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✾| veinticinco

Kim Taehyung

Comencé a contar los días, las horas, los minutos hasta cansarme de los segundos. La necesidad de mirar a Abril crecía. Jamás había conocido a alguien como ella, su forma de ser tan diferente al resto, su belleza, su nariz tan perfecta, las pequeñas pecas debajo de sus ojos, sus labios, su piel que se erizaba cuándo sentía el tacto de mis cálidas manos, sus maravillosos ojos verdes, su cabello castaño que dejaba olor a flores, haciendo que perdiera la razón. El tiempo junto a ella hizo que recordara cada parte de su ser y espero tener la oportunidad de descubrirla más.

Últimamente, desde nuestro beso en el río Han, no puedo dejar de pensar en ella, en cómo sería besar sus labios eternamente, besar cada parte de su cuerpo. Sentí calor de un momento a otro. Faltaban algunas horas para que volviera a verla, pero necesitaba ir a darme una ducha para mantener mi cuerpo fresco y la mente despejada de todo.

Después de ducharme, salí del baño para buscar que ponerme. Abrí el armario y busqué algo que fuera fresco para llevar. Afuera no está haciendo mucho calor, pero la noche ya está por empezar y las temperaturas bajan. Me empecé colocar un pantalón de talle alto color marrón y una básica de color blanco. Verifiqué como estaría el tiempo esta noche, en verdad bajaría 5º grados, así que perfecto. Me acerqué al espejó y cepillé mi cabello. Volví al armario para sacar una camisa clásica con estampado de flores y color beige. Terminé todo colocándome unos jordaan leather loafer.

Avisé a los chicos que hoy tenía una cita importante, no me preguntaron nada, así que no debía decirles con quién iba a ir. Antes de salir de la casa, tomé mi abrigo y lo llevé en la mano, por si en la noche hacía más frío. Quería llevar mi coche, pero uno de los vigilantes me dijo que me llevaría.

Le mandé un par de mensajes a Abril, contestó cortante con que no estaba de ánimos, en verdad me rompía el corazón si ha llorado, ver sus ojos apagados me provoca mucha angustia. Luego de varios minutos, le avisé al conductor que se detuviera, que me dejara ahí que quería caminar un rato. Mientras lo hacía y llegaba al Hotel miré como una chica se acercaba a mí con la cabeza baja.

Coloqué una de mis manos en el bolsillo y sonreí al verla. Se miraba tan diferente, solía decirme que la ropa que dejara ver su cuerpo le incomodaba, jamás la entendía, pero ahora llevaba una falda asimétrica con pequeños volantes, dejaba a la vista sus perfectas piernas de adelante, una pequeña camisa que dejaba al aire parte de su cintura y cubría nada más un brazo con una manga. Me parecía tan perfecta adornada con aquellos colores tan seductores sobre su cuerpo y su cabello levemente suelto.

Llegué a la puerta del Hotel al mismo tiempo con ella. Hizo una pequeña sonrisa al mirar. Me percaté que estaba usando maquillaje y le quedaba perfecto, muy sensual para cualquiera. Tragué saliva porque sentía como si estuviera con otra Abril, con una más atrevida, con alguien que cambiaba de personalidad según como se sentía.

—Te ves bien —Escuché como su tierna voz hablaba, era casi igual a la de siempre, pero esta vez sonaba más seductora, no entiendo ¿me estaba tratando de seducir? —¿Me quedarás mirando para siempre o entraremos?

—Tu también te ves hermosa y me encanta.

Volvió a sonreír como siempre. Le hice una señal para que entrara. Un mesero me miró y me reconoció. Anteriormente había venido para hacer una reserva en un lugar privado, así que ahora mismo estaba yendo hacía ahí. Las paredes del pasillo, combinaban tan bien con el color rojo de sus zapatos. Su aura se sentía distinta, ni siquiera había dicho alguna palabra o al menos de mirarme de reojo, entonces ¿era cierto de que le gustaba otro chico?

Después de tomar el ascensor, el mesero se detuvo enfrente de una puerta. Hablé con él un par de cosas y se alejó mencionándome que regresaría en unos momentos para tomar nuestro pedido. Entramos al salón, era pequeño, pero suficiente para nosotros dos. Aparté la silla de la mesa para que ella se sentara, pero parecía admirar las cosas del lugar. Su mirada estaba en una pequeña mesa larga que contenían diferentes botellas de vino en la parte de abajo y encima las mejores recetas aprobadas por los mejores chef del mundo, según decían.

Me coloqué justo detrás de ella. Su cabeza subió y su mirada quedó fijada en el cuadro que estaba enfrente. Mis manos rozaron su brazo desnudo y ahí sentí como se estremecía. Arriba y abajo acaricié su brazo. Mi cuerpo quedó más cerca del suyo y giré un poco mi cabeza para mirar también el cuadro de enfrente. La mano de Abril detuvo la mía y la dejó encima. Me pregunto qué es lo que le pasa, cuál era la razón por la cuál no estaba de ánimo.

—Taehyung...

Movió su cabeza para encontrar mi rostro a su lado. Con mi mano libre, la coloqué en su rostro, esta misma recostó su rostro en la palma de mi mano con fuerza y cerró los ojos. Me preocupó un poco y me paré en frente suyo. Acuné ambas manos en su rostro, así dejarlo como un bollito. Su mirada subía para encontrarse con la mía y me fue inevitable sonreír. Estaba enamorado.

—Yo...tengo...algunas...cosas...que... decirte —Volví a sonreír travieso al notar como apenas pronunciaba las palabras ya que sus mejillas estaban apretadas. Su rostro era adorable, pero su sensualidad le ganaba. Dejé su rostro en paz y esperé a que hablara de nuevo— Han pasado demasiadas cosas y creo que debo decirte.

El mesero tardaría un poco en venir. Al otro lado de la mesa, se encontraba un pequeño sofá y nos sentamos en ese. Esperé a que ella dejara su bolso a un lado y empezara a decir todo lo que debía. Fue impactante como me confesaba todo lo que había estado sufriendo. Las pocas palabras para explicarme cada cosa tenían mucho significado porque entendía lo afligido que se encontraba su ser.

Sus manos jugaban entre ellas, parpadea muchas veces evitando soltar alguna lágrima y evitando contacto visual conmigo. Ojalá tenga el poder de sanar su dolor y ayudarle en algo, pero lo único que puedo hacer es escucharla detenidamente y pensar que decirle después.

'Ex novio', 'mi padre muerto', 'pérdida de memoria', 'una Abril diferente', 'familia mentirosa', 'falsedad'. No paraba de repetir lo mismo, no lograba encontrar las palabras perfectas para mantener su cordura intacta. Tomé su mano cuándo noté que estaba a punto de sufrir un tipo de ataque, su respiración se aceleró. Miró mis ojos, los suyos estaban totalmente húmedos.

—No sé de quién te has enamorado.

Pronunció a penas y mi corazón se quebró en mil pedazos. Me acerqué más a ella, la abracé escondiendo su rostro en mi pecho y mis manos en su cuerpo. No podía ni imaginarme cómo se sentía, ese dolor tan desgarrador, pero lo que sí sabía era que me gustaba ella.

—¿Eres Abril Anderson? —'No lo sé' fue lo único que pude escuchar a penas. Sus manos apretaron mi camisa, abrazándome y tratando lograr algo— Tengo seguro que sí lo eres, y no sabes lo mucho que me gustas. Estoy enamorado de Abril Anderson, la de ojos verdes, la que conmigo es capaz de reír, enojarse y llorar, a pesar de la vergüenza que le de. Si perdiste la memoria y la 'tu' del pasado no quiere que recuerdes, crearemos nuevos recuerdos y yo estaré junto a ti.

Su rostro apareció enfrente de mí, sus ojos abiertos observando con atención. Si lo pienso bien, aún no le he preguntado si le gusto o siente algo por mí. Aceptó mi beso el día de vacaciones, es capaz de contarme más cosas, ¿será que me dará alguna oportunidad? Por estar pensando tanto, no me di cuenta cuándo tomó mi cuello para acercarme a ella y besar mis labios. Permanecí con los ojos abiertos, mirando los suyos cerrados. Abrí mis labios y ahí fue cuándo comprendí la pasión de sus besos, el fuego que se creaba cuándo lo hacíamos. Su lengua entró en mi boca con necesidad de la mía y lo acepté con gusto. Pase mi mano por su cintura mientras que la otra estaba en su rostro.

Detuve el ritmo en el que estábamos porque si seguíamos así no se de lo que seríamos capaces. Ahí fue cuándo a segundos de separar mis labios de ella, esta misma se subió en mi regazo con cuidado, separando su falda y dejando los volantes atrás de su trasero. Elevé la mirada hacia su imagen semejante, me parecía tan perfecta, tan atrevida ¿desde cuándo era así? No lo sé, jamás imaginé que haría algo como esto. Tragué saliva, parecía tomar el control de la situación y yo nada más dejaba que devorara mis labios de nuevo.

—Joven, voy a pasar —Se escuchó que dijo alguien detrás de la puerta. Abril dejó mis labios y se levantó de mí con rapidez. Limpié un poco mis labios para que no se notara mucho su lápiz labial en mí. Abrí la puerta y ahí estaba otro mesero diferente— Perdone las molestias, quería saber si ya sabe lo que pedirá.

Apreté mis labios. No habíamos visto ni el menú. Me alejé de la puerta y fui hasta la carta de la mesa. Ya habíamos venido antes aquí, así que le di un vistazo rápido.

—Trae dos platos de Gogi gui, de ternera. No olvides los entrantes.

—¿De tomar?

—Veo que tienes algunas muestras por aquí, miré que tienen vino tinto, tráeme una botella por favor.

Después de apuntar lo que le había dicho, hizo una reverencia y salió de la sala cerrando la puerta a su paso. Suspiré tranquilo. Giré sobre mis talones buscando a Abril con la mirada. Estaba de espalda arreglando su falda. Sonreí y a la vez ella se dio la vuelta. Parecía enojada, como solía estarlo siempre, con el ceño fruncido y confundida.

—¿Nos sentamos a comer?

Sin responderme se acercó a la mesa y se sentó. Yo también hice lo mismo, me senté en la silla que estaba justo enfrente de ella.

—Tae... —Coloqué la servilleta en mi regazo y subí la vista para verla— ¿Recuerdas que mencioné algo como que me gustaba un chico? —Asentí— ¿No fue muy obvio que me estaba enamorando de ti?

¿Ah? ¿Yo? ¿De mi? ¿Como? ¿Obvio? No lo era tanto porqué siempre respondía bruscamente, no contestaba mis llamadas, parecía que estaba enamorada de Yoongi, me cambió por él, aunque...lo que pasó hace unos minutos.

—¿Por qué nunca me lo dijiste? —Sentí un deja vu, como cuando yo me confesé a ella.

—Simplemente te confesaste primero que yo. El día que me calmaste en el hospital, desde ese día creo que empecé a sentir cosas por ti —Bufé sorprendido. No puedo creerlo— Cada vez que me encontraba contigo, éramos como un imán de atracción, me sentía tan impulsiva junto a ti hasta el punto de ponerme nerviosa cuándo siento tu aroma cerca de mí. Los besos que te di son obvios y bueno, lo de antes...

La puerta se abrió. Dos meseros traían la comida. Mientras ellos empezaban a dejar todo sobre la mesa, sirvieron el vino en nuestras copas y luego dejó la botella en una cubitera con hielo, yo me dediqué a observar con atención. Las puertas se cerraron y volvimos a quedar a solas.

Había dejado reservada esta sala y también mencioné que me gustaría colocar ciertas cosas y ahí estaban. Me levanté de la mesa y puse en marcha el tocadiscos. No llamé a tiempo, así que no tenían discos de los artistas que quería, pero si algo de jazz solitario. Volví a la mesa y me senté.

El ambiente lo adoraba, tan lleno de paz, mirando a la chica que me gusta comer con tanta hambre mientras no puede ocultar su sonrisa. Dije que me había enamorado de Abril Anderson, justo ahora, no sé si es cierto lo que dice ella, ¿será que antes era diferente? ¿Será por eso que su personalidad cambia tan fácilmente? Yo lo sé y por eso me daba tanto miedo.

*

Lo suponía, las temperaturas habían bajado más de lo que imaginé. Abril no había traído ningún abrigo, así que le di el mío a ella a pesar de que le quedara muy grande, aunque era mejor. El conductor nos dejó a mitad del camino, le dije que quería caminar junto a la chica que iba a mi lado. Tomé la mano de April y estaba demasiado fría. Desde que salimos del Hotel le pregunté que éramos ahora y no me ha respondido, lo que sí sé, es que ella es mi vida.

Cruzamos la gran entrada del campus para dirigirnos al edificio de las habitaciones y a ella no le importaba nada si yo la acompañaba. Sus tacones eran pequeños, pero me preocupa que le duelan sus pies.

Su paso se detuvo a mitad del camino. Sentí como soltó mi mano y se colocó enfrente de mí. Sus manos rodearon mi cuello, las mías posaron sobre su diminuta cintura. Sus labios volvieron a juntarse con los míos, eran suaves, delicados, exquisitos y adictivos.

—Espero que esto haya aclarado la pregunta que me hiciste.

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Os dejo esto por aquí para que veáis lo hermoso que es Kim Taehyung.
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Pd: Así me imaginé que fue vestido a la cita con Abril.

Gracias por leer, no os merezco.♡

~Jungherbst

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