Abril Anderson

Creo que es la primera vez en que me atrevo a decirlo en voz alta, pero es inevitable no pensarlo cuando menos te lo imaginas hay una mentira. Coloqué mi cabello detrás de mí orejas, sonreí y negué a la vez. No podía creer lo que había dicho o pensado ¿por qué me mentirían?

—No creas que es una locura, podría ser verdad. A pesar de que solo sea un libro, normalmente cuando nos dedicamos a apreciar tantos textos, estos mismos pueden estar llenos de verdades, más de las que los seres humanos somos capaces de decir, solo aquellos que no le temen a la sociedad.

—Vaya que estás aprendiendo mucho —Respiré hondo. Tenía razón, suena lógico en el sentido de que el mundo está lleno de diversidad de personas, las mejores y las peores que te dañan —¿Ahora qué hacemos con respecto a esto?

—Simple. Según documentales sobre investigaciones, creo que sería una buena idea investigar sobre tu accidente. Suena muy dramático Abril, pero estaría bien.

Sí debíamos convertirnos en investigadoras profesionales, era lo que pasaría. En verdad su idea no sonaba tan mal, más parecía tener más sentido de lo normal.

La mañana avanzó, la tarde también. Antes de que empezara a caer la noche, le dije a Dahyun que sería también buena idea si íbamos a la biblioteca. Creo que un sitio con buena armonía, completo silencio y aparte contaba con ordenadores, sería lo ideal. No quisimos desaprovechar el momento, y decidimos ir. Había algunos estudiantes por aquí, a pesar de la hora. Entregamos nuestro ticket de pase a la bibliotecaria de la entrada.

—Ahora que lo pienso —Habíamos escogido una sala alejada de todos, donde pudiéramos hablar tranquilas. Nos sentamos y empezamos a encender las computadoras—, no recuerdo cuándo fue exactamente el día del accidente, a parte ¿crees que encontremos algo? Eso sucedió en New York.

—Noticias son noticias en donde sean. Puede ser que por algo del destino, haya aparecido algo sobre ese accidente aquí. Lo que podemos hacer es buscar en noticieros coreanos y tu los de New York.

Las horas pasaron y no había nada. Tratamos de colocar palabras claves, sabiendo buscar bien para poder encontrar algo. Por lo visto en el 2016 había sido una época de muchos accidentes y más automovilísticos. Estaba esforzándome y ya tenía hambre. Quise creer que también cabe la posibilidad de que así como dice Dahyun que hay algo que no cuadra, tal vez hay algo en el accidente que estamos dejando pasar, por ello no encontramos algo que tenga que ver.

En la mañana siguiente

Blah, Blah, Blah. Era lo único que entraba a mis oídos de manera suave y distorsionada. Ayer después de comer, en nuestras habitaciones seguimos un poco con la 'investigación' y nos dormimos muy tarde. Aquí estaba yo, en clase con mi cara contra el escritorio, mis manos en mis piernas y tratando de conciliar bien mi sueño.

—Entonces, lo primero para invertir en una empresa, de aquellas en la cual la tasa de ganancias es en alta gama ¿Qué creen que se necesite? —El profesor paseaba por su lugar mientras desde su lugar, alzó su mirada hasta donde estaban unas chicas durmiendo—. Señoritas Kim y señorita Anderson podrían decirme ¿Cuáles son las reglas de los inversionistas?

Así es, obvio que éramos las que estaban durmiendo. Al segundo llamado, Dahyun se levantó de golpe. Mis ojos estaban medio abiertos, alcé un poco la cabeza sin separar mi mirada de ella, como hacía muchas reverencias como disculpa. El profesor me gritó para que lo mirara, pero yo seguía en la luna. Rasgué un poco mis ojos para luego quitar los rastros de saliva que me había quedado por dormir de esa manera.

*****

—¿Qué hacen?

Peyton recostó su mano en la mesa, yo aparté el ordenador dando a entender que no quería que mirara. Llevábamos dos días seguidos yendo a la biblioteca, hoy no podíamos ya que nos tocaba entregar un trabajo y necesitábamos tiempo. Ahora mismo teníamos unas horas libres y nos dispusimos a seguir con nuestra impresionante investigación.

Con respecto a Peyton, si algo no cuadraba aquí, ella también era cómplice y a veces se hacía la loca cuándo yo preguntaba algo, era obvio que sabía, así que no veo necesario comentarle sobre algo. No dijimos nada, me miró de mala gana, tomó su bolso y se fue.

Dejé la mesa y me acerqué al sofá en donde estaba Dahyun— Tenemos que buscar mejor, fijarnos en cada detalle —'Accidentes en moto', 'Accidentes de atropellos a nivel mayor'. Nada, todo era distinto a lo que buscábamos, ni se acercaba. Se me había ocurrido una manera distinta de buscar.

—Ahora que recuerdo, lo que dijiste de Taehyung... —Detuve el teclado del ordenador para mirarla— Tal vez ¿Fueron amigos? tu hermano y...

—No creo, a mi hermano no le caen bien los cantantes coreanos. Pensemos bien, si fueron amigos, creo que yo sabría.

—Entonces ¿Por qué se miraban que se odiaban mutuamente, pero a la vez hablaban tranquilos?

—No tengo ni la más remota idea.

Nos quedamos en silencio. Vaya drama nos estábamos montando, no sé cómo es que me había metido en esto. Pasé mis manos por mi rostro cansado, estoy arrepintiéndome, creo que le estoy dando muchas vueltas, eso es pasado y debería quedarse ahí, en el pasado.

—Tenemos que ir a hablar con él —¿Qué? Agité mi cabeza, negándome a esa idea—. Abril puede saber algo aunque no lo sepamos, todo es válido en una investigación. Si no mal recuerdo, a estas horas, muchos artistas están trabajando.

En verdad no quería ir, pero parecía que me estaba dando una orden. Según ella, ahora mismo estarían en la empresa donde trabajaban, ella sabía donde quedaba así que solo me quedaba seguirla. También teníamos unas horas libres, ya que hoy debíamos dormir temprano, debía ser una visita muy corta.

Al llegar, Dahyun se encargó de todo, habló con su manager para que pidiera una cita de entrada a la empresa, así nadie nos impediría el paso.

—Disculpen que desean...oh, Kim Dahyun ¿Qué se le trae por aquí?

Lo primero que miré al poner un pie en la empresa, fue a una mujer vestida formalmente, se dirigió hacia Dahyun, parecía que el mensaje le había llegado bien. Empezaron a hablar de algunas cosas, medio entendí. Al final, hicieron un par de bromas tímidas y le indicó que siguiéramos adelante.

Nos permitieron llegar hasta una sala, tener contactos sirve, pero no para tanto. Me miró con cara de que hacíamos ahora, yo en verdad era la menos indicada para saber algo, pero en eso, se escuchó como una puerta de un pasillo abrió y se cerró al instante. Unos pasos suaves venían hacia nosotras, ahí fue cuando pude ver que era el chico pálido, el tal llamado Yoongi.

Parecía no importarle mi presencia, iba a pasar de paso, pero lo miré de reojo y le hablé.

—Disculpa ¿podrías ayudarnos? —Él, sin aún verme, se detuvo.

—Perdona, tengo algo de prisa. Sería mejor que le preguntes a alguien más.

—Creo que ya están en su descanso —Dijo Dahyun colocándose al lado mío.

—Pero, ahora necesito hacer algo —Dijo sin mirarme, solo miró de reojo por unos segundos a Dahyun dándole a entender que se quería ir.

—Por favor, ayúdame —Me acerqué a él, dando unos cuantos cortos pasos. No sé si estaba bien, ya sé que no, pero tomé su brazo, que pareciera que estaba insistiendo. Sentí como se tensó al momento del roce de mi mano contra su piel. Él, sin decir nada me miró por primera vez, pero sus ojos eran... así como la primera vez en que nos miramos, no sabría cómo describirlo. Sus labios se entreabrieron. Yo aún con mi rostro de niña regañada esperaba a que él respondiera, aunque parecía divagar —¿Sí?

—¿Qué es lo que quieres?

—¿Sabes dónde está Kim Taehyung? tu compañero.

—No lo sé. Me tengo que ir.

Puso su mano encima de la mía, era fría y grande. Se soltó y se fue sin hacer ningún tipo de gesto en su rostro. Por lo menos se había detenido. Una oportunidad perdida. Miré como se alejaba de nosotros, parecía tan misterioso con esa aura de gruñón, seguro que es todo lo contrario, me provoca tanta curiosidad. No aparté mi mirada de él, hasta que desapareciera de mi vista. El mismo sonido de una puerta hizo que me diera vuelta.

—¿Para qué me necesitas hablar?

Ahí estaba él, con un refresco en su mano. Le sonreí y él hizo lo mismo. Dahyun se puso delante de mí y ambos hicieron reverencias. Estaba atenta a lo que le diría, pero me costó entenderle porque me parecía que su coreano estaba siendo muy fluido, lo que para mí era difícil.

Lo bueno de estar con Dahyun, era que medimos lo mismo y mi visual delantero estaba libre. Pude ver como Taehyung asintió un par de veces, tampoco es como que le haya dicho la gran cosa.

—Dime que es lo que necesitas, veré si te puedo ayudar.

—Necesito hacerte algunas preguntas y que me respondas con la verdad —Me miró atento— ¿Por qué estabas hablando con mi hermano cuando yo me encontraba en el hospital? —Él me miró confundido.

—Creo que no era yo.

Metió su mano libre al bolsillo de sus pantalones. Una especialidad mía, era saber comprender los gestos de las personas, se notaba que estaba nervioso y trataba de no verse así.

—Sí, sí eras tú...pero ¿Por qué? Solo te pido que me puedas decir la verdad, de veras. Mira, sé que tal vez quieras algo a cambio, te puedo invitar a comer personalmente esta noche.

Sonreí sin mostrar mis dientes. Su gesto me hizo comprender que aún no captaba mi propuesta. Realmente no se me había ocurrido nada bueno, solo me quedó decir que saliéramos esta noche a comer.

—¿Qué ganaría yo con eso?

—Pues dos cosas; la primera es que no suelo aceptar a nadie, en serio a nadie cuando me invitan a salir, con honor serías el primero. La segunda y última razón es que, directamente yo invito la comida, lo que quieras y donde quieras.

—Creo que especialmente aceptaré esa oferta por la segunda opción ya que invitaras.

Lo miré un poco ofendida. ¡Vaya! que interesado, aunque lo soy más yo en la manera en la que ofrezco mi tiempo.

—Ahora dinos... ¿Qué fue lo que pasó?

Entre las dos lo miramos, queríamos que dijera algo, lo más mínimo para tener alguna 'pista' Su mano libre ahora había pasado por su nuca, pude ver como sutilmente tragó saliva en seco.

—Hay una pequeña confusión. Cuándo estaba de viaje en Londres por los conciertos, los chicos y yo nos encontramos a tu hermano, no fue tan amable con nosotros y ahí fue donde no nos caímos bien. El día que nos encontramos en el hospital, creyó que lo seguía, por eso la discusión.

No hice ningún gesto. Conozco a Alex, es muy amigable, pero como mencioné, por lo visto, los cantantes coreanos no eran como sus favoritos, cosa que no sabía hasta hace poco. Lo que no entiendo, es porque no le caería bien a ellos, es decir ¿Qué hizo Taehyung para que le hablara de aquella manera que dijo Dahyun? Conozco a mi tonto hermano, puede hacer alguna broma estúpida, pero jamás he visto que falte al respeto injustificadamente, no entiendo.

No tenía más que decir, él solo me miraba. Al final, le agradecí por su pequeña colaboración. Tomé mi mochila y esperé a que él me mencionara el lugar donde desea ir.

Estando ya en el campus, me dispuse a llamar al restaurante, que por como pinta es lujoso. Hice la reserva para esta noche, para la hora que me había dicho él. Así que sí, solo me quedaba esperar a que el sol se escondiera para empezar a alistarme.

*****

Como si lo estuviera haciendo de reojo, me encargué de que el pañuelo que estaba colocando en mi coleta baja quedara bien. Me miré al espejo una vez más y aparté los cabellos que desprendían de la coleta. Tomé un poco del labial de Dahyun, era muy natural, parece de ese nutritivo y lo unte en mis labios, se miraba bien. No era la mayor fan de usar maquillaje, pero mi madre siempre me recordaba que a donde fuera, tuviera en cuenta que luciera bien.

—¿Es enserio que no me dirás a dónde vas?

Me espanté un poco. Me alejé del tocador y no dije nada. Me senté en la cama y me coloqué mis zapatillas clásicas. En verdad, no se si mencionarle algo sobre esta salida. Desde que ando de 'investigación' con Dahyun, voluntariamente se ha alejado y se comporta extraño. Me levanté y tomé mi bolso. Caminé hacia la salida, ahí mismo, al lado de la puerta estaban nuestras chaquetas y abrigos. Como parecía no hacer mucho frío, tomé un abrigo que me llegaba hasta la rodilla, pero no era muy grueso. Antes de salir, me detuve y la miré.

—Tranquila, no pasará nada malo —Hice una media sonrisa y salí.