Batalla contra Moon
Orquídea se encontraba de pie, con su arma entre sus garras observando atentamente a su oponente. Estaba ligeramente nerviosa ante la batalla que se avecinaba, luego de varios días de entrenamiento sentía que finalmente había perfeccionado su destreza en combate, había recuperado la agilidad que había perdido luego de tanto descanso en el palacio y había aprendido a confiar en su oído tanto como en su vista, estaba lista para el desafío final, derrotar a Moon.
—Tómatelo con calma Orquídea —le gritó Ren fuera del improvisado campo de batalla—. Vas muy bien.
—Hoy es el día en que le ganaré, no estoy para tomarme las cosas con calma.
—No es bueno ser presumida —el escarabajo le dedicó una mirada reprobatoria—. Recuerda que peleas contra Moon, la guardiana de Cumbre de Cristal, ganarle no es fácil ni para los mejores caballeros.
—Pues ahora ella se enfrenta a Orquídea...
—La pervertida de Páramos Fúngicos —completó Ren.
—¡Te voy a matar!
—Perfecto, usa esas ansias asesinas para luchar contra Moon, tú puedes Orquídea.
—¡......! —Junto al insecto Hollow también le dio ánimos.
La mantis suspiró. Con el tiempo, tras llegar a conocer a Ren, había llegado a sentir simpatía por el bicho, al menos la suficiente como para no desearle la muerte, pero debía admitir que a veces tolerarlo le resultaba pesado, tenía buen corazón pero su manera de hacer las cosas podía resultar bruta y poco sutil. Optó por sacudir esos pensamientos y concentrarse en Moon, quien ya estaba con su maza en alto esperando para empezar.
La Lord no quiso retrasar más el encuentro, ambas quedaron frente a frente y tras una respetuosa reverencia dieron inicio al combate.
Como era lo común, Orquídea inició con la ofensiva, y siguiendo el camino usual, Moon agitó su masa y la golpeó contra el suelo haciendo que numerosos cristales cayeran del techo. Esto interrumpió el ataque de la mantis, que tuvo que enfocarse en esquivar, pero aquello ahora parecía una tarea natural para ella, ni siquiera tenía que molestarse en ver por donde caían las rocas y proyectiles.
Arrojó uno de sus remolinos de viento cortante, optando por un ataque a distancia, pero Moon no tuvo problemas en bloquearlo. La mayoría de las ofensivas de Orquídea se limitaba a bloquearlas, pues el peso de su arma le impedía esquivar.
Orquídea continuó acercándose hasta que su oponente quedó en el rango de alcance de su arma, entonces comenzó a atacar con gran velocidad, realizando una serie de estoques rápidos, como una lluvia de picoteos interminable. Moon levantó su arma y la utilizó para bloquear cada golpe con movimientos rápidos pero precisos, como cada acción era corta y no requería mucho esfuerzo, podía seguir el ritmo de la mantis, pero el mantener la maza en alto constantemente comenzaba a entumecerle los brazos, de por sí estaba utilizando mucha fuerza para levantar la maza y sabía que no aguantaría mucho más.
La guardiana retrocedió un par de pasos, Orquídea inmediatamente avanzó con su lanza por delante intentando presionar más, pero no esperaba que Moon levantara su maza y la empujara lejos. Hasta ahora se había limitado siempre a bloquear y a atacarla con las rocas de la cueva, pero al parecer finalmente la estaba poniendo en aprietos al punto de que se había puesto más agresiva.
Orquídea era ligera, el empujón de Moon fue suficiente para mandarla a volar lejos. Hollow y Ren pensaban que ese sería el final del encuentro, pero para su sorpresa, la Lord giró en el aire dejando sus extremidades en posición para aterrizar, logrando caer de pie con la gracia de un gato. No tuvo tiempo para vanagloriarse de su hazaña, la guardiana había corrido hacia ella y había saltado hasta una altura impresionante y ahora caía hacia ella usando el peso de la masa para aumentar el daño.
La mantis dio un ligero salto hacia un costado evitando el impacto de la maza, pero el remezón de la tierra la dejó algo aturdida, algunas rocas cayeron del cielo luego de ese golpe y a duras penas fue capaz de esquivarlas, sin embargo no se dejó intimidar por esto y en cuanto estuvo en condiciones saltó hacia Moon, pero ella agitó nuevamente su arma golpeándola en el aire y arrojándola a un lado.
El daño recibido esta vez fue más notorio, no logró aterrizar apropiadamente, por lo que cayó sin gracia arrastrándose por el piso y recibiendo algunos raspones sobre su caparazón. No era suficiente para derrotar a la mantis, Moon lo sabía, por eso sin darle tregua corrió hacia ella lista para atacar una vez más.
La Lord estaba en mala situación para responder a semejante ofensiva, por lo que recurrió a medidas desesperadas. Tomó su lanza y realizó un remolino de viento cortante desde el suelo. El lanzarlo a tan poca altura no era conveniente, pues cualquier roca podía destruirlo, pero de alguna forma el ataque de viento logró llegar hasta Moon. Ella era resistente, pero no tenía coraza sobre su cuerpo, por lo que no le convenía recibir el daño, el remolino apuntaba a sus pies, de forma que dejó caer su maza para bloquearlo.
Su maniobra fue exitosa y sus pies quedaron a salvo, pero no contó con que la mantis aparecería de la nada detrás de ella y le daría un atroz golpe en la cabeza.
Moon cayó estrepitosamente, este ataque había sido brutal y doloroso, no imaginó que Orquídea tendría semejante fuerza considerando su cuerpo delgado. La subestimó, pero no pasaría otra vez. Apretó su agarre sobre su arma que en ningún momento había soltado y la colocó frente a ella. Un sonido metálico y la presión sobre sus brazos le indicó que tal como suponía, Orquídea había atacado, las mantis eran terribles, no tenían piedad con nadie, y aunque su enemigo estuviera en el piso, seguirían atacando hasta tener la certeza de que estaba acabado.
Empujó nuevamente a Orquídea hacia atrás y rápidamente se puso de pie, solo para recibir otro embiste de la mantis, que esta vez clavó su lanza en un costado de su cuerpo, haciendo que su ropa se manchara de negro. Esto puso a Moon furiosa ¿Es que acaso pretendía matarla? La verdad si hubiera conocido mejor a la mantis, sabría que estaba intentando ser suave, normalmente era mucho más brutal, incluso se sintió un poco mal de haberla herido.
La contenedor entonces agitó su maza y generó una corriente de aire cortante que daño a Orquídea y la hizo retroceder.
—Ay no... Moon se puso seria —dijo Ren con algo de temor—. Hollow...
—...... —El caballero asintió y se colocó un casco de seguridad.
Moon agitó su maza y golpeó el piso generando una onda de energía que nuevamente lastimó a Orquídea y la obligó a retroceder más, pero al mismo tiempo este golpe hizo caer más cristales y rocas del techo. Con todo el material que estaba desperdigado por el campo de batalla, moverse ya comenzaba a ser algo complicado, Moon no tenía muchas dificultades, pues su estilo de batalla consistía más en quedarse en un sitio y resistir ahí, a diferencia de Orquídea que luchaba moviéndose por todo su entorno. Además, tampoco podía quedarse quieta, los cristales y rocas cayendo podrían lastimarla.
La mantis avanzó a tropezones por el lugar, esquivando y desviando proyectiles con su lanza, en un inicio todo parecía ir bien, eso fue hasta que Moon nuevamente golpeó el piso, pero esta vez con más fuerza que nunca, esto generó una onda de energía que resquebrajó el suelo a su paso haciendo volar piedritas en todas direcciones.
