Jake tocó la puerta tres veces.

Tragó saliva.

Y a pesar de ser una noche fría, las manos le sudaban.

Al pasar cuatro segundos, (porque sí, los contó) la chica abrió la puerta.

Jane lo miró por unos segundos. La escopeta de su padre habría sido un arma menos poderosa y temible en comparación con aquel par de ojos azules. Aunque también se podía vislumbrar la sorpresa y los nervios en su mirada irritada.

Apenas iba a abrir la boca, cuando ella habló.

—Si vienes a terminarlo, no es necesario—soltó de forma seca—Me ha quedado claro.

Intentó cerrar la puerta, pero el pelinegro opuso resistencia.

—Jane, espera.

La chica se quedó muda esperando por lo que él tuviera que decirle. Pero Jake nuevamente se quedó estancado, fastidiando a la chica, quien intentó cerrar la puerta de nuevo.

—¿Qué?—casi gruñó, cuando él la detuvo.

—Creo que necesitamos hablar—dijo tímido. Era la primera vez que se ponía nervioso frente a una chica.

¿Qué era lo que quería? Ella no podía entenderlo. Su ausencia había sido suficiente para que comprendiera que no sentía lo mismo y aquellos mensajes sin respuestas y llamadas perdidas le aclararon que todo, absolutamente todo estaba terminado.

Salió y cerró la puerta, acomodándose la bata de dormir.

—Hola, Jane—dijo Jake rascándose la nuca, para posteriormente meter las manos en los bolsillos.

Debía parecer un idiota, porque cuando paró de golpear el suelo con su tennis y volteó a verla, ella sólo había arqueado una ceja y seguía en la misma posición.

La admiró frente a él.

«Cielos, se ve hermosa»

«Pues si así lo crees, ¡dícelo idiota, dícelo!»

—Te ves muy linda, Jane. Aunque estés en pijama.

«Acabas de arruinarlo, imbécil»

—¿Qué quieres, Jake?.

—Arreglarlo.

—No hay nada que arreglar.

—Si que lo hay—la miró dolido—Lo nuestro, Jane.

—¿No se supone que lo nuestro está terminado?.

—No. Jane...

—Te busqué, Jake—interrumpió Jane—y me cansé. Me cansé de llamarte y mandarte mensajes y no recibir respuesta alguna en días.

—Jane, es difícil de explicar.

—No, no lo es—negó frenéticamente—tú no me amas. Punto.

No pudo evitar la lágrima que se deslizó por su mejilla.

—Jane—se acercó a ella, alzando la mano y limpiando su mejilla. La reposó sobre ella.

«Deja de hacer eso o voy a desmayarme»

—Dejalo, ¿quieres?.

—No, no quiero—se acercó más.

«Vas a besarme, ¿cierto?»

Y por más que lo quisiera, giró su rostro. Dio un suspiro. Estaba temblando. Él la tomó de las mejillas y volteó su rostro de nuevo.

«Si me besas, te mato»

—Escucha Jake—dijo sin aliento—que hayas venido aquí después de desaparecer por días me confunde. No puedes regresar cuando se te antoje. Así que te voy a pedir que te va...

La besó.

«Dios, ya extrañaba esto»

«Te odio, ¿por qué lo haces?»

«La amo»

«¿A quién engaño? Amo a este idiota»

«Dícelo ya»

Cortó el beso y deslizó sus labios por la mejilla de Jane.

«Estoy en pijama»

«Se lo diré ahora»

«¿Qué clase de chica recibe a su novio en pijama?»

«Es sólo que...»

—¿Por qué tiene que gustarme tanto?—susurró apenas. Estaba delirando, así que sus pensamientos se colocaron por sus labios. Jake logró escucharla, sus dudas se esfumaron.

—Te amo, Jane Duncan—susurró en su oído. Se alejó mirando su reacción.

—Yo también te amo, Jake Masters—sonrió.

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Estoy que lloro 😭😭😭

Sólo espero no haberles defraudado con el final :)

Después subo el epílogo.

Les ama: I ❤