Una de las cosas favoritas de JaeHyun es tocar, besar y adorar el blanquecino abdomen de su esposo. Aprovechaba cualquier momento para abrazarlo por la espalda, saboreando esa diminuta cintura para deleitarse del vientre plano del mayor e inclinarse un poco para oler ese delicioso aroma a vainilla mezclado con café, el aroma de su alfa. Era miércoles cuando TaeYong salió temprano del vivero donde trabajaba, llevaba semanas sintiéndose cansado y con nauseas así antes de llegar a la casa, pasó por una farmacia para quitar las dudas. Al llegar fue recibido por Daegal* la pequeña cachorra de él y su alfa, que por cierto estaba en las oficinas Jung demostrando ser un ejemplar jefe y alfa.

Caminando con sus pantuflas, entró a la cocina para tomar un vaso de plástico y subir las escaleras para ir al baño de la habitación principal.

El omega mordía nerviosamente la uña de su dedo pulgar, segundos atrás su celular había sonado avisando que los cinco minutos de espera finalizaron y que podía observar el resultado. Tomando un gran respiro, se acercó a paso lento hasta el largo y blanco mueble del baño, suspiró y tomó ducha prueba entre sus manos.

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JaeHyun tarareaba con su improvisado inglés Fireproof mientras preparaba el almuerzo ya que los lunes, miércoles y viernes JaeHyun almorzaba en casa y lo demás días, el omega se encargaba de llevarle el almuerzo a la oficina porque algo que detestara el alfa era que su pareja no estuviera a su lado a la hora de comer. Tan concentrado estaba el mayor que ni siquiera escuchó la puerta principal ser cerrada ni el sonido de las llaves ser arrojadas al canasto. Al entrar a la casa, JaeHyun percibió el fuerte y dulce aroma a vainilla y café, al parecer TaeYong estaba muy feliz.

— Bebé, ya llegué.

Avisó entrando a la gran cocina y abrió los brazos para recibir en un cálido abrazo a su gatito.

— ¡Hyunnie!

Inclinando un poco su cabeza, acercó su nariz al lugar donde se volvía más intenso el aroma del omega, su pálido cuello. Apretando la pequeña cintura del castaño, tomó todo el aroma que podía en una gran respiración llenando sus pulmones y dejando un tierno beso en la prueba de su unión, la mordida. Se separó levemente para apreciar el suave y bello rostro de su esposo.

— ¿No llegaste un poco temprano, Jae?

Usualmente el alfa llegaba a eso de las 12:45 pero eran las 12:15 cuando llegó, quizás la emoción de TaeYong no lo hizo esperar mucho.

— Al parecer alguien —Tocó con su dedo índice la naricita del castaño— Estaba muy feliz y no aguantó las ganas de verle.

El omega se rió y el azabache pensó que era la mejor melodía que podría escuchar en su vida.

— ¿Qué te puso tan feliz bebé? ¿La señora Yoon te regaló alguna planta? ¿O quizás florecieron tus margaritas y girasoles?

TaeYong no sabía como darle la noticia y además de que su alfa tenía de idiota lo mismo de atractivo, que ni percibió en su aroma la razón de su alegría.

— No es eso, sin embargo te tengo una sorpresa, pero te la daré luego de almorzar, ¿Oki? ¿Pinky promise? —Elevando su dedo meñique

— Pinky promise, pero primero déjame tocar tu abdomen.

Pegado como un chicle a TaeYong, acariciaba tiernamente su vientre mientras el pálido cocinaba.

— ¡JaeHyun-ah deja de tocar mi abdomen y ve a poner la mesa!

Como un niño que le acababan de arrebatar su dulce favorito se fue triste hasta el estante de la cocina y agarrando los individuales y cubiertos, los acomodó respectivamente en sus lugares, para después dejar la jarra de jugo y vasos en la mesa. Sentados, le agradecieron a la madre Luna por la comida y empezaron a comer. Entre comentarios de trabajo y risitas disfrutaron del delicioso almuerzo. 

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En el gran sofá frente al tv, estaba TaeYong acurrucado entre las piernas y pecho de JaeHyun mientras este le respondía a JungWoo, su mejor amigo un mensaje en KakaoTalk. Veían juntos Breaking Bad, serie con la que se había obsesionado el omega. 

Queriendo mimos, TaeYong entrelazó las manos de JaeHyun con las suyas y las dejó sobre su abdomen, que estaba cubierto por una gran sudadera gris perteneciente al alfa y olvidando por completo que allí había guardado la prueba. El azabache pretendía levantar la sudadera y dejar a la vista el abdomen pero al sujetar el borde, sintió algo pequeño y compacto así que colocando su mano dentro del bolsillo, agarró dicho objeto y al sacarlo, TaeYong le tapó los ojos y susurró cariñosamente.

— Sorpresa Jae.

En sus manos tenía la prueba de embarazo, mostrando en su pequeño tablero dos líneas, dando a entender que el pequeño omega entre sus brazos estaba embarazado, ¡Carajo! TaeYong le dió la mejor sorpresa, iban a ser padres. Tomando la cintura del castaño, lo acomodó en su regazo para que quedara frente a frete y colocando sus manos en las mejillas rosaditas, entregó toda su emoción y amor en un delicado beso.

— Jung TaeYong, este es el mejor regalo de todos.

El omega tenía sus ojitos llenos de lágrimas mientras se deslizaban como un río por sus mejillas y su sonrisa, oh, esa bella sonrisa, demostraba que esas lágrimas eran de felicidad. JaeHyun acomodó suavemente sus manos en el vientre de TaeYong y acercando su rostro, dejó pequeños besos agradeciendo por el nuevo integrante de la familia.

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Ya había pasado un mes por lo que TaeYong estaba por cumplir los dos meses de gestación. Lo sabían porque a los días de la noticia, el omega se hizo unos exámenes, dando el resultado de tres semanas y media. En el edificio principal de las oficinas Jung todos los empleados querían hacer una pequeña celebración por el embarazo de TaeYong, allí era muy amado y estaban felices por la pareja o eso se pensaba. 

Iban en el coche rumbo al edificio, JaeHyun manejaba y lucía un impecable traje hecho a la medida color negro y corbata color vinotinto junto a sus zapatos elegantes mientras que TaeYong vestía unos jeans negros ajustados, un suéter color rosa y unas converse blancas. Al llegar fueron recibidos por el señor Kim, el portero del edificio, los felicitó y les mencionó que la reunión era en la terraza, así que emprendieron camino hasta el ascensor y ya dentro marcaron el botón plateado con la letra A.

Las puertas de ascensor se abrieron y dieron paso a la pareja, JaeHyun abrazaba la cintura de TaeYong teniéndolo pegado a su pecho y a su vez; TaeYong daba caricias al pecho del alfa. El lugar estaba decorado con un cartel "Felicitaciones, Señores Jung" , habían cuatros mesas con comida, bebidas y un pequeño pastel, muchas sillas a los lados y una tenue música de fondo. Secretarias, ejecutivos, administrativos, hasta los encargados de la limpieza los saludaron y al final todo el personal les aplaudió por la gran noticia.

La celebración era amena y la pareja descansaba en un pequeño sofá que subieron sin embargo TaeYong no le prestaba mucha atención a la conversación que tenía su alfa con un beta así que aprovechando de que eran una pareja predestinada, enfocó sus pensamientos hacía él.

"Alfa, quiero ir al baño ¿puedes soltarme para poder ir?"

El azabache dejó de hablar con el beta para mirar a su esposo.

"Te acompaño."

"No te preocupes, sigue hablando con el señor Choi además solo voy al baño."

Con sus deditos tomó la mano de JaeHyun que estaba en su cintura y la retiró suavemente mientras le daba un lindo beso para luego disculparse y caminar hacía el baño. En la puerta estaba una señora de limpieza y le mencionó que los baños estaban descompuestos pero que podía bajar diez pisos donde estaba la cafetería y algunos baños. De vuelta al ascensor, marcó el botón plateado del piso de la cafetería y tarareó End Of The Day para distraer sus ganas de orinar.

La iluminación era poca pero alcanzó a ver la señal de los baños, apuró un poco su andar y sin fijarse en su entorno, tenía en frente la entrada a los baños. Entró a uno de los cubículos y sintió que su vejiga se lo agradecía, suspiró aliviado y al terminar, bajó la perilla y acomodándose el jean, salió y se acercó al lavabo para lavarse las manos.

— "All I know at the end of the day is you want what you want and you say what you say...."

— Pero miren quien tenemos aquí, al amado Jung TaeYong.

El castaño estaba secando sus manos cuando llegó la persona que menos esperaba, Lee YoungHeum*. El maldito omega que estaba detrás de su alfa desde que entró a la empresa y al parecer todavía no se daba por vencido.

— ¿Qué quieres?

A TaeYong no le gustaba que estuvieran solos en el baño o hasta quizás en el piso completo y tenía miedo de haber puesto en peligro a su bebé por haber ido solo al baño.

— Venía a darte un pequeño mensaje. —Dijo mientras caminaba hacía el omega hasta quedar a dos pasos de distancia.— Tú ratita muerta, deja de apestar el baño con tus hormonas hacen que me irrite la nariz.

Arrugando su nariz mostrando desagrado continuó.

— Dejarte preñar, que buena forma para amarrar a JaeHtun para que esté a tu lado. —El pálido retrocedió hasta sentir el lavado en su espalda baja y de manera involuntaria soltó un ligero gemido advirtiéndole a su alfa que estaba en peligro.— No eres ninguna mosquita muerta, Lee TaeYong.

En otro lugar del edificio estaba JaeHyun hablando con el señor Choi hasta que sintió el ligero gemido de TaeYong avisando que estaba en peligro y sin importar, salió corriendo escaleras abajo dejando al beta con la palabra en la boca. El alfa estaba desesperado pero gracias al lazo sabía que estaba en los baños del piso de la cafetería, no supo en que momento bajó los diez pisos pero eso no importaba, lo que importaba era que sus dos bebés estuvieran bien. Ni siquiera se dio cuenta cuando agarró a YoungHeum de cuello, quería ahogarlo, matarlo por acercarse a sus bebés y ponerlos en peligro.

— ¡Hyunnie, ya dejalo! —TaeYong liberó levemente su aroma para tranquilizar al pelinegro y luego de soltar a Chittaphon, el alfa corrió a abrazar a su omega mientras los de seguridad agarraban al rubio omega para hacer lo que ordenara su jefe.

— Señor Lee, está despedido y no dude que lo demandaré. —Miró a los guardias y les hizo un ademan de que se lo llevaran.— Y por cierto puede que no vuelva a conseguir trabajo.

El pequeño cuerpo entre sus brazos sollozaba y temblaba, su bebé estaba asustado y nervioso al borde de un ataque de ansiedad. Agarrando el mentón de TaeYong, dio varios besos por toda su cara hasta dejar un casto beso en los labios, logrando calmarlo al instante. Cargando al castaño en sus brazos mientras este le abrazaba por la cintura, subió a la azotea junto a un guardia para agradecer por la celebración y disculparse por su pronta retirada.

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Desde lo sucedido con YoungHeum, JaeHyun se volvió aun más sobre protector y contrató a dos guardaespaldas, los mejores para la seguridad de TaeYong. Estaban con él la mayor parte del tiempo y en las noches vigilaban desde la entrada de la casa mansión.

Luego de haber almorzado en la oficina de JaeHyun y comprado unas cuantas cosas en el super, el omega iba caminando con John y Lucas, lucían bastante fuertes y rudos pero con el castaño eran un amor hasta cargaban las bolsas de las compras mientras TaeYong cargaba una pequeña matera con una suculenta, para ser precisos una Greenovia.

— Señor TaeYong, ¿piensa colocarla en el jardín de la casa? —Preguntó menor.

— Deja de decirme señor, me haces sentir viejo Lucas y respondiendo a tu pregunta, la pienso dejar en la cocina cerca de la ventana.

Siguieron hablando sobre los cuidados de la plantita y que a John le gustaría ayudarle en la jardinería a pesar de ser alfa. Al llegar a la mansión, decidió tomar una siesta, se sentía muy cansado, su pancita estaba algo abultada y solo tenía 4 meses y medio, cambiándose por una camisa blanca de su alfa se acostó sobre un desorden de camisas, chaquetas, suéters o cualquier cosa que tuviera el olor de JaeHyun y cayó rendido en los brazos de morfeo.

Unas horas después el pálido despertó siendo abrazado por la cintura, se asustó por un momento al parecer alguien había entrado a su pequeño nido sin su permiso y podría ser una amenaza para él y el bebé sin embargo el intenso aroma a café con toques a vainilla, logró calmarlo.

— Bebé, sabes que mi armario completo está aquí en tu nido, ¿cierto? —JaeHyun no se quejaba, le gustaba esa faceta del TaeYong embarazado pero se lamentaba no poder estar todo el día junto a él para cuidarlo y consentirlo.

— Hyunnie, es para sentirme tranquilo y protegido mientras tú no estás.

Con la yema de sus dedos, recorrió las venas sobresalientes de los brazos del azabache.

— Lo siento mucho cariño.

— No te preocupes pero ¿Jae? —Se giró quedando de frente a su alfa.

— ¿Sí bebé? —Sus ojos brillaban observando al amor de su vida.

— ¿Podrías comprarme un sandwich de jamón y chocolate? y también quiero helado... oh y también quiero algo de kimchi.

Señores y señoras, les presento los antojos más raros vividos por el omega Jung TaeYong y el pobre Alfa Jung JaeHyun que movía cielo y tierra para cumplir dichos antojos.

Así era el día a día de la pareja, hasta que TaeYong cumplió cinco meses y fueron a la cita con el obstetra para descubrir el sexo de su bebé.

En la habitación con paredes blancas, una camilla con sábanas color azul donde descansaba el castaño y su lado, había un monitor donde podrían ver a su bebé. La doctora Kim observaba que todo estuviera bien para la ecografía mientras JaeHyun se acomodaba al lado de su esposo y le daba tiernas caricias en la mano.

— Bueno cariño, levanta un poco tu suéter por favor. —Mencionó la beta mientras agarraba la botella con gel a base de agua y aplicó en el vientre y pelvis del pálido.

TaeYong estaba acostumbrado al gel frío en su vientre y ansioso por lo que seguía, dirigió su mirada al monitor. JaeHyun percibía un leve aroma a fresas entre el aroma de vainilla y café del castaño, su pequeño o pequeña estaba bien y tomando un poco de ese dulce aroma en sus pulmones, fijó su vista en el monitor.

La doctora Kim colocó suavemente la sonda manual en el abdomen del omega y les mencionó que la placenta, el útero, cuello del útero y líquido amniótico estaban en perfectas condiciones hasta que el bebé empezó a mover sus manitas, enseñando sus pequeños deditos y luego separó levemente sus piernas y oh sorpresa.

— ¡Es una bella niña! Felicitaciones. —La beta alegremente presionó un botón, tomando una foto de la bebé Jung.

Con lágrimas en sus mejillas y ojitos, TaeYong susurraba.

— Mi pequeña niña.

— Nuestra pequeña niña, Yonggie.

La beta le tendió al alfa una toalla desechable para que limpiara el vientre del omega y de pasó dejó tiernas caricias antes de acomodarle el suéter al castaño. Dieron gracias a la pelirosa y antes de salir, la doctora les entregó la ecografía.

La pareja estaba tan feliz por la noticia que a JaeHyun no le importó perder un día de trabajo yendo al centro comercial con su esposo, además él era el jefe, una simple llamada a su secretaria y todo arreglado.

Caminaban por los pasillos del centro comercial, entrando y saliendo de las tiendas. Compraban vestiditos, mamelucos, falditas, camisas, toda la ropa que vieran para su princesa pero tampoco vamos a olvidarnos de los peluches, la cuna, sábanas y las demás cosas que necesitaría la nueva integrante de la familia aunque en el recorrido JaeHyun se la pasó gruñendo a cualquiera que mirara o se le acercara a su pequeño castaño porque siempre sobre protector, nunca in sobre protector.

Estaban mirando peluches pero a TaeYong le llamó la atención un peluche, era un pez azul claro con rayas amarillas y dejando a su esposo hablando solo sobre que ese conejo de peluche rosado era bastante parecido a él, se acercó al pez y tomándolo en sus manos, fue abrazado por el alfa que le tocaba el vientre dulcemente.

— ¿Te gusta ese peluche? —Preguntó el azabache colocando su mentón en el hombro del bajito.

— Es hermoso Hyunnie.

— ¿Quieres llevarlo?

Antes de poder afirmar, su hija dio una leve patada confirmando que ella también quería el peluche. JaeHyun rió suave y alegremente.

— Vale, lo que digan mis dos bebés pero bebé ¿por qué me dejaste solo cuando lo viste? —Dió vuelta al castaño para que quedaran frente a frente con el peluche de pez en medio.

—Mi mami tenía uno parecido, bueno en realidad era mío pero en sus últimos días antes de morir, se lo di. —Los bellos ojitos estaba llenos de lágrimas pero aun así mantenía su dulce sonrisa. — Y al ver este peluche, me recordó a ella.

— Yoonie, ella siempre va a estar contigo y está orgullosa de ti, eso no lo dudes bebé. —Quitando cualquier rastro de lágrimas, besó esos rosaditos y algo pomposos labios.

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Los siguientes meses, fueron una locura debido a que los padres de JaeHyun y la hermana de TaeYong planearon un baby shower, mucha gente asistió a la reunión que tuvieron que hacer en la casa de campo del alfa, la pequeña sin haber nacido ya tenía regalos hasta sus 6 años y si así era sin nacer, imagínense cuando la pequeña Jung esté en brazos de sus padres. TaeYong tenía ocho meses y tres semanas, le dolían muchísimo los pies y su espalda; ni de hablar, sin embargo agradecía que su alfa estuviera a su lado desde que cumplió los siete meses.

La cesaría estaba planeada para el martes de la siguiente semana pero en el anochecer del jueves, TaeYong sintió unas contracciones y pensó que su pequeña se estaba acomodando sin embargo un líquido transparente con algo de sangre entre sus piernas fue suficiente para saber que ya era la hora. JaeHyun había entrado a su oficina por unos papeles pero un "¡JAE, LA PRINCESA VIENE EN CAMINO!" lo dejó en shock, su princesa ya venía. Salió corriendo a la sala, encontrando al omega sosteniéndose del mueble con una mano mientras que acariciaba su vientre intentando calmar a la pequeña.

Agarrando las llaves del auto y celular, tomó en sus brazos al omega que soltaba una que otra maldición, abrió la puerta trasera del auto y recostando con sumo cuidado al pálido, cerró la puerta para ir y sentarse en el asiento del piloto, aceleró importándole poco los límites de velocidad. Agradeció por tener la maleta de la bebé y la de TaeYong en el maletero mientras llegaban al hospital, llamó a la doctora Kim para que tuvieran todo listo cuando llegara y con tranquilizadoras palabras logró relajar al castaño hasta que llegaron al hospital.

El mismo Jung JaeHyun se encargó de cargar y colocar al omega en la camilla, asegurándose de estar a su lado y antes de entrar a la sala de cirugía, le pidieron que se cambiara y a pesar de que su esposo iba a estar anestesiado, él quería presenciar el nacimiento de su princesa. La doctora Kim fue la que tuvo el honor de sacar a la pequeña Jung a este mundo. Luego de que limpiaran a la pequeña, el alfa la sostuvo en sus brazos y se sintió completo sin embargo debían llevarse a la bebé para unos exámenes y TaeYong a una habitación para que descansara.

Unos veinte minutos después TaeYong despertó y en sus brazos estaba una bebé que apretaba el dedo meñique de JaeHyun, que estaba sentado a su lado.

— Bebé, te presento a la princesa, Jung YiJjwo*

La sonrisa de ambos irradiaba alegría y ternura, su bebé era hermosa había heredado la naricita y labios rosas del omega pero sus ojitos y color de piel eran sin dudar del alfa, su princesa era la perfecta representación de amor del alfa y él.

— ¿JaeHyun-ah?

— ¿Si, bebé?

— Nunca dejes de tocar mi abdomen.

Todos los créditos a GxldenUnnie

*¹ decidí no colocar a Ruby ya que esta falleció, por ende coloque a Ddaegal la perrita de ChenLe

*² Lee YoungHeum es el nombre coreano de Chittaphon - Ten

*³ YiJjwo es el nombre coreano de NingNing - æspa