Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✾| treinta y cinco (II)

Abril Anderson

El olor a tierra húmeda inundaba mis fosas nasales, era una mezcla con la naturaleza y la fragancia que podía transmitirte un bosque lleno de flores y árboles. Delante de mí estaba una cabaña, era tan hermosa, un banco a su lateral, una pequeña escalera que te llevaría a un tipo de lago que estaba al otro lado de la cabaña. Me parecía estar soñando, no estaba en mi boca las palabras exactas que quería transmitir a lo que me hacía sentir, en como podría estar aquí afuera, admirándola por largos minutos.

Miré a mi lado, ahí estaba él, con una sonrisa en su rostro y sosteniendo la venda que tenía anteriormente en mis ojos. No sé que pretendía, no sé la causa de que estemos en este sitio.

—Este lugar es maravillo, ahora ¿me dirás por qué estamos aquí? —Este subió su mirada y aún sosteniendo su sonrisa de oreja a oreja, empezó a dar pequeños pasos hacia la cabaña.

—Este es nuestro sitio.

—¿De qué hablas? —Empecé a seguir su paso. Llegó hasta la puerta y sacó una especie de llaves de su chaqueta. Me dio la espalda para poder abrir. Si tenía las llaves, ya había venido antes aquí, pero...

Pude observar como se había adentrado a aquel lugar, las luces se encendieron e iluminaron todo, haciendo más hogareña la cabaña. La admiré desde donde estaba, pero de inmediato aparecía un travieso chico, tomando mi mano y atrayéndome hacia adentro.

La luz era persistencia e iluminaba cada parte del lugar, al igual que mi rostro. Quedé boquiabierta por lo encantadora que era.

—Quiero que consideres a este sitio como tu propio hogar, ven cuándo lo deseas.

En la mano que él sostenía, depositó tres llaves con un llavero, parecía un bollito con rostro adorable, había entendido esa referencia. Aunque, ¿qué significaba? Dios, era tan amplio desde donde estaba, no podía aceptar algo como esto.

—Espero solo esté alquilado por un o dos días

—Es comprada, es de nosotros.

Si me atoraba con mi propia saliva podría ser exagerada, pero más que él no. ¿Comprar? Estaba loco, definitivamente lo estaba. Comprar, comprar, no me lo puedo creer. Quería hacerle más preguntas, pero no estaba interesado, parecía emocionado por alguna razón, seguro que esto lo había planeado desde hace mucho. Seguí sus pasos. Miré como había una chimenea y él no tardó en poner pequeños troncos de madera dentro de esta para prenderla. Mis ojos se desviaron al diseño del lugar. Mi cabeza subió hasta el techo, admirando lo alto que era en la parte del salón, para luego ir bajando poco a poco por las paredes que en algunas estaban sola con color marrón. Los muebles tenían señal de que llevaban un tiempo aquí, puede ser que él compró este sitio con muchas cosas incluidas. Mi mano llegó hasta a acariciar el sofá, se sentía tan suave y lucía cómodo. Tenía muchas cosas. Mis pies se movieron hasta algún sitio, llegué a unas escaleras, que al lado derecho había una puerta. Oh, aquí debía ser la cocina. Me gustaba, era tan bonita.

—¿Te gusta?

Unas manos atraparon mi cintura y una gruesa voz chocó contra mi oído. De un momento a otro, pasé de estar cara a cara con él. Sus labios se posaron en mi frente por unos cortos segundos para verme atento a los ojos. No podía expresar lo mucho que me hacía sentir aquella pequeña caricia por parte de él.

—¿Qué si me gusta? Me encanta —Ahora mis manos subieron por sus brazos acariciándolo, hasta llegar a sus hombros y dejarlas ahí— Pienso que esto es excesivo.

—Era un regalo de graduación mejor dicho, pero ocurrió ese incidente. Al principio todo estaba desordenado, pero pasaron los días y ahora está así. Tengo planeado hacer más cambios, por qué los muebles tienen más de 10 años y me gustaría tener nuevos.

Mi mente se desconectó en pensar como era posible que hiciera eso. Nadie era capaz de hacer algo de esta manera, no tienes seguro que con la persona que estás se quedará para siempre, nosotros nos hemos distanciado tantas veces que era imposible asegurar que esta relación se mantendría estable, pero debía procurar creer en que no era absurdo como creía, ya que aun de esta forma se miraba tan feliz, hablaba tan orgulloso. Que diga que hace esto por el simple hecho de que me ama, me confirma que ahora podría tener aunque sea un 40% de seguridad de que nuestra relación será como de esas que dura por muchos años, de aquellas que a pesar de las circunstancias pasadas, no te importe nada y seguirás luchando por ello.

