Goodnight
31.- Goodnight
Respiré profundo, pidiendo que sus llantos no fuesen lo que en realidad estaba escuchando. Las imágenes proyectadas en el televisor era lo único que alumbraba la oscuridad del living en conjunto con el gimoteo desconsolado de Adam. Me levanté del sofá y caminé hacia la habitación en donde se encontraba el pequeño de cuatro años, sentado sobre su cama, llorando entre la oscuridad.
Le tomé en brazos y le besé su rostro afligido. Él seguía llorando y yo no sabía qué otra técnica utilizar para poder calmar su desconsuelo.
Era difícil sustituir a la madre del pequeño. Aunque ciertamente, el muchachito ya nos asimilaba algo cercano a sus familiares. Los primeros tres meses, no hacía más que llorar cada vez que alguno de nosotros se atreviera a tomarlo en brazos. Pasado el cuarto mes, Adam había aceptado que Bucky le tomara la mano con su brazo de metal. El pequeño se estremecía, pero sonreía ante aquel simple tacto.
Ocho meses habían pasado desde que decidimos, junto con Bucky, adoptar al pequeño Adam. Un muchachito oriundo de Austria. Nuestra misión nos llevó en conjunto a desmantelar una de las tantas bases enemigas, sin siquiera prever que aquel día muchas personas morirían en sus hogares. Entre las personas muertas, los escombros y los sobrevivientes que vagaba por las calles de la ciudad, un pequeño de cabello rizado caminaba desorientado, llorando y clamando por su madre.
—Cariño... —Me dijo Bucky en cuanto vio mis intenciones. Solté su mano y corrí hacia el pequeño. Su rostro estaba cubierto por un polvillo gris, su cabello rubio era opacado por el residuo de los escombros. Lloraba y yo no pude evitar llevármelo conmigo; algo había en Adam que me recordaba a mí cuando era pequeña. Al menos, tanto él como yo compartíamos algo en común. La pérdida de nuestros padres a tan corta edad.
Tony me ayudó a buscar el paradero de algún familiar que pudiese encargarse del niño. Fue una búsqueda ardua y sin resultados positivos. Una semana después del incidente, supimos que el pequeño no tenía a nadie más que a su madre, quien había sido encontrada muerta entre los escombros de su hogar. Aún nos preguntábamos cómo es que el niño había salido ileso de allí. Era un total misterio, pero, por algo sucedían las cosas. Él, estaba vivo por alguna razón.
Discutimos con Barnes. Algo que nunca había sucedido entre los dos. Una discusión que nos llevó casi al termino de nuestra relación.
—No podemos hacernos cargo de él, entiende. —Me dijo Bucky por enésima vez. —Nuestras vidas giran en torno al peligro. No podemos cuidarlo. ¿Por qué te interesa tanto cuidarlo, uhm?
—Es lo mínimo que puedo hacer por él. —Espeté. El muchachito dormía plácidamente en la cama que Tony, por mera misericordia, instaló en mi habitación. Su respiración era calmada y, parecía ajeno a la discusión que ambos llevábamos con Bucky.
—Hay lugares que se encargan de cuidar a los niños huérfanos. —Dijo, colmando mi paciencia. Me era indolente de su parte no tener compasión por el pequeño. —Puedes ir a verlo cuando quieras, _________. Estarás cuidándolo de igual manera.
—No puedo creer que seas tan indolente. —Mascullé. —Es un niño. No tiene familia. ¡No tiene a nadie! -Alcé la voz. —Matamos a su madre con nuestro estilo tan heroico en Viena. ¡Fuimos nosotros los que la matamos! Es lo mínimo que puedo hacer por él. —Escupí agria. El pequeño se removió bajo las sabanas que cubrían su cuerpo y yo, no hice más que llorar y lamentar su nueva vida. —Puedo hacer esto sola, Bucky. No necesito tu ayuda.
Al día después, Bucky se presentó temprano por la mañana con la intención de hacerme saber que quería ayudarme en el proceso de adopción. Quería ser la imagen paterna del pequeño, ayudarlo y protegerlo.
El proceso de adopción fue rápido gracias a Tony. El multimillonario, conmovido por nuestra iniciativa, logró acelerar el asunto como solo él sabía hacerlo. No era muy común de Tony ayudar a los demás sin obtener algo a cambio, pero esta vez, lo hizo desinteresadamente. En un mes, Adam, el pequeño austriaco, ya era nuestro hijo adoptivo.
El pequeño se quejó entre mis brazos, movía sus brazos con torpeza, balbuceando palabras inentendibles. Me levanté y caminé alrededor de la habitación perfectamente decorada para él. Moví unos cuantos peluches para obtener su atención, pero él volvía a llorar después de minutos en silencio. Algo le aquejaba y, supuse que, en parte, podía haber sido una pesadilla en relación a aquel día en donde perdió a su madre.
—Pobre bebé Adam. —Murmuré a punto de llorar. Sus llantos me desesperaban. —Tranquilo, ¿sí? Nosotros te cuidaremos. —Besé su frente. —Te querremos como lo hizo tu mamá en su momento.
Le volví a dejar en su lugar. El llanto era lo único que inundaba la habitación y el resto de la casa. Pensé en Bucky y deseé que llegase rápido de la misión que llevaba a cabo junto a Steve y Natasha. Intenté de todo por calmar al pequeño, pero nada funcionó. Excepto el sonido del piano, el cual, creí que lo haría llorar aún más si me atrevía a tocarlo.
Goodnight, sleep tight
no more tears
in the morning, i'll be here
El pequeño cesó sus lágrimas en cuanto escuchó mi voz cantar. Seguí moviendo mis dedos entre las teclas del instrumento, captando su total atención. Lo único que se percibía era mi voz y el sonido que emitía el piano. Adam permaneció en silencio, observándome atento. Le miré y sonreí.
and when we say goodnight,
dry your eyes
because we said goodnight,
and not goodbye
and not goodbye
El pecho de Adam subía y bajaba confiado y en paz. Para cuando finalicé la melodía, sus párpados estaban cerrados y sus pequeños bracitos enrollaban su peluche favorito. Me levanté de la silla y me dirigí hacia a él. Besé su frente y acaricié su cabellera rubia. Un par de lágrimas lograron salir y deslizarse por mis mejillas. Pude sentir el sufrimiento que experimentaba Adam al no saber y entender qué había sucedido con su madre. Pude, con certeza, sentir lo que sentía cuando era pequeña. La misma interrogante, las mismas lágrimas y mis pensamientos rondar en mi mente, preguntándome el paradero de mi familia.
—Adam te agradecerá cuando conozca su historia, __________. —La voz de Bucky se hizo presente en el silencio de la habitación. De inmediato sentí sus brazos rodear mi cintura, alejándome del pequeño que ahora, dormía plácidamente. -Al parecer, esa será su canción favorita. -Sonrió.
—Es mágica. —Reí. —También te calmaba a ti. —Le recordé. Las veces que Bucky tenía pesadillas recurría a la melodía para calmar sus temores nocturnos. Aquella canción siempre fue su favorita y, pese a que las pesadillas ya no eran pan de cada día, éste, me pedía que la cantara de igual forma. —Te extrañé. —Murmuré.
—También yo. —Besó mis labios. —Los extrañé. —Dijo y dio un leve vistazo a Adam.
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El otro día, escuchando Evanescence ( me dio por recordar mi adolescencia jeje :') me topé con esta canción y pss, me inspiré ah.
Me gustó la idea de hacerle segunda parte al OS anterior, así que trabajaré en ello ;)
Pero quien quiera darme ideas (para el OS anterior) me las puede dejar :)
So, nos estamos leyendo <3
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