Orquídea a duras penas logró esquivar este ataque, al menos el impacto principal, pues los guijarros voladores sí la alcanzaron de forma dolorosa. Pero en medio de su huida se clavó un cristal en una de sus patas, generando un dolor tan agudo que moverse se le hizo dificultoso, entonces vio con horror que Moon preparaba otro de sus golpes con la maza. Ya desesperada le arrojó uno de sus remolinos de viento directo a su cuerpo. La contenedor bajó de inmediato el arma para bloquear el ataque, pero entonces ocurrió algo inesperado. La lanza de Orquídea se clavó en su mano.
La guardiana se arrancó la lanza y la arrojó a un lado, rápidamente y agarró su extremidad quejándose del dolor, ahora ya no podría tomar su arma, necesitaba ambas manos para manejarla bien. Levantó la mirada con rabia y vio que ahora Orquídea se acercaba con sus garras en alto dispuesta a un combate cuerpo a cuerpo. Moon, la miró con un ligero dejo de superioridad, pocos lo sabían pero también se le daba bien el boxeo.
Lo que siguió fue la batalla más encarnizada que los habitantes de Cumbre de Cristal verían en mucho tiempo. Las dos hembras se golpeaban con todo lo que tenían, ninguna quería rendirse, ambas eran demasiado tercas para dar su brazo a torcer, los puñetazos de moon eran dolorosos y potentes, mientras que las garras de Orquídea dolían como lijas. Los caparazones de ambas cada vez mostraban más deterioro, la ropa de Moon ya estaba hecha un desastre y tenía muchas roturas, el polvo de cristal y roca las cubría mientras manchas de sangre y vacío las cubrían a ambas. Claro que Orquídea por la adrenalina del combate no notó lo raro que era que Moon sangrara líquido negro.
Ren y Hollow miraban la escena preguntándose si deberían detenerlas, esto ya estaba escalando más allá de lo planeado, pero no sabían como intervenir, en realidad ambos estaban algo asustados.
De pronto Moon pareció tomar la ventaja al darle un puñetazo tan fuerte a Orquídea que la dejó aturdida y esta terminó cayendo al piso, entonces se dispuso a noquearla para dar por acabada la pelea. La mantis cayó hiriéndose la espalda por los trozos de cristal en el piso, entonces empuñó sus garras y cogió dos cristales grandes.
Antes de que el puño de Moon se impactara en su cara, con una velocidad que solo una mantis podría lograr, extendió su mano y enterró el cristal de su mano derecha en el brazo de la contenedor. Ella se retorció de dolor agarrando su extremidad herida, esto dolía más que el impacto de la lanza. Y antes de que pudiera hacer cualquier otra cosa, vio con horror como Orquídea le saltaba encima y la tiraba al piso, apuntando con el cristal de su mano izquierda directo a su cuello.
—Gané —dijo con voz grave y seria.
Finalmente, luego de tantos días, tantas palizas, entrenamientos y chistes malos de parte de Ren, Orquídea se alzaba con la victoria, había derrotado a la poderosísima guardiana de Cumbre de Cristal. Lamentablemente ella no se lo estaba tomando muy bien.
Al inicio le pareció escuchar un ligero quejido de parte de la contenedor, cosa algo extraña considerando su falta de voz, pero lo que en verdad la alarmó fue cuando comenzó a ver la expresión de pena y las lágrimas negras que se asomaban por sus ojos.
—¿Moon? —Orquídea comenzó a entrar en pánico, esa no era una actitud digna de un guerrero, era incómodo y no sabía como reaccionar ante eso.
Salió de encima de la guardiana quien se sentó en el suelo sin dejar de llorar, proyectaba una imagen realmente patética, inspiraba lástima y el deseo de consolarla, pero las mantis no eran buenas en ese tipo de prácticas, por lo que Orquídea se quedó junto a ella aturdida sin saber qué hacer. Afortunadamente Ren llegó al rescate.
—Moon, tranquila, no pasa nada —El escarabajo rosa corrió hasta ella y la abrazó tratando de calmarla.
