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✾| sp; sesenta


Narrador Omnisciente

Somos incapaces de tomar una decisión tan a la ligera. O eso se cree. Somos propensos a dudar y analizar cada punto de pros y contra, a donde nos llevará lo que decidamos.

Un proceso de angustia mental, con alternativas y formas que llegan a resolver o a arruinar una situación de la vida. Influyen los mínimos factores externos. Justo ahora, la mayor causa de su dolor de cabeza, era la mujer que le dio la vida.

George habló con Vanessa cuándo volvió, le sugirió de que se llevara a Abril a New York, obviamente no se negaría. Pero, su hija le pareció tan extraño que de inmediato se negó, no quería irse, no lo haría.

Se recostó en la cama, riendo al escuchar al chico del cual estaba enamorada y que llevaban ya 3 meses de novios.

Pasaban los días más hermosos. El verano les sentado bien a ambos, disfrutaban cada momento juntos. Se burlaban, por lo que sucedió esa tarde en que se volvieron novios.

—Necesitaré ir a esa cascada nuevamente, pero con un traje de baño —Dijo ella.

Esa tarde, 13 de abril, cuándo ella le respondió con un alegre sí, la emoción fue tanta que después de un abrazo se giró descuidada, sus pies se enredaron y cayó hasta el agua fría.

—Deberíamos volver —Sonrió al verla.

Recordó que se lanzó detrás de ella, como si esta no supiera nadar. La abrazó y la sostuvo todo el tiempo y ahí, mojados, se besaron con el ruido que caía de la cascada, chocando contra la de abajo, mientras las personas que yacían arriba gritaban para asegurarse si estaban bien. No, en ese momento solo existió su amor, aquello que empezó a crecer con cada caricia.

Abril se levantó de la cama, para ver al castaño, no tan castaño, por qué se había pintado el cabello de negro.

La confianza entre ellos había crecido, se sentían tan a gusto. Se acercó a él y acarició su cabello, le encantaba hacer eso.

—Mañana es la presentación —Sí, su última presentación en la academia— Estoy nerviosa. He estado 3 meses practicando con Hoshi y su grupo, es extraño.

—Ojalá estuvieras con nosotros. No soporto a esa chica.

—Yein es insoportable. Al principio me caía bien, pero sus trampas hacia mí, insultos y después que dijera que estaba enamorada de ti, me molestó.

—¿Celosa? —Preguntó sonriendo. Ella bufó y quitó su mano de su cabello y miró para otro lado— Oh vamos, no te pongas así. Eres la chica que más amo. Estoy seguro de que no hay nadie como tú.

La de ojos verdes se sonrojó, y se insultó a sí misma por qué también sentía lo mismo. El ahora pelinegro, tomó del tobillo a Abril, jalándola un poco hacia él. Esta empezó a reír por las cosquillas que le provocaba eso.

Juguetearon entre ellos mientras estaban en la cama. Entonces, de un momento a otro, Abril acabó encima de Taehyung, sosteniendo sus manos, pero se volvió débil al ver sus labios entre abiertos, brillando. Bajó poco a poco su cabeza, queriéndolo besar.

Se acomodó mejor, colocando sus piernas a cada costado del cuerpo de Taehyung y soltó sus manos. Besó sus labios, sintiéndose como una explosión de emociones. Este acarició su espalda y con la otra mano sostuvo la cabeza de su amada.

—¡Volví Abril!

Se escuchó la puerta, cerrarse. Ambos se espantaron y ella se levantó de encima de él, para acomodarse mejor en la cama. Con torpeza, el chico se sentó igual que ella. Los pasos se escucharon más cerca, era Jasmine.

La puerta de la habitación se abrió y se quedó extrañada por la postura recta de los individuos— Hola muchachos. Traje algo de comer, por si queréis. Ah, mantener la puerta abierta.

Dijo antes de irse.

Aguantaron las ganas de reírse hasta dejar de escuchar sus pasos.

—Deberíamos aguantar nuestras ganas, de besarnos un poco.

Abril le dio un codazo para que se callara.

Por la hora, Alex ya estaba en casa y a Taehyung le tocaba volver a la suya, por qué a él también le tocaba ir mañana a esa presentación.

Sobre ese tema; ella no le había dicho nada a su padre sobre su relación. Alex lo sospechaba un poco, Peyton lo sabía y Jasmine también. Creía que aún no estaba preparada mentalmente.

*

El día siguiente, cuándo el cielo estaba despejado y el sol jugaba con irse, el público esperaba dentro, mientras que los artistas aún ingresaban.

Los alumnos de la academia, quienes actuarían como bailarines de respaldo, llevaban más de 4 horas ensayando, esperando la hora en que les tocara.

No solo se trataba de la presión de que querías hacerlo bien, por ser el último día, no, aparte de que se presentaban delante de verdaderos profesionales y de miles de espectadores que podían juzgarte o alentarte. Eso lo sabía Abril, por eso no dejaba de caminar en círculos hasta que Hoshi se dio cuenta.

—¡Abril! —La tomó por los hombros— Debes tranquilizarte, va a salir perfecto. Practicamos el baile una y otra vez. Debes dejar de estar tensa, si no te equivocarás en verdad.

Cerró los ojos, tratando de analizar cada uno de los pasos de la coreografía, debía hacerlo bien.

—¡Salen en tres minutos!

Gritó un mujer, parte del personal. Por otro lado, se acercó a unos de los espejos que estaban por el lugar y miró su reflejo. Perfecto. Se colocó una peluca marrón, una maquilladora le ayudó a hacerse un delineado que casi parecían ojos rasgados y unos lentes de contacto color negro. No quería que pudieran reconocerla por ser a veces modelo del gran George Anderson o la hermana del jugador de la mejor universidad, solo quería ser Abril, una chica bailarina de respaldo, que por cierto, tenía un solo junto a Hoshi.

Era la hora. El grupo entró y empezaron el espectáculo.

Sus manos temblaban, era su turno. Sus demás compañeros entendieron la señal y salieron con prisa hasta el centro del escenario. Se iluminaba por aquellas luces del público.

Cuándo crees que tomaste la peor decisión, tu entorno se vuelve oscuro, sin dejarte pensar que es lo que está pasando en verdad. No debe existir el arrepentimiento, no por qué si fracasas, de igual llegarás al éxito, pero sabiendo que escogiste correctamente, pero ¿qué es escoger correctamente? Es aquello que sabes de lo que estamos orgullosos.

Abril lo sabía, y estaba orgullosa de su opción, de siempre pensar que era buena en algo, ese algo que la llevaría lejos. Amaba lo que hacía y si se rendía por un segundo, se sentía como una fracasada. Por eso, mientras bailaba enfrente de todas esas personas, solo se dedicaba a pensar que sobresalía entre todos y que llamaba la atención, no era ser arrogante, por un segundo, le gustaba pensar que eso le llenaba de seguridad.

La música se volvía parte de ella, cuándo la melodía se combinaba con su baile, se transformaba en lo más preciado que tenía. Sus pies recorrieron todo el escenario, tomando después las manos de Hoshi en el aire que la guiaba a hacer una conclusión de baile fenomenal, uno donde todos gritaron por el espectáculo y los escalofríos provocados.

Pasaron ese límite de felicidad y máximo orgullo, uno donde se habían impuesto sobre ellos mismos que jamás dejarían de hacer lo que les llenaba sentimentalmente, pero ahí, cuándo dejó el escenario para adentrarse en los pasillos, la de ojos verdes encontraría a la pieza que le hacía falta, a esa pieza que siempre debía pertenecer a su vida.
Una alma que en los mínimos besos, caricias y palabras encontraba confortación.

Su respiración seguía agitada por correr hasta el final del pasillo y abrazar a su peli negro de sonrisa cuadrada, a ninguno le importó lo sudada que ella estuviera o que él debía salir en menos de una hora al escenario y solo estaba ahí por qué iría al baño.

—¡Lo hiciste genial! Dios, te he visto bailar con Hoseok-hyung antes, pero esto sobrepasó mis expectativas.

—¿Lo crees?

Este asintió. Con sus dos manos tomó las mejillas coloradas de la chica, su rostro brillaba por el maquillaje y el sudor.
No quería mencionarle la mala idea de la peluca o el delineado, esto era un paso para apoyarla en todo y si ella lo veía necesario, no le quedaba otra creer que era lo correcto, sí estaba cómoda.

Una idea loca pasó por su cabeza; en camino al baño, se fijó en una cabina de fotos, exacto, irían ahí.

Se escaparon como unos niños pequeños, ella siguiéndolo a donde sea que fueran, no le importaba, se sentía tan feliz, emocionada de saber que alguien se sentía igual que ella.

No había nadie cerca del lugar, mejor. Hicieron a un lado la tela roja que era la puerta de la cabina y se adentraron. Habían algunas cosas en el sitio, como sombreros y gafas grandes, para que las fotos salieran más divertidas, eso harían ellos.

Tomaron tantas, así como eliminaron. Un clic, cuatro y diez. Los sombreros amarillos cayeron al suelo entre risas de dos protagonistas que estaban viviendo su mejor vida.
Tenían ya consigo dos photo booth de tres fotos. Entonces, quisieron ser un poco más serios, bueno, la última tira de tres fotos fueron en resumen; la primera mirándose enfadados, la segunda burlándose de la primera foto y la tercera besándose por sentir la calidez de sus corazones, ardieron más que nunca, sabiendo que por fin algún día podrían recordar unas memorias perdidas.

Los minutos fueron egoístas, es decir, debían irse ya. Recogieron todo y salieron de la cabina. Cada uno por un pasillo diferente, él a presentarse y ella a verlo mientras se quitaba esa peluca. Pero, había alguien que los miró, miró esa mirada de Taehyung sobre Abril, una mirada que ella siempre quiso, y no la conseguiría por qué el egoísmo te envuelve y te ciega.

Nadie sabe lo que podía hacer una persona gracias a algo que vio, ella sí, por qué su corazón se rompió de una manera dramática, se sentía traicionada por alguien que consideró 'amiga', de manera ponzoñosa, por la envidia. Yein, quién le contó un día a su compañera de academia de baile que le gustaba un llamado Taehyung, esa misma sabía que desde ese momento haría lo que fuese por separarlos.

*

La noche llegó, con esa media luna brillante, iluminando las calles de Seúl. Hoy, a esa hora se ocasionaba un partido de fútbol, la final entre dos universidades, una era donde estaba Alex, por esa razón no había nadie en casa, Jasmine después de la presentación de Abril, junto a Alex corrieron hasta el estadio y bueno, George seguía en su oficina, tampoco llegaría a tiempo.

Aquellos dos jóvenes, que brillaban igual que esa luna, querían pasar un rato más juntos, así que cuándo la presentación acabó, se dirigieron a la casa de Abril.

Oh, pero estaba a punto de pasar una conmoción. En camino a casa, algo dentro de la cabeza de Taehyung se nubló, o eso decía él. Sentía su cuerpo caliente mientras sostenía la mano de su novia, exacto, la chica que hacía que pensara, más allá de unos besos, que su cabeza se llenara de hormonas.

Su mente y su corazón se culpaban entre sí, por lo que hizo; atrasarse para pasar por una farmacia, para que Abril llegara primero. 'Esto está mal, no, no lo está, pero si pasara hoy, quisiera estar listo, pero, ugh'. Sacudió su cabeza y sacó su billetera para pagarle al cajero.

No importa si era hoy, si era mañana o en 4 años, es algo que algún día probablemente deba suceder y no había nada de que arrepentirse, ¿no?

Así como dijeron, él llegó a la casa. Abril había dejado la puerta abierta por qué había ido a bañarse.

Taehyung dejó sus zapatos en la entrada y tomó las pantuflas de Alex, así que empezó a subir las escaleras, tratando de esconder una bolsa detrás de su espalda.

El grifo del baño de Abril se cerró, pero él no sabía que ella se duchaba. Cuándo llegó a la segunda planta, se acercó hasta la habitación de ella, sin saber que esta salía al tiempo de su baño, con una toalla enrollada en su cuerpo. Sus miradas se encontraron, volviéndose pequeño el lugar.

—Perdona, salgo ahora mismo.

—¡No!, está bien.

Dijo ella con una leve sonrisa. Fue hasta su armario para buscar que ponerse, pero Taehyung seguía en la puerta, viendo sus zapatos. Se sentía avergonzado 'Fui a comprar esto a la farmacia y ahora no soy capaz de verla en toalla, puff, irónico".

—¿Por qué tardaste? —Sacó su ropa interior y un pijama, luego se dio la vuelta por no obtener alguna respuesta— ¿Todo bien?

¿Mentalmente incorrecto?, no, esa no es la pregunta, mejor dicho, ¿qué es lo incorrecto?

—Siempre nos decimos la verdad desde que nos hemos conocido, desde que somos amigos y... — Se detuvo, pensando en lo que diría después. Abril se preocupó y decidió acercarse a él— Fui a la farmacia. No es que quiero que esto vaya rápido, solo, es que, es para estar listo por si algún día llegase a pasar algo entre nosotros, ya sabes.

Un acto tan sincero, tan inocente. Alejó sus manos de su espalda, entonces ella miró la bolsa, tomándola luego. Sus dedos se deslizaron dentro, sacando una caja azul y un bote del mismo color. Ella comprendió de inmediato de que se trataba, claro que lo sabía.

Tragó saliva, sin estar nerviosa, se sintió relajada al saber que no era la única que se sintió de esa manera, o aunque lo pareciera, ella no era ni discreta, ni cohibida con ningún tema, a pesar de que dentro de mucho tiempo pasara por eso.

Apretó sus labios, tratando de no sonreír.

—Somos unos inexpertos ahora, pero podríamos ser los mejores en algún futuro.

Sí, se refería a eso mismo. Taehyung, sin pensarlo, atrapó su cuerpo entre sus manos, besándola como nunca lo había hecho desde que están juntos, besó sus labios, queriendo hacer que ese tacto jamás se olvidara, sus lenguas, sus caricias, nada.
La toalla cayó al suelo, dejándola completamente desnuda. Todo se volvió uno solo, un momento, un recuerdo, la primera vez, un amor joven e inquebrantable.

Las ropas desaparecieron poco a poco con torpeza, uno tan puro por descubrir que haría el otro después. Piel suave, pulida y blanda. Ambos ahí, en medio de la cama, admirando sus cuerpos sin ningún tipo de pudor. Lo que él había comprado estaba en la mesita de al lado, así que le indicó a ella que se acostara en la cama y abriera las piernas, lo hizo, con la diferencia de sostenerse sobre sus codos para ver lo que él hacía con tanta dedicación.

Un líquido, pegajoso, casi como un gel cayó sobre dos de sus dedos, era un lubricante. Lo haría, vaya que si quería hacerlo y ella también necesitaba verlo, haciendo eso que Peyton le confesó que le hicieron a ella en una fiesta, esos detalles lo estaría viviendo justo en unos segundos.
Una experiencia, la mejor de su vida. El dedo de en medio de Taehyung entraba con facilidad, tan resbaloso, extraño para ambos, pero las hormonas los estaba cegando, por qué este levantó su cuerpo para ir a besar los labios de Abril, entonces, ahí, deslizando aquel dedo, decidió introducir otro, y la chispa de placer apareció, dejando que la de ojos verdes gimiera nerviosa, sus dedos y esos besos húmedos en su cuello la estaban haciendo volar.

Los momentos más significativos como ofrecer un pañuelo, decir la mayor tontería, tomar muchas fotos, reír hasta que les duela el estómago hasta lo más íntimo, ese momento donde dos chicos están teniendo un acto de amor que definiría en verdad lo seguros que estaban, si amarse era difícil, ellos podían hacer que fuese fácil en el futuro, ayer y justo en ese incitante, en donde el pelinegro -que después de sacar un condón de esa caja azul y colocárselo en su miembro- penetraba a la de ojos verdes con el sumo cuidado de no lastimarla, miraba los gestos de su rostro y maldecía mentalmente por como ella le apretaba su espalda, hasta el punto de aruñarlo.

No importaba ni un segundo, sabían que estaban solos, así que, qué más daban esos gritos de placer, de excitación que inundaban una habitación. Estaban por llegar a ese punto, a un orgasmo.

Las espalda de Abril se arqueaba y sus piernas temblaban sin saber donde colocarse, pasando de la cintura de Taehyung hasta dejarlas completamente abiertas, entonces este las tomó acercándolas al pecho de ella, y tenía sus labios también a su disposición, perfecto porque la penetración se más volvió profunda.

Ya no era lento, el ritmo creció por lo desesperado que se sentía, quería más y ella susurraba entre besos y gemidos que lo hiciera más rápido.

Temblaron de satisfacción, de amor, de tanto que nada parecía poder romperlos. Provocaron fuegos artificiales con sus besos, pero las embestidas eran completas bombas nucleares con chispas que salpicarían a cualquiera.

Sacó su miembro de dentro de ella, cayendo sin querer a su lado, rendido. Agitados que sus respiraciones eran ahora la música del momento. Habían hecho algo, parecido a eso que hacemos y sabes que no te arrepentirías nunca, eso mismo.

Sus mentes volaban al tiempo, como almas desnudas, mostrando la sinceridad de un mínimo roce, en las miradas y en el tiempo, maldito y admirable tiempo que tiene cada cosa preparada para todos, un destino que sigue un camino magistral y excelso sin abismo alguno, por qué no caerán en la pesadumbre, solo en la dicha.

¿Es la dicha acaso la que nos salvará de un futuro tenebroso y con telarañas? Por qué mientras dos jóvenes que habían hecho lo más humano, mientras abrazaban sus cuerpos y sus pies, jugaban entre sí, más allá, a unos metros lejos de ellos, un hombre descubría algo que no le gustaba mucho. La dicha sobra cuándo el destino ya tiene todo en su lugar y preparado, solo nos queda disfrutar unos minutos más. Solo dos más.

—Si vienen y nos encuentran así desnudos, qué más da, ¿no? La puerta tiene llave.

—Puedo quedarme dos minutos más.

El corazón de Taehyung latía tan fuerte, y ella podía escucharlo al estar encima de su pecho, acariciándolo. Significativos y pequeños, lo mejor antes de una vuelta en la historia de sus vidas, antes de que todo cambiara el previsto de su futuro.

Y ahí, cuándo ese hombre se enteraba de algo inesperado, sabía lo que haría, por qué según él era lo correcto, también para esa chica, pero para George, quién la noticia lo cogió desprevenido y con las manos atadas, supo que su hija no se iría, su hija estaba encontrando su propósito de vida, también a alguien que la quería mucho y eso no cambiaría, por qué la conocía.

No era la misma con Vernon, ni siquiera con Yoongi, pero con ese muchacho, con Taehyung existía el afecto primerizo que te vuela la cabeza de un flechazo lleno de promesas que podrían cumplirse, de palabras bonitas y de un futuro prometedor o uno lleno de tormentos.

*

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Hola.

Como siempre, nunca cumplo lo que digo. Todo se desmoronó :(

Actualmente, Jamais Vu iba a finalizar el día 20 de septiembre, por que el 20 cumplía 3 años desde que la publiqué, vaya que sería un buen honor hacer eso, pero no pude porque me enfermé y estuve 3 días en cama literalmente. Teniendo en cuenta de que el instituto me ahoga entera.

Estoy decepcionada un poco, pero, trataré de dar lo mejor de mi en esta recta final.

— Feliz 3 años Jamais Vu, atrasados.
20/09/2019

Tomen agüita, no dejen de comer y traten de portarse bien. Dios les bendiga. Muak. <3

~herbst

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