✾| veintidós (II)
Kim Taehyung
Mis profundos instintos salvajes, gritaban que colocara mis manos en su nuca y la acercara a mis labios para volver a tocar los suyos, besar lentamente sus labios mientras la luz de la luna alumbra nuestros rostros, nuestras manos rozan nuestros cuerpos y mi corazón lucha para no salirse del mío. Estaba realmente alucinando todo, no sé cómo ocurrió, no sé cómo fue que comenzó este sentimiento.
Me pregunto si realmente, dentro de ella podrá sentir lo mismo que yo. Como dije, tal vez ese beso nada más lo hizo porqué estaba borracha, pero en la manera en la que lo hacía penetró más mi alma, dejando un vacío en mis labios. La respiración de Abril empezó a ser algo agitada, tanto así que la sentía, sus labios se separaron y las ganas de moverme hacia ella estaba subiendo de categoría. Cuándo creí que iba a hacer algo, una canción empezó a sonar en la radio a alto volumen que hizo que nos espantáramos. Me alejé de ella y apagué la radio. Solté una pequeña risa al recobrar mi postura.
—Joy es una amiga que conocí hace unos años. Cuándo se enteró de la partida de mi ex novia, ella me ayudó un poco a superarla —Miré de reojo como también había regresado a su postura y jugueteaba con sus manos. Siempre me pregunto cómo es que puede cambiar tanto, es como una pequeña niña que sus emociones cambian dependiendo con las personas que estén, y conmigo al parecer era ella misma, bueno, una Abril diferente que me gustaba. Al ver que no decía nada ni se dignaba a mirarme, me fue tan inevitable sonreír—. Hace unos días estuvimos hablando y me estuvo ayudando a distraerme. Casualmente, me comenzaste a gustar y quería olvidarte.
—¡¿Olvidarme?! ¡¿Por qué?! —Se sobresaltó mirándome. Yo por mi parte cambié la emisora para poner mi música—. Tampoco entiendo por qué me dices lo de tu amiga, tampoco es como que tengas que darme explicaciones.
—Sentí algo de miedo —Recosté mi cuerpo en el asiento—. Ese día en el que salí a pasear por las calles de Londres, tomando fotografías, haciendo lo mejor que pudiese, en ese momento mi cámara enfocó algo verdaderamente maravilloso —Giré mi rostro para que nuestras miradas conectaran —Tú perfil me pareció gratamente precioso y delicado, tan fino que podía admirar toda la noche, hiciste un caos dentro de mí.
—Pero...
Volví a sonreír al ver cómo estaba llena de preguntas. Seguro pensara que porque me estaba confesando de esta manera, que porqué lo hacía si éramos amigos. Me es difícil imaginar que ella pueda verme como algo más, sentir aunque sea algo de pasión más allá. Si tan solo me dijera que me besó porqué lo quería así y lo podría volver a hacer, haría las cosas un poco más fáciles, tal vez.
—Quería ser tu amigo, fue tan difícil llegar a ti por ese carácter que tratas de imponer delante de los demás, pero conmigo fue destruido. Nos volvimos grandes amigos en poco tiempo, tuve más confianza, me sentía cómodo a tu lado, pero aprendí a quererte de manera diferente. Me volví tonto creyendo que solo era un capricho. El detonante de hacerme sentir valiente al decirte todo esto fue cuándo me besaste, un maldito beso hizo volar mi imaginación de los innumerables besos que podría darte.
Su rostro parecía pálido, no hacía ningún gesto, solo mirarme. Estaba arriesgando mis sentimientos. Es tan difícil mantener una amistad entre chica y chico, pero si me empiezo a enamorar así. Lo seguro aquí era que ella no sentía lo mismo, sus acciones me dejaban claro que solo me miraba como un amigo, todo esto empeoró hasta el punto que parecía incómoda.
—Debiste habérmelo dicho antes ¿por qué no?
—'Solo somos amigos' tu me lo repetiste cuándo anteriormente también te lo había dicho. Pero también tenía miedo de nuestra amistad y de que tuvieras ese rechazo hacia mí. Me arriesgué. —No podía decir más. Me quedé callado mirando lo que haría o diría. Simplemente miré como sus labios se volvieron una línea delgada, casi haciéndolos desaparecer. Sus manos dejaron de moverse y simplemente se sentó recta sin decir nada—. Seguro que esto fue muy incómodo para ti. Olvida todo, solo era algo que debía hacer o si no me arrepentiría toda mi vida. Al fin de cuentas, no te fijaría en mí ya que hay una posibilidad de que te guste otra persona.
—Pero si tu...
Encendí el motor del coche y no pude escuchar lo que dijo. Con las manos en el volante, la miré para hacerla saber que repitiera, pero negó. Suspiré y emprendí camino a algún lugar. Me pregunto si debería llevarla a cenar a algún lugar. ¿Será que querrá? Creo que primero la llevaré a ese sitio.
Nos estábamos alejando un poco, bueno, bastante. En el transcurso me detuve para bajar a comprar algunas cosas para comer. Comencé a ver como nos acercamos al lugar y Abril no parecía muy interesada a donde la llevaba. Llegué a la entrada de un pequeño camino que me dirigía al lugar que quería que mirara. El coche empezó a ser víctima de algunos pequeños baches y piedras en la tierra. Detuve el coche cuándo miré que habíamos llegado. Quité mi cinturón de seguridad y giré un poco mi cuerpo para tomar las bolsas con comida que estaban en la parte de atrás. Antes de bajar, miré como Abril había salido primero. Me detuve y dejé las luces delanteras del coche encendidas. Coloqué mis manos en el volante, acostándome y luego mi quijada en estas mismas. No me arrepiento de haberle confesado como me sentía. A pesar de que está ahí parada, seguro confundida, mi corazón le pertenece a esa chica de ojos verdes.
Narrador omnisciente
El cielo estaba despejado, diferente a esta mañana. Las estrellas se podían apreciar con claridad y la luna era hermosa en su forma creciente cóncava. Con el cárdigan que había sacado antes de salir, Abril se abrigó mejor y pasó sus brazos por su cuerpo, como si estuviera abrigándose ella misma. No podía sacarse de la cabeza cómo era posible que el chico que tanto quería alejar de su vida también sintiera cosas por ella. El viento comenzó a soplar provocando que el agua del río se moviera y el reflejo del cielo se distorsionara.
—Si se me hubiera ocurrido, traigo algunas cosas y hacemos un tipo de acampamento.
Taehyung se acercó a Abril, dejando las bolsas a un lado de él. Esta misma no decía nada y solo se encargaba de mirar hacia el puente, por lo visto estaba a punto de pasar algo.
—¿Dónde estamos? No recuerdo haber venido por aquí.
—Es el río Han —Sacó el teléfono del bolsillo de su pantalón— Justo en un minuto ocurrirá algo que quiero que veas.
Así fue como marcaron las 20:00. Del puente Banpo se miraban bombillas LED que permitían hacer el efecto embellecedor de fuente de arcoíris. Chorros de agua empezaron a salir cerca de las bombillas encendidas y diversos colores empezaron a reflejarse a la distancia. Era tan mágico, tan irreal. Taehyung desde donde estaba, miró de reojo como los ojos de Abril brillaban y se percibía todo lo que veía. Era tanto así como una niña pequeña mirando algo por primera vez. Sus labios se separaron y sonrió mostrando sus blanquecinos dientes.
—¡Wow! es tan hermoso —Sin acostumbrarse al resplandor magnífico de la fuente arcoíris, se distrajo un momento para mirar a Taehyung que aún la seguía mirando. No sabía qué hacer o qué decir, no estaba lista para dar un paso y no estaba segura si él lo haría. La manera en que sus ojos saltones la miraban provocan sosiego en ella —¿Nos sentamos en el suelo para comer eso que compraste?
Señaló la bolsa, Taehyung la levantó y encogió los brazos. Abril suspiró y se acercó más a la orilla del río y se sentó ahí, esperando a que él hiciera lo mismo que ella.
La comida que estaba en los envases de plástico se estaba gastando. Al final habían decidido quedarse en el suelo admirando las luces que alumbraban los chorros que caían del puente y la compañía de cada uno. Cerca de ahí, había un par de contenedores de basura, así que Abril se levantó para ir a tirar los desechos. Cuándo iba a regresar, se dirigió al coche para poder sacar algo. Sin que Taehyung lo notara, caminó hacia él por su espalda y le colocó algo en su cabeza.
—¿Qué es esto?
—Un regalo. Para cuándo quieras ir a pescar, luce perfecto. Lo compré esta mañana en el mercado, ahora puede abrigarte un poco.
Taehyung se levantó del suelo sin despegar su mirada en Abril. Su mente se había despejado y eso había permitido que hiciera una pequeña sonrisa, pero de aquellas que a él le gustaban tanto, de esas que al paso de los días descubrió que lo enamoraban más. Aquel paso que pensaba Abril, Taehyung estaba a punto de darlo.
—¿Estaría mal si te digo que eres muy hermosa? —Una sonrisa traviesa se había escapado. Tapó su rostro por un rato por la tímida que se había puesto. Se preguntaba que si así era como debía sentirse siempre, tan agradable estar a su lado, su grave y cálida voz manifestando halagos hacia ti. Era eso, la hacía sentir tan llena y que olvidará todas sus preocupaciones.
—Tal vez.
—De ahora en adelante creo que diré cosas malas —Dijo Taehyung dando un paso hacia delante, quedando cerca de ella. Tomó su cintura con una de sus manos y la atrajo hasta su cuerpo. Con la mano que tenía libre, apartó ciertos cabellos sueltos del rostro de Abril y empezó a inspeccionarlo —Si me acercó a ti de esta manera ¿también está mal?
Abril se reprimió las ganas de decirle algo y solo observaba sus movimientos. Colocó sus manos en los hombros de él, haciéndole entender algo. Sus cuerpos estaban cerca, casi rozándose, la tensión de devorarse los labios se sentía en el aire, Taehyung lo sabía, lo comprendía, lo quería, por ello no dudó en apegarse más a su cuerpo, suspirar y besarla. Sus labios se movían prendiendo su cuerpo a seguir. Lo que más necesitaban, lo que más deseaban lo estaban haciendo sin ningún problema. Sintiendo como sus lenguas se tocaban, su respiración se perdía, los roces que hacían sus manos en sus cuerpos se disfrutaban cada vez más. Taehyung movió sus manos, tomando el cuello de Abril, guiándola y robando su aliento.
El ritmo de pasión disminuyó, dejándose pequeños besos en los labios. Sus rostros se separaron y se podía percibir como sus labios estaban de color rojizo. Sus pupilas dilatadas, pérdidas en sus rostros aún cerca, la sensación de vació incrementaba.
*****
Era temprano por la mañana, el motor de la camioneta estaba encendido y el ruido de las maletas se escuchaba. Era domingo y era tiempo de volver. Los chicos estaban metiendo las maletas y algunas cosas que habían comprado en el maletero del coche. Abril miró de nuevo la habitación asegurándose de que estaba todo ordenado y que no se le olvidaba nada.
—¿Estás lista? —Se escuchó como alguien había gritado porque debían irse.
—Voy bajando.
Bajó las escaleras con cuidado junto con su maleta, Yoongi se acercó y la ayudó. Todos estaban ya en el coche. Abril fue la última, ayudó a Jin a cerrar la cabaña y dejar las llaves a la dueña que se encontraba ahí. Subieron a la camioneta, Jin en el asiento del pasajero y a Taehyung le tocaba manejar hacia la casa.
En el camino, algunos se quedaron dormidos como si no lo hubieran hecho anoche. La radio empezó a emitir una canción, haciendo que Abril moviera su cabeza suavemente de un lado al otro. Después de lo que pasó anoche, de aquellos besos fugaces que se regalaban, regresaron a la casa y desde ese entonces, no paraban de lanzarse miradas cómplices.
Los ojos de Taehyung estaban hacia enfrente, pero algo le llamaba la atención. Acomodó el espejo retrovisor de la camioneta. Sus ojos eran de la carretera al espejo cada cinco segundos, sentía que gracias a que le tocaba manejar, podía mirar a Abril sin ningún tipo de problema, mirar como su cabello se movía gracias al viento, se miraba tan mágica, tan irreal, hasta el punto de creer que él también se sentía mágico al verla.
Después de dos paradas para descansar, llegaron al campus donde estudiaba Abril. Prometieron estar en contacto los próximos días y así ella bajó del coche, agradeciéndoles también. Se dirigió a la puerta principal del edificio de las habitaciones. Habían sido los mejores días, era como un tremendo sueño.
Abrió la puerta de su respectiva habitación y al entrar se espantó por el fuerte chillido que había provenido de alguien que estaba en la entrada.
—¡Qué haces ahí!
—No pude dormir después del mensaje que enviaste diciéndome lo de Taehyung —Sonrió al recordar que no le respondió a sus 30 mensajes reclamando que también debía decirle que ella estaba enamorada de él — Aún no puedo creerlo! ¡Le gustas al gran Kim Taehyung!
Chillaron un poco fuerte, no lo pudo evitar. Dieron pequeños pasos hacia el sofá, para poder hablar mejor, pero en eso Peyton que estaba saliendo de la pequeña cocina carraspeó la garganta llamando la atención de ellas.
—¿Es mutuo el gusto? Con él has estado saliendo tanto, justo ahora vienes de viaje con él ¿no es así?
Los cambios repentinos de ella, hacía que a Abril se le quitaran las ganas de contarle algo. Sus reacciones desde que le pidió que averiguara donde vivía Taehyung se había vuelto extraña, a parte si todo lo que su accidente se descubre que es así como dicen en las noticias, Peyton lo sabía y no dijo nada.
—A parte de que le gustas a Taehyung ¿le cuentas todo a Dahyun?
—¡Por favor, Peyton! esa máscara de hipócrita no te queda. No me vengas aquí con lo bueno y lo malo, porqué eres mentirosa cómplice junto a mi familia.
—No quiero meterme, pero pareciera que no quieres la felicidad de Abril —Dijo Dahyun indignada.
—¿Ahora soy mala? Lo único que creo es que no deberías estar con Taehyung.
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