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Decisions III

60.- Decisions III


El Quinjet aterrizó en tierras europeas, precisamente al norte de Irlanda. Inspeccionamos el perímetro, derribando a uno que otro adversario en el camino. Ninguno emitió aullido alguno que pudiera advertir a los demás que eran atacados por nosotros. Divisamos la fábrica y a unos cuantos agentes de HYDRA cuidando la entrada de ésta.

Steve, observando el perímetro, dio órdenes de estrategia a cada uno para poder irrumpir el interior del recinto; me indicó dirigirme hasta el lado oeste del edificio junto a Romanoff. La rusa, iba atenta ante cualquier ataque inminente.

—¿Si soy la primera en encontrar a Barnes, puedo golpearlo? —Me preguntó la rusa. Alcé una ceja y reí.

—Si te digo que no, lo harás de todas formas.

—Me conoces bien. —Murmuró la espía. —Prometo no ser tan cruel.

—No le hagas daño, Nat. —Pedí. —Lo necesito vivo y consciente. Necesito respuestas.

—¿Qué otra respuesta necesitas, ____________? —Cuestionó, molesta. —Te dejó en el altar, frente a los invitados con una carta en mano que, para mí, no tiene validez. —Suspiré. No era un buen momento para recordar ese día. Más Romanoff, no tenía problema en mencionar lo molesta que aún estaba con Barnes. —Si estuviera Thor...agradece que no ha venido, creo que es el primero en la lista en querer matar a Barnes.

Y es que sus palabras no dejaban de ser ciertas cuando se refería a la ira del Dios del trueno. Cuando se dio cuenta de que el novio no vendría, se levantó del asiento que ocupaba y gruñó, atrayendo a su martillo quien, destrozó parte de la pared de la iglesia al llegar a sus manos. Podía recordarlo sin ningún problema, y, dentro de todo el malestar que me causaba, no podía evitar no formar una sonrisa divertida.

—Nat, si lo encuentras, déjamelo a mí. —Reiteré. —No le hagas daño. Lo quiero vivo. —Le indiqué. Romanoff asintió, no tan convencida.

—Lo intentaré, ____________. Pero no prometo nada. Eres mi amiga, y ese idiota te dañó. Insisto en que debe sufrir.

—Nat...

—No prometo nada... —Volvió a repetir. Se alejó de mi lado y siguió su camino hacia otra dirección mientras yo, me adentraba al edificio en busca de las armas que Fury pedía.

Caminé en silencio y con mi arma en frente. Miré hacia todos lados, con todos mis sentidos alerta. Ciertos bloques estaban vacíos, no había nada que tomar o notificar al resto del equipo. Seguí mi camino y me adentré a otro bloque, viendo a dos agentes fumando y hablando en ruso.

Guardé mi arma y entré al bloque, siendo ataca de inmediato por ambos agentes. Golpeé a uno en la quijada con bastante rapidez, mientras a otro le proporcioné una patada en una de las piernas, limitándolo de inmediato. Las técnicas de ataque de Romanoff daban sus frutos, pensé. Por lo que en minutos ambos sujetos ya estaban inconscientes en el suelo. Miré a mi alrededor, y nuevamente, nada había que me pudiese servir.

—Barnes se encuentra en el quinto piso. —Anunció la voz de Tony. —Iré por él.

—¡No! —Exclamé. —¡Déjamelo a mí!

—Olvídalo, ___________. —Respondió Tony. —No es el sujeto a quien quieres ver.

—¡Tony! —Gruñí. —No le hagas daño. ¡Barnes es mío! —Le dije, y me apresuré en correr hasta el quinto piso. — Déjam...

Un golpe me derribó al suelo antes de que pudiera seguir hablando. Logré escuchar a Tony negarse a dejarme a Barnes. Gruñí, totalmente molesta; me intenté levantar, pero volví a recibir otro golpe. Gemí, tocando el área dañada. Mis costillas dolían cuando quería respirar; otro golpe, volví a gemir.

