Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Copas de sake con el Rey de los Piratas.

I. Juramento de padre e hijo: La flota del Rey de los Piratas.

"Ya me quiero ir", suspira Luffy abatido.

"Creí que estabas interesado en todo esto", dice Thatch.

"Es interesante", asiente Luffy. "¡Pero me muero de hambre!"

Bessy se ríe. "No puedes sentir hambre en este lugar."

Luffy la reta. "Yo siempre tengo hambre."

"Por supuesto", dice ella amablemente. "Entonces empecemos ya con la próxima escena, mientras estés distraído no pensarás en tu estómago."

Luffy murmura una queja entre dientes mientras la pantalla se enciende.

Hay una inexplicable lluvia de escombros que cae del cielo sobre un montón de barcos alineados en un puerto. Los piratas se asoman todos para ver lo que sea que esté sucediendo en el barco más grande.

"A veces me gustaría que estas escenas tuvieran algún contexto", dice Aokiji.

Aparece Orlumbus, el capitán de la gran flota Yonta Maria. "Ahora intercambiaremos copas de sake como padre e hijos", dice el pirata.

"¡Así es!", exclama un hombre con una cresta de gallo de color verde.

"¡Salgo ahí! ¡¿Estoy relacionado con esta maravillosa tripulación?!", se anima Bartolomeo.

El hombre llena de sake siete copas pequeñas para quedarse una y darle el resto a Cavendish, Sai, Ideo, Leo, Hajrudin y Orlumbus. Por último, llena la copa más grande que está frente al capitán.

"Vaya, muchas de las personas que juraron lealtad a God Usopp están en los barcos de esos capitanes."

"Las copas y eso... ¿Van a hacer un...?"

Barbablanca sonríe.

El capitán está parado frente a la copa y tras él están Zoro, Usopp y dos samuráis.

"¡Kin y Kanjuro otra vez!", exclama Izo. "No lo entiendo, ¿qué relación tienen con esos piratas?"

"Esos son...", Kaido se inclina para ver mejor. "Imposible."

Momonosuke mira a Kin'emon con curiosidad.

"Bien, todo está listo", dice Bartolomeo. "Ahora intercambiaremos votos de padre e hijo para inaugurar a mi senpai como jefe", dice radiante. "Y nosotros siete como sus seguidores."

"De alguna manera no es sorprendente", dice Apoo. "El rey de los piratas debe tener mucho más que siete capitanes a su mando."

"Sí, cualquiera de los grandes lo hace."

El borrón oscuro no se mueve. Bartolomeo hace un sonido de interrogación.

"Por favor, toma la copa, senpai."

El capitán hace lo ordenado. Toma la copa y con voz alegre dice: "No beberé esto."

Los espectadores se atragantan de la sorpresa.

"¿Acaban de ser...?"

"Rechazados."

La gente se ríe.

Los siete capitanes se sorprenden. "¡¿Eh?!"

Algunos de los piratas de la tripulación repartidos por el barco, Robin y Franky por ejemplo, sonríen como si hubieran sabido que iba a suceder desde el principio.

"Ya me lo imaginaba", dice Zoro.

"Bueno, dice mucho de un capitán si sus propios tripulantes saben que no va a aceptar subordinados."

"Considerando que son una tripulación de diez no es de extrañar", asiente Marco.

El capitán deja la copa de nuevo. "A mi no me gusta mucho el sake", explica ignorando los piratas sorprendidos de fondo.

De nuevo la habitación se llena de risitas. ¿Quién pensaría en rechazar a siete capitanes solo porque no le gusta el sake?

"¿A qué tipo de pirata no le gusta beber?", se burla Shanks.

"¡Al Rey!", exclama Luffy.

"Mentira. El capitán Roger amaba el sake."

Luffy se tapa los oídos. "No te escucho."

Los pelirrojos sueltan una carcajada. "¡Es un niño!"

"¡No, no es por el sabor! ¡Es por el voto!", se queja Bartolomeo con una gota de sudor.

"Pobre tipo", se compadecen los espectadores.

"¡Desde ahora serás el objetivo de los grandes nombres por el incidente de esta isla! Cuando eso suceda, no importa cuan fuertes sean, ¡será una batalla difícil!", los siete capitanes asienten. "Pero como nos salvaste, ¡podemos ayudarte en tiempos como ese!"

"¡Sí, sí!", dice Leo.

"Pero si bebo esto me convertiré en el capitán de esta gran flota, ¿no?"

