✾| sp; cincuenta y cinco
Narrador Omnisciente
No hacía un lindo día, bueno, en diferentes opiniones, ya que el cielo se adornaba de un gris melancólico, pero no estaban previstas las lluvias, así que aquellos enamorados no se preocupaban y se dedicaban a preparar los mejores regalos.
'14 de febrero' se leía en mayúsculas por todo el lugar en donde miraras. Las cafeterías regalaban cafés con corazones, chocolates, globos. Se debía al día del amor y de la amistad, pero no era la gran cosa para un miércoles, donde los jóvenes se encargaban de estudiar, otros a trabajar.
El bullicio de ese pasillo les llamó la atención. Otro niño declarándose.
—¡Ah, por Dios! ¡Mira como le entrega esa carta!
Chilló Peyton cerca del oído de Abril, entumeciéndola. El niño era dos años mayor, de otra planta. La chica, a la cual se le declaraba, miraba sonrojada, avergonzada, mayormente, por qué tenía novio.
—Lo siento Song, yo...
Pena ajena sentían todos. Abril bufó. Se sentía extraña ante la escena, así que decidió pasar al lado de estos y seguir su camino hasta el patio. Peyton le siguió, mirando hacia atrás un par de veces, queriendo enterarse de lo que ocurría.
Fueron hasta aquel escalón que se dividía con la grama, junto a un árbol -donde siempre se sentaban-. Sacó un táper con dos sándwiches.
La boca de Peyton no se detenía, hablaba sobre lo injusto que había sido todo, quería decirle a la chica que no rechazara al pobre muchacho, pero eso no le incumbía.
—¡Chicas! —'Otras más', pensó Abril al ver a aquel par de chicas que se acercaban a ellas. Por lo menos, Peyton se mantendría callada sobre aquel tema. —¿Ya sabes qué harás con Vernon?
Lo que faltaba. Dejó de masticar, dejando sus mofletes llenos. Miró absorta por un segundo, recordando por qué les dijo, tuvo que quedarse callada.
Anoche Vernon le envió un mensaje, sobre verse hoy, pero Yoongi también e iría con aquel chico de cabello naranja, Taehyung. Su cabeza giraba, giraba en bucle, tratando de entender a su corazón y sus acciones. Continuó masticando, sin prestarles más atención.
—Pero di algo. Escúchame, creo que deberías escoger a Vernon en mi opinión. ¿No piensas que hoy sería lindo día para tener tu primer beso?
—Jae, deberías callarte un rato. Abril, primero es un beso, ¿luego sexo? No, escucha, Yoongi en mejor partido.
—No, no tiene que ver con el sexo. Choi, eres asquerosa.
'¿Sexo?', pensó y Peyton se espantó callándolas. Discutían, de manera divertida, mientras que Abril quedó inmuta.
—No les diré nada sobre mis sentimientos. Pero algo sí, estoy a punto de cumplir 16 y lo primero que quiero no es un beso o sexo, quiero superar a Yein en las clases de baile. Dejen las tonterías. Vernon perdió una oportunidad, Yoongi es mi mejor amigo, él me ve como una hermana menor.
—¿Y Taehyung?
Dijo Peyton. Se hizo tantas preguntas en su cabeza, como si hubiese sido obvia su atención sobre aquel chico sonriente. Se maldijo internamente. Guardó la otra mitad de su sándwich en su mochila, para luego tomarla y levantarse de ahí. Necesitaba alejarse de ellas. Caminó hasta llegar al baño. Entró a un cubículo y se quedó sentada en la tapadera del inodoro, colocando su mochila en sus piernas.
'No entiendo qué me sucede. Últimamente, mi cuerpo está empezando a cambiar y es aterrador ver como crece, también estos sentimientos.' Recostó su espalda en la cisterna. Vernon había ido la primera persona por la cual sintió 'amor', pero ese amor sentimental, donde te gustaría estar siempre a su lado, besarlo, vivir con él... eran muy jóvenes para eso. Mientras qué, creía profundamente que no sería capaz de sentir eso por nadie, ni que se limitará, no, estaba equivocada. Eso no era nada. Conocer a Yoongi, pasar tiempo con él, reír, tomar su mano en distintas ocasiones, compartir momentos lindos, eso, eso quería con Vernon, pero no lo hacía por qué él siempre estaba ocupado 'Comprensible, pero mis sentimientos cambian así como mi cuerpo'. Escondió su rostro con la ayuda de sus manos. ¿Qué pasaba con Taehyung? Es que no sabía, no entendía sus sentimientos, pero estaba dispuesta a averiguar todo hoy.
*
—¿Calabaza? —Dijo llegando a su casa, esperando alguna respuesta. Se adentró hasta el salón para encontrar un desorden de libros y a lo lejos un ruido en la cocina. Fue a esta para ver a Abril lavando los platos. La observó desde el marco de la puerta, bonita, se miraba linda. Un cárdigan enorme de algodón color marrón, un pantalón wide leg azul y las lindas zapatillas blancas que le regaló su padre en navidad. Su cabello rubio se miraba tan agraciado, tan brillante, bien peinado, pero siempre aquellos traviesos pelos cubriendo su rostro — ¿Sales?
Dejó el delantal en su lugar, para espantarse al escuchar a su padre. Se acercó a él para abrazarlo.
—Feliz día del amor y de la amistad —Susurró— Y sí, hoy iré a ver a Yoongi.
Se alejó de él, ordenando su abrigo.
—¿Así, por el día de la amistad? —Asintió— Espero vaya bien.
Al despedirse, subió hasta su habitación, para coger algo antes de irse. En su mesa, al lado de su cama, cogió una bolsa blanca con corazones rojos. Miró, hasta su cama, tenía diversos regalos que le habían dado confesando su amor a ella. Bufó, seguro los regalaría a alguien. Bajó nuevamente las escaleras y salió de casa.
El día seguía igual, era lindo aún, igual que ella, igual de que estaba segura, que hoy descubriría que era lo que en verdad sentía. Entre más avanzaba por las calles enamoradas, más sentía la presión en su espalda, alguien la seguía. Si apresuraba el paso, sabrían que sabía que la seguían, así que se detuvo y giró un poco su cuerpo, quedando enfrente de una tienda. Luego de unos segundos siguió, así como siguió aquella persona. Se trataba de Miguel. Abril últimamente sentía a alguien detrás, persiguiéndola, pero trataba de que no fuesen paranoias. Obra de su padre, ya que el mensaje amenazador por parte de Park Seung le hizo tener miedo y mucho.
Llegó. Mantuvo su postura enfrente de la casa donde vivía Yoongi, pero no estaba ahí como acordaron, solo otro.
—¿Dónde está Yoongi?
—Hola, un gusto volver a encontrarnos.
Abril se avergonzó.
—Hola Taehyung. Me alegra saber que estás aquí. Ah, ¿dónde está Yoongi?
—No podrá salir contigo hoy, tuvo un trabajo y lo llamaron de la empresa. Pero, me dio esto para que te lo diera.
Extendió su brazo para tomar ese pequeño papel. Sostuvo mejor su bolsa y desplegó el papel.
'Sé que posiblemente te molestes, pero entiende. Me llamaron para hacer algo en el trabajo. Perdóname. La próxima vez será. Hablamos. Te quiero. '
- Yoongi, tu pálido.
Dobló nuevamente el papel y lo guardó. Relamió sus labios, pensando en algo. Sentía que el destino le decía que talvez era una señal, una donde talvez no debía confesar sus dudas sobre sus sentimientos.
Miró a Taehyung, que estaba a punto de entrar nuevamente a su casa, pero Abril le tomó del brazo deteniéndolo.
—Yoongi no está, pero si tú. ¿Seguimos con la salida?
El plan original eran ellos tres. Taehyung era consiente de que no era nadie entre ellos dos. Se sentía excluido. Siguió los pasos de Abril por varios metros, sin saber a donde iban.
Un parque que recientemente fue arreglado iluminaba todo, a pesar de que aún era de día. Muchos enamorados recorrían el lugar, tomándose fotos, cargando regalos, flores, globos, cajas.
—¿Quieres tomar café?
Taehyung elevó su cabeza, mirando a la chica parada enfrente de él. Su cabeza estaba tan concentrada en sus zapatos que no se dio cuenta de estar en medio del parque, donde todos podían verlos. Abril tocó su mano, para ver si estaba bien.
—Vamos.
Incómodos, por primera vez, se sentían así. Antes habían podido hablar tranquilamente sin que Yoongi estuviera ahí, pero ahora, ahora con todas aquellas parejas acarameladas cerca de ellos, era extraño. Abril mantuvo su vista en la malteada que pidió. No sabía qué hacer ni que decir. Sus pies chocaron un par de veces, su pecho estaba por salirse de su pecho cuándo cruzaban miradas. Cuándo estaba a punto de sacar algo de su bolso, miró la bolsa que estaba a su lado.
—Taehyung, esto —Puso la bolsa blanca en la mesa— Es para ti.
Este la miró. '¿Para mí?' Pensó repetidas veces, sin creerlo. Lo tomó tembloroso. Sacó la caja de adentro, eran chocolates, no cualquiera, eran unos que no podría pagar sabiendo que podría comprarse un atuendo con ese dinero. Sin problema, abrió la caja y miró sorprendido todos aquellos chocolates de forma, brillando. Deseoso, tomó uno y lo metió a su boca. Se derretía al instante, suave, delicioso.
—Veo que te gustan —Sonrió Abril, contenta al ver como el brillo de los chocolates parecía también estar en los ojos de él.
—Muchas gracias, en serio. No, debías que dármelos. Juzgué que eran para Yoongi-hyung.
La culpabilidad albergó el cuerpo de Abril. No se arrepentía, de habérselos dado, su felicidad al comer la hizo tener tanta felicidad. Su sonrisa cuadrada, tan bonita. La incomodidad se fue, se fue rotundamente y quería sentir esa felicidad nuevamente.
Sus sentimientos cambian, claro, no son precisos ni claros, deben trabajar para conocerlos, descubrir realmente que es lo que te tratan de decir. Amor, amar, a quién y por qué.
Entonces, comprendió que lo que sentía por Vernon era algo pasajero, era obvio, pero que sabría una niña de 12 años, donde su cabeza no se concentraba, peor ahora, con 15, su mayor problema es superar a los demás, en dormir y guardar todos sus recuerdos en fotografías, para nunca olvidarlos. Claro, le gustaba Yoongi, su amigo, pero estaba segura de que él no sentiría lo mismo, era alguien mucho mayor, tenía la edad de su hermano. Mientras que con Taehyung, creía que era una admiración por asombrarse por la felicidad que transmitía, esa emoción en su sonrisa.
*****
Una de las cosas que como personas no nos gusta es desempacar. Tiene sentido empacar con emoción y ver que llevábamos a ese viaje. 2 horas, más o menos dos horas llevaba Abril ordenando su ropa. Distracciones por todos lados, la música, los mensajes, una llamada. Se tiró en la cama, estirada completamente, cansada y al fin aliviada de haber arreglado toda su ropa y las cajas de regalos que trajo.
Hicieron un viaje de familia. La madre de George quería celebrar el cumpleaños de Abril, así que decidieron ir. Fue un gran día, compartir un poco, a pesar de que Yoongi no pudo verla en ese tiempo. Se levantó de la cama, para ir hacia el baño. Debía ducharse. Sabía qué había pasado pocas horas desde que llegó nuevamente a Corea del Sur, pero alguien quería verla, ella también quería verlo.
Estuvo reflexionando 'Cumplir 16 años hace que cambies tu perspectiva del mundo' se burló de sí misma. Bueno, tenía algo de razón. Era como si comprendiera más allá de las palabras escitas en un libros o las conversaciones de adultos donde trataban asuntos serios.
Fijó su mirada en la hora y salió de prisa, él le había mencionado que no tendría mucho tiempo.
Pasos torpes, pero rápidos. No podía dejar de sonreír, estaba emocionada. Mientras estuvo en Los Ángeles, las charlas de su abuela la hizo recapacitar un poco y ese 'haz lo que haga tu corazón' de Jasmine -quién decidió irse a vivir con ellos a Corea del Sur, Vanessa quería más cuidado sobre su hija-, entonces es lo que haría. No importaba de que tipo de amor se tratara, ella haría lo que quisiera para demostrarlo, haría lo que fuese por hacer saber a ese chico lo que sentía.
Ahí estaba él. Con una gorra al revés sin dejar a la vista su cabello marrón. Unos nuevos aretes negros en sus orejas, igual de pálido, ropas negras y sencillas, bonito para ella.
Relamió sus labios, estaba feliz de verlo después de 2 semanas.
—¡Yoongi!
Gritó, llamando la atención de este. Sus sonrisas eran claves, eran esenciales que les hacían entender a ambos sus sentimientos. La recibió en sus brazos, abrazando su espalda con delicadeza, oliendo ese perfume llamativo que siempre tenía y el aroma de su cabello. Tan delicada, tanto que no querría soltarla nunca.
—Te eché de menos. ¡Dios, estás más alta! —Alejó su cuerpo, pero sosteniendo sus manos. Miró como ella evitaba sonreír. Hizo un gesto con la ayuda de su mano, como si estuviera midiendo la estatura Abril con la de él. Le llegaba ahora a la altura de su oreja.
—Debo de admitir que tienes razón. Aún creceré más, tú también.
Tomó su mano con fuerza. Quería ir a sentarse con él en algún lugar. Había un pequeño espacio entre unos arbustos, así que fueron hasta ahí. Charlaron sobre lo que hicieron es ese tiempo. Como le regalaron por su cumpleaños miles de cosas que seguro no usuario y otras que le hacían ilusión, mientras que Yoongi se dedicaba a decir que trabajó todo ese tiempo en su música.
—También hay algo que quiero entregarte —Dijo, sacando del bolsillo de su camisa lo que parecía ser un regalo. Abril estaba emocionada al ver aquello, quería abrirlo ya. Este lo dejó sobre las manos de ella, esperando a que hiciera algo. Leyó por encima, como decía 'Con mucho amor, para moco' — Específicamente, esto estuve haciendo las últimas semanas.
No podía creerlo. Quitó poco a poco el papel de regalo, sin querer arruinarlo y guardar el bonito mensaje. Un casete, eso era. En la parte de enfrente decía 'Nuestro encuentro no fue solo una coincidencia.'
—No puedo creerlo. 'Min Yoongi' — Susurró lo último para ella misma, al leer en la parte de abajo él nombre de él.
—Hay en total 40 minutos de música. Hay algunas pistas de 3 o 4 minutos. Quiero confesar que algunas de esas canciones tienen nombres, pero otras puedes nombrarlas como tú quieras.
Sus manos no dejaban de temblar. Era real, aquel chico del cual ella no podría alejarse, nunca le había regalado un casete con más o menos 10 pistas, 5 con letras y nombre. Yoongi se esforzó mucho. La verdad, dichas canciones serían agregadas en su próximo álbum como cantante junto a los demás chicos, chicos que ayudaran en la producción.
—Es el mejor regalo que me han dado, el más significativo. —Sus ojos se nublaron, no, estaba a punto de llorar. Mordió su labio inferior sin creerlo aún, solo quería llegar a casa para escucharlas. Entonces, recordó algo. Despabiló su cabeza y fue hasta su bolso, sacó un caja pequeña y bien agraciada. — Talvez no lo has recordado, pero, en unos días cumplimos 1 años de habernos conocido y, yo, pues, mientras estaba en Los Ángeles, en estas dos semanas mandé a hacer una collar personalizado.
Perplejo. Entreabrió sus labios, ladeó su cabeza sin decir nada. Dejó que Abril siguiera hablando, estaba emocionada explicando como ordenó específicamente que se hiciera de plata fina. Como no reaccionaba, decidió abrir ella la caja. Sus ojos se fueron a aquellas cadenas, eran dos. Sus dijes eran iguales. Una media luna cuarto menguante a un costado, al otro había la mitad de un sol. Parecían tener rostros y que dormían complacidamente. En medio se adornaba de pequeñas estrellitas.
Las palabras no funcionaban en ese momento.
—¿No te gusta? Dios, tuve que preguntarte primero. —Frunció su entre cejo. Sentía que fue anticipado, no entendía si en verdad había sido así. — Aunque no te guste...
—Abril —Interrumpió él. Tomó uno de los dijes, sacándolo de la caja. Lo acarició como si fuese la cosa más delicada e importante del mundo. — Te aseguro que esto es hermoso, me gusta mucho —Giró el dije y se fijó como sí había una diferencia entre las dos. En una decía su apellido, y que la luna y el sol estaban en diferentes posiciones. Tan significativo.
Una joven que regalaba algo tan preciado, tan valioso de dinero y de sentimientos. Unos sentimientos que se combinan con el amor, amistad y romántico. Pesado, en movimiento. Se descubrió, así era, no iba a esconder lo que sentía. Es extraño que veas el final de un arcoíris, por eso ella no podía ver el final de su amor amistoso o romántico.
Un joven que regalaba algo tan preciado, tan valioso de sentimiento y difícil de conseguir. Con un contenido lleno de palabras profundas, torpes y con un significado que deberías entender poniendo tu corazón y oído al máximo, así como él. Sentimientos combinados con el amor, amistad, romántico, con cariño que no se comparaba. Lo descubrió desde el primer día. Así como fue narrado en la canción que escribió pensando en ella;
'Nuestro encuentro no es solo una coincidencia, conocerte fue lo que quería.'
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Sí. La cadena que se menciona, es la misma que se menciona por primera vez en el capítulo 10, la que Abril encuentra en el piano de Yoongi cuándo los va a visitar por primera vez. Quiero dejarles en que me inspiré:
Por otro lado. En varias oraciones de este capitulo, son en referencia a 'Look here' de bts. Está en la playlist de la historia. (Podéis encontrar la playlist en mi perfil de instagram).
Tomen agüita, no dejen de comer y traten de portarse bien. Bendiciones. muak. <3
~herbst
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