Seguía en lo mío, él en lo suyo, que no me di cuenta cuándo acabó y tomó mi rostro. Las yemas de sus dedos acariciaron mi mejilla con tanta ternura. Sin que me dejara reprochar, me soltó y comenzó a subir las escaleras.

—Bollito, ven que quiero enseñarte la parte de arriba.

Miré su mano alzada hacia mí. Sonreí en lo bajo y tomé su mano. Arriba era muy diferente, no tenía los colores de una cabaña muy rústica, era algo más, moderno. Había un largo pasillo, al lado izquierdo había solo una puerta, junto a un gran ventanal. Cuándo miraba hacia la derecha, en medio del pasillo había una pequeña mesa con tres sofás y dos puertas a un lado y otra al lado opuesto.

Taehyung soltó mi mano para abrir la primera del lado izquierdo. Me acerqué a él. Era una habitación, no tan grande y estaba desordenada. Sonreí y seguí sus pasos. Las otras dos puestas a un lado, también eran habitaciones. Cuándo estaba por enseñarme la última, dejó su mano en la manilla.

—Esta es la única que esta a arreglada hasta ahora.

Asentí entendiendo. Esperé a que abriera. Entré poco a poco y de pronto miré que se acercó a un pequeño sofá largo, se sentó y esperó a que yo ingresara completamente. ¡Vaya! Sí que era grande. Pegada aún a la pared, miré hacia mi lado izquierdo para encontrarme con todo lo que era la habitación. La cama era muy grande con dos mesitas a cada costado, enfrente había un mueble lleno de cosas a la vista y a un lado estaba Taehyung.

—¿Quién dormirá aquí? —Solté una risilla.

—Es nuestra habitación.

—¿Ah?

—Si vienes por aquí —Se movió y se fue hasta el otro costado de la habitación— Detrás de esta puerta, hay un gran armario de dos partes, ahí vamos a colocar algo de nuestras ropas que necesitemos. Por el otro lado, está el baño.

No sabía que decir ¿qué podía decir? Esto era una locura, no me lo podía creer.

—Estoy muy emocionado, Abril— Volvió a mí para atraparme en sus brazos— No has dicho nada, no sé qué pensar.

—Taehyung, yo, creo que esto fue muy impulsivo. Me refiero, es como si me estuvieras pidiendo a que me mudara contigo, es tan precipitado.

No lo quería decir, puede ser que no piense justo ahora en eso, pero eran señales que me daba. Reí nerviosa, solo esperaba que pudiera entenderme que no rechazaba la idea, pero era tan...

—Sé lo que opinas, ¿muy rápido? No me arrepiento de haberlo hecho. Considero que tardé mucho en hacerlo. Sé que no puedo vivir con otra mujer que no seas tú, tampoco digo que tengamos que mudarnos ya. Quiero que este lugar se convierta en nuestro lugar seguro, no hablo de donde vives ahora o donde vivo yo que es con los chicos. Si no tienes a donde ir, quiero que siempre quede claro que puedes venir aquí.

Ahora me sentía como una tonta. Parecía que no aceptaba sus sentimientos. Lo que había hecho fue tan hermoso que mi corazón se derretía. Sin pensarlo, Me atrajo a él, apretando mi cadera contra su cuerpo. Su cabeza se escondió en mi cuello, podía sentir su respiración y el roce de su nariz ahí. Sus manos abrazaron mi cuerpo de manera cálida, delicada. Su cabeza subió solo un poco para que sus labios quedaron cerca de mi oído.

—Tú te convertiste en mi lugar seguro, con nada más pensar en ti, los pensamientos que abundan en mi cabeza simplemente se van. Quiero ser lo mismo para ti, quiero que te refugies en mí, en este lugar y me llames cuándo lo necesites.

Cada palabra que decía resonaba con insistencia sobre mí, la manera tan penetrante que lo hacía perforaba mi ser. Mi respiración fue rápida y en eso alejó su cabeza, pero no su cuerpo. Sus manos empezaron a acariciar cada parte de mi espalda, hasta dejarla quieta en mi cintura y la otra tomando mi rostro. Podía verlo bien, como sus ojos estaban tan inexpresivos, tan llenos de querer hacer algo ¿besarme? No debía pedirlo.