"Así es. ¡Con 5600 subordinados en total serás finalmente uno de los grandes piratas!"

Usopp escupe: "¡¿5600?!"

"¡Qué demonios!", exclama Nami horrorizada.

"¡¿Va a rechazar a 5600 hombres?!", dice Buggy atónito.

"Eso es... Mucha gente", traga Carrot sorprendida.

Bartolomeo continúa. "¡Y eventualmente serás el Rey de los Piratas! Si quieres conquistar el mundo, ¡esto no será suficientemente duro!"

"Es mejor que te detengas", sugiere Zoro con expresión divertida. "Esa línea de pensamiento no funcionará con él."

Zoro sonríe un poco, satisfecho de saber que al menos conoce bien al hombre al que ha jurado lealtad.

"Bueno, parece que nuestro capitán no es un hombre cualquiera", asiente Robin divertida.

"¡Es súper especial!", ofrece Franky.

"De todas formas, vierte esto en una jarra de cerveza. Yo lo beberé."

"Si al final son todos iguales", se ríe la gente al ver al primer oficial seguirle el juego al capitán.

"Como dije, ¡no es por el sabor!", repite Bartolomeo nervioso.

"¡¿Por qué?!", pregunta Orlumbus. "¡¿Por qué no estás feliz de reunir una gran fuerza militar?! ¡No importa cuan fuerte sea tu enemigo, no podrá competir contra este número! ¡Estoy seguro de que necesitarás nuestra ayuda algún día como nosotros la tuya!"

El capitán suena como un niño enojado cuando dice: "¡Necesito mi espacio!"

"¡¿Pero qué tipo de excusa es esa?!"

"¡Guararara! ¡Qué chico tan tonto!", ríe Barbablanca encantado.

"¡¿Eh?! ¡Se ve tan fastidiado!", exclaman los piratas sorprendidos.

Suena algo como un olisqueo y el capitán da un bote. "Por cierto, ¡¿no están preparando un banquete por allí?!"

Ace se cruza de brazos. "Luffy, idiota. Siempre pensando en comer..."

Marco y Thatch se miran. "¿Es consciente de que ha dicho...?"

Izo se encoge de hombros. "No quiere aceptarlo pero parece que inconscientemente está convencido de que su hermano es... Ya sabes."

"¿Estás interesado en comer en este momento?", se ofende Ideo.

"¡Déjate de bromas!", le grita Cavendish. "¡Soy una estrella con más experiencia que tú y estoy diciendo que volaré bajo tu bandera!"

"Yo también me ofendería así si estuviera en su lugar", asiente un pirata.

Los piratas se preparan como si fueran a pelear. "¡Hay que forzarlo a beberlo!"

"¡No sabes lo fuerte que somos, maldito liberador!"

"¡¿Qué tipo de solución es esa?!"

Shanks y Barbablanca se ríen aún más.

"¡No pueden hablarle así si son sus seguidores!", exclama Usopp.

"¡¿Y qué?!"

"¡Deja de bromear!"

"Lo siento..."

"¡Como dije!", grita el capitán. "¡Solo quiero ser el Rey de los Piratas! ¡No quiero ser alguien importante!"

"..."

Los espectadores se miran entre ellos.

"¿Él...?", Nami parpadea. "¿Él es idiota?"

Zoro se ríe, casi la única voz que suena en el silencio sorprendido. "Creo que ya teníamos eso claro."

Rayleigh también se ríe, cada vez más encantado por este chico. Katakuri frunce el ceño, inevitablemente interesado por este hombre caprichoso y tonto.

El barco se queda en silencio y los capitanes ladean la cabeza con confusión. Trafalgar Law mira al capitán como si fuera imbécil.

"Oye, ¿qué estás diciendo?"

"El capitán luce como si estuviera reconsiderando sus decisiones de vida", se ríe Penguin.

Law fulmina a su amigo con la mirada y suspira frustrado.

Zoro aprovecha el desacuerdo entre su capitán y sus futuros subordinados para probar el sake. "Esto está muy bueno", sonríe.

"¡Tú no te lo tienes que beber!", le gritan los espectadores.

"¡Usa una copa!", grita Usopp. "¡Que grosero!"

"A ver, denme un poco", dice Franky.

"Yo también quisiera un poco", pide Robin sonriente.

"¡Entonces yo también!", exclama Usopp con una sonrisa.

"¿Por qué son así...?"

"Dios los cría y ellos se juntan", ríe Izo.

"Senpai, ¿a qué te refieres con eso?", pregunta Bartolomeo.

El capitán salta para quedar por encima de todos dándole una perspectiva general del barco y de los piratas.

"Chicos, cuando creamos que estamos en peligro os gritaremos que vengáis a salvarnos. ¿No tengo que ser el jefe o un gran pirata, ¿no?", pregunta él, su voz suena como si estuviera sonriendo. "Cuando estéis en problemas, llamadnos. ¡Iremos a ayudaros sin importar qué! Nunca olvidaré que peleamos juntos contra Mingo."

"Mingo...", se ríen los espectadores ganando miradas de muerte de los piratas Donquixote.

"Tenemos que eliminar al capitán en cuanto descubramos su identidad", se enfurece Trebol.

"¡Senpai!", llora Bartolomeo por encima de todas las voces. "¡Empiezo a entender su punto!"

"Me gusta su forma de pensar", sonríe Marco. "A ti también, ¿no, Oyaji?"

El Yonkou asiente. Por el camino que va, parece que a él mismo no le queda mucho tiempo. Sin embargo, se queda tranquilo sabiendo que el líder de la nueva era será alguien así.

Los piratas se ven asombrados. Bartolomeo mira hacia arriba como si estuviera viendo al mismísimo Dios.

"Empiezo a entender lo que dice", sus ojos se llenan de lágrimas. "Y lo que significa ser Rey de los Piratas para él. ¡Piensa que la libertad es lo más importante!"

El momento conmovedor se arruina cuando una bala de cañón de estrella contra un barco.

"¡¿Qué sucede?!"

"¡Nos están disparando!"

"¡¿Es la marina?!"

"¡No puede ser! ¡Saboteamos todos sus barcos!", exclama Leo.

Los marines miran ofendidos al pequeño Tontatta.

"Que Columbus tome el mando, estamos ocupados aquí", ordena Orlumbus. "Sin importar quién sea, destrúyanlo."

Mientras tanto, Bartolomeo sigue en el suelo llorando. "Libertad... Libertad... Eso es lo que mi senpai quiere... ¡En ese caso te admiro mucho más, senpai!"

"¡Lo mismo!", Hajrudin se ríe. "¡Oye, Bartolomeo! ¡Haz el juramento! Él no tiene que beber su copa."

"Nunca había visto un juramento tan desastroso y desordenado", comenta Vista con una sonrisa.

"Qué interesante", se ríe Fujitora entre dientes.

"Es cierto", sonríe Cavendish.

"Puedes hacer lo que quieras pero nosotros igual", dice Ideo.

"¡Tampoco puedes quitarnos nuestra libertad!", se mofa Sai.

Leo mira hacia arriba. "¡Es cierto!"

La gente se ríe al ver al capitán probar su propia medicina.

Los siete capitanes se sientan en la cubierta del barco con las piernas cruzadas y las copas en sus manos. Bartolomeo señala su copa hacia el capitán.

"Permíteme hacer un breve juramento."

"¿Eh? ¿Un juramento?"

De fondo, los piratas de la tripulación miran con sonrisas cómplices la copa del capitán.

"Aquí vamos, senpai. Ahora nos volvemos tus seguidores y seremos tu escudo o lanza en todo clima. Para pagar lo que has hecho por nosotros esta vez, nosotros siete tomamos estas copas de hijos por voluntad propia. ¡Dando nuestras vidas y almas!"

"¡¿Copas de hijos?!", pregunta el capitán. Tras él, Usopp y Zoro pelean por la copa.

"Oye, ¿el Cazador de Piratas y el Dios están...?"

El capitán suelta un sonido de sorpresa cuando los siete capitanes toman sus propias copas. Bartolomeo solloza y el resto de piratas vitorea.

"Tenemos una flota de 5600 hombres", dice Usopp aún inmóvil e incrédulo.

"¡Ahora lo somos formalmente!"

"¡Preparen el banquete rápido!"

"¡Celebrar la formación de la flota de 5600 tripulantes!", exclaman sacando varios platos de comida.

"Solo hacen lo que quieren", se ríe Robin.

Franky suelta una carcajada. "¡¿Copas de hijos?! ¡¿Qué demonios es eso?!"

"¡Jefe! ¡Muchas gracias!", exclaman los piratas.

"¡¿Qué?!", el capitán ve la copa gigante vacía y se enfurece. "¡Yo no bebí esto! ¡Aunque está vacía por alguna razón!"

"Eso fue bueno", Zoro se lame los labios.

De nuevo, la sala se llena de carcajadas por ver la pequeña emboscada que le han hecho al pobre capitán. Entre los siete capitanes y sus propios nakamas lo han obligado a tomar a su mando una gran flota. Por alguna razón, ni siquiera parece darse cuenta de qué es lo que ha pasado en realidad.

"Son muy agradables", asiente Kureha con satisfacción al saber que Chopper está en buenas manos.

"Qué chico tan divertido", se ríe Sabo.

Lo cómico de la situación parece haber aliviado un poco el tenso ambiente que se instaló cuando se mostró la última nakama. Muchas personas ya han aceptado que, sea quien sea el capitán, merece respeto y aceptación. Su personalidad tonta y carismática ya se ha ganado muchos corazones.

Por supuesto, no parece necesario decir que hay mucha gente disgustada con esto. Los marines, en su mayoría, están completamente frustrados. Sengoku ve como la situación empeora sin poder hacer nada para mejorarlo y Akainu está creando inconscientemente un charco de lava a sus pies.

"Parece que te ha gustado esta escena", comenta Benn mirando a un Luffy radiante.

"¡Sí! ¡Es como el juramento que hicimos, Ace!"

"No exactamente igual", se ríe el mayor. "Somos hermanos, no padre e hijos..."


II. Juramento de hermanos: Ace, Sabo y Luffy.

"Así que sois hermanos de juramento", Thatch asiente con comprensión. "Lo he imaginado porque dijiste que Ace intentó matarte cuando te conoció pero os parecéis tanto que no pensé que fuera cierto."

"¡No nos parecemos tanto!", exclama Ace ofendido.

"Nuestro otro hermano no se parecía en nada", se ríe Luffy.

"¿Otro hermano?"

"¡Teníamos otro hermano!", Luffy gorgojea.

Ace se desanima un poco ante la mención de Sabo pero su rostro está pintado con una sonrisa cariñosa.

"Él murió", dice y mira a Luffy. "Era tu preferido, ¿verdad?"

Luffy se ríe. "¡No tengo favoritos!", luego parece pensarlo. "Bueno, Sabo era mucho más amable que Ace..."

Algunas personas en el ejército revolucionario se congelan. Dragon abre mucho los ojos, sabiendo dónde recogió a su Sabo y dónde ha vivido su hijo durante toda su vida.

El mismo Sabo da un paso hacia adelante, queriendo escuchar mejor.

"¿Qué le pasó a tu hermano?", pregunta Koala en voz alta, llamando la atención de los hermanos azabaches.

"Explotó", resume Ace.

"¿Qué...?"

Luffy suelta un bufido y empuja a su hermano con un rostro hastiado que parece más una burla. Mira a la chica de cabello corto y le explica.

"Sabo estaba buscando la libertad y salió al mar un poquito antes que nosotros", dice pacíficamente. "Pero se cruzó en el camino con un Ten... Tenri... Tenburrito y su barco explotó."

Ace se ahoga al oír el nombre que Luffy le ha atribuido a los Tenryuubitos y suelta una carcajada a la que se unen muchas personas.

Sin embargo, los revolucionarios, que se habrían unido a las risas en cualquier otra ocasión, solo miran a Sabo, convencidos de que su jefe de personal acaba de encontrar su pasado.

Antes de que el rubio pueda pensar en qué hacer, Bessy habla.

"Sí, hablando de eso, ¿por qué no os muestro ese juramento?"

Luffy ladea la cabeza confuso. "¿Para qué?"

Bessy sonríe. "Quiero y puedo."

Hay algunas quejas porque a nadie le interesa ver la vida del mocoso del sombrero de paja, sin embargo, muchos se quedan en silencio. Hasta ahora no se ha mostrado nada sin un motivo en específico por lo que esta escena debe ser importante de algún modo.

Zoro le hace una señal a sus futuros nakamas para que presten atención. Sanji y Jinbe intercambian una mirada de desconcierto ante el repentino interés del pasota vice-capitán.

Se muestra el panorama de un frondoso bosque. Hay animales bastante grandes para una isla que no sea del Grand Line. Al borde del bosque hay un vertedero.

"¡Terminal Gray!", exclama Luffy asombrado y aplaude con emoción.

"Dulce hogar", murmura Ace.

Los piratas de Barbablanca le lanzan miradas incrédulas a los dos hermanos.

"¿Vivíais en un vertedero?"

"No, vivíamos con Dadan y los demás", corrige Luffy.

"Dadan y los demás son los bandidos de la montaña", explica Ace.

Luffy asiente.

"Yo no sé para qué pregunto", Marco se frota el puente de la nariz.

Thatch se inclina interesado. "¿Bandidos de la montaña?"

Ace frunce el ceño sin saber cómo explicarle a su amigo para que lo entendiera.

"Sí, ellos nos cuidaban. Su líder, Dadan, era para nosotros como...", se detiene buscando la palabra en su vocabulario. "Ah, sí. Dadan era como nuestra mamá."

Desde una esquina de la habitación, los bandidos que han pasado totalmente desapercibidos junto con el resto de civiles se atragantan.

"¡¿M... Mamá?!"

Makino se ríe suavemente al ver el llanto de la mujer bandido.

"Dadan-san está muy feliz."

"¡Por supuesto que no estoy feliz!", llora Dadan.

Se muestra el interior de una choza sucia, casi destrozada y vacía. Hay tres hombres a un lado. En el centro de la habitación, un hombre grande está de pie frente a un niño atado.

El niño es fácilmente reconocible como Monkey D. Luffy. Es prácticamente igual, incluso tiene su sombrero de paja atado al cuello.

"¡Suéltame!", grita. "¡No te diré nada!"

Ace se levanta de golpe sobresaltando a la gente a su alrededor y mira a la sirena.

"Quita esto", le ordena.

"No quiero", responde ella.

"¡¿Qué demonios?! ¡No hay nada interesante que ver aquí! ¡No quiero ver cómo torturan a mi hermano pequeño!"

"¿Tortura?", pregunta Shanks que había estado mirando enternecido al niño de siete años que tanto adora.

Ace baja la mirada un poco avergonzado antes de volver a dirigirse a la sirena. "Te he dicho que no hay nada interesante, nadie quiere ver cómo le pegan a un niño."

"Bueno, habla por ti mismo", murmura Don Krieg.

"Yo quiero torturar a ese mocoso", dice Big Mom aún sin olvidar la osadía del niño.

Bessy le da una sonrisa al chico pecoso. "Yo controlo este lugar. Nada de lo que digas me va a convencer así que siéntate y disfruta."

Ace parece a punto de prenderle fuego a la mujer pero Luffy le agarra la mano y le da una sonrisa cariñosa.

"¡Vamos a verlo, Ace! ¡Volveremos a ver a Sabo! ¿No estás emocionado?"

Al comandante de la segunda división se le derrite el corazón ante las palabras de su hermano. Suspira y se deja arrastrar de vuelta a su asiento.

"¡Maldito mocoso!"

El hombre arrastra un martillo gigante y, sin reserva alguna, aplasta al niño.

"¡Por dios, es un niño!", grita alguien.

"¿Qué demonios hizo Luffy para molestar tanto al tipo?", pregunta uno de los piratas del pelirrojo.

Makino jadea. "Luffy..."

El martillo rebota en la cabeza de Luffy, que no tiene ni un rasguño.

"Me comí la Gomu Gomu no Mi así que soy un hombre de goma", le informa.

"¡Luffy! ¡No le digas eso a tus enemigos!", le regaña Shanks.

Luffy lo ignora.

"Dame mis guantes", le ordena el más grande a uno de sus secuaces.

La escena cambia al bosque.

"¡De prisa! ¡Estaremos acabados si regresan!"

Se muestran dos niños sobre la rama de un gran árbol. Uno es un azabache con las mejillas repletas de pecas, el otro viste un sombrero de copa y prendas de noble un poco sucias. Su cabello es corto y rubio y le falta un diente.

"¡Qué adorables!"

Sabo mira la pantalla con más incredulidad al ver una copia exacta de sí mismo en la pantalla. No puede creer lo que ve. Koala jadea y sabe que muchos revolucionarios están igual.

Ambos guardan montones de dinero en cajas con mucha prisa.

"Debemos llevar el tesoro a otro lugar", dice Ace. "Solo es cuestión de tiempo para que Luffy hable."

"¡Oye!", Luffy se ofende.

Izo mira a su hermano con el ceño fruncido.

Ace se cruza de brazos. "No me miréis, en ese entonces todavía no éramos hermanos y Luffy era el niño más molesto que he visto en mi vida."

"No solo tomarán lo que les robamos, también se llevarán nuestros ahorros de estos cinco años."

"Hay tantas cosas mal en esa declaración...", dice un marine al ver a un niño pequeño admitir que lleva cinco años robando.

Luffy vuelve a aparecer. Lo han atado a una cuerda para dejarlo colgando.

"Escucha mocoso, ese dinero que tu amigo Ace nos robó es muy importante para nuestra banda", se pone unos guantes con púas y agarra la cabeza del niño. "Tú sabes dónde está, así que me lo dirás."

"Espera, ¿son piratas?"

"Por supuesto", dice Ace. "Es Porchemy, de los piratas de Bluejam."

Un marine del East Blue se atraganta. "¡Bluejam!", grita. "Lo recuerdo, ¡tenía una recompensa de casi quince millones!"

"¡No!", escupe Luffy sin miedo.

Porchemy empuja a Luffy hacia atrás y golpea su rostro con brutalidad, dejando las púas ensangrentadas. Incluso los hombres de Bluejam se aterran cuando ven al niño herido colgando.

Luffy, con la sangre corriendo por su rostro, comienza a llorar y a retorcerse.

"¡Duele! ¡Tengo miedo! ¡Ayuda!"

Ace se encoge al ver a su hermano sufriendo. Sabo da un paso hacia atrás, sin comprender por qué le duele tanto ver la imagen del niño.

"Pobre niño", se lamenta Nami. "Cómo pueden hacer algo así...?"

Los demás piratas de la tripulación aprietan los dientes con rabia ante la imagen.

"Mi mocoso", Dadan aprieta los puños con furia.

Porchemy continúa golpeando al niño una y otra vez. "¡Buscad a Ace y Sabo, no tenemos tiempo que perder!", ordena a sus hombres.

Estos aceptan, agradecidos de poder escapar de ver la tortura del niño. Comienzan a preguntar por todo el vertedero en busca de los niños.

"¿Ace y Sabo?", dice un vagabundo con una sonrisa. "Mejor rendíos, no podéis con esos chicos."

"No los subestiméis por ser solo niños. Son unos desquiciados incluso capaces de matar a un tigre."

"Normal que Puño de Fuego sea un maldito pirata, era un criminal desde pequeño", maldice un marine.

"No me agrada ver la tortura del niño pero es bastante interesante ver la infancia del jefe de personal", murmura un revolucionario.

Escondido, Sabo mira a los hombres que lo buscan. Sus ojos se ensanchan y sale corriendo cuando se da cuenta de cuál es la razón.

"Ya está oscureciendo", dice Ace en el nuevo escondite de su tesoro. Se gira cuando ve llegar a un Sabo muy alarmado. "Sabo, ¿qué pasa? ¿Ya fueron a buscar el dinero?"

"¡No!", exclama Thatch sufriendo por el pobre niño.

"No lo han hecho", dice el rubio con la respiración entrecortada. "¡No pueden hacerlo!

"¿A qué te refieres?"

"Ese tal Luffy... ¡No les ha dicho nada!", Ace palidece ante las palabras de su amigo.

"Por supuesto que no lo ha hecho", Ace sonríe levemente con cariño.

"Seguramente lo están torturando. ¡Pensé que era un llorón idiota y que hablaría en seguida! ¡No entiendo por qué no ha hablado! Si esto sigue así, él..."

Los ojos de Ace se ensanchan y aprieta los puños, con la tez más pálida de lo habitual.

"Niños de su edad no deberían de estar preocupándose por ese tipo de cosas...", suspira con un temblor Tashigi.

Volviendo a la vieja choza destartalada, los golpes son el único sonido. El niño ya ni siquiera gime ni llora, incluso los hombres de Porchemy apartan la mirada para no ver tal crueldad.

La gente jadea al ver el estado del niño y muchos agradecen internamente no haber visto toda la tortura.

"P... Porchemy-san", tartamudea uno. "No funcionará. Ya no tiene energía ni para gritar. No creo que vaya a hablar y la verdad es que no soporto más ver esto. Tenga algo de piedad..."

Porchemy no duda en golpear al insolente. Aprieta los dientes y dice:

"Si tienes tiempo para hablar, ve a buscar a Ace y Sabo. Nuestras vidas están en peligro, ¿acaso no lo entiendes? ¡Ya hemos tardado demasiado en darle el dinero al capitán Bluejam!"

"En realidad entiendo al tipo", dice un pirata de Don Krieg haciendo una mueca de empatía. "Imagina que tu capitán te vaya a matar por culpa de un par de mocosos."

Con eso, se gira de nuevo y comienza a golpear al niño.

"¡Responde!"

"No hablaré... ¡No hablaré! ¡No hablaré!"

"¡No lo entiendo! ¿Por qué es tan testarudo? ¡Debería haberlo dicho!", protesta Yasopp.

