✾| cuatro
Abril Anderson
Suspira Abril, suspira. Miré al chico este cuando hizo aquella larga pausa haciéndose el importante, mi vida ya está lo suficiente patas arribas como para que alguien que no conozco de nada me venga a fastidiar.
—Tu eres el amor de mi vida —Vaya, don comedia.
—Te estás pasando un poco.
—Creo saber algunas razones de Yein, por las cuales ella dice que te conoce.
Entrecerré los ojos mirando a cada uno de ellos detenidamente ¿Qué querían? Aún estaba parada, cuando estaba a punto de irme, la chica de su lado habló haciendo que detuviera mi paso al escucharla decir aquello.
—Si... descubriré mis otras razones, pero, una de las cuales te recuerdo es porque sé quién es tu padre.
—Claro, ¡Si tu padre es George Anderson!
—¿Cómo sabes quién es mi padre?
Sentí mi cuerpo tensarse y mi cabeza inundarse de preguntas, era como si quisiera aventarme a ella y pegarle, pero mi mente fría y paciencia estaba esperando una respuesta lógica.
—Por favor, y lo peor que le preguntas —lanzó una carcajada haciendo que me hirviera todo mi cuerpo.
—Tu padre es... no...fue muy conocido —Ese terreno familiar era muy privado y muy intocable.
—¿Quiénes se creen ustedes para estar hablando de mi padre? —Casi gritando lo había dicho, mi padre, nadie debía hablar con él, mi padre estaba muerto y lo único que se merecía era respeto, él era todo para mi.
—¿Esos ojos verdes siempre se ven tan gélidos?
—¿Comienzan a molestar de nuevo? —Dijo un chico alto, de ojos claros mientras se colocaba en frente de todos nosotros junto con dos amigos más.
El tal llamado JunHoe y Yein solo miraban atentamente a aquel chico voluptuoso. Dahyun me miró, se acercó a mí, al parecer quería decirme algo.
—En todos los cursos se escoge a quien nos representa, eventualmente toman al mejor y él es el 'presidente' de alumnos por decirlo así. Él es una buena persona y el más guapo en mi opinión —Susurró cerca de mi oído.
—Diles a tus amigos que conmigo no se metan, solo tengo un día aquí...no querrán vivir un infierno ellos —Sin separar mi mirada de esos dos, creí que aquel chico entendería.
—Linda, no te creas la gran cosa —Se acercó a mí tratando de intimidarme.
—Tu no te creas que eres la reina de Inglaterra que ni a los talones me llegas a mí —Dije acercándome aún más con aspecto amenazador.
—Mantengan la calma —Miró a la chica esa— Yein, aléjate de ella y tú...
—Abril.
—Abril, ellos no son mis amigos, pero te aseguro que no se volverán a meter contigo.
Cuando estaba a punto de sentarme para acabar mi comida recordé que el apetito desapareció. Levanté mi bandeja y la dejé en el bote de basura. Estaba molesta, en serio, debía empezar a calmarme y no molestarme por todo pero era inevitable. En mis habilidades como punto fuerte creo que está la paciencia, pero cuando tocan algo que realmente me duele, esta desaparece y me convierto en otra persona.
—Abril, espérame —Comenzó a correr detrás mío mientras yo salía de la cafetería— ¿Te encuentras bien? —Cerré mi casillero con algo de brusquedad y ella se asustó un poco.
—Lo siento. Mi primer día y ya me molestan y no puede ser más tranquilo —Ella sonrió.
Faltaban aún cuatro horas para salir así que saqué mis libros de la próxima clase y nos dirigimos al salón con Dahyun.
Había otro profesor distinto así que me pedían presentarme de nuevo, era obvio que todos esos buitres de compañeros iban a saber mi nombre. En el mismo salón, había dos chicas que hablaban seguido con Dahyun, solo se limitaban a mirarme y a tratar de sonreír, pero no les puse atención.
Mientras el profesor se encargaba de explicar algo, una chica se levantó y dejó un pedazo de papel en mi mesa, lo tomé y lo rompí. Era el sexto con el cual hacía lo mismo, Los rumores de que era fastidiosa se habían esparcido por toda la universidad, la verdad es que no era fastidiosa, simplemente me hablaron en un momento inapropiado, pero si no me quieren hablar, mejor para mí.
Empecé a guardar mis libros, coloqué la mochila en mi espalda y esperé en la puerta a Dahyun. Íbamos en camino hacia la salida mientras comentábamos algunas cosas de las que habíamos hecho.
—¿Vienen a recogerte? —Asentí.
—¿Quieres que te lleve a tu casa? —Ella negó.
—Mi padre vendrá por mí.
Al salir, varios autos estaban llegando, pero al parecer el que más destacaba era mi hermano y él baboso estaba ya socializando con alguien. Desde las pequeñas escaleras de la entrada lo miré, este me notó y se despidió de la chica. Nos acercamos a él y solo me dispuse a tirarle mi mochila, pero este me la devolvió.
—Él es mi hermano.
—¿Nueva amiga? —Sonreí.
—Sabes que te cortaré la cabeza.
Dahyun miró a ambos, no entendía. Al parecer mi guapo hermano llamaba a muchas chicas por su aspecto y este no se quedaba atrás. Metí en el coche mi mochila y luego regresé a ver a Dahyun.
—Te pareces mucho a él, solo que los ojos que sus son azules.
—Ha de ser que somos hermanos aunque prefiero decir que me parezco a mi madre.
Su sonrisa coqueta apareció y lo miré con asco. Me despedí de ella para luego subir al coche. Mientras íbamos de camino me peleé con él por cambiar mi canción favorita, es que, ¿Quién está en sus cabales para cambiar a Sam Smith y su canción Midnight? este chico es tonto. Luego de todo el desastre, al parecer quería hablarme.
—¿Cómo ha ido todo?
—Trágico.
—¿Qué ha pasado? Recuerda que papá siempre decía que llevarás todo con calma PERO —hizo énfasis en la última palabra haciendo que despegara mi mirada de la ventana—, si te hacen algo, no te quedarás con los brazos cruzados, debes luchar.
—¿Cuándo me hablarás de lo que ocurrió hace un año? ¿Y lo de papá?—Le cambié el tema en un abrir y cerrar de ojos pero no dijo nada.
*****
El invierno estaba apoderándose de Londres. Los eventos festivos por la navidad pasaron, dejandonos helados. Dahyun se volvió mas unida a mí, al igual que aquellas dos chicas que deseaban hablarme, al parecer eran amigas de Dahyun y les daba vergüenza decirme algo. Me levanté del suelo para ir por los chocolates calientes que me habían pedido, los dejé en la mesa del salón y comenzaron a tomarlo.
Mi hermano decía que no me había visto con más chicas desde que no estoy con Peyton, ya que desde que recuerdo, siempre he sido más unida a ella, a parte que para mí siempre ha sido un fastidio volver a socializar. Abrí mi libro y volví a repasar las preguntas del proyecto que debíamos hacer, pero en eso, escuché que alguien me interrumpió.
—Abril ¿has estado en Alemania?
Olivia, al parecer, mi nueva amiga había preguntado. Era una chica alta y delgada, rubia de ojos claros y pequeños, en verdad era muy hermosa, pero tenía algo que la hacía diferente a las demás, era una riquilla amable.
—No, pero me gustaría.
—Antes de continuar, quería decirte que somos un grupo de cuatro, ahora cinco contigo. No te lo habíamos comentado, pero el otro chico viajó hasta estados unidos por dos meses, los mismos que llevas tu en la universidad.
Escuché que dijo Carolina, de cabello marrón oscuro y ojos saltones. Dahyun me había comentado algo de eso, no le presté atención y les llamé para que continuáramos con el proyecto.
Era otro día. Al cerrar la puerta de mi casillero, un dolor penetrante apareció en mi cabeza, que hizo que me maldijera. Carolina estaba cerca y tomó mi cuerpo.
—¿Estás bien?
Las demás se acercaron también y me miraron preocupada y yo solo asentí. Creí que hace meses el dolor había desaparecido. Hace un mes me había vuelto a dar, ese día Dahyun estaba en casa y realmente se asustó. Lo bueno es que se me pasó rápido.
Cuándo nos íbamos a ir para entrar al salón, todas dirigieron la mirada hacia la entrada.
—Mira nada más a quién tenemos ya por aquí —Un chico robusto y con toques rudos que parecía ser el Playboy del colegio, alto y muy londinense se venía acercando a nosotras.
—¿Qué pasa? Tiempo sin vernos —Comenzó a saludar hasta que me miró. Se asombró un poco, entrecerró sus ojos tratando de asimilar algo. La verdad creí que el chico sería más arrogante pero al parecer, las apariencias engañan.
—Es nueva —dijo Carolina señalándome.
—Yo soy Jake.
—Y yo Abril.
Narrador omnisciente
El ambiente en estos días había mejorado un poco, pero había algo que no había sucedido, la plática que realmente quería escuchar Abril. Alex solo ponía la excusa de que tenía mucho trabajo, era cierto, pero se estaba negando por los momentos. Por otro lado, Abril estaba en casa, tratando de entender cómo es que en apenas tres meses cuatro personas se sentían ya en su casa, que ya ni siquiera le pedían permiso para ir al baño.
—Ahora que lo pienso, Abril ¿Por qué has venido a Londres? —Jugó con su lápiz mirando a la chica de ojos verdes.
—Mi hermano quiso que viniera.
—¿Por lo del accidente que nos contaste? —Asintió
Al parecer estas personas lucían de confianza, eran amigos y se contaban cosas. Un día que se quedaron a dormir, mencionó que sufrió un accidente, a causa de eso su cabeza dolía y tuvo que ir por un año al fisioterapeuta y hace nada lo dejó, ya que sufrió una lesión de ligamento cruzado en su rodilla.
Abril se estiró en el suelo y Jake no despegó su mirada de ella. Este mismo tragó saliva y se levantó para ir a la cocina.
—No se ustedes, pero yo noto a Jake un poco extraño —Todas asintieron a lo que Olivia había dicho.
—A parte, se pone nervioso casi siempre y comienza a decir disparates.
—Recuerdo hace unos años atrás cuando se enamoró de aquella chica, se comportaba igual...tal vez está enamorado de Abril.
—No lo creo —Sabían que era una posibilidad, pero se callaron cuando Jake se acercaba a ellas— Me gustaría comentarles que el día de mañana, mi amiga vendrá a Londres y estudiará con nosotros —Ellas se sobresaltaron de alegría.
*****
El día de hoy Dahyun no había podido ir a clases, así que le tocó pasar con sus amigos, y quería quedarse después de clases con ellos, pero Alex pasaría a recogerla para ir al aeropuerto.
Afuera de la universidad, ahí estaba Alex, esperando a por ella. Estaban en camino, no podía esperar más, quería ver a su mujer amiga. Cuando llegaron, salió casi corriendo. Peyton estaba bajando las escaleras mecánicas y al reconocer el rostro de Abril, empezó a bajar por sí sola, tratando de llegar a ella.
—¡Abril! —Saltó hacia ella, después de no verla en dos meses.
—Sé que estás emocionada pero, tranquila —Comenzaron a llorar de broma.
Peyton también había quedado asombrada por la casa de Alex. De antemano, habían alistado una habitación para Peyton, así que se dispusieron a pasar el rato ordenando sus cosas mientras hablaban de las cosas que habían sucedido desde que no se miraban. Después de eso, bajaron al salón.
—Lo que no entiendo, hace un mes me dijiste que vendrías ya.
—Yo le dije que ya podía venir —dijo Alex entrando al salón.
—¿Por qué lo harías?
—¿Quieres hablar? —Asentí y lo miré atenta—. Te diré la verdad de lo sucedió...
Se sentía preparada, quería escucharlo todo. Desde que tuvo ese accidente de coche hay variables y piezas que no cuadraban en su vida, ¿Cómo murió su padre en realidad? ¿Por qué su accidente? Y ¿cómo? ¿Por qué cuando despertó no estaba él ahí? era su hermano, y creía debía estarlo.
—Hablé con Harry y dijo que sentías un vacío en tu cabeza por esas semanas que pasaste en coma —Asentió— ¿Te recuerdas cómo ocurrió el accidente?
Nunca se había esforzado por recordar, ya que los doctores le decían que si lo hacía podía tener un problema, siempre daban indicaciones fuera del lugar pero que tenía que seguir.
—Solo recuerdo que...
Mientras forzaba a su cabeza a tener un mínimo recuerdo, un dolor intenso apareció en su parte inferior de la cabeza, se bloqueó literalmente y todo dolió. Estaba en la orilla del sofá, se comenzó a escurrir un poco cayendo al suelo por un severo dolor en el pecho. Peyton se acercó a ella tratando de que se levantara, pero soltó su mano. Tapó su boca. Las ganas de llorar la habían atrapado, sentía que estaba al borde dla muerte, como una pequeña devastación en su ser, por dentro y que su corazón estallaría, pero no recuerdaba nada.
—No te esfuerces, tranquila... ¿Estás bien? —Se levantó y trató de tranquilizarse.
—Estaba...en un coche...
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