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✾| diecinueve

Abril Anderson

Me acurruque en el sofá, escondiendo mi rostro para que Dahyun no notara mi sonrojo. Quería ver a Taehyung, tal vez para decirle que me explicara bien que había sucedido, si lo incomodé, o si seguíamos siendo amigos.

—Pero ¿Qué harás con verle?

—Pedirle una disculpa. No sé, imagínate que tiene novia y yo lo besé. No, qué vergüenza. ¿Qué pasaría si alguien nos miró? —Escondí más mi rostro— Él estaría en problemas y yo no quiero conflictos.

—¿Disculpas porque te gusta? —Levanté mi cabeza sobresaltada.

—¡Cállate Dahyun! No, no me... —¿Me gusta?

—No reprimas tus sentimientos.

Será que había llegado el momento de admitir de que me gustaba Taehyung, en donde amaría recordar como fue nuestro beso, sin tener la certeza de que él haya aceptado.

En el parque

Mi pierna derecha no dejaba de moverse, mis manos sudaban y tenía miedo de que apareciera un tic nervioso en mi párpado. ¿Qué iba a decirle? 'Hola Taehyung, ¿nos besamos ayer? ¿Te gustó? ¿Podríamos volver a repetirlo?'

—Hola —Me espanté. Taehyung se sentó a mi lado, me miró e hizo una pequeña sonrisa. Tragué saliva, ahí estaba el chico al cual había besado— ¿Estás bien?

Bajé la mirada a mis manos que estaban encima de mis piernas, jugando, debía verme patética, como siempre. Odiaba sentirme así. Me gustaba mucho Taehyung y más desde ayer que era casi imposible mantener mi mirada en sus ojos. Quizá esto era un error, nuestra relación era mejor cuando solo éramos amigos y no tenía sentimientos de por medio. ¿Por qué tenía que tener estos sentimientos? ¿Qué tenía él que hacía que siempre volviera al principio de mis sentimientos, en donde la llama de atracción crece?

—Lo que pasó ayer...—Mi ojos se fueron a él, confundida, ¿se estaba riendo?

—¿Por lo de ayer? —Lo miré atenta—. Está bien.

—¿Qué? ¿de qué hablas?

—Hagamos como que no pasó nada, a fin de cuentas, tú estabas ebria y no lo harías estando sobria.

—Tienes razón.

Suspiré algo nerviosa. Levanté mi cabeza hacia el cielo despejado, soleado y hermoso. Los pequeños sonidos producidos por los bichos de las plantas de la zona, los latidos de mi corazón yendo con fuerza y mi saliva pasando por mi garganta para deshacer el estúpido nudo formado ahí, era la único que escuchaba. Si acepté que me gustaba, era obvio que lo había besado porqué quería, tal vez estando de esa manera tuve más valor, pero si pudiera hacerlo de nuevo, lo haría, lo besaría una y otra vez para no olvidar el tacto de sus labios en los míos. Esto era lo último que yo quería, él no hizo nada, pero yo como tonta termine lastimada ya que soy tan indefensa e ingenua. Quería irme, salir corriendo y pensar que nada de eso había pasado.

—¿Te preocupa algo? —Tocó mi hombro. Bajé mi cabeza hasta encontrarme con sus ojos y solo asentí—. Tranquila, seguimos siendo amigos, nada ha cambiado.

—Claro.

No pude quedarme quieta, no pude quedarme callada que por eso ahora estaba incómoda con mi propio amigo, ahora amigo al cual quiero volver a besar. No podía más, sentía que me asfixiaba, así que me levanté para poder irme.

—¿Nos vemos el lunes?

—No sé si pueda. Cuando acabe o tenga tiempos libres, te avisaré.

Nos despedimos. Debía alejarme de él, solo por unos días. Jamás creí que podría llegar a ser tan inmadura, pero tal vez si mantengo una distancia un tiempo, algún sentimiento se vaya, quitar mis miedos y aclarar mis debilidades para no dejar que nadie más vuelva a romper la barrera de mi corazón. No quiero cambiar, solo quiero seguir siendo Abril Anderson, la chica de cara ruda que no le teme a nada, que parece enojada y a veces es adorable aunque lo niegue.

*****

—¿Hiciste el ensayo?

Ordené los papeles que estaban enfrente de mí. Miré que el profesor estaba subiendo las escaleras para pasar recogiendo el trabajo de 50 páginas por cada fila.

—El profesor Lee dijo que teníamos hasta mañana para entregarlo, pero bajaría dos puntos. ¡Déjame hacerle una foto a tu trabajo! Por favor.

No le presté atención. Carolina se empezó a reír de Olivia. El profesor Lee extendió su mano para pedir el mío y se lo di. Creo que la pequeña Olivia debería aprender a hacer todos sus trabajos. Aunque, creo que algo le sucede.

—Corté con Casper.

Asentí por mí misma. Le pasaba algo, evidentemente. Jake giró su espalda al escuchar y las demás la miramos.

—¿Qué te dijo?

—Fue anoche. Quería estar conmigo, yo le dije que no y fue donde me confesó que estaba conmigo por lastima.

Pasé mi mano por mi frente, que asco podía llegar a darme ese chico. Mi sangre hervía y después de varios días volví a pensar en Taehyung, en cómo él le había dado su merecido.

—No lo quería decir, pero me acosó. Olivia, trató de hacerme daño. Te advertí que no era buena persona —Dije abruptamente.

Jake se levantó de su asiento y me miró desconcertado. Suspiré al ver sus ojos llenos de preguntas sobre lo que había pasado, pero solo moví mi mano como si espantara una mosca.

—Ese maldito.

Olivia frunció el ceño y miré cómo abandonaba el salón. Nos miramos entre nosotros y nos levantamos casi corriendo para ir tras ella. Dahyun parecía insistirle que no hiciera nada, Peyton no dejaba de verme porque no sabía lo de Casper. Estábamos en el pasillo y ahí estaba Casper, en su casillero dejando un par de libros.

—¡Casper!

Sin esperarse a llegar, había chillado y los que estaban en el lugar nos miraron. Este mismo, dejó lo último que estaba haciendo y cerró su casillero. Cuándo se dio la vuelta para mirarnos, Olivia había llegado primero y le dio una bofetada en su rostro que hizo que retrocediera un paso atrás. Me coloqué a su lado, tomé su brazo y traté de calmarla, pero parecía tirar chispas de enojo. Jake tomó mi brazo dejándome detrás de él, al parecer querían pegarles todos pero Olivia se opuso.

—¡Oh no cariño! ¿No puedes superar que alguien como yo te deje? Es entendible, pero ¿por qué me... —Se detuvo y giró un poco su cabeza y me miró entre el espacio que había dejado Jake y Carolina— Entiendo, tu amiguita te fue con un gran cuento, que hipócrita eres Abril.

—Cierra tu maldita boca asquerosa. Te diré algo muy claro, como te vuelvas a acercar a Abril, a molestarla o algo parecido, te vas a arrepentir toda tu vida virginal.

—¿Qué crees que dices? —Musitó nervioso.

El pasillo se estaba llenando de más estudiantes, habían murmullos y pequeñas risas.

—No te hagas el machito. Antes de imaginar que eres el mejor amante y que has estado con muchas chicas, piensa una mejor mentira para perder tu virginidad y tardar aunque sea 3 minutos en la cama.

Todos los que estaban en el pasillo comenzaron a reír y a abuchear. Sentí algo de vergüenza y ni hablar de él, que se había puesto colorado, le dio un golpe al casillero y se acercó a ella al no ver qué hacer. Jake se colocó adelante y le dio un golpe a Casper, dejándolo caer al suelo. Olivia lo miró de reojo, con advertencia y se dio la vuelta para volver a clases.

—¡Como vea que te vuelves a acercar alguna de ellas, yo si que no tendré compasión contigo!

Quitó sus manos del cuello de la camisa de él y se levantó. Resopló para ver de nuevo lo patético que era. Jake llegó hasta mí y puso su mano en mi espalda y la otra en la de Dahyun para darnos a entender de que continuáramos el camino de Olivia.

—¡Maldita seáis todos, hasta el primer chico que me golpeó! —Me detuve en seco y me giré.

—Maldito tú, y cerdo de paso.

Sin dudarlo, me acerqué a él que estaba en el suelo adolorido y le di una patada en sus partes y se escuchó un chillido. Dahyun me miró impactada y tomó mi mano para que nos fuéramos de ahí.

.

El timbre sonó de nuevo, dando una advertencia de que ya era hora de descanso. Salimos del salón y todos nos dirigimos a la cafetería, tomamos nuestra bandeja de comida y nos fuimos hasta la mesa en la cual siempre solemos sentarnos. Olivia, Carolina y Peyton hablaban de algo, así que Dahyun aprovechó para sentarse a mi lado.

—¿Él te llamó hoy? —Negué— Ya ha pasado una semana ¿Lo has llamado tu?

—Olvidemos el tema un poco más.

Narrador omnisciente

Abril apagó su teléfono al ver el nombre de la persona que la llamaba otra vez, Kim Taehyung.

Es estúpido que los amigos se enamoren, pensaba una y otra vez. Sí, habían pasado dos semanas y no había vuelto a tener contacto con él.

Por más que quisiera, por más que trataba de hacerlo, era incapaz de no recordar la primera vez en que se vieron, en cómo discutían por cosas insignificantes, sus apodos, sus charlas infinitas de cosas monótonas pero para ellos llamativas. Ninguno de los dos sentía algo más allá del amor de un amigo, simplemente sentían una extraña calidez al estar juntos, como si se conocieran de años.

Las personas tercas y orgullosas, son tan propensas a creer de que tienen razón, de que si dicen algo, es la verdad absoluta, pero no. La pequeña chica que se hacía pasar por ruda y fría, la que pensaba que el romance solo estaba en los libros y las series de adolescente, había conocido cuál era aquel sentimiento que hacía tu cuerpo estremecer, el que te hacía pensar todo el día en esa persona, en que conectas, en que cambias, en que creces y aprendes.

Abril volvió a mirar su móvil apagado, hizo un chasquido con la ayuda de su lengua y sus dientes y se levantó de la cama. Se acercó al escritorio que estaba enfrente, se sentó en la silla y empezó a sacar unos libros de la caveta.

—Todo es una mierda.

Murmuró. No debía darse por vencida solo porque en verdad le gustaba alguien y era su mejor amigo, ni tampoco porque al parecer su familia le mentía y había posibilidades de que haya perdido la memoria. Era un desastre, se sentía tan confundida y abrumada por el futuro incierto.

—¡Abril! ¡Alguien en la puerta pregunta por ti!

Dijo Carolina en chillido desde el salón. Abril se levantó de un tirón y fue hasta donde estaba su amiga.

—¿Quién es? —Carolina encogió los hombros.

—No sé. Por primera vez alguien utiliza el interfono del edificio. Escuché que era un chico y quería verte.

¿Taehyung? Pensó incrédula. No dijo nada y se acercó a la entrada, colocó sus zapatos y casi corriendo llegó a la salida del edificio. Antes de bajar las pequeñas escaleras, miró de quien se trataba.

—¿Tú?

El chico giró su cabeza y miró a Abril. En ningún momento se le pasó por la cabeza que Yoongi quería verla. ¿Le habrá pasado algo? ¿Taehyung lo mandó? pensó. Bajó las pequeñas escaleras para estar más cerca del chico.

—Hola, me he visto en la obligación de venir —Abril enarcó las cejas mientras que él parecía algo cohibido— Taehyung lleva días tratando de comunicarse contigo, todos nos enteramos y no recibimos noticias tuyas, nos preocupamos, me preocupé por ti y aquí estoy. Al parecer...

—Sí, estoy bien. En verdad esto fue muy amable de tu parte.

Sus miradas se encontraron. Jamás habían tenido la oportunidad de estar a solas, así que parecía que no sabían qué decir. Abril no dejaba de verlo, esperando a que él dijera algo, pero en cambio este desvió la mirada, pasó su mano por su cuello y tragó saliva.

—¿Te gustaría caminar un rato?

Yoongi no era alguien al que le gustaba mucho caminar, pero era lo único que se le había ocurrido. Abril asintió y se colocó a su lado para empezar a caminar. Esta misma sabía que él no sabría a donde ir, así que le señaló un pequeño camino del campus, donde había un parque, el cual también había estado con Taehyung. Antes de sentarse, pasaron por un nuevo local donde vendían helados.

—¿Quieres uno?

—Chocolate

Dijo Abril con una pequeña sonrisa, la primera y él se sonrojó al instante. Cuando se los dieron, hicieron el pago y salieron para ir a sentarse.

Comían sus helados en silencio. Habían ido a una parte del parque que tenían unas bancas grandes, eso hacía que las piernas de Abril no llegarán al completo al suelo.

—Lo que pasó aquella vez —Abril lo miró— Me gustaría pedirte perdón. Ese día estaba cansado y quería ir a mi estudio a desahogarme tocando el piano.

—No tienes que pedir disculpas por una tontería como esa. Yo fui la entrometida de haber entrado en lugar que no tenía el permiso, aunque Taehyung dijo que podía, pero de igual estaba mal —Las comisuras de los labios de Yoongi se elevaron.

—Dejando eso de lado. Sé que eres amiga de Tae...

—No, soy amiga de todos ustedes.

—¡Claro! —Sonrió Abril moviendo sus pies en el aire— Sí soy tu amigo, deberíamos hablar más, conocernos.

Abril se sintió feliz por lo que él había dicho. Al final, sí que habían avanzado, al fin se había olvidado de Taehyung por un segundo. No tenía nada malo pensar en él, pero quería que su sentimiento debía quedar en solo amigos, sentía que saldría herida con él, a parte, tenía mejores cosas que pensar que él chico que le gustaba.

Sus helados habían desaparecido, pero habían aparecido nuevos temas de conversación. Era diferente, pero tan parecidos.

—Así que, Min Yoongi ¿Qué es de tu vida?

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