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Una ceremonia y un Nombre

Hollow y Orquídea entraron tomados de la mano al gran salón de baile y por supuesto, su presencia no pasó desapercibida para nadie. En cuanto el primer par de ojos se posó en ellos, una cortina de murmullos se levantó entre los asistentes. No era solo la servidumbre del castillo la que hablaba del romance entre el caballero y la mantis. La historia había traspasado los muros del palacio y numerosas revistas, desde las más prestigiosas hasta aquellas de dudosa calidad, le habían dedicado al menos un artículo a la pareja del año. Pero el hecho de que el caballero no hubiera hecho ninguna declaración formal hacía que no pudieran dar la historia como cierta, aunque eso no era necesariamente algo malo, la gente amaba hacer teorías y llenar los huecos con imaginación.

Y ahora para aumentar el morbo y los chismes, Hollow se presentaba con la mantis de los rumores como su compañera en lugar de con alguna de las caballeros del palacio, como había hecho en ocasiones anteriores. El lugar estaba que ardía y todos morían de ganas por saber más ¿Quién era esta misteriosa dama que había escapado de la tribu? ¿Había un romance prohibido? ¿Ella lo había seducido? ¿No les preocupaba la diferencia de edad?

Afortunadamente Orquídea era ajena a todos los chismes que corrían sobre ella, como no era muy aficionada a la lectura ni siquiera había ojeado alguna vez el periódico que sagradamente llegaba al palacio cada mañana, si se enteraba de algo era por algún comentario de Big que le gustaba contarle las novedades del reino. Pero el rey se encargaba de filtrar la información que le proveía, asegurándose de omitir cualquier cosa que pudiera molestarla ¿Era aquello algo malo? A ojos de Big no realmente, nadie le prohibía leer el diario, si deseaba enterarse de algo por ella misma podía hacerlo.

La falta de conocimiento de la mantis sobre las historias que corrían sobre ella hicieron que malinterpretara la situación en la que se encontraba. Estaba convencida de que todas las miradas y cuchicheos que habían a su alrededor eran de la gente que estaba evaluando sus modales, por lo que se esforzó el doble por mantener la etiqueta, en verdad deseaba poder pelear contra el rey y si fallaba en aquella fiesta perdería su oportunidad.

Su prueba de fuego llegó cuando una pareja de grillos se acercó a saludar. Orquídea hizo una reverencia perfecta y saludó con las palabras exactas que le habían instruido. Explicó que era una mantis con ansias de explorar el mundo y que abandonó su tribu para satisfacer su curiosidad, pero por cosas del destino terminó en un aprieto del que Hollow la salvó y ahora ambos estaban cultivando una sana amistad. Esta historia que en parte podía ser considerada verdad, la había montado Ogrim, con instrucciones precisas de no dejar escapar más detalles, por supuesto la Lord estuvo de acuerdo, no quería revelar su estatus ni hacer nada que la dejara en vergüenza a ella o a su tribu.

La pareja de grillos se retiró encantada con los modales de la mantis y con una historia que aunque era algo sosa, ya se encargarían de adornar y convertir en un relato digno de ser contado.

Durante la siguiente media hora se la pasaron caminando por el salón saludando a un montón de gente que Orquídea no conocía y que Hollow no recordaba, para desgracia de la mantis, la mayoría de las preguntas iban dirigidas a ella, tanto por ser la novedad de la fiesta, como por la falta de habla del caballero, pero finalmente aquella horda de metiches elegantes llegó a su fin y Orquídea agotada se acercó a la mesa a comer algunos bocadillos.

—Por fin acabamos con todo esto —dijo dándole algunos mordiscos a su canapé—. Esto está muy bueno. —De pronto notó que alguien se acercaba hacia ellos—. Hollow, si alguien más viene a preguntarme sobre la historia de cómo nos conocimos te juro que voy por mi lanza y lo desafío a un duelo.

"¿Lo desafiarías a un duelo?" Escribió preocupado en su pizarra.

—Claro. La verdad preferiría rebanarle la cabeza sin preguntar, pero estamos en una fiesta y hay que ser educados.

Era bueno que Orquídea estuviera tan empeñada en mantener los modales, pero su naturaleza violenta era algo que obviamente no podía quitarle. Hollow lo meditó un poco y ni siquiera Sharpy que era una mantis bastante tranquila había eliminado esas conductas por completo. Temiendo que su carácter la hiciera cometer alguna indiscreción, la alejó de la mesa de los bocadillos evitando que otro bicho curioso la interrogara.

"No te preocupes, en cuanto Big entre, toda la atención pasará a él y te dejarán en paz"

—Pobre Big...

"No te preocupes, él sabe manejar a la gente, además le encanta ser el centro de atención"

El sonido de una corneta los sacó de su conversación.

—¡Mira! Ahí está... Se ve... Impresionante.

En efecto, Big estaba erguido en todo su esplendor y hacía gala de todo el poder que le otorgaba la marca del rey que Hollow le había obsequiado, toda la gente presente en la fiesta, desde el noble más orgulloso, hasta el criado más humilde, se inclinaron ante él, era algo que simplemente no se podía evitar.

Bajó las escaleras del segundo piso, su capa acariciaba el suelo que pisaba fundiéndose con la blancura del impoluto palacio, y cuando culminó su ceremonioso descenso, alzó un brazo al tiempo que su suave voz llamaba la atención de todos. El silencio era sepulcral, nadie osaba decir una palabra, era necesario debido a que Big no podía hablar fuerte. Fue entonces que su breve discurso empezó.

—Agradezco a todos por acompañarnos en este momento de gran regocijo y celebración, pues el motivo de esta fiesta no se resume en solo compartir y disfrutar, para esta noche se pretende realizar un gran anuncio, uno que se espera llene de alegría a todos los habitantes de corazón de Hallownest, al igual que a los reinos aliados.

Miradas de curiosidad y expectación llenaron la sala, todos especulaban en sus mentes el contenido de la gran noticia que iba a darles, y la idea que más prevalecía era la posibilidad de que se anunciara el matrimonio del hermano del rey. Lo veían muy probable, algo de todos los rumores que se esparcían por ahí debía ser verdad, incluso algunos llegaban a asegurar que por eso la mantis negaba tanto estar en una relación con el caballero, para no arruinar la sorpresa ¡Porque era imposible que no fueran pareja! Bastaba darles un vistazo para notar lo enamorados que estaban, cada gesto y mirada estaba plagado de ternura.

—Por lo tanto es un placer para mi anunciar, que la reina de Nido Profundo ha traído al mundo a una heredera.

Una ligera decepción por el contenido de la noticia embargó al público, seguido de un desconcierto general para dar paso a una curiosidad inminente. La noticia de los huevos de Hornet no era algo muy difundido fuera de su reino, a pesar de las buenas relaciones establecidas con los demás territorios, Nido Profundo seguía siendo un lugar bastante hermético, tanto por las características del terreno, como por el carácter de sus habitantes.

Big se apartó de la escalera para dar paso a la pequeña reina que bajaba los peldaños demostrando todo su aplomo, en su simple caminar se notaba la fuerza y ferocidad que hacía que la mayoría de las personas pensaran dos veces antes de atacarla. Pero en contraste con su actitud agresiva, había una infinita delicadeza y amor en la forma en la que sujetaba la pequeña canasta donde la princesa yacía.

La araña bebé miraba a su madre nerviosamente mientras se encogía en su lugar con temor, habían muchas personas desconocidas y aterradoras en la sala, y no le había gustado que la separaran de sus hermanos. Su madre trataba de calmarla con palabras de ánimo y cariño, lo sentía por ella pero la siguiente media hora iba a ser muy estresante, debía recibir los regalos de los monarcas aliados, solo rezaba para que no se pusiera a llorar en medio de la ceremonia.

Finalmente Hornet llegó a la zona donde debía depositar la canasta, estaba demarcada con arreglos florales de color rojo oscuro, al inicio de la fiesta muchos se preguntaron porqué habían puesto eso allí, ahora sabían la razón. El público se apartó dando espacio a la mestiza para que realizara la presentación de su heredera.

La bebé se agachó y trató de esconderse debajo de la sábana de su canasta, pero para terror suyo, las manos de su madre la tomaron y la alzaron en alto, exhibiéndola frente a toda la audiencia. La arañita se paralizó del miedo quedándose quieta fingiendo estar muerta, un mecanismo de defensa instintivo propio de una cría de su edad. A Hornet esto le facilitaba mucho las cosas, pero no podía evitar sentir una tremenda pena por su hija, lamentablemente esta era la más sencilla de las molestias con las que tendría que lidiar en su camino para volverse reina.

—Pueblo de Corazón de Hallownest, gente de Tierras Verdes, habitantes de la Colmena y gente de más allá. Hoy me sitúo frente a ustedes para presentar a mi hija, aún sin nombrar, pero ya destinada a ser la futura reina de Nido Profundo. Es mi voluntad que gobierne por sobre mi pueblo y mi deseo y esperanza que guíe nuestras tierras hacia tiempos de paz y prosperidad.

La pequeña araña estaba con la mirada perdida y sus patitas caídas, en semejante estado no impresionaba a nadie, pero no por eso se le negó la respetuosa reverencia que merecía como miembro de la alta nobleza.

Finalmente la presentación de la princesa terminó y Hornet la depositó nuevamente en su cesta. La niña estaba lacia como una muñeca de trapo, aunque reaccionó un poco cuando su madre la acarició suavemente, como parecía muy estresada la cubrió con la sábana para que se calmara un poco, de todos modos para lo que seguía, que era la presentación de los regalos de bienvenida por parte de los demás monarcas no necesitaba estar presente.

Así, protegida por las suaves sábanas de seda, la niña pudo tranquilizarse y lentamente comenzó a moverse, el estar cubierta la hacía sentir más segura, aún podía escuchar murmullos en los alrededores y no pretendía salir hasta que todo estuviera en silencio. Sin embargo hubo algo que quebró su determinación, un aroma fresco y dulce, quizás la cosa más exquisita que hubiera olido en su corta vida. Movida por la curiosidad, se atrevió a asomar su cabeza fuera de la sábana y se encontró con una criatura hermosa de ojos violeta con su cabeza cubierta de flores y brotes, no pudo evitar soltar un quejido de sorpresa.

—¡Waaaaah! ¡Mira Dimityr! ¡Allí está y me está mirando! Hola pequeña, soy tu tía Clara.

—Ejem... —Hornet soltó un tosido sonoro para recordarle la situación en la que estaban.

Clara avergonzada se alejó un par de pasos de la canasta y miró nerviosamente a su alrededor, pudo notar las miradas divertidas de los nobles, sabía que siempre le perdonaban esas conductas suyas por ser aún una niña, pero ya no quería hacer esos papelones cada vez que estaba en una situación formal. Tratando de recuperar su dignidad, tomó una postura orgullosa y comenzó a recitar sus líneas.

—Yo Clara, reina de Tierras Verdes, reconozco a esta criatura como la heredera de Nido Profundo y prometo prestar asistencia a su persona en tiempos de adversidad, así como también espero apoyo para mi reino. Como muestra de cooperación y amistad, presentamos este regalo, extraído de las profundidades de nuestro hogar.

Frente a la bebé fue puesto un frasco repleto de unas curiosas semillas azules, eran un tipo de semilla muy especial y muy codiciada, tanto por su utilidad como por su rareza. Estas daban origen a unas hermosas flores azules que producían un líquido energizante muy similar a la saviavida, y también podían ser utilizadas para fabricar tinta azul, el color más difícil de obtener para teñir ropa. Era un regalo ostentoso y elegante, simplemente lo mejor que podía ofrecer Tierras Verdes.

Por supuesto la bebé ignoraba todo esto, para ella solo era un frasco con unas bolitas azules dentro, pero eran tan bonitas que se sentía contenta de solo verlas. Miró nuevamente a Clara y le dedicó una sonrisa que la emocionó mucho, incluso Dimityr que estaba junto a ella se sintió enamorada de aquella risa infantil. Pero no podían quedarse tonteando mirando a la niña, la ceremonia debía seguir, por lo que ambas chicas hicieron una reverencia y se retiraron dando paso a la próxima mandataria.

A la bebé ya se le había olvidado el miedo y ahora miraba con interés a la siguiente persona que se acercaba a su canasta, esta también llamó su atención, hasta ahora nunca había visto ningún insecto cubierto de pelo, en realidad con apenas unos días de nacida no conocía mucha gente todavía, por lo que una abeja era toda una novedad. Su pelaje y sus colores ciertamente habían llamado su atención, por lo que observaba a la reina abeja con total interés. Sade sonrió con suficiencia, orgullosa de haber causado tanta impresión en la cría, entonces depositó frente a ella un frasco con un líquido dorado en su interior, ahora la pequeña araña tenía sus ojos fijos en aquel líquido de color tan extraño.

—Yo Sade, gobernante de la colmena apruebo a esta retoño como heredera de Nido Profundo y ofrezco mi consentimiento para una alianza de mutua cooperación entre nuestro pueblos, otorgando ayuda y cooperando por un futuro donde la paz inunde nuestros hogares. Para demostrar la seriedad de nuestro compromiso, ofrezco este humilde obsequio, cargado con el espíritu y los buenos deseos de cada abeja de mi reino.

—No es justo —le susurró Clara a Dimityr—. El discurso de Sade es mucho más bonito que el mío. —La pequeña raíz hizo un mohín de disgusto, como respuesta la caballero rodó los ojos.

Esta vez, el regalo que le presentaban a la bebé era un frasco colmado de jalea real, uno de los alimentos más nutritivos del mundo, cargado de tal cantidad de vitaminas y de una fabricación tan escasa y dificultosa, que su consumo estaba reservado solo para miembros de la realeza, de hecho, el consumo de la jalea real era lo que diferenciaba a una abeja común de una abeja reina, y además se pensaba que era lo que había causado que Big fuera tan alto. Una vez terminada su participación en la ceremonia, la reina abeja hizo una suave reverencia y se retiró dando paso al gran rey de Corazón de Hallownest.

La persona que tenía al frente, esta vez no era tan grata para la princesa, aunque ya la habían convencido de que no era alguien peligroso, le seguía asustando su impresionante altura, que ahora era aún más notoria considerando que estaba a nivel del suelo, aún así mantuvo su aplomo y aguardó su actuar.

Big miró a la niña con suma dulzura y presentó ante ella una preciosa aguja plateada. Hornet suspiró cuando vio aquella pieza de armamento tan sofisticado, estaba forjada en oro pálido y tenía una manufactura tan bella que le faltaba poco para alcanzar el aguijón puro de su hermano, se notaba que Big no había escatimado en gastos para fabricar la aguja más perfecta posible. Era un regalo hermoso, aunque tendría que esperar algunos años antes de poder usarlo, el arma era casi 5 veces más grande que la cría.

—Yo Big, Rey de Corazón de Hallownest acepto a esta criatura como heredera oficial de Nido Profundo, deseo que nuestros pueblos puedan cooperar mutuamente y ayudarse en tiempos de necesidad. Como muestra de buena fe, ofrezco este regalo en nombre de todos nosotros.

—Ah, supongo que no se necesita un discurso tan rebuscado —reflexionó la joven raíz, a lo que su guardiana asintió estando de acuerdo con ella.

Esta vez la princesa deslumbrada por el brillo plateado del arma se asomó fuera de la canasta. Big feliz de que pareciera tan interesada en su regalo lo acercó un poco para que pudiera verlo mejor. Hornet se puso algo nerviosa ante esta situación, seguía siendo muy aprensiva con sus hijos y estaba asustada de que el enorme tamaño de Big resultara peligroso para su cría. Pero el rey fue sumamente cuidadoso, la niña simplemente miró la aguja embelesada por su brillo, aunque sus ojos se fijaron en un curioso detalle, tenía un grabado en su superficie.

Hornet se inclinó para ver mejor pues también le llamó la atención el grabado, eran letras, había un mensaje.

"Silky"

Silky, se repitió Hornet para sus adentros, entonces miró a su hija y lo comprendió.

—Ese es tu nombre...

Como era la costumbre, Big siempre hacía un regalo caro y ostentoso para las ceremonias y eventos especiales, en este caso una aguja de oro pálido. Y adjunto a eso, hacía otro regalo más personal y humilde, en este caso su nombre, la denominación que siempre representaría su alma de seda.

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Luego de la ceremonia de presentación, seguía un baile con el que la fiesta comenzaba oficialmente. Esta clase de eventos a menudo se usaban para conocer gente nueva, pues se podía bailar con quién se quisiera, no era necesario hacerlo con la pareja, de hecho algunos consideraban que bailar todas las canciones con tu pareja te convertía en alguien celoso. Sin embargo, también se establecía que el primer baile era el más importante, por lo que quien eligieras para bailar esa pieza era especial.

Como era de esperarse, Hollow le tendió su mano a Orquídea invitándola a bailar y ella por supuesto aceptó, no había practicado tanto para quedarse sentada en un rincón.

Todas las parejas se ubicaron alrededor de la pista de baile, y luego de algunos segundos, la música empezó.

Aquel era un vals tradicional, muy similar a los que la mantis había usado para practicar, por lo que no se le hizo muy difícil seguir el paso e interpretar una danza apropiada, quizás algo torpe por los nervios pero no era muy notable. 

Como ya había dominado los entresijos de aquella activida, tal como dijo Big una vez, ahora podía distraerse conversando con su pareja o mirando los alrededores, pero como Hollow no podía hablar y obviamente no iba a escribir en su pizarra mientras bailaba, optó por lo segundo. Observó como en un lugar alejado la reina araña bailaba junto a su consorte, se le hacía graciosa aquella vista, dos pequeños bichos bailando juntos formaban una pareja adorable, lástima que ella pareciera tan nerviosa, quizás estaba preocupada por sus crías, a pesar de que estaban tranquilas en una canasta junto a una criada bastante cerca de ellos.

Por otro lado había una pareja más graciosa, esta vez por la tremenda diferencia de altura, Clara y Big habían elegido compartir juntos aquella danza inicial, algo muy favorable pues se podía interpretar como un gran compromiso de amistad y cooperación entre ambos reinos. Muy cerca de ellos, Dimityr bailaba con Izuri (A decir verdad lo había obligado), no podía quitarle la vista a su amada Clara, por lo que si tenía que obligar a su hermano a bailar con ella para mantenerse cerca lo haría.

La mantis debía reconocer que todo aquello parecía un sueño glorioso y blanco, la decoración del palacio era deslumbrante y toda aquella gente, de todas formas y tamaños vestida con trajes coloridos, convertían eso en la visión más extraña y graciosa que hubiera imaginado alguna vez,  no le disgustaba del todo la situación, aunque seguía sin encontrarle la gracia a ese baile monótono y lento, había disfrutado más el pequeño festejo en Cumbre de Cristal, definitivamente bailaría esa pieza y ninguna más.

Pero la mantis no contaba con que alguien más le pediría un baile. En cuanto la música paró y se hizo una pausa para que las parejas se reorganizaran, el rey de Hallownest se acercó a ella y le ofreció su mano, esta era una invitación que  simplemente no podía rechazar, sería algo muy ofensivo para el reino, por lo que la mantis suspiró y se resignó a su destino.

Ahora el salón de baile bullía de actividad, la gente susurraba por todos lados lo que había visto ¿Acaso algo de los rumores sobre un triángulo amoroso eran ciertos? Porque de otra forma no se explicaban que el rey invitara a bailar justamente a esa mantis plebeya, debería haber hecho la invitación a la reina Hornet o a Sade, o a algún miembro de la nobleza, pero en cambio eligió a esta forastera querida por su hermano.

Esta vez el chismorreo de la gente era tan bullicioso y descarado que hasta Orquídea se dio cuenta comenzando a sentirse preocupada, quería preguntar al rey por la situación pero él la interrumpió con otra pregunta.

—¿Qué te ha parecido tu estancia en el reino hasta ahora?

—Ah... Eh... Ah sido buena creo... Corazón de Hallownest es un lugar muy hermoso, me gustaron mucho las piedras rosadas de Cumbre de Cristal y la tranquilidad del Lago Azul, Ciudad de Las Lágrimas también es impresionante, aunque no viviría ahí debido al agua.

—Ya veo ¿Te has acostumbrado a la gente?

—Sí... Al principio se me hacían irritantes pero... Supongo que eran prejuicios míos, en realidad es gente agradable que lucha y demuestra su fuerza a su manera yo... Supongo que estaba equivocada en mi forma de pensar respecto a los bichos, hay muchas formas de ser fuerte, y en realidad me molestaría matar a alguien que me agrada sólo porque es débil bajo el punto de vista de un cazador. Si hasta un pequeño escarabajo rosado puede derrotar a un tipo de presa que yo no.

—Presumo te estás refiriendo alguien en particular.

—Sí, a Ren. Es un amigo de Moon que trabaja con ella en Cumbre de Cristal, es algo molesto pero tiene buen corazón, me ayudó bastante en ese lugar, la verdad es de las personas más amables que he conocido, estoy feliz de haberme vuelto su amiga también.

—Me alegra escuchar eso. —El rey le dedicó una dulce mirada que hizo a Orquídea sonrojarse—. Sabes... Las vacaciones de Hollow están próximas a terminar, al igual que tu celo, lo que significa que recuperarás la libertad de ir a donde te plazca, ya no necesitarás que te cuidemos.

—Sí... Es cierto... —Con todo lo que había pasado en el último tiempo y lo cómoda que se había sentido, se había olvidado por completo de su celo—. Entonces será el momento de que me vaya del palacio supongo.

—Pues, no necesariamente. En realidad, la disposición de que te fueras era tanto por el bien de nosotros como por el tuyo. No parecías cómoda en este lugar y tampoco le agradabas mucho a los demás, suponía que no lograrías ser feliz en este sitio y por eso debías irte. Pero contrario a mis expectativas te adaptaste bien a nuestra vida e incluso tienes amigos.

—Sí... Pasaron muchas cosas, ni yo misma esperaba estar tan cómoda aquí.

—Claro, por eso considerando que mi hermano y yo mismo nos encariñamos contigo... —Un leve sonrojo surcó su rostro—. Ya no veo razón para que te vayas digo... Si quieras quedarte... Yo no me opondría... —Era muy extraño ver al rey nervioso.

—¿Quedarme? Pero yo... Yo... —La mantis estaba incrédula ante lo que oía y buscaba alguna excusa para no aceptar la invitación—. ¿Pero qué haría en este lugar? No tengo buena educación, al menos según los estándares de este lugar, y no me gustaría quedarme sentada sin hacer nada, estoy hecha para luchar y trabajar, no para la plácida vida de ocio.

—Si buscas ocupación te aseguro no faltará algo que puedas hacer, hay todo tipo de trabajos en el palacio y la ciudad. Aunque si tuviera que sugerir alguno, creo que el trabajo de entrenadora de caballeros te quedaría bien.

—¿Entrenadora?

—Ogrim mencionó que Lumis, Kairi, Cliff y Chari mejoraron muchísimo luego de que tuvieron un entrenamiento contigo, pareces tener un talento para la enseñanza y te aseguro que aquí sería bien aprovechado. En cuanto a la educación, por algo tenemos la escuela de Cañón Nublado, la mayoría de los que toman clases ahí son niños, pero también asisten adultos. Si le pones empeño ya no tendrás que preocuparte por parecer ignorante.

—Ya veo...

En ese momento la música cesó dando por terminada la canción. Ahora tocaba elegir si seguir bailando, si hacerlo con la misma persona o cambiar de pareja. Quizás a Big le hubiera gustado bailar más piezas con ella, pero sus deberes de rey le exigían atender a otros invitados, por lo que tras dedicarle una sonrisa amistosa se alejó. Orquídea se le quedó mirando un momento embelesada hasta que nuevos murmullos a sus espaldas la pusieron nerviosa, ahora ya sabía lo que la gente hablaba de ella y el terror la invadió al pensar en eso.

Hollow se acercaba a ella esperando poder bailar de nuevo, ya se había obligado a bailar con Sade y luego de soportar sus molestas insinuaciones quería pasar otro rato agradable con Orquídea. Pero la mantis tenía otros planes, en cuanto vio a cierto insecto redondo y pestilente caminó hacia él decidida y le tendió su garra.

—Eh... Por tradición el macho invita a la hembra ¿Sabías? —Dijo Ogrim apenado.

—Me importa un pimiento la tradición, necesito hablar contigo. 

Ogrim miró a Hollow que lucía francamente molesto con la situación

—La verdad no creo que...

—¿¡Me estás rechazando!? —Orquídea mostró una expresión tan feroz que parecía que asesinaría al escarabajo.

—Está bien, vamos —Suspiró apesadumbrado.

A pesar de su enorme tamaño y la forma de su cuerpo, Ogrim sabía moverse, incluso lo hacía mejor que Orquídea, pero eso no era lo importante, el escarabajo pelotero notó de inmediato que la mantis estaba molesta por algo.

—Bien ¿Qué es lo que quieres hablar? ¿Y por qué en particular conmigo?

—Sé que no somos muy cercanos, pero por tu posición parece que siempre estás enterado de todo, desde los asuntos del rey hasta cosas de fuera del palacio.

—Ah sí, además de entrenador de caballeros también soy algo así como el asesor del rey. No es que sepa mucho de administración pero hay algunos temas en los que lo puedo apoyar, como información y trato con personas.

—Bien ¿Qué es lo que sabes sobre los rumores que corren sobre mí y el rey? —Ogrim tragó espeso al escuchar eso.

—Pues... ¿Segura que quiere saberlo?

—¿Por qué preguntas eso?

—A veces vivir en la ignorancia te hace más feliz.

—Ahora quiero saber con más ganas qué es lo que está pasando.

—Pues... —Nuevamente suspiró—. La gente cree que hay una especie de triángulo amoroso entre Hollow, el rey y tú.

—¿Qué ese rumor de la prensa no había sido desmentido ya? Me dijeron que estas historias eran pasajeras y la gente las olvidaba rápido.

—Pues... Eso es verdad siempre que no hayan sucesos que los alimenten para que se mantengan, y me temo que el que usted y Hollow se hayan paseado por Ciudad de las Lágrimas, que se fueran de viaje los dos solos y que se comporten de forma tan cariñosa en público da mucho que hablar —Esto lo dijo en un notorio tono de reproche.

—Pero... Pero... ¡Entre Hollow y yo no hay nada!

—Eso pensé, pero me temo que sus acciones lo han confundido hasta a él, pues está convencido de que usted lo ama y pretende proponerle una relación formal esta misma noche.

—Re-re-relación... ¡¿Formal?! ¿A mí? ¿Pero no que a Hollow le gustaba otra persona?

—¿Otra persona? Bueno, le han gustado otras personas antes, pero sus historias de amor suelen terminar mal.

—Oh ¿En serio?

—Sí, la verdad.... Su primer amor murió, el segundo se tuvo que ir lejos, el tercero solo estaba jugando con él, la cuarta era una asaltante y la dejó porque era peligroso estar con ella, la quinta de pronto decidió que le gustaban las chicas... —Decidió parar al ver las caras que ponía Orquídea—. Bueno bueno, no fueron amores que llegaran a profundizarse mucho, todo esto pasó antes de su última muda de piel, deberían ser cosas superadas, de hecho, eres la primera hembra que capta su atención ahora que es un adulto.

—Entonces ¿Yo le gusto? ¿De verdad? —Ogrim se preocupó al notar el tono de ilusión con el que pronunciaba esas palabras, quizás Hollow tenía razón y lo quería.

—Pero supongo que seguirá con su mala racha en el amor, es decir, usted es una mantis Lord y tiene un deber con su gente, no se puede quedar en este lugar, debe regresar a su tierra para ocuparse de su gente, gobernar, protegerlos y todo eso ¿Verdad?

Orquídea guardó silencio sin saber qué responder, todo parecía darse de forma sencilla para que se quedara junto a Hollow a vivir una vida de ensueño, pero sus deberes con su pueblo era algo que pesaba en su corazón, es cierto que sus hermanas estaban en el poder ¿Pero serían suficientes para gobernar ellas sobre todas las mantis? Además, debía entrenarlas para volverlas más fuertes, cosa de poder enfrentar amenazas externas, seguro que Hollow y Big le prometerían no atacar su tribu, pero ellos no eran la única amenaza posible.

En ese momento la canción terminó y Ogrim se despidió de ella educadamente, dejándola sola y confundida sin saber qué hacer.

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FINALMENTE ACABÉ.

Escribir esto fue terrible, tenía ganas, tenía ideas, pero no había tiempo! Al final que avancé algo así como tres párrafos por día, a veces un poco más, a veces en el celular, a veces en el pc, pero lo logré!

Y bueno, aquí está el nuevo drama de Orquídea, El corazón o el deber? No es un tema nuevo a tratar, pero siento que no siempre lo aplican bien en los fanfics, vamos, hace tiempo leí una historia de donde la princesa manda todo a la porra para irse con su amor, el reino termina en ruinas al ser atacado por extranjeros y no tener un líder en el cual apoyarse y mucha gente inocente muere y pierde sus tierras, pero todo está bien porque la protagonista se quedó con su amor, tuvieron hijos y son todos muy adorables. Asco de gente.

Nos vemos en el siguiente cap, a ver si me da el tiempo, también tengo claro lo que debe pasar, así que no debería tardar tanto (teóricamente).

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