El pirata se cabrea. "Bien, ya es suficiente."

Se quita los guantes y coge su espada. "Muere."

Varias personas jadean a la vez. "¡No!"

Sabo casi se lanza a la pantalla.

En ese mismo instante, alguien irrumpe en la choza atravesando la pared.

"¡Detente!", gritan Ace y Sabo a la vez.

"Gracias a Dios", suspira Coby con alivio.

"¡Ace!", el pequeño Luffy solloza cuando ve al niño mayor.

El pequeño que ahora es Puño de Fuego golpea a un par de hombres y ataca a Porchemy, quien lo agarra por el cuello sin problemas.

"Estaba empezando a preocuparme, tu maldito amigo no quiere hablar."

"¡Ace!"

"Suéltame... ¡Sabo!"

El niño rubio salta y golpea al pirata en la nuca con una pipa.

"Así que de ahí viene tu elección de arma", Koala se da cuenta. "Es interesante."

Con un admirable trabajo en equipo, Ace pelea contra Porchemy y Sabo se encarga de los demás, liberando a su vez a Luffy.

"¡Buen trabajo!", exclaman.

"¡Ace, vamos!"

"Id primero", ordena Ace.

"Idiota, tú... ¡Date prisa!"

"Si se trata de una pelea... ¡No huiré!"

"¡Ace, idiota!", le gritan sus hermanos.

"Es un maldito mocoso, ¿qué es eso de no huir?", masculla entre dientes un marine.

Garp y Barbablanca saben exactamente de dónde ha heredado el niño esa tenacidad. Por su parte, aquellos que desconocen la herencia como Shanks, Rayleigh e incluso Buggy, no pueden evitar recordar a aquel hombre al que tanto amaron.

"¡Detente! ¡Este tipo no es como los vagos de la ciudad!"

Ace no se ve en absoluto intimidado por el gran hombre frente a él. Sabo suelta a Luffy y se queja entre dientes cuando llega junto al otro niño para luchar.

"¡Suéltalo con más cuidado!", se grita a sí mismo Sabo desde fuera de la pantalla.

"¡Deja de decir estupideces!", Porchemy lo ataca. "Si perdiera contra unos mocosos como ustedes, ¡dejaría de ser pirata!"

"¡Nosotros nos encargaremos de eso!"

"Y lo hicieron", dice Dadan orgullosamente.

La escena cambia. Luffy, vendado y limpio, llora a mares mientras que los dos mayores charlan.

"Parece que lo hicieron", dice otro pirata asombrado.

"¡Tenía miedo!", llora el menor. "¡Pensé que moriría!"

"Es un bebé llorón", dice Shanks lo suficientemente fuerte como para que el niño lo oiga.

"¡Cállate, imbécil!", grita Luffy.

Ace grita. "¡Eres una molestia! ¡Cállate ya! ¡Siempre estás llorando! ¡Lo que más odio son los malditos mocosos llorones!"

El efecto es instantaneo, el llanto cesa.

"¡Qué eficacia!", se ríe Vista.

"No va a tardar mucho", le asegura Ace con su propia sonrisa.

"Es increíble creer que eras un mocoso tan malhumorado", dice Haruta.

"Aunque se parece mucho a cuando Ace intentaba matar a Oyaji", murmura Marco.

El niño inclina su cabeza y su torso. "Gracias... Por... Salvarme...", las lágrimas vuelven a salir en cascadas.

"¡Oye!", grita Ace.

"Tranquilo", interviene Sabo. "Solo está agradeciendo."

"Apuesto a que él era el sensato del trío", dice Thatch mirando con cariño a los niños de la pantalla.

"¡Sí!", exclama Luffy. "¡Sabo era el mejor!"

El corazón del jefe de personal del ejército revolucionario se retuerce.

Ace chasquea los dientes. "Además, ¿por qué no hablaste? ¡A ese tipo no le importa tener que asesinar mujeres o niños!"

"Si hablara... No podríamos ser amigos", dice Luffy.

"Oh..."

"¡Eso es mejor que morir! ¿Por qué insistes en ser mi amigo?"

"Es que..."

"¿Entiendes los problemas que nos causaste? ¡Todo porque empezaste a seguirme!"

"Es que... ¡No tengo a nadie más!", dice el menor. "¡No puedo regresar a villa Foosha, odio a los bandidos de la montaña...! ¡Si no te hubiera seguido estaría solo! ¡Estar solo es lo más doloroso!"

Ace no lo puede evitar, tira del brazo de su hermano y se funde en un fuerte abrazo. Luffy sonríe en el pecho de su hermano mayor, sintiendo todo el amor y el cariño de Ace.

Sabo avanza inconscientemente al lugar en el que están sus hermanos azabaches.

La escena cambia de nuevo. Hay un claro en medio del bosque. Los tres niños están alrededor del muñón de la rama de un árbol, el cual tiene sobre él tres copas de sake.

"Bueno, decidiremos las cosas del futuro en el futuro", dice Ace. "Lo más probable es que los tres terminemos en barcos diferentes."

"¿Le robaste su licor a Dadan?", pregunta Luffy.

"¡Ace! ¡Mocoso!"

Puño de Fuego parpadea y mira a su hermano. "¿No sientes como que Dadan está maldiciéndonos?"

Luffy se encoge de hombros.

Ace sonríe y abre la botella. "¿Lo sabían? Cuando los hombres brindan, se convierten en hermanos."

"Hombres", se burla Thatch. "Y aún iban en pañales."

"¡Oye!", se quejan los hermanos.

"¡Los niños no deben beber!", regaña un marine.

"¿Hermanos? ¡¿De verdad?!"

"Tal vez no terminemos en el mismo barco pirata, pero estaremos unidos por nuestro lazo de hermanos. No importa lo que hagamos o donde estemos, ¡nadie romperá ese lazo!"

Los tres niños cogen las copas.

"A partir de ahora... ¡Somos hermanos!"

"Esto es muy tierno", sonríe Vivi.

"¡Luffy-bro! ¡Estoy tan feliz de que ya no estés solo!", llora Franky secándose el rostro con un pañuelo.

"¡Qué bonita es la hermandad!", baila Bon Clay.

"Esto ha sido lindo", admite un marine. "¿Pero cuál fue el objetivo de...?"

Un chico rubio se detiene frente a los hermanos D. Su piel es bronceada y su ojo izquierdo está teñido por una cicatriz de quemadura. Su vestimenta es un guiño a la nobleza, con una gabardina negra abierta, una camisa azul, un pañuelo blanco sobre el cuello y un sombrero de copa.

Algunas personas jadean al reconocer al niño de la pantalla. Ace se cruza de brazos.

"¿Quién demonios eres?"

"Idiota", dice Thatch. "Ese es tu..."

Izo lo detiene. "Déjalos."

Luffy mira con curiosidad y ladea la cabeza interrogante.

"Yo en realidad no recuerdo, pero ahora que he visto esto puedo entender más de mi pasado", su voz resuena en la silenciosa sala. "Que salí al mar por culpa de mi padre y quería huir de él, pero también quería alejarme de vosotros para que estuvierais a salvo."

La boca de Ace se abre con sorpresa, Luffy frunce el ceño y ladea aún más la cabeza como solo puede hacerlo un cuello de goma.

"Sé que no recordar no es una excusa pero me gustaría pediros disculpas por hacer que os preocupéis", sonríe Sabo. "Y si... Si alguna vez me aceptáis de vuelta..."

Ace observa. Luffy se cruza de brazos.

"No lo entiendo", admite.

"¡¿No lo entiende?!", gritan los espectadores con sorpresa.

Sabo se ríe y abre la boca para explicar pero Ace habla lentamente.

"Sabo."

El rubio sonríe avergonzado y mira a Ace. "Sí."

Luffy parpadea. Sus ojos y su boca se abren lentamente, a la vez que sus brazos se levantan. Tropieza hacia detrás y cae en una de las sillas.

"¡¿SABO?!", grita sorprendido.

Ace también parpadea. Luego sus ojos se ensanchan y grita. "¡¿Sabo?!"

"¡¿Por qué les cuesta tanto entender?!", les gritan.

Luffy y Ace saltan a la vez y se lanzan encima del rubio. "¡Sabo!"

Los tres caen al suelo en una montaña de lágrimas, mocos y extremidades gomosas. Sabo consigue sacar la cabeza de debajo de los cuerpos de sus hermanos y se ríe.

"Lo siento, Ace, Luffy", les dice. "Estoy de vuelta."

Desde lejos, Makino, Dadan y los bandidos lloran a mares mientras miran a sus chicos con cariño.

──────────

No pensaba publicar hoy pero mañana tengo un examen súper jodido y necesito despejarme un poco... Deseadme suerte, si sobrevivo podré terminar de escribir pronto el siguiente capítulo! Muchas gracias por leer, votar y comentar

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro