Decisions II
59.- Decisions II
Dos años.
Dicho número era el que siempre me despertaba por las mañanas y se disipaba en mis sueños; todos referidos al fracaso en el día de mi boda. Como siempre, me levantaba de la cama y me decía a mí misma que todo era un sueño, que las cosas sucedían por algo y, que lo más sensato, era no enamorarme nunca más. Y lo cumplí; hace dos años que no me motivaba tener ningún tipo relación con ningún hombre, por muy atractivo e interesantes que fuese. El recuerdo de mi casamiento no concretado, era lo que me limitaba a ser feliz.
Desde ese día, mi vida se volvió normal, casi monótona. Salía sólo cuando me requerían en alguna misión y cuando las chicas me insistían en que fuese a alguna reunión realizada por ellas mismas. No las disfrutaba, claramente. Por más que lo quisiera hacer. Mi mente, siempre estaba en el posible paradero de Bucky.
Lo busqué los primeros meses en lugares donde creí que él podría estar. Pero pese al esfuerzo que realicé, ninguno dio fruto. Bucky, había desaparecido de la faz de la tierra.
Esa mañana, cuando vi mi celular, me percaté de un mensaje de Fury seguido por otros de Tony. Se presentaba una misión de importancia la cual requería mi asistencia. Me apresuré en vestirme para la ocasión pues, lo más probable es que tuviésemos que salir en ese mismo instante. Por lo que decía el mensaje, HYDRA estaba involucrado.
Cuando llegué a la torre Stark, todos se encontraban en sus respectivos puestos. Saludé con un ligero ademán a todos y me dispuse a escuchar a Fury acerca de la misión que nos encomendaba.
El moreno no se mostraba muy contento desde la proyección. A decir verdad, a él nunca se le vio una sonrisa, pero si se divertía haciendo comentarios sarcásticos. Años estudiándolo en silencio, me dio a entender que Fury tenía su sentido de humor a su manera; no era necesario verle sonreí para saber que estaba feliz. Sin embargo, esta vez se demostró diferente. No realizó ningún comentario que me diera a saber que él, estaba bien. Es más, lo único que percibí fue preocupación y un cierto malestar al mencionar que habían detectado ciertas armas desconocidas siendo utilizadas posiblemente por HYDRA.
No era nada del otro mundo, siempre que habían armas desconocidas y utilizadas en manos equivocadas, HYDRA estaba involucrada. Nos encontrábamos con sujetos devotos a la organización en ciertos rincones del mundo, escondidos para poder realizar sus planes de conquista. No, no era nada extraño, y Tony no dudó en hacerle saber aquello al moreno.
—Simple...—Stark se encogió de hombros, desinteresado y con cierto aire de superioridad. Propio del multimillonario. —Un grupo de bribones, no es difícil atraparlos. Ya sabemos cómo funciona esto, Nick... los derrotamos, les quitamos las armas y te las llevamos a ti. Fácil. —Esbozó una sonrisa.
Fury, extrañamente, sonrió.
—Muy fácil. —Afirmó Fury. —Espero que cuando escuches el final, te siga pareciendo fácil. —Dijo y su único ojo, se centró en mí. Un escalofrío recorrió tras mi columna, ocasionando un rápido y ligero latido en mi corazón. —Barnes se encuentra allí. —Confesó; acto seguido, un video se mostró frente a nosotros siendo así, lo primero que vimos. A Bucky siendo el soldado del invierno.
El escalofrío que acababa de recorrer mi anatomía se intensificó cuando, en el video, la mirada de Bucky se mostraba oscura y llena de ira. Dos años, pensé. Dos años sin saber absolutamente nada de él para luego, enterarme que él, se había vuelto el asesino a quien ayudé a buscar y capturar.
La historia, lamentablemente se volví a repetir y yo, no sabía muy bien si querer ser partícipe de ella.
Me levanté del asiento sin poder seguir soportando la presión que mi corazón ejercía en mi pecho en conjunto con el aire que se había estancado en mis pulmones. Salí ante la mirada de mis colegas y de Fury del otro lado de la video llamada. No me importó dejar la reunión y escapar del lugar, de mi pasado y del hombre que me dejó en el altar con solo una nota como explicación.
—¡__________! —Sentí la voz de Rogers llamarme. Hice caso omiso; seguí caminando. Él volvió a insistir.
—Es mentira. —Murmuré cuando detuvo mi andar. Rogers me miró apenado. —Él no puede...no puede ser nuevamente el soldado del invierno. —Gimoteé.
—El video fue claro, ___________. —Musitó el rubio, acongojado. —N-no es necesario que vengas con nosotros. Sé lo difícil que es para ti ver esto, después de lo que sucedió ese día...
—No lo he visto desde hace dos años, Steve. —Lloriqueé. —Y ahora aparece como ese cretino. Y-yo... no sé qué hacer.... —Musité. Respiré hondo, y traté, entre llanto, clarificar mis ideas. —Ayudarlo siempre fue mi misión, Rogers. No sé si ahora esté lista para hacerlo...
—Repito, no es necesario que vengas con nosotros. —Reiteró el capitán.
Pero, ¿realmente quería quedarme en casa y escapar de mi pasado? Mientras el capitán me miraba y trataba de indagar a través de mi expresión, pensé en que, lo más sensato era ayudar a mis compañeros. Dentro de mí, había esperanzas de que éste volviera a ser él y me diera una explicación de por qué decidió abandonarme ese día. Sonaba egoísta, y un tanto descabellado si iba sólo para buscar respuestas, pero, ¿de qué otra forma iba a saber sus motivos por el cual me abandonó? Cabía la posibilidad de que éste escapase y no volviéramos a saber más de él. Y yo, quedaría nuevamente con la curiosidad de saber el porqué de su decisión.
Necesitaba respuestas. Sólo así, podría cerrar el ciclo.
—Iré. —Dije después de unos minutos en silencio. Rogers frunció el entrecejo. —Iré, Steve. Necesito respuestas.
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Como se habrán dado cuenta, esto tiene una tercera parte :) <3
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