Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Voz

Nicolás ya quería irse a su casa.

Con suerte había pisado la entrada del liceo y el sentimiento de fastidio lo inundó por completo. Era de esperarse esa actitud, porque además de que odiaba levantarse temprano, tendría que escuchar esos discursos insoportables de que sólo faltaba un año para salir, teniendo que decidir cómo sería su futuro.

Nicolás no quería pensar en el futuro. Sentía que no valía la pena luchar por algo que nació para fracasar.

Acomodó su mochila que estaba por caerse, soltando un suspiro. Al menos había llegado quince minutos antes de las ocho de la mañana. Cosa milagrosa, porque el omega era bastante despreocupado con los horarios de llegada.

Recibió varios saludos de algunos alumnos y hasta de profesores, dándole bromas de por qué llegaba tan temprano. Nicolás sólo sonreía forzadamente, tratando de no mandar a la mierda al que se le cruzara.

Fue como una salvación al divisar finalmente a su único mejor amigo, Edgar, que venía con una sonrisa resplandeciente.

—Qué sonrisa más hueona cargai —le soltó de inmediato el moreno sin siquiera haber saludado. Así era él.

Su amigo alfa lo miró y rió. Ese positivismo que cargaba Edgar, Nicolás lo odiaba.

—Hueona tu cara será. ¿Ya andai con los monos?

—No, para nada —ironizó el omega con el ceño fruncido—. Me importa un pico, sólo quiero que este año se acabe.

Edgar le tocó el hombro, tratando de darle aunque sea comprensión a lo que sentía.

—No diré que recién es el primer día para no hacerte enojar, ah —rió suavemente—. Piensa que conocerás más gente, quién sabe. Algún alfa por ahí...

Nicolás le tapó la boca y chistó.

—Cierra el hocico. Mejor anda a jotearte a la...

Ahora Edgar le tapó la boca al moreno y chistó. Le daba vergüenza el hecho de que esa omega que le gustaba estuviera a pocos metros de distancia.

En aquel silencio entre los dos –ni tanto, porque había mucho ruido de la multitud–, Nicolás sólo movió las cejas y le señaló a aquella omega, en señal de que fuera con ella. Edgar le entendió y le levantó el pulgar, sonriendo nerviosamente.

Cuando lo vio moverse hacia la susodicha, el omega decidió ir al baño para que no le dieran ganas luego durante la primera clase que tenía del día. Al entrar directamente al baño y hacer sus necesidades, sintió unas pisadas fuertes que lograban hacer retumbar el suelo.

Salió del cubículo, tratando de solo ignorarlo. El omega se dirigió al lavamanos a limpiarse y también aprovechar de mojarse la cara y refrescarse. Al terminar, se miró al espejo.

Y lo vio a él en el reflejo.

¿Qué?

No podría ser real.

Su primera reacción fue abrir los ojos fuertemente con sorpresa, y se giró muy veloz al ver el rostro del alfa contrario, que también le miraba fijamente. No podía descifrar las emociones de su rostro ni mirada.

¿Nico?

Esas ondas salieron de su boca y viajaron con pesadez hacia sus oídos. Se escuchó el retumbar del ambiente, como si el aire se hubiera convertido en uno bien denso y compacto.

Aquella dicción iba con el tono sarcástico que siempre portaba, ese rezongar natural y petulante como esencia. Sabía dulce, un dulce conocido. Muy conocido.

Oyó su voz ronca sin siquiera quererlo ni menos esperarlo alguna vez. Luego de que se fue por siempre. Este mismo alfa que estaba frente a él trajinaba el mismo descaro de ahora de cuando lo abandonó. Ese amigo para toda la vida que le prometió estar a su lado perduramente.

Le hizo temblar. Sintió el escalofrío hasta el fondo de su mente.

Pudo rememorar todo antes de aquel doloroso abandono y traición. Y, por sobre todo, visualizar ante sus mismos ojos el después.

Ese alfa que volvió desde el pasado para construir un nuevo futuro que Nicolás no tenía pensado en encaminar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro