Tierras de Reposo
Tierras de Reposo había cambiado mucho a lo largo de los años, ya casi no tenía parecido con el desolado santuario de muerte que era hace algún tiempo. Seguía siendo un lugar silencioso, concebido para albergar los cuerpos de aquellos que ya habían partido de este mundo, pero ahora presentaba un aspecto más amigable. Los visitantes que diariamente llegaban al lugar, habían comenzado a plantar diversos tipos de flores para engalanar las tumbas y honrar a los caídos. Además, habían erigido numerosas estatuas en honor al Señor de las Sombras, era notoria la influencia que tenía el culto en el reino.
Orquídea observó las estatuas con interés, las representaciones de la deidad eran algo distintas de las que había visto en otros sitios, donde se mostraba como un ser aterrador y amenazante, con sus cuatro brazos extendidos listo para despedazar a quien se acercara. Aquí en Tierras de Reposo lucía más benevolente, con las palmas juntas como si rezara, buscando dar consuelo a las personas que sufrían por las pérdidas.
Las mantis no tenían la costumbre de apegarse tanto a sus muertos y superaban las pérdidas rápido, por eso a Orquídea le extrañaba un poco tanta dedicación a los cuerpos inertes, pero ya no lo cuestionaba, simplemente era algo distinto, además, tampoco era algo que le disgustara, el silencio que reinaba tenía una mística especial, las estatuas de la deidad eran muy bellas y estaba encantada con la cantidad de flores que había por doquier.
De pronto sintió el ruido característico del lápiz de Hollow golpeando contra la pizarra, la estaba llamando. Sin darse cuenta se había quedado atrás, le era muy fácil distraerse observando el paisaje y había demasiado que mirar. No eran solo las flores y las tumbas, la gente también tenía un aire especial y místico. Habían hijos de la sombras, pero estos eran distintos de los que había visto en cualquier otra parte, no tenían ese aire juguetón y despreocupado que solía caracterizarlos, eran silenciosos, tranquilos y sobre todo inexpresivos, le recordaban mucho al caballero la primera vez que lo vio.
Ahora que Orquídea pensaba en eso ¿Qué le había pasado a Hollow en todos estos años? ¿Cómo de ser un ser vacío sin emociones se convirtió en el adorable individuo que siempre estaba a su lado y la consentía? Y ahora que miraba a estos bichos de aquí ¿Ellos por qué actuaban así? ¿Esta era su verdadera naturaleza? ¿cuál era la verdadera naturaleza de Hollow?
La realidad era que la contaminación con vacío que tenían los contenedores los había afectado en distinta medida, en un inicio todos actuaban como entes sin mente ni conciencia, pero ese estado era en cierta medida reversible, la convivencia y el cariño de otros llenaba sus corazones y mentes llevándolos a ser bichos casi normales. Pero otros no habían sido tan afortunados, podían desarrollar voluntad y deseos propios, pero no llegaban a comprender del todo lo que era el afecto y tenían problemas expresándose, algunos de estos contenedores eran los que habían optado por quedarse en el abismo, pero otros a pesar de todo quisieron vivir en la superficie y eligieron para esto el sitio más tranquilo y silencioso de todo el reino, Tierras de Reposo.
Ambos siguieron internándose a través de los corredores plagados de tumbas y flores, hasta llegar al lugar más apartado del enorme cementerio. Allí, debajo de un dosel de flores y rodeado de libros encontraron al guardián de tierras de reposo.
Cuando Orquídea vio al bicho no pudo evitar sorprenderse y sentirse algo confundida, aquella cosa era lo más raro que hubiera visto en mucho tiempo.
Tenía un rostro redondo y blanco en cuyo centro había un solo ojo y dos diminutos cuernos sobresalían de su cabeza, iba vestido con una túnica larga color blanco y un cuello negro, su traje cubría por completo su cuerpo salvo por unos... ¿Tentáculos? Que sobresalían de entre sus ropas con los cuales tenía agarrados algunos libros y otras cosas ¿Que cosa era eso? Ni siquiera podía precisar si era macho o hembra, incluso su nombre era neutro.
Orquídea no lo sabía pero también era un contenedor, uno bastante particular, de aquellos que habían sido demasiado contaminados por el vacío, por lo que carecía de expresión, además no parecía tener demasiado interés en imitar a los bichos normales, por lo que ni siquiera se molestaba en usar sus extremidades y sacaba tentáculos de vacío para manipular las cosas.
Era Alone, el solitario y reservado guardián de Tierras de Reposo.
Cuando Alone vio a los recién llegados, los saludó con un ligero asentimiento de cabeza y se mantuvo observándolos en silencio, con una postura rígida e inexpresiva.
Orquídea en un inicio se puso muy nerviosa ¿Acaso no le agradaba al guardián? ¿O la estaba evaluando? ¿Planeaba desafiarla a un duelo? Si había pelea no retrocedería, se había vuelto más fuerte y tenía bastantes ganas de demostrarlo.
Pero Alone no mostró ningún signo de agresividad, simplemente le dirigió una mirada a Hollow, él de inmediato supo lo que le quería decir y comenzó a escribir en su pizarra.
"Voy a conversar con él a solas, dame un momento por favor"
—De acuerdo.
La mantis decidió no cuestionarlo, se veía que este lugar era muy distinto de Cumbre de Cristal, donde todos eran amistosos y cálidos, aquí en cambio solo había frialdad y silencio, quizás por el hecho de que custodiaban muertos, en realidad no lo sabía. Miró a su alrededor y notó a un par de contenedores que la miraban de forma inexpresiva, eso era realmente incómodo.
Mientras tanto, Hollow estaba tratando de comunicarse con Alone. A decir verdad, tratar con él era algo complicado, era silencioso hasta para ser un contenedor y no era buena idea presionarlo, así que se quedó de pie observándolo, esperando a que terminara de leer la página de su libro y le prestara atención.
Cuando Alone cerró su texto y lo miró, Hollow notó que tenia una especie de vendaje en el lado izquierdo de su cara. No quiso preguntar en ese momento y se limitó a hablar del asunto que lo traía a tierras de reposo en primer lugar.
—(¿Que ocurrió? Dijiste que tenías un problema y que necesitabas ayuda) —Con Alone lo mejor era hablar lo justo y necesario, sus aptitudes sociales eran tan malas que incluso algo tan simple como un saludo se le complicaba.
Como repuesta, Alone se quitó el parche que tenía en el rostro revelando una fea grieta de la cual goteaba vacío.
—(Qui... ¡¿Quién te hizo eso?!)
Hollow lucía muy alarmado, si bien su hermano era un pacifista absoluto, no es que no supiera pelear, y si alguien había sido capaz de causarle semejante daño era algo preocupante.
—(Un ladrón blanco, busca el legado de las polillas y...) —Tras decir eso volvió a cubrir la grieta de su máscara.
—(No necesitas explicar más, lo entiendo. Quieres atrapar al ladrón).
Alone no contestó, solo se tocó la máscara y la froto suavemente mientras bajaba la mirada.
—(¿No es eso? Eh... ¿Quieres reparar tu máscara?) —Alone clavó su ojo encima de Hollow y lo miró de forma penetrante—. (Creo que entiendo. Quieres ir a Nido Profundo a ver al fabricante de máscaras para que repare la tuya, pero no puedes dejar Tierras de Reposo sin guardián y necesitas que te reemplace mientras vas a hacer tus asuntos).
Podría parecer raro que Hollow sacara tantas conclusiones con tan pocos gestos, pero ya estaba habituado a la particular comunicación con el contenedor, que siempre reducía todos sus mensajes a las más mínimas expresiones, sin adornos ni palabras innecesarias.
—(De acuerdo, Orquídea y yo nos quedaremos cuidando el cementerio mientras regresas, no creo que tardes más de una noche ¿Verdad?).
Alone no respondió, solo volteó la vista y fijó su ojo en la mantis que se encontraba cerca oliendo algunas flores y disfrutando de su suavidad, se veía feliz. Hollow también la observó un momento y suspiró de regocijo, adoraba ver a Orquídea disfrutando de aquellos pequeños placeres que parecía haberse estado negando durante tanto tiempo, era tan hermosa que sentía que podría observarla por horas.
Pero apartó su vista de ella repentinamente cuando sintió que ahora habían algunos ojos pendientes de él. Alone y sus dos contenedores asistentes lo miraban de forma inexpresiva, aunque dada la situación podía asumir que tenían curiosidad.
—(Eh... Ella es Orquídea, es una mantis que estoy cuidando durante este mes, es bastante fuerte, es buena luchadora, será útil ayudándome a proteger el lugar). —Dijo con algo de nerviosismo.
—(La miras raro).
—(¿Raro? ¿Qué quieres decir?).
—(No entiendo).
Hollow quería preguntar que era lo que no entendía, pero notó una cierta incomodidad en Alone, probablemente ni él mismo entendía qué era lo que no entendía. Suspiró algo abrumado, tratar con él siempre era un poco estresante, lo peor es que para él también era estresante, no por casualidad había elegido ser el guardián de la zona más silenciosa y solitaria del reino.
Sabiendo que ya no podría intercambiar más palabras con su hermano, se dirigió hacia Orquídea y golpeó su lápiz contra la pizarra llamando inmediatamente su atención.
—¿Qué pasa Hollow?
"Nos quedaremos cuidando Tierras de Reposo por esta noche, Alone tiene que salir a hacer algunas cosas"
—Ah... De acuerdo —Miró al contenedor y con algo de nervios hizo una gentil inclinación de cabeza a modo de saludo.
El contenedor la miró un momento y luego comenzó a alejarse de ellos sin realizar ningún otro gesto. La mantis se enfadó pensando que la había ignorado, pero el caballero se apresuró a calmarla.
"No te lo tomes personal, él es así, es algo raro"
—Mmph —Orquídea bufó molesta mientras se cruzaba de brazos—. Si tú lo dices, aunque no le costaba nada saludar. En fin ¿Dónde nos vamos a quedar esta noche?
Hollow tuvo que pensar en ello un momento. Tierras de Reposo era principalmente un cementerio, no tenía realmente casas o refugios para dormir. Los contenedores encargados de cuidar el sitio no necesitaban esos lujos, no comían, no se bañaban (Aunque limpiaban sus máscaras y capas), no dormían en camas. Cuando caía la noche se quitaban las máscaras y deambulaban por el cementerio en forma de sombras, contribuyendo en gran medida a que corrieran rumores sobre espíritus que vagaban por el lugar. Tomando todo esto en cuenta, no tenían las comodidades que le gustaría brindar a Orquídea, pero de alguna manera se las arreglaría, de todos modos la mantis no era muy quisquillosa ni una amante de los lujos, podía dormir en el piso sin mayores problemas, pero tenía en mente un sitio algo más cómodo que el suelo de roca.
"Nos quedaremos en el hogar de la vidente"
—¿La vidente? ¿Otra habitante de este lugar? —Hollow dudó un momento antes de contestar.
"La vidente era una vieja polilla que tenía su casa aquí, pero murió hace algunos años atrás, aunque su hogar todavía está" —En realidad más que morir, la expresión correcta sería trascender a otra realidad, pero era algo difícil de explicar.
—Ya veo. Guía mis pasos.
Hollow llevó a la mantis a través de algunos peñascos y roqueríos poco empinados hasta la zona más alta del cementerio donde habían varias cuevas abandonadas, cuando llegaron a la sima de la subida, se metieron en la última cueva que encontraron, y para su sorpresa, esta era mucho más acogedora que una cueva normal. Había una afelpada alfombra cubriendo el suelo y montones de cojines esponjosos repartidos por todos lados, se podían apreciar algunos muebles polvorientos arrinconados cerca de los muros de la cueva y muchas lámparas de lumélula que ya habían perdido el brillo hace mucho.
—Está algo sucio pero... Se puede dormir supongo... Aunque si me lo permites limpiaré un poco el sitio antes de ocuparlo.
Hollow agitó la mano dándole a entender que podía hacer lo que quisiera.
Orquídea se dispuso entonces a asear el sitio, retirando el polvo de los muebles y sacudiendo los cojines. Le parecía increíble que la habitación de invitados estuviera en tan mal estado ¿En serio eran tan descorteses con los visitantes? Nadie le había dicho que en ese lugar, simplemente no habían dormitorios.
Cuando Orquídea terminó, salió a buscar a Hollow, pensaba que el caballero habría ido a limpiar su propio cuarto el cual sería alguna de las otras cuevas que podía ver por ahí, pero para su sorpresa él está en una zona alta vigilando el territorio en silencio.
—Oye... ¿Ya terminaste de limpiar tu cuarto?
—¿....? —Ladeó la cabeza preguntándose qué quería decir con eso.
—Ya limpié el cuarto donde me voy a quedar ¿Tu habitación estaba tan sucia como la mía? —El contenedor sacó su pizarra y empezó a escribir en ella.
"No hay más cuartos en Tierras de Reposo, este lugar es un cementerio, vamos a dormir juntos esta noche"
Aquello fue como un balde de agua fría para Orquídea ¡Aquello debía ser una broma! No podía dormir con Hollow. Jamás se le pasó por la cabeza que no iba a tener un cuarto privado, después de todo, en Cumbre de Cristal le brindaron esa y muchas otras comodidades.
Pero la situación en Cumbre de Cristal era muy distinta de Tierras de Reposo. Cuando Orquídea llegó al lugar, todos notaron el paño que colgaba de su cintura y supieron de inmediato que estaba en celo, por eso le dieron un cuarto privado para dormir y colocaron ramas de Vervela en la puerta y en la ventana para neutralizar las feromonas, de esta forma la mantis podía estar segura de que no atraería a ningún visitante indeseado y tendría la libertad para hacer lo que quisiera cuando estuviera sola.
Pero ahora le tocaba compartir cuarto con Hollow ¿Acaso iba a ser posible dormir con él al lado? El simple hecho de que la tocara hacía estallar su mente en mil fantasías ardorosas ¿Como iba a soportar dormir junto a él? Con su cuerpo a escasos centímetros de suyo, al alcance de sus garras para tocarlo y abrazarlo a gusto tanto como quisiera. El simple hecho de pensar en eso ya hacía que su temperatura subiera. Lo peor es que teniéndolo al lado ni siquiera podría tocarse para aliviar un poco su libido, era el infierno.
Pero al parecer a Hollow esto no le importaba, claro, él era incompatible con ella, por lo que sus feromonas no le afectaban, pero por muy imposible que fuera que tuvieran crías, ella no podía evitar sentirse atraída por él, y esto la angustiaba. Debería hacerlo dormir afuera, por mera cortesía ella debería tener el privilegio de tener el cuarto para ella sola, pero no tenía corazón para expulsar a su caballero. Lentamente todas su problemas comenzaban a ser notorios en su rostro y Hollow comenzó a preocuparse.
"¿Que pasa Orquídea? ¿Tienes algún problema?"
—¿Que si tengo algún problema? ¡¿Esto es en serio?! —Los nervios de Orquídea comenzaban a alterarse—. ¡Cómo rayos esperas que duerma contigo al lado! ¡Y no te hagas el inocente! ¡¡Sabes que estoy en celo!! Todo me afecta, y aún así me sometes a estas situaciones tan incómodas, eres muy cruel...
Otra vez los arranques emocionales de la mantis comenzaban a afectarla, pero esta vez no era expresando rabia, más bien pena y angustia, Orquídea estaba tratando por todos los medios de aguantar las lágrimas, pero no pudo evitar que Hollow lo notara. El caballero se sentía desorientado y algo confundido, todavía tenía problemas para comprender todo lo que significaba el celo en una hembra y no tenía muy claro porqué Orquídea tenía problemas con tenerlo a su lado, pero había dicho algo de que no podría dormir ¿Quizás si la ayudaba con eso se pondría mejor? Haría lo necesario con tal de evitar verla triste, se le partía el corazón tenerla llorando.
Sin decir palabra el caballero salió corriendo hasta perderse en el mar de tumbas que habían por todos lados. Orquídea no sabía que pasaba por su cabeza pero le aliviaba que se fuera lejos, así podía llorar sin que nadie la viera, o al menos calmarse un poco.
Pasó la tarde en soledad, preguntándose si había hecho algo mal, a sus ojos solo había expuesto la verdad, pero quizás había lastimado a Hollow de alguna manera y por eso la había dejado sola tanto tiempo. Ya faltaba poco para que fuera la hora de dormir y comenzaba a angustiarse ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si la había abandonado? Al menos ya sabía cómo llegar al Palacio Blanco por cuenta usando la ciervo estación, pero si llegara sola ¿Que pensarían de ella? Quizás hasta creyeran que se lo había comido.
De pronto comenzó a escuchar el sonido de pasos y sus antenas se pusieron en alerta. Observó el sitio del que provenía el sonido y sintió un gran alivio cuando vio a Hollow caminando a paso lento hacia ella.
Estaba a punto de gritar de felicidad, pero logró controlarse a sí misma. Fue entonces que notó que Hollow traía consigo algunas presas muertas y un montón de ramas de una planta que no conocía. Al ver eso de pronto recordó que tenía hambre.
—¿Dónde estuviste toda la tarde? —Se esforzó mucho por ocultar la alegría que sentía con una expresión molesta.
Hollow suspiró y primero se dedicó a acomodar lo que había traído consigo antes de coger su pizarra y contestar.
"Fui a buscar unas hierbas para ayudarte a dormir y de paso cacé algo para cenar"
—Oh ya veo, gracias. —Orquídea inmediatamente suavizó su semblante.
Luego de eso encendieron una fogata y cenaron tranquilamente, aunque fue una cena silenciosa y algo incómoda. Orquídea estaba molesta con él por no dejarle el cuarto para ella sola y Hollow no entendía nada. Ya incluso comenzaba a preguntarse si ahora Orquídea lo odiaba, por alguna razón esa idea le asustaba y le causaba dolor.
Una vez terminaron de comer Orquídea consumió las hierbas para dormir, desgraciadamente eran muy amargas, pero prefería esto a una noche en el infierno. Al menos las plantas funcionaron bien y media hora después de consumirlas comenzó a sentirse somnolienta, no pasó mucho tiempo antes de que se quedara dormida junto a su caballero en el viejo hogar de la vidente.
Ya era plena noche, todo parecía tranquilo en el cementerio, solo vagaban por el lugar las sombras de los asistentes de Alone que se encontraban vigilando, en caso de que vieran algo extraño debían avisar a Hollow inmediatamente.
Mientras tanto, el caballero dormía plácidamente, sin que nada pudiera perturbar su sueño, estaba cómodo y abrigado en el refugio, con numerosas almohadas disponibles para abrazar y una afelpada alfombra como lecho, nada debería haber interrumpido su descanso, pero sin embargo, se vio obligado a despertar.
Hollow se sobresaltó cuando sintió un par de garras alrededor de su cintura, podría haber reaccionado de forma agresiva, pero un suave gruñido lo alertó de la identidad de la dueña de estas extremidades.
Se tranquilizó al saber que se trataba de Orquídea, quien lo estaba abrazando mientras dormía, aquello no era algo de lo que tuviera que preocuparse, de hecho en parte hasta le parecía lindo, le mostraba afecto mientras dormía, quizás incluso estaría soñando con él.
—Mmng.... Hollow...
Curiosamente su suposición resultó ser correcta, Orquídea estaba soñando con él y esto lo ponía feliz. Luego de tanto finalmente se ganaba el cariño de la mantis, ahora lo quería tanto que lo abrazaba afectuosamente, quizás incluso lo abrazaba en su sueño ¿Qué estaría soñando? La verdad le causaba algo de curiosidad y tenía ganas de meterse en su mundo onírico, por lo que empezó a buscar entre sus cosas y sacó el viejo aguijón onírico del cual estaba a cargo. Era un elemento algo peligroso, y en parte por eso se había auto declarado su guardián, normalmente no lo usaba pues Hornet le había enseñado que era de mala educación espiar en los pensamientos de los demás, pero ahora se sentía tentado. Orquídea estaba soñando con él ¿Acaso no tenía derecho a ver de qué se trataba? Era algo que lo involucraba directamente.
Hasta él mismo se daba cuenta de que era una excusa tonta, pero eso no lo iba a refrenar. Estaba a punto de introducirse en la mente de la mantis, cuando esta lo apretó atrayéndolo hacia él, entonces le colocó sus piernas encima inmovilizándolo.
Esto ya comenzaba a dejar de ser tierno y rayaba en lo incómodo, le gustaba estar cerca de la mantis pero esto ya era demasiado, por lo que comenzó a agitarse tratando de sacarse a la hembra de encima, incluso hizo movimientos bruscos para despertarla, pero solo consiguió que lo apretara más y gruñera un poco. Hollow quería gritar, pero comenzaba a notar que incluso eso sería inútil, Orquídea estaba drogada bajo los efectos de la planta para dormir, no se iba a despertar tan fácil.
Estaba considerando como zafarse de su agarre cuando notó que Orquídea comenzaba a mover sus garras frotando su caparazón. Por alguna razón esto hizo que se pusiera rojo, de alguna manera le resultaba agradable ser acariciado, pero a la vez le causaba vergüenza, estaba invadiendo su espacio personal y él no la había autorizado, pero la cosa comenzó a ponerse cada vez peor.
Hollow estaba mareado de la vergüenza y la incomodidad, Orquídea lo tenía preso y manoseaba todo su cuerpo de forma descarada y no había forma de pararla, estaba demasiado dormida. Ahora comenzaba a preguntarse si esta sería la razón por la que parecía reacia a dormir con él ¿Acaso siempre se comportaba así mientras dormía? Con razón quería un cuarto privado, debió cederle el refugio, debió quedarse afuera y dejarla sola, todo tenía una razón de ser.
—Hmmmnn.... Hollow...
Seguía soñando con él, ahora ya no quería meterse en sus sueños, de hecho la idea le asustaba ¿Cuanto más tendría que aguantar todo esto? Le preocupaba que comenzaba tener algunas sensaciones algo extrañas que tenía problemas en identificar. A decir verdad el ser manoseado por Orquídea no era del todo desagradable, dejando de lado la vergüenza, casi hasta podría disfrutarlo, de hecho ahora él también quería tocarla, en particular quería tocar su cola.
Hollow se debatió entre lo que consideraba correcto y lo que quería. Hornet ya le había dicho que no debía tocar la cola de las hembras, pero a él le gustaba, por razones que no era capaz de entender y ahora ella estaba allí prácticamente ofreciéndose ¿Quizás no haría mal tocar un poquito?
Extendió sus manos y acarició la zona tiernamente, inmediatamente extrajo un suspiro y una exclamación de placer de la mantis, cosa que lo animó a continuar. Tocó a Orquídea tanto como quiso, recorrió cada centímetro de su cola y se deleitó con la textura de su piel. De pronto sintió nuevamente las garras de Orquídea sobre su caparazón, meditó un poco la situación y decidió dejarla, ya que él la estaba tocando, ella tenía el mismo derecho, incluso se recostó a su lado para quedar fácilmente a su alcance.
Compartir caricias de esa manera tenía una mística especial, el tocar y ser tocado de alguna forma los hacía más cercanos, como si las barreras entre ellos lentamente se difuminaran. Hollow estaba disfrutando la experiencia, de pronto el toque de Orquídea ya no era tan molesto ni tan vergonzoso, incluso era deseable, quería extender aquello tanto como fuera posible, pero todo debía acabar en algún momento.
Los movimientos de Orquídea se volvieron cada vez más suaves y lentos, hasta que finalmente se detuvieron y solo quedó el suave subir y bajar de su pecho al respirar.
Hollow suspiró decepcionado, quería que siguieran un rato más, después de todo, esta era una experiencia nueva para él, pero no la iba a presionar, tampoco es que pudiera considerando que estaba dormida, así que se colocó junto a ella y se quedó mirándola con ojos soñadores. Un sonoro suspiró de Orquídea cortó el silencio y un par de palabras fueron arrojadas de forma descuidas al viento.
—Te amo Hollow...
El contenedor sintió que se quedaba sin aire al escuchar aquello. Sus ojos se abrieron de la impresión y miró a todos lados sin saber que hacer ¿Orquídea había dicho que lo amaba? ¿Esto era cierto? A decir verdad desde hace algún tiempo también sentía que le gustaba la mantis, pero no se había atrevido a poner en palabras sus sentimientos, pues suponía que la mantis lo rechazaría (y tenía razón). Pero ella había dado el primer paso, ella lo quería.
Rodó en su sitio sintiendo mariposas de emoción en su estómago, aquello era demasiado bueno para ser verdad... Y en realidad lo era, el poco sentido común de Hollow no le había hecho pensar que era ilógico tomarse en serio una declaración de amor hecha por una persona dormida y sobre todo drogada.
Pero ajeno a esto, se armó mil castillos en el aire, soñando con paseos tomados de la mano, cenas románticas y peleas de almohadas... Sobre todo lo último.
Así fue como sumergido en mil pensamientos felices se quedó dormido, siendo él esta vez quien abrazó a la mantis.
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Espero que el final del capítulo no haya quedado muy cutre porque cuando estaba por acabarlo como que me empecé a sentir un poco bloqueada. Que quede claro, tocar a alguien sin su consentimiento está maaaaal, pero en la ficción, los personajes no siempre hacen lo correcto, a veces sabiendo y a veces sin saber, pero independiente de la razón, no deja de estar mal.
Ahora, el vessel tan extraño que apareció en este capítulo pertenece a AzarElLector. Este en verdad me pareció un vessel extraño, tanto por personalidad como por diseño, quise retratar más o menos la extrañeza que produce, al punto que confunde hasta al mismo Hollow. Bueno, aquí hay un dibujo de cómo luce esta curiosa criatura.
Y en otras noticias me llegó un fanart demasiado genial.
Una imagen de cómo podría lucir Silky de mayor. Sí, ella a llamará Silky en el futuro. Está obra fue realizada por HermolerZB, gran trabajo diseñando personajes como siempre. Creo que a la mayoría le gusta Silky y la declaran su favorita, pero en mi corazón la cochinilla tiene un lugar especial.
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