Una historia Jackunzel con pizcas de Mericcup, si no te gusta el Jackunzel no la leas, evita poner comentarios ofensivos hacia un crossover, gracias.
>Capítulos largos.<

Historia dedicada a TheOne-EyedOwl ❤️ (July, por si se cambia el nombre y se me olvida actualizarlo)

-¡Te dije que la dejaras en paz!

Mi hermano había sido el primero en lanzar el golpe. Estaba furioso y harto. Tantas veces había intentado hablar y negociar con aquel hombre, pero simplemente era imposible mantener una conversación con Drago Mano Dura. Hiccup estuvo tratando por varios años de defenderme de él, intentando acuerdos de paz y armonía en un lugar que era todo lo contrario. Y hoy, después de tres años su paciencia había explotado.

-¡No la vuelvas a tocar así nunca!

Y otro golpe fue incrustado en su mentón. Mi corazón emitía latidos desesperados y mis manos empezaban a sudar. Drago no se estaba defendiendo y tenía una mirada sería. Tenía miedo, no sabía de lo que él era capaz de hacerle a mi hermano. Me acomodé los tirantes de mi vestido y corrí hacia Hiccup para detenerle antes de que lo hiciera enfadar más.

-Basta Hiccup, estoy bien- mi voz temblorosa se hizo presente, lo abracé por atrás en un mal intento de calmarlo.- Por favor- susurré.

-Suéltame Rapunzel- negué levemente con mi cabeza apretando más mi agarre- ¡Suéltame! ¡Le voy a dar su merecido a ese imbécil! ¡Suéltame de una maldita vez!

Un golpe se escuchó y ambos caímos al suelo.

-Vete de aquí Rapunzel, ve a buscar ayuda- habló rápidamente con un tono de súplica en su voz. Quería decirle que no, que ambos iríamos pero eso no sería posible así que asentí, y me levanté del frío y sucio piso con ayuda de Hiccup dispuesta a salir de ese lugar.

-Mueves un solo dedo y lo mato- mi cuerpo se estremeció al escuchar esas palabras roncas cargadas de furia provenientes de aquel hombre. Mi corazón aceleró más su pulso y mi miedo aumentó. Temía por mi vida y por la vida de mi hermano.

-Deja de hablarle de esa manera. Ella no es tu esclava, ni yo tampoco así que...

-¿Sabes que me has soltado dos fuertes golpes en la quijada, Hiccup?- preguntó sin apartar la vista de mi.

Hiccup gruñó y se lanzó hacia él, cerré mis ojos sabiendo cuál sería el resultado. Escucho otro golpe y el cuerpo de mi hermano chocar contra el piso, más pisadas y otros golpes.

-Veo que has olvidado tú lugar. Y no sabes cuánto vas a pagar por eso.

Abrí mis ojos al escuchar quejidos y jadeos por ambas partes. Aún con la escasa luz que había en el lugar podía ver perfectamente las expresiones de cada quien. Hiccup no se dejaría acobardar por aquel ser gigantesco, pelearía hasta el final, hasta que consiguiera que él me dejara en paz. Y en la expresión de aquel ser de cabellos negros y ojos oscuros había deseo de venganza, deseo de matar.

Él era mucho más fuerte, hábil y grande que mi hermano y yo. Una sola cachetada nos dejaba tumbados en el suelo un par de minutos y ahora estaba golpeando todo su cuerpo. Y no se detendría. Sabía que él ganaría, porque Hiccup no era tan fuerte como él, Hiccup era rápido pero eso no sería suficiente y Hiccup era pequeño, todavía no había crecido lo suficiente.

-¡Basta! ¡Basta detente!- un grito lleno de desesperación salió de mi garganta. No estaba segura a quien de los dos le gritaba, pero necesitaba que pararan. Ambos hombres me ignoraron y siguieron en lo suyo. Me acerqué a ellos molesta, Hiccup era demasiado terco, demasiado estúpido para darse cuenta que podría morir y rompería la promesa que hicimos años atrás.

-¡Basta Hiccup! ¡Ya para!- supliqué sintiendo angustia por todo mi cuerpo. El puño de Drago Mano Dura se estrelló en mi pómulo izquierdo haciéndome caer.

-¡Rapunzel!

-¿Ves lo que me hiciste hacer? ¡Esto pasa por tu estúpida rebeldía. Y quién va a pagar las consecuencias futuras será ella!

Escuchaba sus voces a lo lejos, estaba mareada y cansada el olor a sangre se hizo presente en mis fosas nasales. Me tallé los ojos para que mi vista volviera a la normalidad sintiendo en el proceso un agudo dolor en mi ojo izquierdo, me quejé un poco y aparté las manos de mi cara. Pude ver que había muchas cosas rotas a mi alrededor y a lo largo de todo lo que se suponía era la sala, cerca de la chimenea estaba mi hermano tirado siendo pateado por aquel hombre.

-Hiccup- murmuré. Me senté en el suelo tocándome la cabeza, me dolía y el mundo seguía dando vueltas. Cerré mis ojos nuevamente y respiré hondo para así poder sentirme mejor y ver que es lo que había pasado. Los golpes se escuchaban más claros y reaccioné al recordar lo que estaba sucediendo. El temor volvió a mí y mi corazón bombeó más fuerte; abrí instantáneamente mis ojos y vi que Hiccup estaba inmóvil, ya no se sostenía como hace unos segundos atrás, estaba quieto y aquella bestia no se detenía. Me levanté rápidamente y fui hacia el cuerpo inerte de mi hermano, antes de que recibiera otro golpe. Llegué a él y lo abracé esperando recibir el golpe.

>>Por favor cumple tú promesa, por favor<<

-Quítate Rapunzel- habló fríamente respirando agitadamente. Tomé aire y un poco de valentía para responder.

-Basta, por favor señor, se lo suplico- las lágrimas estaban haciendo aparición y mi voz salió débil y temblorosa.

-La escoria de tú hermano se lo buscó, este es su castigo por usar ese tono conmigo y atreverse a levantarme la mano- no lo miré, no quería hacerlo. Sentía las ropas mojadas de Hiccup sabiendo que no estaban empapadas de sudor.

-L-lo se señor. M-mi hermano suele ser terco, pero no volverá a pasar, lo prometo- levanté mi rostro y me atreví a verle. Sus ojos estaban llenos de ira y cansancio. Me miró de arriba a bajo y soltó una pequeña y escalofriante risa.

-El muy idiota creyó que podría protegerte a como dé lugar siendo un débil bueno para nada.

Soltó lo que traía en su mano y se dio la vuelta. Cuando ya no escuché sus pasos y estuve segura que se había ido miré el piso, lleno de manchas de sangre y luego miré a la persona que sostenía en brazos. Derramé lágrimas al ver el cuerpo herido y maltratado de mi hermano, me acerqué delicadamente a su pecho y rogué por qué estuviera vivo.

-No me dejes- escuchaba como las gotas de lluvia chocaban violentamente con el techo de la casa- por favor.