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✾| dieciséis

Abril Anderson

Me acerqué más a ellos. Taehyung me miró e hizo una sonrisa ladina. 

—No nos dimos cuenta que estaban aquí.

—Llegué cuando estaban casi acabando. La verdad que lo hacen muy bien —Sonreí.

No teníamos nada previsto, ellos pasarían el día en casa según me dijo Tae, así que les dije que podíamos ir a comer algo de carne. Todos se miraron entre sí al escucharme y aceptaron sin pensar.

Salí de la sala para esperarlos en la recepción de afuera. En el camino hacia aquí, se me habían ocurrido ciertos lugares a los cuales podríamos ir a comer. Después de unos minutos, ellos se acercaron a mí, se habían ido a cambiar. Salimos por el estacionamiento y emprendimos camino. Empezamos a hablar de ciertos restaurantes y sobre que deberíamos visitar partes de Seúl que yo aún no había visitado.

Iba a quedar en bancarrota, mi madre me mataría y me quitaría de su futuro testamento. Al acabar de comer, yo sería la que pagaría. Los chicos se burlaron de mí al ver el posible desmayo que me daría por la suma tan elevada, se compadecieron de mí y pagaron la mitad.

Seguíamos en la calle, paseando en coche ya que no podíamos bajar porque de inmediato los reconocían. La idea sobre ir a un centro comercial era muy caliente, y así lo hicimos. Había uno que por lo visto no estaba tan lleno a estas horas.
Debo de admitir que la estoy pasando muy bien por el simple hecho que cualquier cosa que hacen, es tan natural que me da mucha gracia.

Recorrí toda la tienda buscando a Jin, estábamos jugueteando al igual que con Jungkook. Cuándo nos encontramos, nos dimos cuenta de que Jin estaba en el probador y cuando salió parecía tan llamativo. Llevaba unas botas norteñas, no parecían muy su estilo. Jimin por su parte, quería comprarse algo pero no se decidía.

—¿En serio? Compren algo ya, unas chicas nos están siguiendo —Taehyung entró a la tienda algo cansado.

Al ver tanta insistencia, tuve una idea. Compré una sudadera de la tienda, se la di a Jimin para que se la pusiera y la gris que llevaba él yo me la pondría. Até mi cabello y lo metí dentro de la capucha de esta. La sudadera no parecía de Jimin porque eran como dos tallas más grandes que él, pero era al único al que medio igualaba su estatura, bueno, algo. Yoongi también, pero no ayudaría. Tomé la gorra de Jimin y la metí en la sudadera también, colocándola en mi cabeza.

Cinco de los chicos salieron primero junto con su guardia mientras que Jungkook, Hoseok y yo, empezamos a salir. En serio, hice lo imposible para parecerme a él, hasta su caminado.

—Jimin-shi, ¿Podrías tomarte una foto con nosotras?

Una de las chicas tomó la manga de la sudadera que llevaba. La miré de mala gana bajándome la capucha y quitando mi gorro, dejando a la vista mi cabello. Las que estaban ahí, se dieron cuenta que no era Jimin y se disculpó varias veces.

Nos comenzamos a alejar mientras evitamos reír. El coche llegó por nosotros y decidimos subirnos.

—Fue una buena idea.

—Creo que me quedaré con esta sudadera como regalo y agradecimiento —Aunque de verdad, creo que esta no era de Jimin, creo haberla visto puesta en otra persona, pero a mí me queda bien, también.

*****

Estábamos todos juntos en la cafetería de la universidad comiendo. No entiendo, todo el mundo parecía parlanchín el día de hoy, estaba cansada. Sin prestar atención a lo que decían sobre los estudios, rasgué mis ojos con pesadez. No he podido dormir bien, hasta siento que me distraigo mucho y se me ha olvidado entregar algunos trabajos. Mi cabeza estaba por explotar. Dejé el cucharón en la bandeja de comida y me crucé de brazos.

—Alerta, no acabará de comer ¿Pasa algo?

La miré y no dije nada. Me crucé de brazos aún en la luna.

—¿A dónde vas tan seguidamente? —preguntó Peyton tan vulgar, y yo me dispuse a jugar con la comida.

Es cierto, he dormido muy tarde ya que he pasado mucho tiempo con Taehyung y sus amigos. No se sí ahí está el problema, tal vez el problema se llame Kim Taehyung y no lo quiero aceptar.

—Es su vida privada.

Parecía haber algo de drama aquí y sobre todo tensión. Últimamente Dahyun pareciera que me sobreprotege, todas las noches me ve sufriendo, cuando me levanto helada de las pesadillas y ella está ahí conmigo, todo lo que me pasó y me pasa, siente como la obligación de hacerlo y al parecer la vuelve tan agresiva. Tuve que hablar con ella porque ha tenido conflictos con Peyton sobre lo entrometida que puede llegar a ser, y no estoy de ánimos para que se vuelva una discusión mayor.