La guardiana lo tomó entre sus brazos y lo abrazó sin dejar de llorar. Pronto otros escarabajos y algunas cochinillas se unieron al intento de calmar a la guardiana que parecía inconsolable.
La mantis miró la escena cada vez más perpleja, aquello era algo que jamás vería en la tribu. Las mantis siempre se esforzaban por ocultar sus sentimientos y emociones, algo como llorar en frente de todos significaría el desprecio de sus pares, sobre todo luego de perder una batalla. Pero en cambio aquí, todos se mostraban atentos y amables, incluso trataban de animarla con palabras como "a la próxima tú ganarás", "no es el fin del mundo", "ya tendrás tu revancha", "entrena más duro y pronto podrás ganarle".
Toda la situación comenzó a hacer que se sintiera realmente mal por lo que había pasado ¿Lloraba porque había perdido? ¿O quizás fue muy dura con ella? ¿La habría lastimado mucho? ¿Ahora todos la odiarían por hacer llorar a Moon?
—Yo... Lo siento... —Balbuceó tímidamente con la mirada baja.
Entonces sintió un toque en su espalda y al voltear a ver se encontró con su amado caballero, que la miraba de forma comprensiva con un mensaje para ella en su pizarra.
"No es tu culpa. Está asustada porque siente que falló en su deber como guardián"
—¿Falló?
"Moon casi nunca pierde, y ahora teme no tener la fuerza para proteger el lugar y a sus amigos"
¿Moon estaba asustada? ¿Tenía miedo de no poder proteger a sus amigos? Aquella le parecía una idea ridícula, Cumbre de Cristal era parte del reino de Corazón de Hallownest, bajo la jurisdicción del rey Big, un monarca endemoniadamente poderoso que tenía bajo su mando a algunos de los caballeros más fuertes que hubiera conocido, también tenía algunos que no eran tan competentes pero entre todos se compensaban. Ella era la que debía estar asustada, su pobre tribu no tenía semejante poderío militar, ella era la única que había estado entrenando para alcanzar un nivel decente que le permitiera hacerle frente a una amenaza externa, era la única con la fuerza necesaria como para derrotar a alguno de los caballeros del reino. Pero Moon no lo sabía.
Si no tenía una idea de la fuerza general de sus posibles enemigos, era normal que se sintiera abrumada por el poder de otros, si le tocaba pelear contra otra Orquídea, sería derrotada y toda la gente bajo su protección estaría en peligro, ella no podía permitirse ser débil, por el bien de todos los que amaba.
Orquídea se sintió conmovida ante este pensamiento, la comprendía mejor que nadie, sabía lo que era temer por su gente, y por eso se sentía en la necesidad de tranquilizarla.
—Moon, tranquila, sigues siendo muy fuerte, ganarte no fue fácil, no cualquiera sería capaz de derrotarte y no te has enfrentado a una mantis cualquiera, no hay muchas como yo.
—....... —Hizo algunos gestos sin dejar de llorar.
—Moon pregunta si es verdad que no todas las mantis son tan fuertes como tú.
—Mmmm... —No quería dejar a su tribu como una panda de debiluchos, pero tampoco quería asustar a la muchacha—. En realidad... Hay otras dos que podrían llegar a ser tan fuertes como yo pero... No es lo común... Aún así no te preocupes, en este lugar no hay nada que nos interese, jamás nos acercaríamos a este sitio ni dañaríamos nadie. Y si alguien lo intentara... ¡Yo misma lo detendría! Porque... —Comenzó a ponerse roja ante lo que iba a decir pero ya no había vuelta atrás—. Porque ustedes son mis amigos... ¡Pero si alguien se entera que dije esto les daré la paliza de sus vidas!
Algunos de los presentes se rieron con las palabras de la mantis, ya conocían su extraño carácter contradictorio y les parecía muy graciosa. Pero Moon se mantuvo seria, la miró aún con algo de pena, pero al menos se tranquilizó, entonces se puso de pie y tras un momento de duda, abrazó a Orquídea.
La mantis se puso colorada, no estaba acostumbrada a estas conductas afectuosas y estaba muy nerviosa frente a toda esta situación, sobre todo teniendo a medio campamento con sus ojos de diversión clavados en ella. Entonces sin saber qué hacer pidió ayuda a Hollow.
—Hollow... Haz algo ¡Por favor!
Quizás debió ser más clara en sus deseos y especificar que quería que le sacara a Moon de encima, pues en lugar de lo que deseaba, solo consiguió que el caballero también la abrazara, elevando sus niveles de estrés y vergüenza a cantidades estratosféricas, su rostro ya estaba tan rojo como un tomate y todos rieron ante esto.
—Me encanta esta chica —dijo Ren con una risa.
El resto de aquel día y el que siguió lo aprovecharon para descansar, de todos modos ambas guerreras estaban demasiado adoloridas como para hacer otra cosa, aún así se dieron el tiempo para realizar otro tipo de actividades más suaves, como pasear y explorar los rincones de las minas, donde Orquídea quedó maravillada con el tamaño de los cristales del lugar, además de que pudo conocer a otras criaturas típicas de las minas, que según sus ojos serían excelente presas, pero en ese momento no le apetecía cazar (cosa que jamás creyó posible), así que se limitó a observarlas de lejos.
La mantis también se dio el tiempo de aprender sobre el trabajo de las minas, desde picar el cristal hasta triturarlo y empacarlo para ser usado. Al final del segundo día, pudo decir que quedó satisfecha de su visita a Cumbre de Cristal, y comprobó con maravilla que se entretuvo tanto esos días que su libido casi ni la había molestado, incluso por momentos podía estar junto a Hollow sin caer en ninguna fantasía sexual, y cuando eso ocurría, le encantaba estar con él.
Más allá de lo atractivo que le resultaba el caballero, era de trato agradable, atento y amable, a veces algo torpe, pero muy divertido. Jamás había estado tan cómoda con alguien ajeno a su familia, mucho menos con un macho, cuando estaba con él, se sentía tranquila y segura, como si todo de alguna forma estuviera bien. Orquídea no se daba cuenta, pero poco a poco se iba encariñando con el caballero.
La noche del segundo día luego de la batalla, el caballero se encontraba en una de las cabañas para el personal donde se hospedaban enseñándole a jugar cartas a la mantis, ambos estaban teniendo un momento de relajo antes de emprender el regreso al castillo al día siguiente.
Para Orquídea el juego era algo muy novedoso, los naipes eran otra de las muchas cosas que no existían en la tribu, toda diversión estaba enfocada en algún uso práctico, ya fueran artesanías que pudieran usar en la vida diaria, o competencias para presumir el poderío y obtener estatus, los juegos eran para mantis bebés que aún no perdían las alas.
Orquídea suspiró pensando en lo mucho que le costaría regresar a su vida normal, Corazón de Hallownest tenía muchas cosas que le gustaban, y no tenían nada que ver con los lujos.
Le gustaban los abrazos, los juguetes suaves y blandos, la música no tribal, y ahora descubría que también le gustaba jugar. Este viaje había terminado siendo una especie de vacaciones, que cada vez estaban más cerca de su final, ya había pasado la mitad de su celo.
Estaban a punto de iniciar otra partida de cartas cuando Ren entró al lugar.
—Buenas noches tortolitos ¿Que tal va su cita?
—¿......?
—¡¡¿Que?!!
Hollow ladeó la cabeza de forma interrogante, mientras que Orquídea se teñía de rojo y agitaba los brazos nerviosamente negando de todas las formas posibles la afirmación del escarabajo.
—En serio me encanta esta chica —Ren parecía de tan buen humor como siempre—. Bueno, no era mi intención interrumpirlos, peeero, resulta que llegó un mensaje desde Tierras de Reposo.
El insecto extrajo de un bolsito que llevaba consigo una carta que Hollow tomó entre sus manos con interés, se tomó algunos momentos para leer el contenido el cual parecía ser algo preocupante por la expresión que mostró en su rostro. La mantis y el minero se quedaron expectantes esperando a que les comunicara algo. Finalmente el caballero guardó la carta y cogió su pizarra donde empezó a escribir un mensaje.
"Antes de volver al palacio tendremos que hacer un desvío hacia Tierras de Reposo. Alone, el guardián del lugar parece tener problemas"
—Ya veo.
Orquídea no podía decirse que estuviera triste realmente, podría conocer una nueva zona de Hallownest, y si era tan bonita como Ciudad de las Lágrimas o como Cumbre de Cristal estaría encantada de visitarla. Quizás debería preocuparse porque no iban por placer, si no para solucionar un problema, pero confiaba en que Hollow podría encargarse de todo, fuera cual fuera el enemigo podría derrotarlo. La pobre mantis en medio de su inocencia e ignorancia, aún no aprendía que habían problemas que no se podían resolver por la fuerza.
Al día siguiente, tras una cálida despedida de parte de Moon y de todos sus amigos, ambos bichos emprendieron el camino para bajar la montaña. A pesar de lo alegre del ambiente que dejaban, había una cierta melancolía en ellos, sobre todo de parte de Orquídea que iba particularmente silenciosa y meditabunda. Hollow pareció sorprendido, ella no era una persona tranquila ni reflexiva, esas conductas eran anormales en ella. Algo preocupado se acercó a su compañera.
"¿Pasa algo?"
—No es nada.
"¿Segura? ¿No quieres hablar de eso?"
—En serio no es nada, solo estaba pensando —Hollow la animó a que continuara—. Es que... Luego de conocer a Moon me he estado cuestionando algunas cosas... ¿Por qué busco ser fuerte?
Hollow abrió los ojos de sorpresa ante semejante pregunta, alguien tan obsesionado con la fuerza debería tener sus motivos claros, o al menos eso suponía él.
—Moon... Ella es una buena persona, es muy noble, quiere ser fuerte para proteger a sus seres queridos pero yo... Siempre me han inculcado que debo ser fuerte, es lo que me enseñaron desde que salí de mi huevo, que los débiles son patéticos y despreciables, y nadie quiere ser así obviamente... Supongo que sería fácil culpar a mis padres o a la sociedad pero... Si soy honesta, tenía otra razón para querer ser fuerte, quería poder... Quería mandar, ser una Lord, estar por sobre todos los demás, igualar a mis hermanos, que todos me obedecieran y me admiraran. Si lo piensas bien, mi razón era muy egoísta, a mí no me interesaba proteger a nadie, todo lo hacía por mí misma ¿Soy una mala persona por eso?
El contenedor meditó un momento sobre que decir, era raro que Orquídea se abriera de esa forma y quería corresponder a su confianza con una buena respuesta. Finalmente tomó su pizarra y empezó a escribir.
"Muchas personas quieren tener poder, creo que desear ser poderoso es algo casi normal, no puedo decir que seas mala solo por eso. Lo importante es lo que haces con el poder que obtienes, no todos están preparados para soportarlo, muchos enloquecen o se vuelven crueles, pero ¿Tú nunca dañaste a nadie a propósito?"
—No, claro que no. Me encantaba ser obedecida y admirada, pero más allá de eso, no tenía más pretensiones. Sólo me preocupaba de mantenerme en forma y de estar a la par de mis hermanos, sobre todo de Lirio y Lavanda ¿Nunca te lo dije cierto? Ellas son de una nidada y un padre distintos de mí y mi... Hermano. Solían decir que nuestro padre era un debilucho sentimental y que nosotros heredamos ese defecto, por eso nos propusimos llegar a lo más alto y callar la boca de todos los que nos subestimaron. Hollow ¿Tú crees que soy demasiado emocional?
El caballero tenía miedo de responder, porque la respuesta sería sí y mil veces sí. Esta mantis tenía unos arranques emocionales terribles e inexplicables, enfurecía y se avergonzaba con una facilidad tremenda por cosas inentendibles, pero siendo honesto, eso le gustaba, siendo tan expresiva era fácil saber más o menos qué pasaba en ese momento por su cabeza (aunque no supiera la causa), además de que era muy divertida, nunca se aburría a su lado.
"Eres perfecta tal como eres" Optó por una respuesta indirecta.
—Claro, perfecta. Emocional, mentalmente débil y egoísta, soy una persona horrible.
"¿Y qué vas a hacer? ¿Esconderte en una cueva para que nadie nunca más te vea?
—La idea no suena mal —Suspiró con tristeza—. Pero no puedo hacer eso. Debo regresar a mi tribu... Mi gente me necesita, debo entrenarlos y volverlos fuertes, deben saber lo limitados que son, si apareciera una amenaza demasiado poderosa estarían indefensos.
Hollow le dedicó una sonrisa amigable y le mostró su pizarra.
"Se ve que te preocupas por tu tribu, eso demuestra que los quieres y una persona capaz de sentir amor sincero, no puede ser mala"
¿Amor? ¿Acaso ella podía sentir amor? Las mantis no sentían amor, aunque últimamente se planteaba que su concepto de amor estaba algo errado. Antes pensaba que amar era actuar como idiota y cometer locuras por otro bicho con el cual deseaba acostarse, pero ahora consideraba que lo que comúnmente se llama amor es algo muy distinto, algo que poco a poco comenzaba a comprender.
De pronto sintió que Hollow le tomaba la garra y una calidez inundó su pecho.
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En el interior de la tribu de Páramos Fúngicos un grupo de machos se había reunido en un lugar secreto, oculto entre enormes hongos amarillos donde sus sombreros esponjosos sumían al sitio en penumbras, distinguir a una mantis de otra se volvía un reto para quien estuviera observando a la distancia.
—Entonces... El golpe es definitivo...
—Sí, las Lord se han debilitado mucho, la huida de Orquídea es prueba de ello, esa cobarde prefirió escapar para salvar su vida en lugar enfrentar una muerte honorable como debería ser para una mantis.
—Es en verdad lamentable.
—Las cosas ya no pueden seguir igual, sólo alguien poderoso puede gobernar y el ciclo de las Lord ya ha acabado. Nuevos regentes deben surgir
—Ah, pero todavía hay quienes apoyan a Lirio y Lavanda, incluso muchos machos.
—Pero también hay muchas hembras que apoyan nuestra causa. Ambos bandos parecen igualados, pero demostraremos que nosotros somos superiores, aplastaremos a los débiles y tomaremos el poder ¡Ya está decidido! Luego de que Lavanda ponga sus huevos atacaremos, estará demasiado débil y preocupada por sus bebés como para oponer resistencia.
—Derrotaremos a las Lord y llevaremos a la tribu a un nuevo período de Gloria.
—¡Por la tribu!
—¡Por lo tribu! —Gritaron todos al unísono.
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Se viene Guerra civil.
Y Alone es el siguiente vessel prestado (que es casi el último)
Y se agregan un par de fabulosos fanarts que recibí inspirados en la batalla de Orquídea contra moon que parece gustó mucho.
En primero lugar tenemos una obra de nuestro artista habitual HermolerZB
Este dibujo tiene muchísima fuerza, Hermoler le puso mucho detalle para transmitir la brutalidad de la batalla, si hasta hay sangre!! Gran trabajo
La segunda obra es otro hermoso dibujo creado por blueberry_mochis, al menos en instagran, pero finalmente me termino enterando que aquí en wattpad la pueden encontrar con el nombre de Rose_Garden1904
Amé los colores y lo dinámico del dibujo, hay mucho movimiento y fuerza, Es bellísimo!!! Gracias.
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