Extra 1
—Llegaste tarde.
—Lo siento, —dijo dejando su bolso en el sofá y sentándose después. —estuvo muy ajetreado el día, las chicas también llegaron cansadas.
—Esta bien, no te disculpes por eso. —y después de eso, sintió a Yoongi tocando sus hombros dando pequeños masajes. —¿La tienda va bien ahora?.
—Si… ah, ahí, justo ahí… —Yoongi sonrió y rodeo el sofá para tomar a Jimin y tenerlo más cerca.
—Yo saldré del país el siguiente fin de semana.
—Otra vez, ¿Por qué? —Jimin hizo un puchero volteando a ver a Yoongi. Éste dio un beso corto en sus labios, dejo descansar su frente en la frente de Jimin.
—Nos invitaron a un programa en New York, quieren que también hagamos una presentación y al parecer estará otra celebridad.
—¿No es mucho trabajo ahora que se supone terminaron las promociones de su álbum?.
—No ahora que al parecer el álbum tiene más ventas. Es cansado, no quiero pero tengo que.
Jimin abrazo a Yoongi y descanso entre sus brazos por lo menos quince minutos antes de ir a cenar. Ahora que vivían juntos todo era diferente para ambos, lo mejor de todo era que no habían problemas entre ellos, y aunque a veces se enojaban por algo, nunca se desquitaban con el otro, sino siempre trataban de resolver lo que no estaba bien.
Hace un par de semanas Yoongi había hablado con Jimin sobre su contrato en la empresa y lo que planeaba hacer. Solo faltaban seis meses para que esté terminará y Yoongi dijo que estaba bien llegar hasta ahí, que estaba un poco cansado de todo lo que implicaba ser Idol. Quería una vida tranquila y normal, sin tener la necesidad de salir corriendo a una tienda y que nadie lo vea porque todos corren a él queriendo una foto o cualquier otra cosa. Deseaba tomar la mano de Jimin en sus citas y caminar por un parque sin la necesidad de andar cubierto de pies a cabeza, quería sentirse libre de hacer lo que deseaba sin que lo juzgarán y recibir críticas por comer incluso un sándwich de jamón.
Y sobre todas las cosas que Yoongi quería era por fin casarse con Jimin. La relación estaba yendo bien, Jimin lo amaba, él amaba a Jimin. Se habían mudado a vivir juntos hace un año y aunque había sido caótico fue bueno al final porque podía ver a Jimin más tiempo.
—¿Cuánto tiempo? —pregunto Jimin después de un buen rato respirando el agradable aroma de su novio.
—Solo serán dos semanas, no te preocupes.
—No lo haré. —Jimin levanto su rostro y sonrió viendo a Yoongi, éste le sonrió de vuelta y dejo un beso en su frente.
—Hice curri.
—No se qué hago aquí si hay curri hecho. —Jimin salió de los brazos de Yoongi y corrió a la cocina.
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En el transcurso de la semana Jimin estaba intranquilo, no sabía porque, pero presentía que algo no está bien y no estaba seguro si era por él o por Yoongi, ya que desde que se fue el fin de semana no había hablado ni por mensaje ni llamada. Tampoco le sorprendía y no se molestaba por ello, Yoongi casi nunca le escribía cuando estaba en otro país; y no porque no quisiera si no porque siempre mantenía una agenda ocupada y siempre estaba haciendo algo.
—¿Crees que lleguen a tiempo los pedidos? —Pregunto Byul cuando dejo una caja con muestras de una nueva colección de verano.
—Si, ayer estuve hablando con los confeccionistas. Dijeron que estarían a tiempo. —Jimin empezó a sacar una muestra de las telas con los colores veraniegos.
—¿Ocurre algo? —Dijo Byul viendo a Jimin más distraído de lo normal. Jimin le vio por unos segundos y negó con la cabeza. —¿Seguro?.
—Si… —y después de eso Byul salió a la tienda para ver en qué podía ayudar a los demás.
Jimin se sentó en su escritorio y empezó a acomodar las telas una a una. Le gustaban los colores y estampados que había mando a hacer. Los puso en orden, medito un momento cuál sería mejor usar en el próximo diseño que estaba pensado.
Aún frustrado en lo que lo mantenía distraído meneo la cabeza aun lado y se preguntó mentalmente si debería llamar a Yoongi y preguntarle cómo va todo. Más solo paso la idea por su cabeza, también se recordó que no le gustaba molestar a Yoongi cuando estaba muy ocupado, y si él aún no le había escrito era porque estaba trabajando mucho.
Después de un laborioso día en el taller, camino por la sala de su casa y llamó para pedir comida, no tenía ganas de hacer nada y aún más, quería sentarse a ver televisión y llorar comiendo helado.
No sabía porque la depresión le invadió, pero minutos después dónde no encontró nada en el televisor, se levanto del sofá dispuesto a marcarle a Yoongi. Era de noche y en New York era de mañana, así que debía estar despierto.
Uno, dos, tres… cuatro… cinc…
—Hola…
—¡Yoongi! —Jimin sonó emocionado y la verdad le agradaba mucho escuchar a Yoongi, le ponía felíz después de muchos días. —¿Cómo estás?, ¿Interrumpo algo?.
—Hola cariño. No, no interrumpes nada, solo acabo de despertar.
—Te extraño. —Jimin no entendía muy bien, otras veces no había pasado eso y habían estado mucho más tiempo separados.
—También lo hago, no sabes cuento bebé.
—Si, no lo sé. —Rio sonrojado por lo que escuchó.
—Jimin, hablamos después.
—Okay. Hasta pronto.
Y la llamada finalizó. Ahora que había escuchado a Yoongi se sentía mejor, no hubo explicaciones de nada, pero Jimin se conformo con saber que su novio estaba bien y que nada malo le había pasado.
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Un mes y medio había pasado. Según Yoongi tenían mucho trabajo y las cosas se complicaron en New York, hasta dónde sabía Jimin, su novio estaba trabajando con otras celebridades que querían hacer algunas colaboraciones y estar en programas. Jimin entendió y hasta ahora solo podía extrañar mucho a Yoongi.
Pero todo se fue haciendo más extraño cuando paso otro mes más y Yoongi no regreso y tampoco dijo nada en su última llamada más que un estoy bien y te extraño mucho. Jimin se sintió un poco mal, ¿Estaba bien sentirse así?, él siempre trato de ser comprensivo y darle su espacio a Yoongi, no atosigarlo con preguntas y ser discreto con lo que decía, le ayudaba cuando podía y si era necesario, solo veía a Yoongi de lejos cuando estaba trabajando más de lo que debía para entregar canciones que pedían con poco tiempo. Lo animaba con un masaje en los hombros y le decía que lo amaba mucho.
El teléfono de Jimin sonó y cuando contesto no imagino quien le hablaría.
—Jimin, soy Hoseok. La razón por la que Yoongi aún está en New York es porque tuvo un accidente con alguien.
—¿Qué?, ¿Que pasó?.
—Una chica corto la cuerda por la que el debía bajar cuando grabamos un video, tiene fracturada sus dos piernas, le pusieron clavos intramedulares, estará así por seis meses, estamos tratando de trasladarlo a Corea, pero es difícil y él no ha querido decirte nada, pero ya es tanto tiempo que me preocupe.
Jimin no dijo nada y solo se quedó sentado estático con la presión subiéndole hasta hacerle caer en razón.
—¿Crees que puedan hacer el traslado?. —pregunto coherente, debía mantener la calma, no entrar en pánico. —Si crees que no podría venir puedes decirme para tomar un vuelo.
—Te llamaré en una hora y te diré lo que dicen.
La llamada finalizó y entonces fue cuando Jimin se dio cuenta que no estaba bien. Vio sus manos temblorosas y sus lágrimas salieron sin parar. Por eso tenía ese presentimiento tan extraño, su corazón nunca estuvo en paz desde que Yoongi se había ido y ahora que sabía lo que pasaba se sintió peor; más cuando Yoongi no confío en el para decirle lo que estaba pasando. Debió suponer que algo malo había pasado cuando ni siquiera habían pasado noticias de que Yoongi y sus compañeros estaban en tal lugar haciendo actividades varias; quizás debió ser más hostigante y preguntarle a su novio que ocurría.
Se quedó mordiéndose las uñas, con el pie dando golpes seguidos en el suelo, la hora más larga de su vida. No sabía si ir arriba y preparar una maleta, debía tomar un vuelo rápido para estar con Yoongi. Su mente divago y dio vueltas pensando que hacer. Tenía que aclarar su mente para estar bien cuando esté con Yoongi. Así que empezó a hacer ejercicios de respiración calmando sus nervios y poniendo en orden sus pensamientos. El teléfono volvió a sonar y como si de un rayo se tratara Jimin contesto rápidamente.
—Lo darán de alta aquí, hablamos con un doctor en Corea y dice que puede llevar su tratamiento, así que, mañana en la mañana estaremos ahí.
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Jimin permanecía junto a Yoongi abrazando su cuerpo calentito. Le gustaba estar así siempre, parecía extraño después de como surgió su amorío, pero le gustaba.
La habitación de Yoongi era grande y por cómo debía mantener sus piernas elevadas la mayor parte del tiempo, tenía una cama grande, dónde casi siempre Jimin se quedaba dormido abrazándole. Solo un mes más y le quitarían por fin todo lo que lo mantenía inmóvil. Luego debía tomar terapias para mejorar la movilidad pero ya deseaba estar en casa con Jimin.
—Yoongi…
—Estas despierto… deberías ir a casa cariño. No está bien que duermas aquí, es incómodo y debes descansar o enfermaras.
—No quiero, estoy bien aquí. —dijo Jimin mientras se aferraba más al brazo de Yoongi, levanto un poco la cabeza y dio un beso en la quijada del pálido para luego sonreír y volver hacerlo. —Extraño tu comida.
—Yo extraño hacerte el amor…
—¿Qué dices? —dijo Jimin sonrojado, sonriendo.
—Estoy frustrado sexualmente. Vienes vestido bien bonito últimamente, quiero que tengamos sexo, buen sexo, fuerte, duro y salvaje. ¡Ah…! Esto parece una eternidad y extraño a mi pareja.
—Pero si me tienes aquí. —Jimin se sentó en la cama y ayudo a Yoongi para que estuviera igual. Ambos viéndose de frente.
—Sabes que amo tu cuerpo. Hacer el amor dos veces a la semana era un acuerdo. Extraño todo lo que hacíamos pero más extraño tocarte y hacerte mío. —Yoongi se escuchaba tan frustrado que Jimin solo puedo abrazarlo y decirle que pronto, solo debía esperar un mes.
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Toda la habitación estaba acalorada, los gemidos y jadeos que soltaban ambos, resonaban en las paredes blancas. Jimin abrazo con fuerza a Yoongi mientras se movían ambos cuerpos acoplados queriendo sentirse lo más cerca posible.
Está era la cuarta vez en la noche, eran las 3 de la madrugada y Yoongi no parecía extrañar su sueño porque desde hace dos meses que está en rehabilitación, no había tenido la suficiente fuerza y energía para poder menear bien sus caderas. Nunca mintió cuando dijo que extrañaba hacer el amor con Jimin, paso casi un año desde que estaban juntos, todo por un accidente que alguien provocó y que gracias a Namjoon pudo solucionar legalmente.
Y ahora… ahora solo quería disfrutar de su novio entre la sábanas, tener a Jimin pidiendo más por él era lo que más le gustaba, saber que se complementan tan bien hace que su corazón este exaltado y quiera besarlo todo el tiempo, tocar su cuerpo y tratarlo bonito siempre.
Unas estocadas más y ambos terminaron satisfaciendo sus cuerpos y corazones. Se quedaron aún juntos por un momento regulando las respiraciones, Yoongi dio pequeños besos en el cuello y mandíbula de Jimin haciendo que este sonriera adormitado.
—¿Quieres que te lave?
—Si por favor… estoy exhausto, ya había olvidado lo intenso que eres. —Yoongi río y se separó de Jimin con cuidado tratando de no lastimarlo, entre sus brazos llevo a su novio hasta el baño dónde dejó que la tina se llenará con agua tibia.
—Tengo mucho sueño. —Jimin comento, tenía los ojos cerrados y estaba recostado en el pecho de Yoongi en medio de sus piernas.
Yoongi pasaba la esponja por el cuerpo de Jimin delicadamente con el jabón favorito de su novio, haciendo espuma y dejando la piel más tersa.
—Duerme, yo haré el resto amor. —Dio un beso en la mano de Jimin y éste se quedó dormido mientras lo terminaban de bañar.
Yoongi se deleitó con solo ver a Jimin dormir. Podrían tomarse el día y descansar, no tenían que preocuparse después de todo la agenda de Yoongi había cambiado y Jimin podía faltar a su trabajo una vez, Byul podría encargarse.
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—¿Una cita? —Jimin puchero viendo a Yoongi, estaba desayunando y estaba de más decir que hasta ahora no tenía planes de salir por lo que le pareció extraño que Yoongi se lo pidiera después de tantos meses.
—Si, una cita en la playa. Hace mucho que no salimos formalmente, quiero estar a solas contigo en un lugar bonito.
—Mmm… —Jimin lo pensó dos veces más, debía tener en claro que mañana no tuviera una reunión o alguna cosa importante que hacer con respecto a su tienda. Después de unos minutos meditando respondió. —Creo que si puedo después del medio día. Podemos almorzar juntos.
Yoongi sonrió y soltó con una gran sonrisa feliz un Yes, beso a Jimin cortamente y siguieron comiendo mientras hablaban de otras cosas.
Al siguiente día, mientras Jimin terminaba de acomodar unas cajas con Byul escuchó su teléfono sonar, con las manos ocupadas y estresado por lo que estaba haciendo no quiso contestar, lo haría en unos minutos no esperaba una llamada importante ahora asi que si era algún amigo podría esperar a que termine.
Eran las tres de la tarde, veinte minutos más y serían las cuatro; cuando Jimin vio su celular en el escritorio y decidió por fin ir a ver quién llamo tan insistente. Deslizó la pantalla y habían 28 llamadas perdidas y 42 mensajes de una sola persona. “Min Yoongi”. Se golpeó mentalmente y luego lo hizo con su palma en la frente dejando roja la zona.
El almuerzo juntos.
Lo olvido por completo, juraba que iba a terminar los preparativos antes, todo el ajetreo con los pedidos y la mercadería nueva lo había hecho olvidar el almuerzo con su novio. No leyó los mensajes y marco el número de su novio esperando a que esté contestará y pedirle disculpas. Aún podían almorzar juntos, aún podían.
Uno, dos, tres cua…
—Lo siento tanto, el trabajo se acumulo y lo olvide, perdóname. ¿Dónde estás?, voy ahora mismo, espérame. Solo dame unos minutos para llegar a dónde estás y me tienes ahí. —dijo rápido con voz ajetreada y asustada porque pensó que Yoongi estaría molesto. Se dijo así mismo que era un tonto.
—¿Aun estás dentro del taller?. —Escucho Jimin la voz ronca de su novio, se escuchó serio y relajado, quizá ya había almorzado, tal vez también lo había olvidado.
—Si… acabo de terminar.
—Okay.
Y la llamada finalizó dejando a Jimin con el corazón en un hilo. Se le pusieron los ojos cristalinos queriendo llorar, Yoongi si se había molestado con él por olvidar su cita, se supone que tendrían un día especial. Yoongi había estado tan emocionado diciendo lo que podrían hacer durante la tarde y el solo lo había olvidado como un mal novio. Limpio sus mejillas cuando la puerta del taller se abrió de repente dejando ver a Daehyung una de sus empleadas.
—Jimin, afuera te esperan. —dijo viendo a Jimin. Éste limpio su rostro y salió detrás de Daehyung, y cuando vio por detrás de los vidrios empezó a llorar en silencio.
Ahí estaba Yoongi parada sosteniéndose de una baranda mientras se balanceaba.
—Esta ahí desde medio día. Preguntó por ti, le dije que estabas aún revisando los nuevos pedidos y dijo que esperaría. —Dijo Dae regresando su vista a Jimin.
—Encárgate con Byul del resto Daehyung.
—Esta bien.
Jimin salió despacio de la tienda y luego fue a toda la velocidad que podía para abrazar a Yoongi.
—Lo siento, debiste entrar y sacarme de ahí. —dijo, con los ojos y nariz roja.
—Vamos, aún no he comido.
—¡Yoongi te enfermaras, por Dios!.
—Estoy bien, —Yoongi sonrió enamorado. No estaba molesto, sabía que Jimin estaba ocupado con el trabajo. Él también hizo esperar a su novio muchas veces por trabajo y Jimin jamás le reclamo por eso. No veía la necesidad de hacer un problema por qué ahora haya sido Jimin quien lo dejo esperando un par de horas. —No te alteres por ello ¿Si?, Todo está bien. —Dio dos besos en los labios de su novio y lo abrazo con fuerza queriendo no soltarlo.
Fueron en el auto hasta la playa, ya era de noche cuando llegaron y solo estuvieron unos minutos porque hacía frío y el agua congelaba sus pies. Decidieron comer golosinas en el camino para matar el hambre y así esperar a la cena.
Había un restaurante que era al aire libre, a Jimin le pareció lindo y Yoongi tenía una reservación. Le habían colocado una mesa muy cerca de la playa, con velas al rededor y muchas rosas; la comida estaba deliciosa y Jimin no paraba de decir que quería otro platillo. Por lo que estaba algo impaciente ya, Yoongi tenía planes, y en ellos estaba que al final de la cena sacaría el anillo del bolsillo de su pantalón para ponerlo en el dedo anular de su novio. Pero al parecer Jimin seguía impresionado por la comida que cada vez pedía otro platillo para comer.
—¿No crees que es demasiado amor?. —Jimin le vio, y soltó el tenedor en sus manos.
—Estoy engordando ¿Verdad?.
—No, —Yoongi soltó una risita, y tomo las manos de Jimin. —Bueno, solo un poco. Has estado comiendo mucho en las cenas y si, tienes más cachetitos, pero te vez hermoso.
—Dije que estaba gordo, no feo. —Respondió Jimin haciendo un puchero.
—No estas gordo amor.
—¿Qué tendrán de postre?
—No lo sé, ¿Quieres que pidamos algo rico?.
—Si, por favor. —Jimin cerros sus ojitos cuando sonrió feliz porque pedirían un rico postre.
Cuando por fin habían terminado, Jimin acerco más la silla a Yoongi, éste tomo sus manos y las acarició mientras dejaba pequeños besos de vez en cuando en las mejillas de Jimin.
—Ah… —Yoongi soltó nervioso, se levanto de la silla para después ponerse de rodillas frente a Jimin quien le sonrió. Yoongi le abrazo así en esa posición por la cintura y tomo sus manos para dejar cortos besos después. —Tu sabes cuánto te amo ¿Verdad?.
—No lo sé. —dijo sonriendo con un sonrojo en sus mejillas.
—Jimin, — Yoongi metió la mano a su bolsillo y saco la pequeña caja aterciopelada. Los ojos de Jimin se abrieron grande y se acomodo mejor en la silla, su corazón empezó a latir tan fuerte que por un momento pensó que se saldría de su pecho. No lo podía creer, Yoongi de verdad le pediría matrimonio.
—Yoongi…
—¿Quieres casarte conmigo?.
3k+ palabras.
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Dejen su estrellita y comenten que tal les pareció el primer extra.
Borre el aviso de si querían un extra porque no me gusta dejar anuncios entre las historias. Pero tome en cuenta sus comentarios.
Gracias por haber esperado tanto por un extra aquí en Jamais Vu. Cómo dije antes, tenía tres extras ya escritos, los perdí y estuve frustrada porque no me llegaba la inspiración para escribir.
Este extra cada vez que lo quería terminar de escribir, seguia poniéndole más y más cosas por lo que se hizo más grande de lo que pensé.
Espero les guste y pronto traeré el segundo extra con la boda del año. ❤️❤️☺️☺️
Sin corregir*
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