—¿Desde cuándo eres tan amiga de Abril? —refunfuñó.

—Somos amigas como tú y ella.

—Se nota porque a mí ya no me cuenta nada.

—Sabes, siempre se dice que los amigos no mienten.

—¿Qué tratas de insinuar? —No quería que llegara a esto. Me levanté dando un sonoro golpe en la mesa haciendo que todos me miraran.

—¡Basta ya! Se terminó esta pelea. Si mañana siguen con esta tontería, os juro que se arrepentirán.

Todos se levantaron molestos mientras que yo me fui a la siguiente clase. Luego de unas arduas clases era hora de ir a las habitaciones. Estaba algo exhausta, nada más llegué y me tiré al sofá; luego de unos minutos mirando el techo y tratando de despejar mi mente, mi móvil empezó a vibrar. Abrí la bandeja de notificaciones y era Taehyung. Ya teníamos nuestros números de teléfono y quedarnos hasta tarde hablando era un nuevo pasatiempo.

▪︎Kim Taehyung▪︎
¡Abril! Hola
¿Hay alguien por aquí?
Bueno, quiero decirte que si
quieres salir hoy.
5:06 p.m.

Hola, Taehyung. Sería bueno pero
noestoy con los mejores ánimos.
¿Lo dejamos para otro día?
5:40 p.m.

▪︎Kim Taehyung

Como usted desee señorita Anderson.

El martes podríamos vernos.Procura descansar.
5:42 p.m.

Leí con los ojos entrecerrados y apague el móvil. Esto era increíble, no sé realmente que me está pasando, porqué cada vez que cierro los ojos tengo que ver su sonrisa cuadrada, sus ojos brillando al verme, la manera tan delicada que tiene al hablarme, como es capaz un solo roce de sus manos en mi rostro para que mi cuerpo decaiga y desee caer en sus brazos, sus lunares que invaden las partes visibles de su cuerpo, su labio, su nariz. Un nudo en mi garganta apareció, haciendo que hasta me doliera. 'Señorita Anderson' siempre me decía así, parecía que disfrutaba de hacerme enojar y aunque yo no lo hiciera de verdad, me gustaba eso. Puse mis manos en mi rostro que seguro estaba rojo por todo lo que estaba pensando.

Al escuchar una puerta abrirse, me levanté del tirón. Peyton había salido del baño y se metió en su habitación. Era hora de tomar una ducha también.

Después de tomar la mejor ducha larga y satisfactoria, incluyendo mi cabello. Salí del baño con mi pijama puesto y me dirigí hasta donde estaba Dahyun.

—¿Qué pasa en verdad? —Nada más sentarme a su lado, habló. Enrollé mejor mis piernas y la miré. Encogí los brazos para darle a entender de que no sabía de lo que hablaba —Si tratas de engañar a todos y a ti misma, está bien, pero a mí no. Aparte, recuerdo que un día llegaste algo agitada y confundida, te pregunté que sucedía y desde entonces pareces extraña.

Desvié mi mirada y miré la televisión. ¿Qué era lo que en verdad pasaba? No entendía realmente de lo que hablaba. En verdad sí, no sé si es que debía explicarlo un poco en voz alta también para descubrir que me sucedía. Suspiré en lo alto llamando más su atención. La miré, debíamos resolver esto.

—No se realmente que pasa y quiero ser sincera. He estado analizando mis sentimientos de verdad, imaginé que las personas se pueden enamorar de una manera tan cliché como teniendo mariposas en el estómago y cosas así, por eso no le presté atención. Cuándo...—Tomé aire— Cuando fui a cenar con él la primera vez, me sentí tan yo, con Taehyung. Sí, me hacía sentir que era una persona diferente cuando estaba con él, algo me hacía que no dejará de ver sus ojos, esos los cuales son propensos a parecer tan oscuros, pero cuando me miran, brillan. ¿Recuerdas que te conté algo de Casper?

—Ah, sí. Al día siguiente que viniste de esa manera, lo miramos con un moretón en la quijada, su labio roto y al parecer una herida en la nariz, mencionaste que tu le pegaste y por eso venías así, pero no te creí.

—Vaya, adivinaste. Esa noche me sentí asustada cuando caí al suelo; por primera vez era como si todo el mundo estaba por atacarme y realmente no podía hacer nada. Taehyung llegó y él fue quién le pegó —Dahyun abrió sus labios con sorpresa— Te juro que jamás lo había visto de aquella manera, como su mentón se tensaba, sus ojos lo mataban, sus labios temblaban con enojo, sus manos cerradas en un puño y yo ahí tirada. Traté de entender porqué quería volver a tenerlo enfrente, quería descubrir por mi misma que era lo que sentía, pero ya se había ido. Dahyun, siento que no soy la persona que conociste.

Dahyun escuchó todo. Quedó pensativa unos segundos, pero no evitó reírse luego. —Mucho tiempo con ellos te está haciendo daño. —Dijo la chica de ojos rasgados, muy convencida.

—¿Tú crees? Es una idea más válida. Yo creo que mis ojos verdes no son mágicos y Taehyung si lo es, es tan mágico que afectó mis sentimientos. Aparte, el día que salimos todos juntos, me quedé con aquella sudadera porque Namjoon me confesó luego de que efectivamente era de Taehyung y este no puso ningún 'pero'.

—Es una persona mágica que logró confundirte. Lees tantas cosas melodramáticas pero no eres capaz de saber que sucede aquí.

—No me gusta Taehyung.

Dahyun se llevó la mano a su boca algo eufórica para no gritar. La miré extrañada, había dicho la verdad ¿no?

—Creo que no eres la Abril que conocí, solo estás siendo tú. Tal vez algo de Taehyung hace que cambies, eso es porque te gusta. No seas tan ingenua, es muy evidente todo con tantas historias; desde la misteriosa primera cena que nunca me contaste que pasó, usas más seguido tus frases de libros románticos, amas estar cerca de él, la historia de la sudadera, lo de Casper...¿sigo?

—No, no debes seguir —Miré como había empezado a jugar con mi manos. ¿Gustar? Pero si dije que no me gustaba, si lo dije es que así es.

—Tu amor es tan tímido, no lo debes de negar —No, debía ser una broma. Le tiré un cojín del sofá —Te gusta Taehyung —Gruñí y empezó a reír. Empecé a quejarme pero no se detenía. Me levanté del sofá para irme a la cama.

—Te gusta.

—No te escucho.

*****

El día estaba yendo de maravilla. Esta mañana me entregaron los resultados de dos exámenes, los cuales había sacado una buena calificación. Por los momentos, teníamos menos pruebas y proyectos y más que ya empezamos el del final de curso.

Me acerqué a mi casillero, con el cuidado de que nadie me viera, subí lentamente la manga de mi camiseta larga. Quité el parche para el dolor que tenía debajo del hombro y lo dejé dentro del casillero. En estos días, el dolor había disminuido. Cada vez que recuerdo porqué me dolía, veo a Taehyung defendiendome. Cerré la puerta del casillero y salí de ahí, debía alejar mis pensamientos.

Llegué a mi pequeña suite, los chicos no vendrían porque tenían cosas que hacer, así que solo éramos Dahyun y yo. Estiré un poco mi cuerpo desde donde estaba y me tiré a la cama. Las horas pasaron y no me di cuenta, hasta que Dahyun abrió la puerta mirándome con las cejas fruncidas, las manos en su cintura y esperando alguna respuesta a algo. Giré más mi cuerpo para sentarme, enrollar mis piernas y verle.

—Están a punto de ser las 6 de la tarde —Bajé un poco mi labio inferior, ladeé la cabeza y enarqué las cejas— Hoy es martes y sales con Taehyung.

Como si hubiese sido a propósito, me atragante con mi propia saliva y me levanté de la cama tosiendo. Quité mi camiseta en camino al baño, ya ahí, me desvestí y me metí adentro. Tomé el gel de ducha para usarlo en mi cuerpo, olía a frutas, mi favorito. Lavé mi cabello con prisa porque tenía mucha espuma y depilé el escaso vello que estaba creciendo en mis piernas. Pensé en talvez colocarme un pantalón corto, estábamos en verano e ir con pantalón sería algo incómodo ahora.

Salí de la ducha con una toalla en mi cuerpo. Dahyun se había ido, así que me acerqué al armario donde estaba mi ropa. Saqué un pequeño short mom retro, creo que así se llamaba, también una camiseta grande. Me puse mi ropa interior y después lo demás, metí la camiseta dentro del short y coloqué luego un cinturón.

—Tenías muy bien preparado que te pondrías.

Dahyun entró a la habitación, mirando la manera con la que secaba mi cabello mojado. No le presté atención y seguí. Mi cabello tenía un aspecto despeinado y a la vez ondulado, ya que no pude hacer más.

—¿Me queda bien esta ropa con estos zapatos? —Me levanté del taburete para mostrarle y solo sonrió.

—¿Por qué me preguntas? jamás lo has hecho —Sentí mis mejillas calientes.

Es cierto, estaba nerviosa, quería parecer bonita, espera ¿qué? ¿linda? Removí mi cabeza de nuevo y coloqué unos converse altos en mis pies, tomé uno de mis pequeños bolsos y salí de ahí sin escuchar las ocurrencias de Dahyun.

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