Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Quinto idilio

Mañana presento el icfes. Digan Madness faitin.

⠀⠀YoonGi apareció frente a él horas más tarde, mientras sentado en una de las sillas libres del negocio leía tranquilamente un libro que Jin le había facilitado. 

⠀⠀Para ese momento del día, su mente sin duda estaba más aclarada. No había tocado su teléfono durante ese tiempo, dejándolo olvidado en la comodidad de la habitación. 

⠀⠀—¿Puedo? —preguntó YoonGi, señalando el asiento frente a él. Solo entonces se dio cuenta de que traía dos Macchiatos. JiMin asintió felizmente, aliviado de poder volver a hablar con él. 

⠀⠀—¡Hola! —dijo una vez se sentó. YoonGi devolvió el saludo con un movimiento de mano y luego se fijó en el rostro ajeno. 

⠀⠀La tensión de la conversación mañanera había desaparecido, al igual que la actitud espinosa del día anterior, que en ese momento parecía totalmente impropia de él. Las esquinas de sus ojos se arrugaron con una sonrisa. 

⠀⠀—¿Te gustó la comida de Jin? —preguntó tras una risilla, extendiendo uno de los cafés. 

⠀⠀—Me subió el ánimo. Me recordó a mamá, y a la comida que me hacía cuando era pequeño. La extraño bastante. 

⠀⠀—¿Murió? —JiMin se apresuró en negar. 

⠀⠀—Las cosas entre nosotros no están tan bien después de algunos sucesos… ella ya no es la misma conmigo. 

⠀⠀—Ahí hay una historia, ¿No? 

⠀⠀—Sip —dijo con una sonrisa forzada—, una que preferiría no contar. 

⠀⠀—Es perfectamente respetable que haya cosas que no queramos recordar —dijo, tomando el primer sorbo de café—. Mamá murió hace algunos años. No es un tema que profundice a menudo. 

⠀⠀—Oh —JiMin enmudeció momentáneamente—. Es una pena. Pensé que ella estaba viva… por como hablabas de ella.   

⠀⠀—Siempre hablo de ella como si lo estuviera. Me hace sentir que sigue conmigo. Sé que lo hace. Ella me lo prometió. —JiMin jugó con el café. 

⠀⠀—¿No te molesta que me esté quedando en su habitación? Digo… 

⠀⠀—No. Te lo dije: me recuerdas mucho a ella. Además de eso, encuentro placentera tu presencia. 

⠀⠀—Oh —repitió JiMin. Le gustó su sinceridad—. ¿Hace cuánto…? 

⠀⠀—Murió cuando yo tenía trece, hace seis años. —Su expresión se tornó melancólica—. Tenía un aneurisma. Cuando lo descubrieron, se sometió a la cirugía, pero fue demasiado el riesgo. Murió. 

⠀⠀—Oh... 

⠀⠀—No te preocupes. Ya no duele tanto recordarlo. 

⠀⠀—¿Y tu padre? 

⠀⠀—No sé nada de él desde la muerte de mamá. La hizo vivir una vida miserable. Incluso después de que lo dejó, siguió atormentándola. 

⠀⠀—Eso suena desafortunado. Horrible. Yo tampoco me llevo bien con mi papá, pero por motivos distintos. 

⠀⠀—¿Cuáles? 

⠀⠀—Se avergüenza de tener un hijo como yo.   

⠀⠀—El mío también. Tenemos muchas cosas en común. —Ante el comentario, JiMin soltó una carcajada. 

⠀⠀—Entonces, ¿tienes diecinueve? 

⠀⠀—Aquí, en Francia, sí. En edad coreana tengo veintiuno, por el año que suman al nacer y el año que suman en año nuevo. 

⠀⠀—En edad de aquí… tengo 29. En realidad, en corea tengo 31. Nos llevamos diez años. 

⠀⠀—Luces bastante joven. 

⠀⠀—Exageras. 

⠀⠀YoonGi se contuvo de señalar que también actuaba como tal, pero al recordar la conversación feo día anterior se contuvo. 

⠀⠀Mientras tomaban el café y miraban por el ventanal, los envolvió un silencio que se sentía reconfortantemente cómodo. JiMin pensó en lo extraño que le resultaba eso, puesto que ni con su propio esposo, con quién llevaba seis años, había experimentado algo así. 

⠀⠀Los silencios incómodos eran el pan de cada día, y las conversaciones profundas eran inexistentes. 

⠀⠀Con YoonGi, eso no estaba, y le resultó raro. Pensó que, tal y como había dicho el día anterior, al no conocerse de nada, le era más sencillo descargar sus problemas y convivir. 

⠀⠀En su mente, el recuerdo de Azula parloteando sobre aquel crush de su adolescencia del que se enamoró en un día, apareció. 

