tal parecía que el equipo no sabía del descubrimiento fortuito de ambos genios. Al menos Wanda y Natasha jamás me preguntaron qué sucedió después de asistir al laboratorio. El tema había sido olvidado hasta para Bruce, sin embargo, no para Tony, claro estaba.
Bucky se encontraba junto a Steve viendo el noticiario; hablaban de temas variados, por lo que pude percatarme. Temas de los que no presté mayor atención. No podía mirar a Bucky por mucho tiempo sin sentir el molesto bochorno en todo mi cuerpo. Mi corazón volvía a latir de la misma forma, y, supuse que mi llamado cuerpo estriado ardía de la misma forma. Maldito sistema límbico, pensé, abrumada.
-¿Y cuándo se lo dirás? -Tony susurró en mi oído, otorgándome un buen susto. Le fulminé con la mirada una vez se sentó frente a mí, tras la barra de la cocina. -Bucky no dará el primer paso, si eso estás esperando. -Comentó. -Necesita un pequeño empujón.
-Claramente no daré ese paso yo, Tony. -Espeté molesta. El multimillonario llevaba días hostigándome con la misma pregunta.
-¿Y por qué no? Sabes que siente lo mismo que tú. -Se encogió de hombros, más yo volví a negar. -Puedo hacer que el resto se vaya y dejarte el complejo para ti sola. -Propuso, elevando sus cejas una y otra vez.
-Tony, basta. No hablaré con él. -Sentencié. -Y espero que tú dejes de atosigarme todo el día. ¿No tienes otra cosa importante que hacer? ¿Un nuevo ultron que crear? -Tony soltó una risotada, causando que ambos hombres que yacían en el living, observaran con extrañeza.
-Bueno, para ser sincero, hoy he despertado con ganas de ser Eros. -Manifestó en un susurro, aludiendo al dios del amor. -Nada mal, ¿no? ¡Solucionaré tu vida amorosa! - Exclamó y sonrió cuan niño pequeño era; y es que algo de infantil caprichoso tenía su personalidad.
-Vete al demonio. -Bufé a Tony. Tomé mi taza con café y me alejé de su lado. Tony soltó una carcajada burlesca. ¡Como lo odiaba!
-¡Si necesitas ayuda, estaré aquí! -Expresó. Fue lo último que escuché antes de entrar a mi habitación.
Dentro de mi habitación me recriminé el hecho de haber aceptado ser el conejillo de indias de Bruce. De haber sabido que mi propio cuerpo me traicionaría, no hubiese dejado que ese sinfín de cables tocaran mi cuerpo revelando lo que, al parecer, era bastante obvio.
***
Tomé mis pertenencias y me dirigí a la sala de entrenamientos. Nat se encontraba junto a Wanda, ensayando nuevas técnicas de ataque. Ambas muchachas me saludaron con una sonrisa en sus rostros, invitándome a unírmeles.
-¿Es cierto? -Me preguntó Wanda en cuanto llegué al lado de ellas. Nat le golpeó con el codo y la sokoviana soltó una risita divertida. Fruncí el ceño con curiosidad.
-¿Cierto qué? -Inquirí, dudosa. Ambas mujeres se miraron entré sí, soltando una risita socarrona.
-¿Que te gusta Bucky? -Soltó la sokoviana con emoción. Tragué saliva sin saber qué decir. -¡Es cierto! -Chilló al no obtener respuesta de mi parte. -Te lo dije Nat. -Le dijo a la rusa, quien se mostraba tan excitada como la muchacha Maximoff.
-¿Fue Stark o tú te metiste en mi mente sin permiso? -Interrogué a la joven. Wanda sonrió traviesa, y, por aquella expresión supe que había indagado por su cuenta. -¡Wanda! -Le recriminé. La sokoviana rio divertida.
-Las cosas entre tú, Bucky y Stark están bastante extrañas. No puedes negarlo. -Dijo. -Además, se sabía. Entre tú y Bucky siempre hubo tensión sexual. -Mis mejillas ardieron de inmediato. Ambas rieron. -Tu secreto está a salvo con nosotras, ¿o no Nat?
-Totalmente. -Asintió la rusa. - De todas formas, deberías hablar con Bucky, ________. -Opinó. Wanda asintió a su lado, de acuerdo con la espía. -Bucky es bastante conservado. No dará el paso si tu no lo haces.
-Lo dije y lo vuelvo a decir. No lo haré. -Decreté. Ambas mujeres se miraron, negando al mismo tiempo.
-Te aconsejo que lo hagas. -Me dijo la espía. -Antes de que Tony se adelante y cree algún súper plan. Ya sabes cómo es.
La voz de la espía me acompañó durante los minutos que estuvimos en la sala de entrenamientos. No podía negar que tenía razón; Bucky jamás se atrevería a decirme algo si de ello dependiese su vida. Por lo tanto, sabía que el primer paso estaba totalmente bajo mi iniciativa lo cual, me era bastante difícil de realizar. No era la persona más idónea para exponer mis sentimientos a un hombre. Nunca lo hice, y hasta el momento creí que no lo haría jamás. Pero en vista de que Tony estaba al tanto de la situación que nos implicaba, debía actuar primero que él. Al menos para mantener mi dignidad en pie.
Clint entró a la sala anunciando que en cinco minutos se llevaría a cabo una reunión con Fury. Me cambié y caminé hasta la sala. Pero cuando llegué, ésta, estaba vacía.
Extraño, pensé. Pero no presté atención, por lo general, no todos eran puntuales a la hora de asistir a alguna reunión. Aun cuando ésta se realizara en el mismo lugar donde vivíamos. Caminé de un lado a otro, pensando en cómo llevar a cabo mi propia misión. Entonces, lo vi entrar a la sala, mirando a su alrededor con cierta confusión.
-¿Y lo demás? -Preguntó Bucky, casi sin mirarme.
-No lo sé. -Me encogí de hombros. - deben estar por llegar. Ya sabes cómo son, se toman su tiempo.
El silencio entre nosotros se tornó molesto luego de unos minutos sin emitir palabra alguna. Bucky observaba tras el ventanal mientras yo miraba el suelo y esperaba que los demás llegasen pronto. Pero ello no sucedió y no iba a suceder. Debí haber inferido que todo era un plan de Tony, éste, no perdía el tiempo ideando planes que comprometieran nuestra dignidad.
Las puertas se cerraron de un rato para otro, dejándonos totalmente aislados de los demás. Ambos corrimos hacia la entrada, tratando de abrir las puertas de alguna forma, pero nada resultó. Ni si quiera JARVIS se manifestó para poder ayudarnos.
-Stark. -Mascullé. Romanoff tenía razón, después de todo, si nadie daba el primer paso, Tony nos obligaría a hacerlo. -Debemos hablar, Bucky. - dije finalmente.
-¿Hablar? -Inquirió el castaño.
-Si. -Suspiré, sin saber cómo empezar. Dentro de mí, mi corazón palpitaba bajo los efectos de la adrenalina. -Has sido el conejillo de indias de Banner al igual que yo... Cr-creo que debemos h-hablar.
-No quiero hablar. -Espetó.
-Yo sí. -Repliqué. -No pienso quedarme aquí todo el día, asique hablaremos de una buena vez. -sentencié.
-¿Quieres hablar sobre el tema? Vale, hablemos. -Manifestó con frustración. -Los exámenes de Banner no mienten; todo es verdad. -Escupió.
-¿Y por qué no me dijiste nada?
-¿Hubiese cambiado algo mi confesión?
-¿A qué te refieres? -Fruncí el ceño. Bucky desvió su mirada al suelo evitando mirarme directamente a la cara. -Buck...
-Somos amigos, colegas de equipo. Nada más. -Murmuró. -Un nosotros es imposible.
-Eso tu no lo sabes. -Repliqué. -te informo que mi sistema límbico reaccionó ante tu foto. ¡Si, me gustas! Aunque no lo creas. -Confesé finalmente. -¿Aún crees que un nosotros es imposible?
Me acerqué a él, con temor. Tomé una de sus manos y la posicioné en mi pecho. Éste abrió los ojos, absorto al sentir cómo latía mi corazón en mi interior. Se volvían a repetir las frecuencias cardiacas, el bochorno molesto y, seguramente la reacción de mi sistema límbico en mi cerebro, activando zonas específicas. En aquel momento me pareció asombrosa la reacción del cuerpo ante la persona que se quería. Podía entender el afán de Banner por querer investigar sobre ello.
Sin embargo, aquellas sensaciones se incrementaron una vez sentí su mano tomar una de las mías. Recreó el mismo acto; la llevó a su pecho, haciéndome sentir su corazón tan acelerado como el mío. Hermoso, pensé. Realmente hermoso.
-Sucedió desde que te reclutaron. -Murmuró avergonzado. -Te vi y mi corazón explotó de inmediato.
-Creo que el sentimiento fue mutuo. -Revelé, recordando el primer día que lo vi entre los vengadores. -Después de todo agradezco ser el experimento de Banner. -concluí.
-También yo. -Afirmó Bucky. Su mirada se conectó con la mía en un sinfín de sensaciones generadas a lo largo de mi anatomía; se acercó y, atreviéndose a tomar mi rostro, besó mis labios sin siquiera titubear. Me estremecí al sentir sus labios y comenzar a experimentar el sabor de éstos; Suaves, tierno y cálidos. No podía imaginar qué tan activo estaba mi cerebro en aquel momento, decodificando cada emoción vivida entre los besos y brazos de Bucky.
-JAVIS, puedes abrir laspuertas. -Anunció la voz de Tony. Las puertas de la sala se abrieron deinmediato, dejando entrar al resto del equipo quienes mostraban sonrisasburlonas a nuestra dirección. -De nada, ________. -Dijo Tony, antes de que yo pudiesedecir algo. -Cuando quieran. Siempre es un honor poder ayudar. - Y dichoaquello, se sentó en uno de los asientos activando la proyección que nosmostraría a Fury desde la oficina de SHIELD.
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Segunda parte, todos felices
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