Hello

⠀⠀JiMin decidió regresar únicamente con el encuentro del alba, que insistente le avisaba que su tiempo se estaba agotando. Y aquello era lo que en realidad temía; enfrentarse a la crudeza que le regalaba la toma de decisiones. 

⠀⠀Para bien o para mal, había tomado su decisión, en la cual había terminado por, a fuerzas, hallar un pequeño consuelo. 

⠀⠀SeokJin lo saludó al entrar con una sonrisa cálida, decidiendo omitir el hecho de su partida abrupta al amanecer. Él, agradecido, correspondió el gesto y luego se apresuró hasta el ascensor, negándose, a pesar de su miedo, a retrasar más las cosas. 

⠀⠀Cuando las puertas del ascensor se abrieron lo recibió una habitación vacía y silenciosa. La figura distorsionada de YoonGi al mirarlo a través del espejo lo orillaron a aguantar la respiración. 

⠀⠀Entonces, ¿era así cómo se suponía que fuese la calma antes de la tormenta? 

⠀⠀A paso lento ingresó a la habitación y luego procedió a dejar las cosas que traía en la pequeña mesita que había cerca. Un suspiro pesado salió de sus labios cuando finalmente lo único que le quedó por hacer fue acercarse al azabache. 

⠀⠀YoonGi ni siquiera se inmutó cuando la puerta corrediza sonó, alertándole de su presencia. Había un aura a su alrededor de engañosa calma, como el río que a pesar de ser manso puede desatarse en caos y desastre en cuestión de segundos. 

⠀⠀—YoonGi —murmuró, tratando de replicar la tranquilidad con la que el nombrado actuaba. 

⠀⠀—JiMin —lo nombró escuetamente, la amargura en su voz desatando emociones desagradables en el mayor. 

⠀⠀—Yo... —vaciló. Luego, tomó aire, deteniéndose al darse cuenta de que no sabía ni siquiera cómo empezar—. Necesitamos hablar. 

⠀⠀—¿Lo necesitamos? —inquirió, aunque aquello parecía una pregunta retórica más que otra cosa. 

⠀⠀Solo entonces YoonGi se dignó a mirarlo, detallando su rostro helado y ropa húmeda. Justo como el día en que se conocieron. 

⠀⠀—Pensé que ya habías tomado una decisión —dijo, de nuevo con aquel mismo tono. Solo entonces JiMin se dio cuenta del dolor y la tristeza que éste contenía. 

⠀⠀JiMin enmudeció ante esas palabras, cobrando nerviosismo a la par que temblaba por no saber cómo responder. Podía notar la inestabilidad en sus brillantes ojos, que hasta ese momento siempre se habían mostrados vivaces. 

⠀⠀—YoonGi, no… 

⠀⠀—Me levanté dándome la sorpresa de que no estabas entre mis brazos —comenzó—, y cuando bajé a buscarte Jin me dice que te fuiste con tus pertenencias y ropa puesta. No había rastro de ti por ningún lado. ¿Planeabas huir sin darme al menos una despedida? 

⠀⠀Y pudo verlo en sus ojos, que YoonGi necesitaba la verdad aún si era dolorosa para él en cualquier sentido o si incluso le mortificaba a él mismo. 

⠀⠀—Sí. —Apartó la mirada, incapaz de enfrentarse a su expresión rota—. Y no me enorgullece admitirlo. 

⠀⠀—¿Por qué? —Su voz se rompió, marcando el inicio de su quiebre—. Eso es lo que no entiendo. ¿Por qué, JiMin? Pensé que... pensé que había quedado claro que podías decirme cualquier cosa. Incluso si se trataba de abandonarme. 

⠀⠀—Porque tuve un choque de realidad —murmuró, soltando las primeras lágrimas. No se sentía bien omitiéndole la verdad, pero no sabía cómo contarla—. Y me di cuenta de que no podía seguir así. 

⠀⠀—¡¿Y entonces por qué no me lo dijiste?! —se exaltó, alzando la voz, aunque no era el propósito, sacudiéndolo y expresando su frustración mediante el toque brusco. 

⠀⠀Solo cuando JiMin lloró más fuerte fue que se dio cuenta de su error al no saber contenerse o manejar sus emociones, lo que terminó por hacerlo apartarse de él con brusquedad como si su toque fuese doloroso. 

⠀⠀—Porque tenía miedo de enfrentarme a esto, ¡no quería herirte de esta manera cuando tuviera que decirte que debo irme! 

—Lo hiciste en el momento en que pensaste en irte así —declaró—. Y lo estás haciendo ahora. ¿Acaso no confías en mí? ¿Te di razones para no hacerlo? 

⠀⠀—¡No, no me digas eso! —exigió, sintiendo que YoonGi no estaba siendo justo—, ¿Tienes idea de lo que siento acaso, YoonGi? 

⠀⠀—¡Pensaba que lo hacía, JiMin! —exclamó en tono miserable—. Pero ahora no sé qué pasa por tu mente. Estábamos tan bien, y de repente ocurre esto. —Sus dos manos fueron a sus sienes, masajeando para ahuyentar el dolor de cabeza que le amenazaba—. ¿Por qué? —repitió—. ¿Es que ya no deseas estar conmigo, o realmente nunca lo hiciste? 

⠀⠀—No lo sé, YoonGi. No sé cómo catalogar lo que siento por ti, ¡Hemos pasado tan poco tiempo juntos como para saberlo!   

⠀⠀—El tiempo es tan etéreo, JiMin —dijo. Su sonrisa irónica fue incómodamente dolorosa—. Y no lo necesito para saber que me has hecho sentir como nadie lo ha hecho. —En ese punto, YoonGi se quebró—. No necesito tiempo para saber que te amo.  

⠀⠀La declaración causó más abatimiento en JiMin, pero YoonGi no se frenó. Había ocultado lo que sentía de JiMin, temiendo que la intensidad de sus emociones lo orillase a huir de él, pero ahora que lo iba a perder de cualquier forma, ¿Qué importaba? 

⠀⠀—Jamás te prometí nada, YoonGi —se defendió JiMin pobremente—. Nunca te hice promesas y siempre fui lo más honesto que pude. 

⠀⠀—Tienes razón —concedió, deprimiéndose cuando se dio cuenta de la realidad. Cerró los ojos, inhalando mientras intentaba recomponerse para no deshacerse en sollozos—. Y lamento haber reaccionado así. Es solo que saberlo no hace que duela menos. 

⠀⠀—No buscaba lastimarte. 

⠀⠀—Lo sé. —Sin saber qué más hacer se apoyó en el balcón, buscando consuelo en la luna que apenas comenzaba a sobresalir entre el esclarecido cielo—. Entonces, supongo que eso es todo. ¿No es así? 

⠀⠀—No, YoonGi. —JiMin negó con su cabeza, acercándose a él en un pobre intento de frenar sus pensamientos—. No terminemos las cosas así —rogó, queriendo remediar lo que había hecho, de alguna forma. Pero YoonGi se apartó, negando. 

⠀⠀—Necesito estar lejos de ti ahora mismo, JiMin. 

⠀⠀Necesito pensar. 

⠀⠀Rechazaba la idea de reconocer lo que JiMin le estaba diciendo, aferrándose al romance ilusorio que habían vivido juntos. 

⠀⠀¿Poco tiempo? Claro, lo había sido. Sin embargo, la intensidad de las emociones no dependía del tiempo, cosa que JiMin parecía reacio a aceptar gracias a aquello que lo atormentaba. 

⠀⠀No podía entender a JiMin y eso le frustraba, tanto como le frustraba que JiMin no podía comprenderlo a él.   

⠀⠀Eran simplemente perfectos el uno para el otro, ¿por qué JiMin no podía verlo? O quizá él era el único que había concebido tal sinsentido. 

⠀⠀—Eres demasiado joven para poder entenderlo —murmuró JiMin—. Tengo muchas responsabilidades que no puedo dejar atrás. No por ti. 

 ⠀⠀ Y tampoco por mí. 

⠀⠀—No puedo entenderlo si no me lo explicas, JiMin.

⠀⠀—Te lo dije desde un principio, YoonGi —respondió—. Te dije que no podía ofrecerte nada más allá de una aventura. 

⠀⠀La luna brilló intensa cuando YoonGi abandonó la habitación, permitiéndose finalmente ceder ante todo, y rompiéndose como nunca desde hacía tiempo atrás. 

⠀⠀Y JiMin se quedó solo, enfrentando el peso de su decisión. 

⠀⠀Por primera vez. 

[…] 

⠀⠀JiMin siempre había sido un lector activo, y, sobre todo, crítico. Era muy difícil encontrar un libro que realmente fuera de su agrado, porque odiaba los clichés mal desarrollados, odiaba las malas narraciones y, sobre todo, le irritaban las conveniencias argumentativas que tenía el guion sobre los protagonistas.   

⠀⠀Era ridículo, porque justo en ese momento le estaba pasando algo que, de haber estado en un libro, hubiera causado que dejase de leer de inmediato. 

⠀⠀Pero aquella pequeña experiencia le recordaba que la vida, en ocasiones no tan recurrentes, podía ser impredecible para todos, y lo que menos te imaginabas que podría pasar pasa, por un golpe de suerte o por reacción a una acción hecha previamente. 

⠀⠀Dejó el teléfono a un lado con frustración al darse cuenta de que, aunque intentase contactar a Azula no podría lograrlo. Había un mensaje configurado saludándolo en la pantalla, avisándole que estaría ocupada durante toda una semana en un lugar que carecía de señal y conexión a internet. 

⠀⠀Se preguntó a sí mismo: ¿Cuáles eran las posibilidades de que algo así pudiese ocurrir? Eran muy pocas, a decir verdad. Justo como lo de la foto. Y, sin embargo, se encontraba varado e incómodo pensando que tendría que quedarse en Caramel Macchiato por más tiempo, todo gracias a su incapacidad por valerse por sí mismo. 

⠀⠀Porque no tenía dinero para un taxi, definitivamente no iba a caminar hasta allá, y se negaba a pedirle ayuda a YoonGi después de lo que le había hecho pasar... o al menos, eso era lo que se decía a sí mismo, incapaz de reconocer que, a pesar de todo, quería quedarse. 

⠀⠀El ruido de la puerta del ascensor abriéndose captó su atención, lo cual le hizo alzar la cabeza para poder identificar quién venía hacia él, aterrado y esperanzado porque fuese YoonGi. Mas cuando Jin apareció por la puerta, sus suposiciones fueron descartadas. 

⠀⠀—Es impresionante como ni siquiera intentas ocultar tu decepción porque soy yo quien está aquí —dijo el mayor con una risa que se intensificó cuando notó el arrebol en las mejillas de JiMin. 

⠀⠀—Lo lamento —se apresuró a disculparse, observando cautelosamente como SeokJin tomaba asiento en una de las sillas repartidas por la habitación. 

⠀⠀—No te preocupes, me gusta la sinceridad —contestó, tiñendo sus palabras de un doble sentido que no pasó desapercibido para el menor. 

⠀⠀—YoonGi te contó algo, ¿No es así? 

⠀⠀—Para nada —negó tranquilamente—. YoonGi no me dijo nada. No es ese tipo de chico. Simplemente asumí que algo había pasado que tenía que ver contigo, y por tu suposición me permito suponer entonces que hay algo que contar. 

⠀⠀—Oh Dios —se lamentó—. Me dejé en evidencia, ¿verdad? 

⠀⠀—Aún si no hubieras dicho nada, puedo verlo en tu rostro. Estás hinchado, tus ojos irritados y rojos. Fuera de eso, tienes la voz y la nariz congestionadas. A menos que hayas consumido droga, debiste haber llorado.  

⠀⠀—Definitivamente fue por llorar. —Exhausto, se dejó caer en la cama de nuevo, mirando al techo durante unos segundos y luego cerrando los ojos. 

⠀⠀—Así que supongo que él no fue el único que salió mal parado. ¿Puedo preguntar qué pasó? 

⠀⠀—Puedes. Pero no sé si quiera responderlo. 

⠀⠀—¿Por? —Enarcó una ceja—. No insistiré si no quieres contarlo, pero siento la necesidad de saberlo. 

⠀⠀—¡Vas a odiarme tú también! 

⠀⠀SeokJin se acomodó mejor, observando el panorama que lo recibía y tanteando como abordar el tema con JiMin. 

⠀⠀—No odio a nadie. YoonGi tampoco, ¿Por qué piensas que él te odia? 

⠀⠀—Rompí su corazón —dijo, soltando una risa suave que se prolongó hasta evolucionar en un llanto furioso acompañado con sollozos—. Soy una horrible persona. 

⠀⠀—Vamos, no digas eso —consoló, acercándose a la cama. El irregular ritmo del pecho de JiMin fue más visible para él entonces. 

⠀⠀—¡Lo soy! No sé siquiera cómo sigues aquí después de que te dije lo que le hice a YoonGi. 

⠀⠀—No me dijiste qué le hiciste. —JiMin sintió como el colchón cedía ante un peso nuevo que supuso, era el de Jin—. Solo me dijiste que rompiste su corazón. 

⠀⠀—Dijiste que parecía que huía ésta mañana, ¿no? —JiMin no podía verlo, pero igualmente Jin asintió—. Bueno, pues es exactamente lo que estaba haciendo. Tenía planeado irme sin decirle nada a nadie a pesar de que ustedes fueron tan buenos conmigo, un desconocido —guardó silencio por un momento, sopesando sus palabras—. Maldición, ahora que lo digo suena aún peor. 

⠀⠀—Y supongo que volviste para terminar lo poco que había entre ustedes dos. 

⠀⠀—Lo hice… lo hice, lo hice —balbuceó, sollozando de nuevo. Ni siquiera se molestó en corregir a Jin cuando habló sobre “lo poco que había entre ellos dos”. JiMin ni siquiera sabía qué demonios había—. Dios, tengo más de treinta años y estoy actuando como un adolescente tonto.  

⠀⠀—YoonGi también es un adolescente tonto, despreocúpate al respecto. —Antes de que pudiese continuar, JiMin apartó la almohada que había puesto en su rostro abruptamente. 

⠀⠀—¡No lo es! Y ese es el problema, ¡Él es tan perfecto que me duele pensar que está sufriendo por mi culpa! —Sus ojos se llenaron de lágrimas—. Es tan comprensivo, divertido, romántico, ocurrente, amable… y yo simplemente lo deseché como si nada por mis tontas decisiones. 

⠀⠀—Me alegra que veas a mi Yoonie con esos ojos, JiMin —dijo sincero—. Puedo ver que también estás sufriendo con la decisión que tomaste, pero si la tomaste tuvo que haber sido por algo, ¿verdad? 

⠀⠀—Uh-huh. —Se levantó, frotando sus dos hinchados ojitos con ambas manos—. Hubo ciertos problemas… familiares. Realmente no quiero irme, pero mi tiempo aquí es limitado y si soy egoísta voy a perjudicar a los demás, no sé qué hacer y tomé la decisión que creía correcta, pero estoy sufriendo por ella ahora. Lo peor es que soy tan cobarde que ni siquiera consideré el quedarme porque me da miedo que haya repercusiones en mi familia y la de —paró, tomando aire. Había hablado muy rápido—… soy un desastre. 

⠀⠀—Eres un desastre —concedió SeokJin. 

⠀⠀—¿Qué debería hacer? —lanzó la pregunta al aire, esperando que de alguna manera pudiese ser respondida. 

⠀⠀—Eso es algo que no te puedo responder, JiMin. —Y era cierto. Podía notar que JiMin contaba lo que ocurría con ciertas reservas de información, pero aún si las poseyera no sería capaz de ponerse en su lugar. Incluso desde donde estaba podía notar la complejidad del problema con el que JiMin debía lidiar. 

⠀⠀—¿Por qué siempre dicen eso? Si pregunto es para recibir una respuesta o un consejo, no para que me digan que tampoco saben —lloriqueó—. Mi vida parece un mal libro escrito por una adolescente depresiva que no sabe qué hacer con su propia vida. —SeokJin rio por la comparación absurda. 

⠀⠀—Mira, lo único que te puedo decir ahora mismo es que sigas el camino que elegiste. La vida misma te dirá tarde o temprano si fue o no la decisión correcta, y podrás aprender de ella. 

⠀⠀—¡Ese es otro problema! —exclamó—. Ni siquiera puedo seguir el camino que elegí porque no tengo los recursos suficientes para hacerlo. Incluso si logro irme, no tengo dinero para respaldarme. El día que YoonGi se encontró conmigo hui del lugar del que me estaba quedando solo con mi ropa y teléfono. Ni siquiera tengo mis documentos de identidad, y la única persona que podría ayudarme está en ve tú a saber dónde. 

⠀⠀—Al parecer tú siempre estás huyendo. Aunque no te culpo, tu vida misma parece orillarte a hacerlo —Jin creía que si tuviese una vida así probablemente se volvería loco. 

⠀⠀—Debo quedarme aquí hasta que esa persona vuelva, que no sé cuándo sea… ¿Qué se supone que haga después de que herí así a YoonGi? ¿Pasar mis días encerrado y siendo miserable? Me sentiría terriblemente mal sabiendo que ustedes me están manteniendo prácticamente de a gratis cuando no tienen ninguna obligación conmigo. 

⠀⠀—Por ahora, deberías dormir —dijo señalando el reloj. Era pasada la media noche, lo que explicaba el porqué Jin estaría en su habitación en primer lugar—. Como tu decisión ya está tomada y de todos modos te vas a ir, si quieres puedes levantarte mañana y ayudarme en el café. Te daría algo de dinero a cambio si te apetece. 

⠀⠀—Yo… 

⠀⠀—No me respondas ahora mismo —lo frenó—. Hazlo después de descansar, tomar una ducha y desayunar. —El pelirosa se paró, alisando su ropa—. No te cobraremos por tu estadía aquí ni mucho menos. Es solo una opción que eres libre de tomar si te apetece. 

⠀⠀—Sí. —Tras recibir su confirmación el mayor asintió sonriendo y luego se despidió de él, saliendo por la puerta de la habitación. 

⠀⠀JiMin se quedó observándola durante unos segundos, reflexionando sobre la conversación que acababa de tener con SeokJin y agradecido de que el pelirosa no estuviese enfadado con él de ninguna forma. 

⠀⠀Su sueño fue acompañado por una fuerte tormenta. 

“La creatividad es permitirte cometer errores. El arte es saber cuáles mantener” 

—Scott Adams.