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✾| treinta y ocho

Abril Anderson

Removí mi cuerpo y mis ojos empezaron a abrirse lentamente. Sentía mi cuerpo pesado, en verdad quería seguir durmiendo. Cuándo me di la vuelta, me fijé que a mi costado estaba Taehyung, durmiendo placenteramente, sus manos debajo de su cabeza y su respiración lenta. Era la primera vez que podía admirar como dormía. Me coloqué de la misma manera en como él estaba, mis manos debajo de mi cabeza y observé con detalle cada parte de su rostro, sus cejas bien definidas, los lunares que lo adornaban, eran tan preciosos que las ganas de darle un beso en cada uno era muy fuerte.

Recordé lo que sucedió ayer, fue algo demasiado rápido que a penas pude reflexionar mientras me duchaba. Si bien me sentía tan mal, él llegó a consolarme como un pequeño héroe, sus besos acariciaron mis labios, mi rostro, mi cuerpo, sentía que aquello calmaba mi ser, pero me sentía extraña. Yo en verdad no pude dejar de pensar que anteriormente ya había hecho eso con alguien, me molestaba por qué no sabía quién era, no recordaba su rostro, no sabía ni siquiera como lo hice, si me dolió, si disfruté o si amaba a aquella persona.

Era tan ilógico que mientras hacíamos aquello, mi cabeza tratara de recordar si ya lo había hecho, fui tan estúpida. Amo a Taehyung de una manera tan inexplicable, sí, lo amaba como cuándo leo un libro, así cuándo leo la manera en que la protagonista expresa su amor por el otro protagonista. Era tan delicada la forma en que se acomodan aquellos sentimientos en mi corazón, no tiene precio.

Si hubiésemos tenido un condón, ¿será que...? Creo que era algo obvio, yo quería hacerlo, él también, podría ser que más que yo, ver la manera en la que no podía contenerse y tocó su miembro. Puede haber la posibilidad que no sea la primera vez en la que piense en mí para que tocarse, no sé cómo sentirme al respecto, si mal porque yo no me decidía o ¿bien? Ugh, no sé cómo me siento.

Debería empezar a enterrar el pasado y concentrarme en él, en este chico que puedo estar segura de que me ama, en este que sigue conmigo a pesar de que ni yo misma me conozco, de que ni recuerdo con quién tuve sexo cuándo era joven y puede llegar al punto de avergonzarme.

Con cuidado, pasé una de mis manos hacia su rostro. Quería acariciarlo, se sentía caliente, suave y lindo. Di la vuelta a mi mano y con dos dedos seguí acariciándolo, era tan satisfactorio.

—Buenos días.

La voz de Taehyung había salido tan grave, casi afónica por decirlo así. Su mano se posó en mi cintura, por debajo de las sabanas que cubrían nuestros cuerpos. No alejé mi mano, más bien, la dejé en su cabello despeinado para hacer un poco de mimos.

—Lo lamento, anoche volví a quedarme dormida.

Esperé su respuesta mientras miraba todo lo que hacía. Sus ojos se abrieron, bostezó y luego me miró en silencio, analizando mi rostro de recién despierta. ¿Qué es lo que estará pensando? ¿Me veré tan mal por la mañana? No miraba ningún movimiento que tuve que expulsar un leve sonrisa.

—Mi novia es tan guapa que me veo incapaz de enojarme con ella —Solté su cabello y llevé mis dos manos a mi rostro. Me sentí un poco avergonzada, no sé que me pasaba. Mi cabeza quedó mirando al techo, sin quitar mis manos y no pude dejar de sonreír. Seguro se estará burlando de mí— Tuve que traerte a la habitación, creo que esto se está haciendo costumbre por tu parte y no puedo quejarme. En verdad, tenerte en mis brazos es tan bueno para mí.