⠀⠀JiMin se había burlado de ella entonces, argumentando que no era posible algo así. Pero, aunque fueran situaciones totalmente ajenas, sentía que al mismo tiempo eran parecidas. 

⠀⠀Había confiado en YoonGi en una hora, lo había conocido un día y aunque no se creía capaz de llamarlo enamoramiento, se sentía tan cómodo con él y al mismo tiempo YoonGi se interesaba tanto en su persona, que se sentía pleno, completo. 

⠀⠀Más allá de lo que estaba dispuesto a analizar.  

⠀⠀—¿Un euro por tus pensamientos

⠀⠀—¿Tienes un euro? —Enarcó una ceja. 

⠀⠀—No —dijo tras beber—. Pero podría conseguirlo.

⠀⠀JiMin se rio, y el artista satisfecho, pasó su mirada por el papel entre sus manos. 

⠀⠀—¿Almendra? —JiMin asintió. 

⠀⠀—Jin me lo prestó, ya que no tenía nada que hacer. Los pdf en mi teléfono los he releído como… ¿un millón de veces? 

⠀⠀—¿De qué trata? 

⠀⠀—Sobre un chico que sufre alexitimia.   

⠀⠀—¿Alexitimia? 

⠀⠀—Es incapaz de experimentar emociones. Cuando su madre y abuela mueren, se tiene que enfrentar al mundo totalmente solo. —Cerró el libro, acariciando la carátula—. Él no puede sentirlo, pero definitivamente… es aterrador. 

⠀⠀—¿Estar solo te da miedo? 

⠀⠀—Ya lo estoy. —Su mirada decayó—. A veces simplemente me pone triste. No hablo mucho con mi familia, y no tengo muchos amigos… 

⠀⠀—Tampoco tengo muchos amigos —compartió YoonGi—. Mi círculo social es muy reducido. 

⠀⠀JiMin se rio y miró a la ventana. —Vamos, no seas modesto. Es imposible que alguien como tú no tenga amigos. 

⠀⠀—Pues no, no los tengo. Mi habilidad social es horrible. Solo poseo una amiga, a la que veo muy de vez en cuando. 

⠀⠀—¡¿Qué?! —exclamó impresionado, volteando a verlo. Algunas personas voltearon a verlo con mala cara, por lo cual moderó su tono de voz. YoonGi rio—. Pero… ¡Si tú eres tan…!   

⠀⠀—¿Soy tan…? —Bebió. JiMin no sabía cómo terminar la oración, sin encontrar un término oportuno para describirlo. 

⠀⠀Finalmente, decidió. —¡Tan tú! 

⠀⠀—¿Tan yo? —arqueó una ceja. 

⠀⠀—¡Sí! —exclamó en voz baja, olvidando la tristeza que antes había sentido—. Eres tan fluido y elegante al hablar. Incluso cuando coqueteaste conmigo, ¡no te pasé por un acosador ni un pervertido! Eso es francamente impresionante…   

⠀⠀—Ay, nene —tomó otro sorbo—. Para mí, la seducción es un arte, y debe ser sublime, respetuoso y adulador. La persona se debe sentir halagada, no objetivizada. No hay gracia en un insulto vulgar. 

⠀⠀—¿Tratabas de seducirme? —Arqueó una ceja. 

⠀⠀—Quizá. Depende de cómo lo veas. Digamos que mi intención inicial era solo ayudarte, pero al interactuar un poco contigo sentí la necesidad de darte afecto. Lo necesitabas, y yo lo quería.

⠀⠀JiMin apartó la mirada, avergonzado.  —¿Tan obvio era? 

⠀⠀—Eres transparente, y admiro eso de ti. Yo no soy tan fuerte como para demostrar mis emociones. Está bien necesitar amor, y yo estoy encantado de darlo cuando me siento así. 

⠀⠀—¡Eso es a lo que me refiero! —se exaltó de nuevo—, eres tan… sabes manejar las palabras y hablar así, entonces, ¿Cómo no tienes un círculo de amigos enorme? Pensé que eras una mariposa social. 

⠀⠀—En realidad, es porque me desagrada la mayoría de la gente. Si encuentro un defecto que me resulte molesto, lo diré. A veces, puedo ser irritante porque sé insultar sin que ellos sepan que los estoy insultando.  

⠀⠀—Pero conmigo jamás… 

⠀⠀—No encuentro ningún defecto en ti —dijo—. Si te quedas aquí y podemos seguirnos conociendo, quizá encuentre alguno que no me agrade, y ten por seguro que te lo diré. 

⠀⠀—Me gusta eso —dijo, sonriendo—… pero no seas cruel, o lloraré. 

⠀⠀—Trataré de no hacerlo —murmuró con diversión. 

⠀⠀Otro rato de silencio y café, entonces, YoonGi preguntó: 

⠀⠀—¿Puedo preguntar por qué viniste a París? Me intriga saber el por qué alguien como tú estaría aquí. 

⠀⠀El mayor se removió ligeramente incómodo en su lugar. 

⠀⠀—Ahora, ni si quiera yo lo sé —suspiró—. Francamente, estoy decepcionado. Se suponía que iba a cambiar de aire, a divertirme, a ser feliz… pero fue un desastre. Incluso conseguí reservaciones para Caramel Macchiato, pero no pude ir. 

⠀⠀—Estamos en Caramel Macchiato, nene —dijo tras una risita breve. JiMin abrió la boca y la cerró dos veces, como buscando que decir, hasta que finalmente gritó con asombro: 

⠀⠀—¡¿En serio?! —Su mirada fue a parar a los cafés que estaban compartiendo y se sonrojó, señalándolos. 

⠀⠀—¿Así que lo sabías? —Volvió a reír, esta vez más fuerte—. Pensé en contarte el significado más adelante. 

⠀⠀—¡Oh, por Dios! Esto es… ¡Lo hiciste a propósito! —soltó, contagiándose de su risa—, que descaro. 

⠀⠀—¿En serio? En mi opinión, creo que es un gran cortejo de mi parte. —Guiñó el ojo derecho—. Para un hombre que cree en el destino, ¿qué mejor que compartir con la persona de la que gusta una bebida que los entrelaza? —coqueteó, jugueteando con el vaso—. Además, parecías tan feliz bebiéndolo el primer día que no me pude resistir a darte otro. 

⠀⠀—Oh vamos, ¡Cortejo! —ironizó a forma de broma—, ¿qué sigue? ¿me vas a dar una marca para que seamos compañeros de por vida?

⠀⠀—Es una lástima que no pueda —YoonGi se carcajeó, complacido por la espontaneidad de JiMin—. Sin embargo, me gusta lo que veo. Y siempre sé lo que quiero. 

⠀⠀—¡Ni siquiera me conoces y ya dices que te gusto! —exclamó burlesco, maravillado por la honestidad agradable del contrario. 

⠀⠀—Eso puede arreglarse —rebatió—. Tenemos tiempo, ya que vas a quedarte. Y lo poco que he visto, me ha encantado. 

⠀⠀—¿Ah sí? ¿Y cómo sabes que quiero quedarme, eh? —YoonGi fingió pensarlo durante un corto periodo de tiempo, y luego sonrió, señalando el vaso de café en su mano. 

⠀⠀—¿Cómo sé que no quieres quedarte? 

⠀⠀—Deja de responder mis preguntas con más preguntas. —Frunció el ceño e hizo un puchero. 

⠀⠀—¿Por qué? Te ves hermoso haciendo ese gesto. 

⠀⠀—¿Puedes dejar de coquetear conmigo? 

⠀⠀—De poder, puedo. Pero de querer, no quiero. ¿Te molesta? 

⠀⠀—No…   

⠀⠀—Esa es mi respuesta definitiva a tu pregunta, entonces.

⠀⠀⠀⠀ JiMin suspiró, negando lentamente mientras miraba a YoonGi con incredulidad.

⠀⠀—¿No te da pena ser así? Yo jamás podría… 

⠀⠀—Soy un hombre al que le gusta vivir su vida de forma libre y hacerlo al límite. No hay vergüenza en que me sienta atraído por ti cuando sin duda eres precioso.  

⠀⠀—Bueno, tú también eres excepcionalmente guapo. Tienes un lindo rostro y sin duda una personalidad encantadora —dijo JiMin, sintiéndose libre de ser sincero—. Me he divertido mucho hablando contigo, y me siento muy cómodo a tu lado. 

⠀⠀—Yo también. Hace mucho tiempo que no tenía el placer de toparme con alguien tan agradable como tú, por lo que sin duda no quiero dejarte ir. 

⠀⠀—Mira, yo… también tengo deseos de conocerte, si te soy sincero. También es la primera vez que siento que alguien me escucha y se interesa por mí, no te voy a mentir. Siento pena en pensar que debo irme y no te volveré a ver. 

⠀⠀—Entonces, ¿nos sentimos igual? 

⠀⠀—No voy a fingir que no —suspiró—. Tenemos una conexión muy fuerte. Pero no sé qué debería hacer. 

⠀⠀—¿Qué te dice tu corazón? 

⠀⠀—Que irme sería un error. 

⠀⠀YoonGi le sonrió, y su corazón se sintió cálido. Algo en su interior le dijo que estaba mal: era un doncel casado. Tenía un compromiso. Un marido al que le debía fidelidad. 

⠀⠀Pero al recordar su desastrosa relación, no pudo sentirse mal. JaeWook y él estaban destruidos. Se suponía que iban a arreglar su relación en sus vacaciones, pero JaeWook no le había puesto interés y francamente él no estaba seguro de conservar el suyo. 

⠀⠀Mirando a YoonGi, pensó que su compromiso no le podía importar menos. 

⠀⠀[…] 

⠀⠀El castaño se miró a sí mismo al espejo, luciendo por primera vez en mucho tiempo, algo animado. Aun cuando el día anterior parecía morir ahogado en pena, con tan solo una charla YoonGi había logrado subir considerablemente su ánimo. 

⠀⠀Miró su celular ahora apagado, preguntándose si había hecho bien al ceder a sus deseos egoístas. No había arrepentimiento, y eso le daba un mal sabor de boca. 

⠀⠀Se reprendió a sí mismo, sabiendo que a JaeWook no le podía importar menos anteponer sus deseos egoístas a él, sintiéndose profundamente herido ante la reflexión. 

⠀⠀Tocaron la puerta de su habitación, y entonces corrió a abrirla lleno de emoción, dejando cada ápice de sentimientos negativos apretados en una esquina de su mente. Recibió a YoonGi entonces, con una agradable sonrisa. 

⠀⠀—¡Hola!   

⠀⠀—¿Puedo pasar? —JiMin asintió, haciéndose a un lado para permitirle el paso. 

⠀⠀YoonGi extendió uno de los platos de comida que tenía en las manos hacia él, y luego le pasó el vaso en donde se suponía, estaba la bebida. 

⠀⠀—¿Otro? 

⠀⠀—Otro —confirmó él, destapando su propio Macchiato y dándole un sorbo—. Tengo que atraparte se alguna forma —sentenció.

⠀⠀JiMin se rio, e imitó su acción, complacido por el coqueteo. 

⠀⠀—Estaba a punto de bajar para cenar, ¿Me arreglé en vano?   

⠀⠀—¿Te gusta cómo luces? —JiMin asintió tímidamente, como si temiera algún señalamiento por su parte—. Entonces no. No te arreglaste en vano. Lo importante, es que te sientas bonito, algo que, sin duda, eres… ¿Qué? 

⠀⠀JiMin negó. —Creo que es la segunda vez que lo digo, pero en serio siento como si fueras uno de esos típicos chicos de amores literarios, que no existen en la vida real. Se me hace increíble verte aquí, en frente de mí. 

⠀⠀—Gracias por el halago —dijo—. Los trabajadores que ayudan a Jin están fuera por vacaciones. Como Jin quería reducir la carga de atender, hizo un sistema de reservaciones temporal —informó. JiMin recordó la reservación que había hecho Azula, por lo que asintió—. El café está lleno, así que no hay espacio para comer abajo. Quise traerte la comida, y aprovechar para preguntarte algo. 

⠀⠀—¿Qué exactamente? 

⠀⠀—¿Qué opinas sobre salir a conocer París conmigo? —soltó entonces. 

⠀⠀El más bajo perdió el habla durante un breve instante, antes de mirarlo a él con la duda plasmada en sus ojos. 

⠀⠀—¿Estás hablando en serio? 

⠀⠀—Sí —respondió con simpleza—. Me gustaría pasar varios días enteros contigo, y mostrarte las maravillas que puede darle París a alguien como tú. ¿Te agrada la idea? 

⠀⠀—¡Demonios, sí! —chilló, sin poder contener su emoción—, eso sin duda me encantaría.   

⠀⠀—Me alegra que te guste —dijo mientras una sonrisa se asomaba en sus labios—. Te ves hermoso cuando actúas así, ¿Te lo habían dicho? 

⠀⠀—Uh, solo mi mejor amiga. Eres el primero, normalmente mi personalidad no es del agrado de quienes conozco. 

⠀⠀—Bueno, pues tenlo muy presente. 

⠀⠀El azabache, tras decir eso se acercó a JiMin y dejó un beso en su frente, poniéndolo inevitablemente ansioso ante su acercamiento. 

⠀⠀—Por más que me gustaría quedarme, debo trabajar ésta noche, así que nos vemos mañana —se despidió YoonGi , alejándose de espaldas a la puerta—. ¿Te espero mañana al medio día abajo?

⠀⠀—¡Con ansias! 

⠀⠀YoonGi le regaló una sonrisa que, sin duda lo hizo sentirse más cálido por dentro. 

⠀⠀—No lo dudes. 

⠀⠀El aire que salió de sus labios tras un breve suspiro era soñador y refrescante como un día de verano, sintiéndose repentinamente revitalizado por la promesa de una aventura al lado de tan magnífico ejemplar. 

“Aunque parezca paradójico, la vida imita al arte mucho más que el arte a la vida” 
 Oscar Wilde. 

 

 

 

 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro