✾| sp; cincuenta y seis
Narrador omnisciente
La palabra "intención" viene del latín intentio, y significa algo o pensamiento que se hizo para hacer otra cosa. Es más, la intención se puede formar en un deseo de querer realizar a una acción, ya sea mala o buena. Tener la intención... tener la intención de estar con la familia, tener la intención de olvidar el pasado, tener la intención de cuidar lo que amas, con un propósito, exacto, toda intención por una razón vigente.
Ahora bien, ¿después de ver hundido a George Anderson, qué más quería Park Seung? Había pasado 1 año después que Park se entrometió en los negocios de Anderson, involucrando sus manos para estafas y devastar un negocio privado. Quería más, la avaricia era más fuerte. Estaba tratando de recuperarse con un préstamo del banco, el problema incrementaba por qué su esposa era testigo de una gran parte de lo que sucedía y si llegaba a involucrarse, la empresa fantasma, manejada por Park, iría tras ella.
Un sobre blanco llegó un día a casa después del partido de su hijo Alex, era obvio de quién se trataba ''Una de esas chicas he de suponer que es tu hija, es demasiado evidente''. Sí, el antiguo delincuente, con tantos antecedentes, tenía uno más; acosador de mujeres, no importaba la edad si tenían más 18. George estaba tocando fondo. Públicamente, solo sabían que Vanessa era su esposa y que Harry era de la familia -hijo de Vanessa-, sus hijos dentro del matrimonio se desconocían, una decisión tomada por ambos. Aunque ellos tuvieran cara al público como modelos en ciertas ocasiones, nadie suponía que eran familiares.
Así fue como, supo lo que debía hacer, las cosas se salieron de sus manos. Se dirigió a la estación de policía, no a cualquiera, fue hasta la comisaría a hablar con el jefe de Policía. Claro que sabían sobre el caso de Park, solo que sé en los últimos años tenían pruebas sin fundamentos, las empresas fantasmas ayudaban a ocultar los delitos. Los tratos en otros países, abrían la frontera para que la policía de dichos países se interpusieran. Todo estuvo a su favor, cuándo la policía nacional de New York recibió el informe de los sucesos y el dueño de la mejor empresa de marketing estaba sufriendo extorsión y robo desde hace 1 año.
Dejaron que George siguiera su vida normal, para no levantar sospecha de todo lo que se viene encima de él. Claro, pero estaba el dilema de su familia, ese hombre estaba detrás de su hija. Así que, como sugerencia, tuvo un guardia que cuidaba de ella, y aunque Abril no entendía que pasaba y Alex prefería no opinar, lo aceptaron.
—¡Pero papá!
Otra discusión. Tenían dos semanas de vacaciones, empezó ayer. Alex propuso hacer una fiesta con sus compañeros de la universidad en casa, pero George se negaba -a pesar de que llegaría tarde a casa y se iría a dormir-. Metió un bocado de lo que Jasmine preparó. La señora aprendió a hacer algunos platillos coreanos desde que se mudó.
—¿Te puedes callar y terminar de comer? Hoy acabaré muy tarde de trabajar por qué quise estar con ustedes comiendo.
—Bueno, tampoco es obligación que vengas a comer con nosotros.
Dijo Abril. George soltó la cuchara y la miró. No podía reprocharles nada, toda la vida ha sido lo mismo en casa, pero no por ello debían disminuir su esfuerzo por querer estar junto a ellos. Jasmine carraspeó su garganta, sirviéndoles a todos un poco de agua.
—George, el niño Alex puede hacer una pequeña reunión, sin nada grande. Puedo supervisarlos. Cuándo estés aquí, todos ser irán.
Cierto, una vez -no estaba Jasmine-, él llegó a las casi 3 de la madrugada y 2 minutos antes, Alex sacó a todo el mundo de casa, sin la ayuda e Abril, que se negaba.
—Seguro estaré en la oficina hasta el amanecer, ya que tengo varias reuniones y debo arreglar unos papeles, hacer informes. Así que, si cuándo esté en esta casa, hay mal olor a alcohol —Señaló a Alex— Tú verás como te pagas estar en el equipo de fútbol, y sus campañas de machitos, buscas excusas para los próximos dos meses, decir por qué no puedes salir.
La cara de su padre era amenazadora, pero asintió.
—Papá, verás como cuándo entres por esa puerta, olerá a lavanda, a limpia y fresco.
—Lo harás tú, por qué Jasmine no te va a ayudar. Lo que hará ella es que a la 1 de la mañana, no haya nadie ya en casa o cuándo ella ya tenga sueño.
—¡¿La 1?! —Refunfuñó y George golpeó levemente la mesa.
—''Pequeña reunión''. Tampoco es apropiado que unas niñas de 16 años estén cerca de chicos de 20 años, alcoholizados y seguramente besándose con chicas. También fui joven y sé como va esto. —Su mirada fue a las dos chicas que permanecían calladas— Peyton, Abril, ustedes dos estarán en la habitación, procuren no acercarse a esos gorilas. El guardia entrará a la casa, tanto el de Alex estará aquí abaja revisando todo y el Abril arriba. ¿Bien?
Los tres asintieron. El hombre mayor agradeció por la comida, al darse cuenta de la hora, se levantó de la mesa, debía irse ya, tenía una reunión. Dejó unas instrucciones a Jasmine en la salida, mientras aquellos empezaron a hablar entre ellos.
—Niñas dice. Una se besó con el capitán de mi equipo y la otra le gusta uno de 20. —Bufó. Peyton se levantó para empezar a golpearlo, peleas que tenían siempre. La de ojos verdes, se quedó mirando, estaba harta de las referencias que recibía. Su hermano la había encontrado hace unos días arreglando todas las fotos de su habitación. Estaba tirada en la cama viendo una, llegó él a quitársela de las manos, eso lo hacía pensar que Yoongi y Abril tenían algo. Peyton volvió a su asiento, mientras que Alex se dedicaba a sobar su hombro— Ya, ya. Debemos unirnos, hoy será LA fiesta. Un amigo traerá todo tipo de cerveza, el loco traerá Whisky.
—A mí no me metas.
Abril se levantó, tomando sus platos. En camino a la cocina, él hizo su misma acción.
—Oh vamos, ayúdame. Jasmine se irá a dormir a las 12. Abril, puedes traer a Yoongi, por favor, incluso a Taehyung.
—Tae... Hyung
Pronunció coqueta Peyton. Si decía más, Alex podría darse cuenta de los sentimientos de Abril, así que no le quedó más que girar su cuerpo y empezar a lavar los platos, eso significaba un sí.
*
No, no era una simple reunión, era LA fiesta que iniciaría con esas dos semanas de vacaciones. LA fiesta que haría que la fama de Alex creciera y el capitán del equipo lo reconociera, lo invitara a más fiesta. Luces de multicolores que dañaban un poco la vista, como si estuvieras drogado -no, ellos no se drogaban, demasiados sanos, pero sí que bebían-, Jasmine no lo soportó y después de una hora, se marchó a su habitación, donde apenas llegaba el estruendoso ruido. La música del 2014 coreana resonaba como si estuvieran en una discoteca, más cuándo el ritmo cambiaba a occidentales, música pop.
Peyton trataba de convencer a Abril de bajar, pero no quería. Yoongi no podía ir, pero Taehyung aceptó, y la esperaba abajo.
—¡Está sonando up&down! Me encanta esta canción, el doble sentido es hahaha.
Jaló su brazo, pero Abril la soltó. Se levantó de la cama para ir a su tocador. Miró su cabello suelto, con los pequeños ondulados que le ayudaron a hacerse, le hacía parecer mayor. Mordió su labio, se sentía un poco segura de sí misma, pero las últimas veces que se veía o hablaba con Taehyung, sabía que sentía lo mismo que con Yoongi, aunque más avergonzada, pero no sabía qué hacer al respecto.
Ambas salieron de la habitación, con cuidado, miraron que el guardia había ido al baño. Salieron corriendo de prisa hasta las escaleras, Dios, estaba lleno de adolescentes hormonales, bebiendo hasta el cuello, luces ahora más flojas. Decoraciones por la pared, gente bailando, saltando, lo que sea que hacían.
Bajaron poco a poco, sintiendo algunas miradas. Peyton era especialista en parecer mayor, razón por la que se lio con el capitán, ahora había transformado a Abril. La de ojos azules tenía un crop top blanco, con un gran escote enfrente, unos pantalones cortos, tejanos junto a un cinturón. Mientras que la de ojos verdes, Peyton hizo que se pusiera unos pantalones cortos de mezclilla y un crop top de tirantes, con girasoles.
—¡Ay no!
Le dio la espalda a la escena de una pareja besándose en el mesón de la entrada, donde un castaño se encontraba disimulando. No sabía si fue por la pareja o por Taehyung, pero era incapaz de moverse. Peyton alzó su mano para llamar la atención del chico, este miró aliviado y salió corriendo con miedo hasta ellas.
—¡Viniste!
—Sí, casi, no las reconozco.
Dijo, tratando de disimular y no verlas tanto para no incomodar. Peyton peñizcó el antebrazo de Abril, para que se diera la vuelta. Sí, se miraban bien para la fiesta.
El trío trató de esconderse en la cocina, pillando algo de comer y viendo la gente que nada más se acercaba al lugar a lo mismo. Pero, de momento, se volvieron dos, ya que el capitán del equipo fue a buscar a Peyton, un par de chicos querían hablarle a Abril, pero saber que estaba con otro chico y que era la hermana de Alex, les hacía arrepentirse.
—Ah, Yoongi no sabe que vine.
Habló el castaño. Entonces Abril se sintió más incómoda, siempre metía a su amigo cuándo algo andaba mal o no había tema de conversación.
—¿Qué haces estos próximos días? —Tomó un poco de agua de la isla y la vertió en su vaso— Digo, por qué la semana que viene mi hermano mayor vendrá con su familia a pasar la última semana de vacaciones aquí. Me gustaría invitarte a salir un día, tú, yo, y mi sobrina.
La garganta, no, el cuerpo entero de Taehyung temblaba. Era más claro que el agua, a Taehyung le gustaba Abril, ese sentimiento lo conocía bien, pero no tanto por la fuerza en que deseaba tocar su mano y decirle lo que sentía, no, era demasiado tímido para ello.
—Claro, no, ósea, dime que día es y podré ir contigo con gusto.
Sonrió tímida ante la respuesta, pero él, al ver su sonrisa, quedó paralizado. Como si fuese un golpe de adrenalina, como si estuviera consumiendo algo que hiciera que su cuerpo se calentara y quisiera hacer todo, se acercó a ella y tomó su mano desprevenidamente. Tenía una buena razón para hacerlo.
—Qué-
Los chicos que estaban viéndola desde hace un rato, se acercaban a ellos. Tres en específico, el de en medio era conocido como Alex por ser extranjero -medio, madre coreana, padre inglés-, se creía superior y por ello tenía problemas con los del equipo, nadie lo invitó, bueno, Alex invitó a su hermana.
—Supuse que la hermana de mi amigo Alex estaba soltera.
Habló. Abril ni siquiera prestó atención a ellos, solo a lo cálido del agarre, en como tenía tan cerca a Taehyung, se sentía tan bien, esto era lo que ella quería alguna vez con Vernon. Tragó saliva al sentir también ese agarre temblar, Taehyung temblaba.
—No me molestes Chang, Alex te dirá algo si se entera.
—El nombre es Yang. Te aseguro que no le molestara que le diga algo a su hermanita si él se mete con la mía.
—La diferencia de hermanas, es que yo no soy fácil. Aparte, sois unos adolescentes hormonales que no saben qué hacer con sus vidas. Primero te rompo una pierna yo, luego Alex, luego posiblemente mi guardia y para colmo, mi padre. —Los que estaban detrás, empezaron a burlarse de su amigo, viendo como lo avergonzaba.
—Ya la escuchaste, posiblemente yo tenga que entrometerme también.
Taehyung habló, firme, seguro de sí mismo, por qué la rabia que sintió por el tono del mentado Yang, no le había agradado.
—El chiquillo debilucho acaba de amenazarme.
Los nervios se subieron a ambos. Sus ojos se saldrían, así que el apretón de manos se hizo más fuerte cuándo Abril lo jaló y empezaron a correr. Pasaron por el salón, llamando la atención de algunos, pero seguían en lo suyo. Subieron las escaleras para llegar a las habitaciones y refugiarse en algún lugar.
Yang los perdió de vista, tampoco podía subir las escaleras, ya que era prohibido. Maldijo para sí mismo, para encontrarse con la mirada de Alex que presenció todo, tendría problemas.
En la segunda planta, Taehyung y Abril estaban recostados sobre el interior de la puerta de la habitación de la chica, riendo como unos tontos que terminaron de hacer una travesura. Agitados y con un poco de sed, sí. El castaño se dio cuenta de donde estaba y los nervios incrementaron aún más admirando lo lindo que era todo. Ella se apartó y fue hasta su cama, para tirarse, sin tener el problema de tener a un chico por primera vez en su habitación, que no fuese su hermano husmeando. Fijó su mirada en la rejilla que estaba al lado del tocador, rejilla llena de fotos que algunas las conocía, Yoongi también las tenía y en una de esas, salía él, no pudo evitar sonrojarse.
Giró su vista para verla en la cama, estirada completamente, su figura pequeña hacía que perdiera el control y evitó verla, pero esta se levantó, sentándose y ahora cruzando miradas.
—Ven —Dijo sonriendo. La adrenalina del momento tomó el control de su cabeza. Pensándolo bien, era joven y no volvería a pasar por estos momentos. Disfrutar un poco no haría daño.
Este se sentó a su lado, tragó saliva con pesadez. Ambos podían verse en el espejo de enfrente, pero ella se dedicaba a observarlo, se veía bonito el castaño. Tenía un poco de delineador en sus ojos, pero de igual detonaba inocencia.
—Debería irme —Susurró. No, Abril no quería que se fuera. Ella, en cambio, tomó la mano de Taehyung, haciendo el ambiente pesado— ¿Abril?
No, estaba devastado. Sus sentimientos subían y bajaban, entiendo las razones de las acciones de la chica, no entendía las intenciones. Por su parte, era demasiado tímido para manejar la situación, tal vez en algún futuro lejano sería capaz de decirle lo que siente por ella y besarla.
—Quédate, está bien. Peyton estará muy ocupada, tal vez tenga su... —Pensó, soltando la mano de Taehyung, 'mierda, ¿qué es esto?', pensó por aquella presión en su pecho y el temblor de sus labios. —Sí, deberías irte. Es, tarde.
Se levantó de su cama, acercándose a la puerta. Lo que hacía su amiga, exacto, ella quería hacerlo alguna vez, todos lo harían, pero depende con quién. 'Demasiado joven para tener estos pensamientos' se martirizó a sí misma. El castaño se levantó.
—Seguro que si el anterior chico me llega a encontrar, me pegaría —sonrió travieso— Otro día no vemos Abril, fue agradable a pesar un corto tiempo contigo.
Hizo una leve reverencia y cuándo estuvo a punto de pasar por el marco, ella habló.
—Taehyung... —Si no estaba bien lo que iba a preguntar, que bajara Dios y la detuviera. Pero no, su cabeza se destruiría si no lo hacía— ¿también lo sentiste?
Este sonrió divertido, creyendo que hablaba de otra cosa. Sí, sintió miedo por penar que Yang le pegaría, pero también había sentido las ganas de besarla.
*
El camino oscuro hasta su casa había sido corto, cuándo su cabeza estaba empeñada a tratar de entender sus sentimientos y las ganas extrañas de tomar nuevamente la mano de Abril, oh, si, le había gustado mucho, sentir su mano protegida por otra tan pequeña. Estaba perdiendo el razonamiento y eso traería problemas.
Los zapatos desaparecieron de sus pies y los dejó ahí tirados, colocando sus zapatillas. Se adentró a la casa, viendo todo oscuro. Todos se habían ido a dormir temprano, así que no le quedaba otra que preparar algo de comer, tenía hambre. Vio un paquete de fideos instantáneos y los preparó. Comió adecuadamente, miró un poco de televisión y fue a dormir.
Por la tarde del día siguiente; los 7 jóvenes se encontraban en un receso de su entrenamiento en grupo. Se sentían exhaustos, habían empezado desde muy temprano. Un pequeño pelinegro, con mejillas redondas y bonitas, se acercó al castaño, que yacía sentado lejos de ellos, escribiendo un par de cosas.
—Si escribes canciones, ¿por qué no le pides ayuda a Yoongi-hyung? —Taehyung se espantó, escondiendo su hoja. La dobló cuidadosamente y la guardó en su bolsillo. — ¿Taehyung?
—¡Chicos!
Como al parecer nadie prestaba atención, el moreno con hoyuelos se acercó a estos dos, interesado, así como los demás.
—¡Déjame Jimin!
Parecían discutir por algo. Nadie decía nada, solo permanecían observando la discusión que inició por alguna razón, sin conocimientos para ellos. Ambos se levantaron del suelo, pero Jimin empezó a insistir demasiado, que Namjoon se interpuso.
—¿Qué sucede?
—¡Jimin no me deja en paz! Debo practicar.
Entonces, dijo lo que sospechaba y aquello que escribía su amigo lo confirmaba.
—A Taehyung le gusta alguien.
Todos se miraron entre sí. El castaño no se movió, su bajo amigo había cavado su propia tumba. La intriga y el cotilleo los llamaba. Las preguntas aparecían en montones, agobiándolo. Un pálido, ahora con el cabello negro, ingresó a la sala, encontrándose con la revuelta, también quería saber qué sucedía.
Su cuerpo tembló al escuchar el nombre de su amiga, ¿qué tenía que ver ella? ¿Cómo que era la única opción? No puedo sostenerse sobre sí mismo al escuchar las palabras que darían un giro a su historia, a su destino y a su corazón.
—Ah, está bien, sí, es ella, Abril me gusta.
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