Me senté en la cama impulsivamente, quité mis manos de mi rostro y lo miré ahí, sosteniendo su cabeza con la ayuda de unas de sus manos, mirándome con esa sonrisa tan hermosa que tenía. Volví a mí y despeiné más mi cabello, en verdad me estaba volviendo loca, cada día más por Taehyung. Él se colocó en mi misma posición y alcé la vista. Su cabello estaba parado y sus ojos algo cerrados.

—Tengo hambre...

Ayer él había empezado a hacer la comida, así que yo lo haría ahora. Me levanté de la cama y arreglé mi pijama, que bueno, era el de él, porque yo no tenía aquí que digamos, solo algún par de ropa interior. Lo dejé ahí y me dirigí al armario y luego al baño para ducharme.

El agua estaba caliente, se sentía bien. Lavé mi cabello, mi rostro y mis dientes. Había sido tan refrescante. Decidí cambiarme dentro del baño, aún me sentía extraña si lo hacía delante de él.

Cuándo salí, miré a Taehyung tirado en la cama, parecía dormir todavía. Me acerqué a la orilla que era donde estaba, acaricié su cabello. Era temprano, me tocaba trabajar y a él también por lo que me contó ayer. Debía hacer unas cosas por la mañana en la empresa y yo trabajaba todo el día. Me acerqué más y dejé un beso sobre su mejilla para luego levantarme.

—Levántate, dúchate y baja que haré algo de comer.

Sentí como había ronroneado y me pareció tan adorable que no pude dejar de reír. Salí de la habitación y bajé a la cocina para ver que hacer.

Pasaron unos minutos y ya tenía todo preparado. Me permití limpiar un poco por encima todo. Lavé los platos que ensucié y cuándo me detuve para mover la comida, unos grandes brazos atraparon mi cintura. Detuve lo que hacía y de inmediato sentí su mentón sobre mi hombro.

—Tu cabello huele tan bien, aparte lo tienes tan largo.

Recuerdo cuándo Mine me mencionó algo; a mí me encantaba siempre llevar el cabello largo, si me llevaban a cortarlo, solo eran las puntas o menos. Lo que no entiendo, porque será que lo corté en aquel tiempo, recuerdo cuándo desperté del accidente, mi pelo estaba por mis hombros, creí que talvez me gustaba así... costó que me creciera y por ello, cuándo conocí a Taehyung por primera vez, el día de la reunión de fans, ese día llevaba el cabello corto, hasta mis hombros.

—Sabes, ahora que me lo he duchado, me doy cuenta de que es complicado lavarlo. Supongo que me lo cortaré pronto.

—No lo hagas —Dijo separándose de mí. Me di la vuelta para ver como se apoyaba en el desayunador, se miraba como un nene molesto.

—Está a nada de llegar a mi trasero, no me gusta tan largo.

—Saca esa idea de tu cabeza. Amo tu cabello largo, en la manera en la que se mueve con el viento, como lo mueves, no sé, pienso que te queda genial.

Sonreí avergonzada. Me acerqué al desayunador también y dejé algunos platos. Él me ayudó a colocar la comida en cada plato, servimos y empezamos a devorar todo.

Antes de que anoche viniera a la cabaña, Yoongi me había mandado un mensaje para saber si podías salir ese día, pero lo pospuse y le dije que mejor hoy, porque no me encontraba tan bien que digamos. En verdad es un gran amigo, él se había enterado de que un par de veces me habían dado los tipos de ataques que me dan, trataba de consolarme lo mejor que podía y me sacaba una que otra sonrisa, en verdad lo apreciaba y quería verlo ya.

—¿Qué harás hoy? —Dije metiendo una tostada a mi boca.

—Debo arreglar unos papeles en la empresa, luego hacer un par de cosas más que me mencionaron, pero tengo la tarde libre. ¿Tú que harás?

—Pues, debo ir a trabajar —Miré como su cabeza asentía— Ah, también tengo libre tres horas por la tarde y las aprovecharé para dar un paseo con Yoongi, íbamos a vernos ayer, pero no me sentía tan bien, sabes.

Tomé un poco de jugo y me fijé en que dejó de comer. Quería decirme algo, pero yo continué comiendo.

—Siempre me he preguntado ¿desde cuándo son amigos?

—Pues creo que desde esa vez que fue a buscarme al campus.

—¿Antes de que tú y yo fuéramos novios? ¿Antes de que nos peleáramos cuando estábamos en mi casa y los vi alegres a los dos? Ese día mencionaste algo así como que yo no me preocupaba por ti y que por lo menos el sí había ido.

Asentí dándole la razón. Recuerdo ese día, cuándo estaba en el estudio de música de Yoongi, él se miraba tan lindo, tan alegro, tan amable, ahí fue cuándo mis dudas surgieron, porque era tan humilde, tan cálido estar con él que pensaba que también me gustaba, pero en eso llegó Taehyung, celoso cuándo aún ni éramos novios. Me sentí mal conmigo misma, gustarme dos chicos había sido algo extremo, pero me di cuenta que no sentía lo mismo por los dos, quería mucho a Yoongi, adoraba estar con él, pero Taehyung era alguien con quien debía estar, como si el destino lo hubiese puesto en mi camino para que me enamorara de él.

Estaba actuando extraño. Despeinó su cabello y trató no prestarle atención, aunque empezó a comer algo enojado.

—¿Tan bien se llevan?

—¿Es un interrogatorio?

Pregunté a la vez. Este relamió sus labios. ¿Qué le pasaba?

—Solo quiero saber si él te llegó a gustar.

Elevé mis cejas sorprendida por lo que había dicho, dejé de tomar mi jugo porque creía que me iba a ahogar.

—¿Qué es lo que ocurre Taehyung?

—Únicamente quiero asegurarme que no haya nadie detrás de ti.

Me levanté de la silla ofendida. No sé que le pasaba, entre y Yoongi no había nada, nunca lo hubo ni lo habrá. Que recuerde, nunca habíamos tenido una discusión por celos, tampoco la tendríamos, pero esto era muy excesivo.

—No seas posesivo.

Tomé sus platos junto a los míos y los llevé a lavar. Sentí como se levantó y venía detrás de mí.

—Perdón, yo no quería... —No le presté atención y seguí enjuagando los platos— Iré a buscar mis cosas. Te llevaré a la empresa.

Sentí como se alejó de ahí. Debía también tomar algunas cosas de la casa de las chicas y luego ir al trabajo, así que cuándo vayamos se lo mencionaré.

En el camino, no hablamos ni pronunciamos ninguna palabra, solo le mencioné que me dejará en casa, lo cual se negó. Luego de que estuviese lista, me esperó y me llevó a la empresa. En verdad no estoy molesta, pero no me gusta que piense que lo pueda traicionar, era como un voto de desconfianza que jamás se lo he demostrado, ya que es al único al cual amo y creo que lo he dejado muy en claro.

Cuándo llegamos al lugar, el silencio se esfumó por su suspiró mirando el edificio donde trabajaría.

—¿En serio que aquí? No me gusta para nada esta empresa, no tratan bien a sus trabajadores y los sueldos son una basura.

—Taehyung, hablamos sobre esto. Este es el único sitio donde la paga es mejor que otras que me ofrecían. Por los momentos todo marcha bien. Él no dijo nada. Desabroché mi cinturón para poder bajar, una de sus manos tomó la mía para que no bajara aún. Su cuerpo se acercó más y depositó un beso corto en mis labios, en medio de este, así en un susurro escuché un 'lo siento' por su parte. Acaricié su rostro y volví a besarle, no quería que nos enojáramos por una tontería— Me voy, Te amo.

Bajé del coche y miré como se alejaba. Me di la vuelta para poder entrar a la empresa. Hoy sería un día complicado. Quería subir aquellos pequeños escalones, pero había una voz que no me dejaba hacerlo, no sabía si me llamaba a mí.

—¡Hey, a ti te estoy hablando!

Me giré y por supuesto que era a mí, nada más ni nada menos sería. Hice sonar mis dientes, metí mis manos en mi chaqueta y la miré.

—Solo desgracias me pasan hoy —Reproché sarcástica.

—Lo siento por interrumpir tu estúpida tranquilidad —Bufé con una sonrisa. Ahora que era lo que le pasaba a esta. Yein era una chica complicada, con distintos cambios de humor, a veces hasta frustrada que la hacía perder el control— Estoy harta. Lo acabo de ver ¿Por qué sigues siendo novia de Taehyung?

—¿Por qué te ha de interesar eso a ti?

Pregunté sarcástica. Dio unos pequeños pasos para quedar cerca de mí. Creía tener algún tipo de autoridad, por ser unos centímetros más alta que yo, no la hacía diferente.

—Ese día, cuándo me enteré de vuestro noviazgo, sentí que tenía que decírtelo. No te creas tan ingenua, eres tonta. Taehyung no te ama de verdad, te tiene lástima, por eso está contigo.

—¿Se supone que ahora tú lo conoces? Mira Yein, aleja tu maldito rostro de mí, todo lo que provenga de ti, no me interesa.

Me estaba hartando, no podía perderte los estribos porque alguien como ella me dijera un par de palabras. Una de sus manos cubrió su boca, estaba sonriendo tan hipócrita que me hizo retorcer del asco.

—Solo quiero dejar en claro, que si me doy cuenta de que no has terminado tu relación con Taehyung, te haré la vida imposible, y quién sabe, tal vez un día te doy un mal golpe —dio una palmadita en mi hombro, que de inmediato quité sus sucias manos de mí.

—Te ves tan mediocre amenazándome. Lo que te voy a asegurar, es que no te metas conmigo, por qué no me conoces.

Le di un pequeño empujón en sus hombros para alejarla de mí, en verdad me asqueaba. Miré la maldad en sus ojos, estaba cegada con hacer algo, pero solo encogí mis hombros para querer dar la vuelta y entrar.

—Eres una callejera inútil, una perra por quitarme a lo que amo, una puta que está con muchos, deberías dejar de existir al igual que lo hizo tu padre.

Sus chillidos entraron a mi cabeza, juro que la iba a dejar ahí, pero jamás me cansaré de decir que nadie debía meterse con mi familia, menos con mi padre. No me di cuenta y mi mano ya había chocado con la mejilla de esta.

—¡Cállate de una vez! —Ella me miró furiosa mientras tomaba su mejilla. Mis nervios habían incrementado, mis manos estaban hechas en un puño y solo trataba de tranquilizarme.

—Querida, la que sufrirá serás tú, tu estúpida relación no existe porque Tae ama a su exnovia aún. Sé que él aún me recuerda también a mí. Quién sabe, tal vez también sienta algo por Joy —Se dio media vuelta, pero le tomé del brazo.

—¿De qué hablas? —Comenzó a reír victoriosa, claro, había llamado mi atención.

—Tae aún está dolido por la pérdida de su ex prometida —¿Ex prometida?— Yo era novia de Jungkook, pero me separé de él porque me comenzó a gustar Tae y él estaba despechado así que tuvimos una noche de pasión, pero como es un idiota me dejó para irse con Joy.

—¿De qué cojones me hablas? Taehyung jamás ha estado contigo y peor con Joy —Ella se soltó para luego verme sonriendo.

—¿Recuerdas cuando lo llamaste y escuchaste una voz de fondo? —No quería responder, pero apreté los labios para luego asentir cayendo en su juego —Pues querida, era Joy que había pasado una noche loca con tu novio.

—No sé qué pretendes con todo esto, pero él me dijo que habían hecho un pijama —Traté de disimular que mi voz temblaba y por lo ridículo que sonaba eso.

—Y ¿tú crees eso? Joy me lo contó todo, somos amigas. Luego me dijo que él te volvió a ver y la dejó tirada, la tiene como su juguete. Seguro a ti te hará lo mismo.

—Vete al carajo.

La dejé ahí. No podía seguir escuchando su maldita voz. Entré a la empresa, estaba llegando un minuto tarde. Controlé mi respiración y ese pequeño enojo que estaba creciendo en mí. Había dicho que este día sería complicado, era verdad, lo sería.

*****

Mi reloj sonó, era hora de mi pequeño receso. Ordené los papeles que tenía en mi pequeña mesa y los dejé a un lado. Le dijo al chico con el que compartía la oficina, que era hora de que saliera un momento, que al regresar yo seguiría administrando algunas cuentas.

Salí de la empresa y me dirigí a donde había quedado con Yoongi.

Miré la fuente que adornaba aquel parque. No había muchas personas por el lugar. Estaba haciendo frío, era obvio. Pronosticaban de que mañana llovería y sería tan casado ir a trabajar con ese clima. Al fijarme que alguien se acercaba, mi mente se despejó al ver a Yoongi con dos helados en sus manos. Estábamos obsesionados, lo único que solemos comer cuando nos vemos, por lo visto es helado, snacks de patatas, mandarinas y repetitivamente.

Gracias.

¿Ocurre algo TenBi? Sonreí al escuchar aquello. Yoongi había empezado a llamarme Tenderly Bipolar, pero creyó que era largo así que las unió, para él es adorable, a mí me gusta, así que todo bien.

Te lo diré, pero no tienes que decir nada.

Dime.

Me dijo atento, terminando de comer su helado, sí que lo hacía rápido. Me acomodé un poco y le empecé a platicar sobre lo que me había dicho Yein. No era como si yo le hubiese considerado, pero si formaban grandes dudas en mí, no las quería pero ahí estaban.

Tengo miedo de que no sea mentira, pero sé que le tengo que preguntar antes Él solo tomó mi mano.

No desconfíes de él, háblale y pregúntale con confianza,

Y si no es así y sí... hizo eso con Joy. Aún seguíamos siendo novios.

No diré nada, tienes que averiguarlo por tu cuenta Quedamos en silencio unos minutos.

—Y tú... ¿Cómo has estado?

–Bien Él no suele contarme mucho.

¿Conociste a alguien nuevo? negó mientras pelaba una mandarina.

Dentro de poco iremos a los Ángeles.

Volvimos a estar en silencio, pero no era incómodo, era como si ese mismo silencio nos abrazara haciéndonos sentir seguros.

Por cierto Yoongi, Él me miró¿hay alguien que te guste? Lo miré. No se sorprendía, porque siempre solía hacer muchas preguntas y él se limitaba a contestarme. Su cabeza se movió para negar lo que dije.

¿Has tenido novia? —Me sentí como una niña pequeña esperando su respuesta.

—Algo así.

—¡Eso no me lo has dicho!

Sabía que si o si, me lo tenía que decir. Me giré completamente para poder verlo, subí mis piernas y las doble para sentirme más cómoda.

Está bien. Hace tiempo conocí a una chica y me enamoré locamente de ella y ella de mí, creo.

—¿Por qué lo crees Yoongo?

—Ella y yo siempre solíamos salir y un día conoció a un amigo mío Creo saber por dónde van las cosasLa cosa es que, ellos dos se empezaron a gustar.

¿No hiciste nada para demostrarle tu amor a ella?

—No mucho, supongo que no lo dejé tan claro, aparte, a mi amigo se le daba mejor eso de dar amor, cuidarla y todo eso.

—No tiene nada que ver, si ella en verdad te amaba... —Él me miró.

—Ella me amaba, pero su destino era estar con Taehyung.

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Feliz navidad gente hermosa <3

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