Como pude, y, viendo que el sujeto que se abalanzaba contra mí, lo detuve. Uno de mis pies aterrizó en su pecho acorazado por un chaleco antibalas; impulsé mi extremidad y lo empujé lejos de mí. Vi, con gran alivio, una manta escarlata rodearlo y lanzarlo lejos contra la pared. El cuerpo del individuo cayó al suelo, inconsciente, o muerto. Bien no lo sabía, pero a juzgar por el golpe, lo más probable es que éste, ya no estuviese respirando.

Así mismo vi al resto del enemigo siendo expulsados de mi área. Wanda llegó a mi lado y me ayudó a ponerme en pie.

—Ve a buscarlo antes de que Tony o alguien más lo alcance. —Me dijo. —El camino está despejado. —Asentí ligeramente, agradeciéndole con una sonrisa.

Cuando logré llegar al quinto piso, me encontré con la escena que quería evitar a toda costa. A Bucky, tendido en el suelo y a Steve a su lado, tratando de reanimarlo. Tony observaba sin remordimiento la escena, casi victorioso por derrotar al soldado del invierno.

—¡Te dije que me lo dejarás a mí! —Reproché, caminando iracunda hacia a él. Rogers se puso de pie y se interpuso entre ambos.

—___________, calma. —Intervino Rogers. — Bucky lo atacó primero.

—No me interesa quien empezó primero. —Gruñí. —Le dije que me lo dejara a mí.

—¿Para qué? —Se mofó Tony. —¿Para tratar de hablar con él y pedirle una explicación del por qué te abandonó? Por dios, __________. ¡Supéralo, han pasado dos años, ¡Barnes se fue, decidió emprender nuevamente como el arma soviética de estos bastardos!

Cerré mis manos en un puño y me abalancé contra el multimillonario. Más Rogers evitó que llegara hasta Tony. Éste, petulante, volvió a hablar:

—Es un peligro, ___________. Olvídalo y rehace tu vida. Barnes desde ahora vuelve a ser el asesino que ayudaste a capturar hace años atrás.

Y era cierto. Aunque me costara asumirlo, Bucky se volvía a convertir en el criminal que SHIELD buscó tiempo atrás.

******

Bucky yacía recluido en SHIELD y al parecer, siendo él nuevamente. Me encaminé hasta el lugar donde lo tenían en cuanto Fury me dio la autorización para poder verlo. El castaño se incorporó sobre la cama en cuanto me vio cruzar la puerta de la habitación enrejada.

—____________. —Balbuceó, atónito.

—Barnes. — Saludé con un ligero movimiento de cabeza. Tomé el asiento que se encontraba disponible y me senté a metros de él. Le analicé detenidamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas para poder iniciar la conversación. —Supongo que sabes por qué estás aquí.

—¿Q-qué hice ahora? —Cuestionó despacito. —¿M-maté gente?

—Por suerte, no.

Bucky suspiró aliviado.

—Dime que esos idiotas están muertos... —Musitó. — Y-yo...traté de hacer lo mejor posible. Por ti...

—¿Por mí? —Cuestioné entre risas que, bien sabía que con el tiempo se convertiría en llanto. —¿Por mí, Bucky? Recuerdas que me dejaste en el altar, ¿no? Me dejaste una nota y te fuiste por dos años. ¡Dos años! —Chillé.

—¡Tiene una explicación!

—Claro, la típica, ¿no? —Bramé. —«No estaba preparado» «no quería hacerte daño» —Cité, simulando su voz. Bucky gruñó por lo bajo. —Te fuiste, Buck... Me dejaste con el vestido de novia puesto... —Suspiré.

—No te quería exponer al peligro, ___________. —Dijo Bucky después de un momento en silencio. Le miré confundida. —Días antes de la boda, agentes de HYDRA lograron dar con mi paradero... —Confesó. — Llegaron a casa, justo cuando tú estabas en esa misión en África. Iban a esperar a que llegaras y te matarían frente a mí como una tortura por mi traición. Les imploré que no lo hicieran, pero ellos no me escuchaban...

Bucky enmudeció por unos segundos. Su respiración era errática, tanto como la mía al escuchar la verdad de todo. Mi corazón palpitaba frenético y una especie de calor molesto subía por mi anatomía, causando un ligero mareo que pude sobrellevar.

—Les prometí que, si no lo hacían, yo volvería con ellos; les ayudaría a conseguir armas y también a ser el arma que ellos tanto querían... —Prosiguió con un tono de voz que dictaba impotencia. — Deliberé mi decisión durante los días antes de convertirme en tu esposo; creí que podríamos escaparnos, vi que era una buena idea. Irnos juntos a un lugar lejano sonaba era tentador, ¿sabes? —Cabizbajo, apenas esbozó una sonrisa. Suspiró para luego añadir: —Luego me di cuenta que no era un buen plan. Ello sólo sería una excusa para hacerlos enfurecer. Nos encontrarían y te matarían de igual forma. No tenía salida, __________. Si comentaba algo al respecto, ello lo sabrían y te matarían. HYDRA es así, lo sabe todo y consigue todo lo que quiere.

Mi respiración comenzó a ser aún más errática. No podía decodificar lo que me acababa de confesar. Dos años cuestionándome si Bucky realmente me amó como yo lo hice con él, para luego, enterarme que él, lo único que hizo fue protegerme del enemigo. Respiré hondo y comencé a llorar. Esperé el momento para tenerlo frente a mí y pedirle una explicación que bien tenía asumida, pero tenerlo allí, confesándome todo, no lograba hacer que yo lo perdonara completamente.

Su ida me había herido.

—¡Debiste haberme dicho! —Grité, furiosa. Me sequé las lágrimas y me levanté del asiento para irme de allí. Bucky siguió mis pasos, evitando que saliera de la habitación. —¡No confiaste en mí! —Chillé.

—¡Te iban a matar! —Gruñó.

—Pude haberte ayudado. —Lloriqueé. —Yo... Pude...Mi misión siempre fue cuidarte, Bucky. Y lo sabías, siempre te lo dije. Nunca me importó tu pasado, ni lo que HYDRA podría hacerte. Iba a ser tu mujer, tu compañera, la que sería parte de tu pasado, la que trataría de luchar contra tus demonios...

—____________, tenía que hacerlo... —Murmuró.

—Iba a luchar por ti, Buck. —Suspiré. —Pero decidiste guardarte el secreto e irte con él justo el día en el que nos casábamos. No pudo ser un día antes, ¿no? —Cuestioné. —Tenía que ser justo el día en el que yo me sentía la mujer más feliz del mundo. —Volví a suspirar. Bucky permaneció en silencio y con su mirada llena de lágrimas. Negué ligeramente. —Lo único que tenías que hacer era confiar en mí.

—¿Ya no me amas? —Preguntó.

—¿Debería amar a quien me mintió? ¿Debería amar a quien me dejó justo en el día en el que nos íbamos a casar? —Inquirí. Bucky chasqueó la lengua.

—Preciosa, todo lo hice por ti. ¿Quieres que te vuelva a conquistar? Lo haré, te amo. Y no quiero perderte, no ahora sabiendo que soy libre otra vez. Cariño... —Musitó. Sus manos acunaron mi rostro donde comenzó a dar ligeras caricias en mis mejillas. —Déjame demostrarte que siempre te amé, que nunca te quise abandonar. Por favor...

En su mirada, vi el arrepentimiento, pero también, su traición. Quise ver sólo el arrepentimiento y quedarme con eso. Con que él, jamás me quiso dañar, sino más bien, protegerme de quienes buscaban venganza. Pero me fue imposible. Estaba dolida y aún herida por la decisión que había tomado justo el día de nuestra boda.

—No, Bucky. —Suspiré con pesadez. Respiré profundo y me armé de valor al quitar sus manos de mi rostro y alejarme de él. —No quiero que me vuelvas a conquistar. No volveré contigo.

No esperé a que él me diese respuesta alguna. Me apresuré en abrir la puerta y salir de allí lo más rápido posible antes de romper en llanto. Algo que, no pude contener por mucho tiempo.

Había adquirido las respuestas que estaba buscando, pero lo único que consiguieron, fue que me alejara de Bucky.

Y para siempre. 




******

No, no se quedó con Thor :( . Pero, pensaré en hacer uno donde se quede con él ;) 

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