Me colgué de su cuello, nuestros labios quedaron a milímetros cerca, los suyos estaban ligeramente abiertos y ahí fue cuándo los junté. Parecíamos dos necesitamos por saber quién amaba más a quién. Sentía la necesidad de besarlo con necesidad, nuestros labios se tocaban una y otra vez, hasta el momento en que me separé un poco de él y chupeteé su labio inferior, así como una vez él me lo había hecho. Cuándo Taehyung sintió aquello, podía ver que sus ojos se prendían. Sin esfuerzo, bajó un poco su cuerpo para llegar a mis muslos y cargarme. Mis piernas pasaron alrededor de su cintura, sus manos me sostuvieron tocando mi trasero.

Giró sobre sus talones y se fue inmediatamente hacia aquel sofá. Se sentó y me colocó encima de él, sin separar nuestros labios fruncidos entre ellos, haciendo presencia de nuestras lenguas. Ahí encima de él, mis manos tocaron sus hombros y me separé poco a poco de él. Sentía mi cara caliente, mi cuerpo lo estaba, hacía mucho calor, ¿estaba haciendo calor? Mi respiración estaba algo agitada y aún quería seguir pegada sus labios, cada día me volvía adicta a aquello.

Así era, como cualquier persona, estaba empezando a tener muchas ganas de tener más que simples besos con él, no solo por qué llevábamos mucho tiempo juntos, pero nunca habíamos tenido sexo, tampoco era algo que nos llamara la atención, pero sabía muy bien que él querría hacerlo, al igual que yo justo ahora.

—¿Quieres comer algo? Ayer traje algunas cosas.

Sonreí avergonzada, aún con la sensación en el pecho, quería decirle que no quería moverme de encima de él, quería seguir besándolo, quería sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, quería tener sexo.

—Está bien.

Dije entre dientes. Es lo más normal, hasta la 'Abril' del pasado lo hubiese creído, ¿por qué no estar con él si llevamos varios meses de relación? Es decir, él tendrá sus necesidades, no quiero pensar que se está aguantando hasta que yo se lo diga y, en cambio, se esté masturbando. Negué rápidamente y volví a él. Debía dejar de pensar así.

*****

El frío se estaba apoderando de toda la ciudad, sentía más que el último año que estuve en Londres. Arrugué mi nariz mientras metía mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Me dediqué a observar como las chicas discutían por mí, querían que estuviera en sus habitaciones. Me giré un poco y Dahyun se colocó a mi lado, sonriendo, sabía que elegiría ir con ella.

Hace dos semanas, tomé la decisión de aceptar la propuesta de Dahyun, de venir a vivir con ella una temporada. No podía seguir en aquel apartamento, la cuota era elevada y mi dinero se iría muy a la borda porque no había una gran cantidad de ingresos. Si sacaba mucho dinero de mi cuenta, mi madre podría sospechar alguna cosa, así que solo me quedaba una alternativa.

Cuándo lo platiqué con Taehyung, creyó que era válida aquella acción. La cafetería donde trabajaba quedaría más cerca y empecé a recibir respuestas sobre empleos, ahora únicamente me quedaba saber escoger.

—Nayeon, deja de discutir, ella vendrá a nuestra habitación.

—¡No! No te escucho ¿lo ves? —Tapó sus orejas con sus manos y empezó a imitarla.

—Nos alegra mucho que estés con nosotras —Escuché a Mina decir mientras se acercaba a nosotras.

Dejé que siguieran con lo suyo y me dirigí a donde iba a empezar a dormir a partir de hoy. La habitación no estaba nada mal. Era realmente grande, así que por eso había colocado otra cama para mí, era justa y se acomodaba.

Las que estaban actualmente por aquí, seguían renegando que por qué yo dormía con Jihyo y con Dahyun, pero después se les pasó cuándo miraron que había traído comida. Esa tarde había ido a comer con Taehyung, sabía que por la noche empezaría a dormir aquí, así que decidí traerles algo.

—No me quejo más.

Tomó la bolsa y salieron del lugar con prisa para empezar a ordenar todo.

—No los pasaremos genial.

Sonreí. Tenía razón, nada podía ir mal si éramos 10 chicas viviendo en la misma casa.

Días después

No tenía las palabras suficientes para explicar el detallado desastre que podían llegar a ser 10 chicas en una casa. Todo se acaba en un abrir y cerrar de ojos. Llegan muy tarde de sus trabajos y salen de casa casi de madrugada, haciendo que no les dé tiempo de limpiar. He tratado de hacer que todo se mantenga en orden, pero también llego algo cansada del trabajo y hago más entrevistas porque el sueldo es muy bajo.

Me dirigí al pequeño cuartito donde estaban los productos de limpieza y saqué todos los que pude. Me acerqué a ellas de nuevo y lancé todo al suelo.

—Jihyo... Jeongyeon... creí que serían más ordenadas. No, pensé que todas lo serían. Tienen vacaciones hoy y mañana, sé que deberían descansar, lo lamento, hoy es día de limpiar —No vi a nadie levantarse. Me crucé de brazos viendo a una por una— ¡Levanten sus traseros!

Me acerqué a ellas para empezar a hacerles cosquillas, parecían unas niñas pequeñas. Nos dividimos en quién haría el qué, una la limpieza de los dos baños junto a la cocina, otras la casa entera, mientras que otra parte debía ir de compras. Yo decidí ir de comprar, quería descansar de hacer tanta limpieza.

La mañana y la tarde fueron duras, por eso decidimos salir a algún restaurante a comer. De paso, dijeron que me llevarían a su empresa, para que pudiesen hacerme una entrevista. En verdad estaba cansada de que me pidieran espera, sabía que a la vez lo hacían porque era extranjera, pero manejaba bien los idiomas, no veía ningún problema.

—Escucha, seguro te contratarán si explicas detalladamente lo que haces. Tu curriculum es realmente extenso y bueno, tienes buenas recomendaciones —Todas asintieron a lo dicho por Dahyun

—Yo te veo como futura jefa de administración de empresa.

Negué en cuánto la escuché y me fue inevitable reír. Seguimos por los pasillos de lo que parecía ser la empresa donde ellas trabajaban. Por lo visto, debían llamar a su jefe, decidieron dejarme en una sala de prácticas, lo deducía porque se parecía un poco a cuándo iba a visitar a Taehyung.

No pasaron ni 2 minutos. La puerta se abrió, espantándome un poco. Me giré y un chico también espantado me miró.

—¿Quién eres? —Me señaló, entre cerrando sus ojos. Parecía que trataba de adivinar algo.

—Amiga de unas chicas que trabajan aquí, Dahyun y...

—Oh, genial.

No me dejó acabar. Seguro las conocía. Le dio igual saber que estaba ahí, se acercó a la gran pantalla de enfrente y de repente una música empezó a sonar. ¿Qué iba a hacer? Seguro incomodaba. Me levanté para querer salir, pero él se dio la vuelta como si me estuviera vigilando.

—¿Cómo te llamas? Digo, por si las chicas llegan a preguntar por ti, debo decirles que te escapaste.

Parecía tan en serio lo que decía que sonreí.

—Abril.

—Soy HyunJin, no me preguntaste, pero también es por si te preguntan que quién fue el que entró— Ah, ¿ok? Sonreí para mi misma y me quedé ahí. Volví a sentarme y seguí mirando sus acciones. La música parecía de estilo urbano ¿iba a bailar?— Un día me crucé por los pasillos a Dahyun, hablaba de una chica muy talentosa y que bailaba muy bien ¿Eres tú? ¿Podrías demostrarlo un poco?

Peiné mi cabello avergonzada. Esté chico llamado HyunJin sí que era extraño. Apreté mis labios negando a lo que decía.

—Puedo bailar un poco, después lo haces tú ¿qué te parece?

—No sé cuál es tanta la insistencia. Apenas llevo un año volviendo a bailar luego de una lesión que sufrí.

—Te aseguró que lo harás bien.

Definitivamente estaba loco. Me levanté y estiré un poco. La canción había cambiado, ahora era algo más sensual. Se colocó en medio del salón y no puedo ni pensar como hacia cada paso. Era tan delicado y duro haciéndolo. Mi piel se erizó contemplando sus pequeños giros exactos. Tenía ganas de levantarme y seguirlo, pero me avergonzaba un poco. Empecé a bailar más, con Hoseok solía hacer un poco lo que saliera, era genial. Un día, decidimos hacer alguna pequeña coreografía, no puedo negar que me divertí mucho, pero esto no podía compararse.

La canción seguía reproduciéndose, pero él se detuvo. Se acercó a la gran pantalla y silenció todo. Lo único que se podía escuchar, era su respiración agitada con una leve sonrisa en sus labios.

—Te toca. 

.

.

.

.

'Esta sería una idea de la cabaña que había comprado Taehyung, que ahora sería su lugar seguro para él y para Abril'
__________________________________


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro