Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

∆Capítulo 33∆

Miraba cómo los rayos de Sol entraban lentamente a la habitación, apenas y se notaban. Las lentas y pausadas respiraciones de Jack me daban un poco de calma, a pesar de los intentos por volver dormir no pude lograrlo.

Mi estómago ruge y decido levantarme a hacer al fin aquel chocolate que calmaría mis nervios. Podría hacer chocolate para todos a pesar de que está comenzando la época de calor.

Salgo de la cama sin hacer mucho movimiento y me dirijo a la puerta, alisándome el cabello. La nueva casa donde estábamos era de un solo piso por lo que llegar a la cocina era más rápido. Abro el refrigerador sacando dos litros de leche, busco el chocolate en barra sobre la alacena y un pozillo en dónde hacerlo.

Suelto un suspiro cansado al esperar que la leche hierva. No había parado de pensar en lo que debía hacer ahora. Seguir escondiéndome no era la mejor opción, siempre me encontraría no importa que tan lejos esté... Pero no podía ir con él, por más que lo piense no puedo hacerlo, no quiero. Él no aceptaría mi cuerpo para salvar la vida de alguien más.

"Escúchame golfa tú me perteneces, toda tu me perteneces y si llego a saber que tienes a alguien más lo mataré, le sacaré los ojos y cortaré sus manos. Y una vez que haya incinerado sus restos, mataré a tu hermano y tu no volverás a ver la luz del Sol ni conocerás la clemencia.  ¡¿Quedó claro?!"

Dejo caer las dos barras de chocolate al pozillo y muevo un poco.

Aprieto mis labios evitando una mueca, conocía el riesgo, sabía que si aceptaba mis sentimientos hacia Jack estaba poniéndolo en peligro... Y cuando acepté una relación más formal dicté su sentencia.

No.

Yo merecía estar con la persona que me gustaba, ya había desechado a alguien por temor a que lo lastimara, había decidido no llevar mi relación con Eugene al otro nivel porque no quería perderle... Y ahora que había tomado el riesgo con Jack... No lamentaba mi decisión, solo que esperaba inocentemente que Drago no se enterara jamás.

Yo merecía estar con Jack.

Merecía ser feliz a su lado.

No puedo dejar que él lo lastime pero tampoco puedo dejar que me lastime a mi o a Hiccup.

Suelto un leve gruñido revolviendo el chocolate, molesta y angustiada por saber que cualquier cosa que haga mal repercutirá en Hiccup. Estoy segura que si tiene la oportunidad me hará elegir entre mi gemelo y mi novio... Y aunque él y yo supiéramos la respuesta no quisiera que eso pasase. No me lo perdonaría jamás.

¿Cómo podía protegerlos al mismo tiempo que yo debía protegerme?

Escucho ligeros pasos a mis espaldas y un escalofrío recorre mi espina dorsal, me giro con rapidez viendo el enmarañado cabello de mi mellizo. Todavía no me acostumbro a la idea de que es castaño.

-Buenos días, preparo chocolate caliente, ¿quieres una taza?

Ayer no había podido hablar, estaba tan absorta en aquella terrorífica llamada que no podía pensar en otra cosa que sobrevivir y que había sido una idea estúpida. Este era el momento para dejar las cosas en claro y poder estar ambos en el mismo canal.

Hiccup mira la olla humeante y niega.

-Ya está listo. Toma.

Saco de la alacena una taza de cerámica y la limpio antes de servir el chocolate. Me acerco al castaño y se la entrego con un intento de sonrisa. Hiccup acepta con una ligera molestia.

-Hicc tenemos que hablar- le aviso dirigiéndome a la alacena por una taza para mí.

-No sé ni qué hora es, no tengo ganas...

-Es importante- interrumpo- después de tu intento de venganza debemos estar más unidos. Sabes que él no se cansará hasta que estemos en sus garras de nuevo. No podemos cometer el mismo error dos veces.

-¿Y cuál fue nuestro error la primera vez?- murmura recargándose en la mesa.

-Comunicación- respondo lo más tranquila posible. Hiccup no dice nada y tomo un sorbo del chocolate antes de continuar- me enteré que tenías pensado escapar del país, solo te hacían falta los papeles con la documentación falsa.

Hiccup parecía ligeramente sorprendido pero no dijo nada, así que seguí, aclarándome la garganta.

-Sé lo que Drago te hizo y... Te entiendo. Yo en serio lo lamento yo no sabía y entiendo porqué no querías hablar...

Me callo al notar que estaba balbuceando cosas y no llegaba a ninguna parte. Hiccup estaba tenso y con la vista en su chocolate. Suelto un suspiro para aclarar mis ideas y no hacer que mi hermano mal entienda todo.

-Quiero decir que, ya lo sé todo y a pesar de que me lo ocultaste te perdono. Si quieres hablar sobre eso yo estoy dispuesta a escuchar y sobre todo a no juzgarte... Pero te pido lo mismo, Hicc yo jamás hice algo porque quería hacerlo, Drago me manipuló y me...

-No tengo ánimos para esto Rapunzel. Estoy seguro que esta conversación puede esperar. Estaremos bien si solo lo ignoramos por un poco más.

-¿Ignorarlo?- pregunto incrédula- Quieres que finja que no sé que has sido...

-Si eso quiero Rapunzel. Quiero enfocarme en el presente, en el futuro. Tenemos que estar juntos y solo ignorando el pasado podemos lograrlo.

Nos quedamos en silencio un momento. No podía hacer lo que me pedía. No podía fingir que nada había pasado cuando anoche había sentido aquel temor recorrer cada parte de mi cuerpo, había pensado que Jack era aquel demonio y que estaba drogada. No podía fingir que nada había pasado cuando mi gemelo había quemado las propiedades de Drago en un arranque de ira.

-No puedo Hiccup, no puedo hacerlo. Y si no quieres hablar nada de tú vida está bien, pero yo hablaré de la mía porque yo no soy una chica fácil que le abrió las piernas a ese imbécil una vez que te secuestraron- mi tono de voz era más duro y agrio, el nudo en mi garganta dolía pero no dejaría que fuera un impedimento para mí el explicarle a Hiccup.

-Para, por favor no quiero...

-Dijiste que te daba asco, ¿sabes cuántas veces no soñé en eso? ¿Cuántas veces me he sentido culpable por lo que pasó? Si, y-yo fui la zorra de Drago pero no porque así lo quise, yo no llegué a ningún acuerdo con él antes de que me violara. Todo lo impuso él y juro que luché, luché por no convertirme en un objeto para usar y des...

-¡No quiero saberlo!- grita, poniendo la taza sobre la mesa- No me interesa Rapunzel, no quiero saber lo que te hizo o lo que no.

-Hace dos días estabas muy interesado en saberlo- comienzo a enojarme.

-Si, hace dos días hoy ya no. Te creo ¿ok? Yo... Lamento haber reaccionado de esa manera y haberte dicho eso. No era cierto.

Muerdo mi labio con fuerza negándome a llorar.

-Mírame a los ojos y dímelo.

Hiccup se quedó callado sin hacer ningún movimiento.

-No puedo- murmuró.

-Cuando Ariel esparció el rumor de que... De que eras gigoló, y te pregunté esa noche si era verdad. Te miré a los ojos y te dije que no me mintieras, que si era cierto encontraríamos la solución. Que yo te seguiría queriendo ¿y qué fue lo que me contestaste?

Silencio de nuevo.

-Dijiste que todo era mentira y que lo solucionarías. Me mentiste, me miraste y me mentiste Hiccup. ¿Sabes cuántas veces defendí tu nombre? ¿En cuántos problemas me metí para que dejarán de decir esa difamación? Creía en tí, confiaba en ti y cuando sucedió lo de Drago pensé "no sé cómo se lo diré a Hiccup, pero espero que me entienda y me apoye tal y como yo lo he hecho."

Mi voz temblaba pero no era pro tristeza, era por rabia. Me había molestado el hecho de que Hiccup no pudo decirme a la cara la verdad, yo entendía que no era algo fácil de aceptar y de decir, pero... Él sabía lo difícil que era y aún así me dijo y me miró tan horrible... Estaba cansada de que solo yo intentara entenderlo, Hiccup debía hacer su parte como hermano y ponerse en mis zapatos también.

-No era sencillo Punz- habló despacio, levantando un poco el rostro- la gente ignora muchas cosas. Si a una chica es difícil creerle que ha sido abusada a un chico es peor, te acusan de homosexual o de mentiroso. ¿Cómo puede un hombre violar de un joven sin que éste se le haya insinuado? Eso fue lo que me dijo la policía cuando lo denuncié. Se burlaron de mi y no me creyeron, por más pruebas que les di no lo hicieron. Porque a los hombres no les suceden esas cosas, si fuera mujer ya tomarían un poco de acción pero no con un hombre... ¿Sabes cuántos niños violan al día? ¿Cuántos jóvenes y no pueden decir nada porque se burlan de ellos y les ejercen más violencia? Yo simplemente no podía decírtelo porque me daba vergüenza, pensaba que era culpa mía y que si no te lo decía estarías mejor

Mi corazón se comprime y un vacío en mi interior me estremece. Eran pocas las veces en que Hiccup dejaba mostrar sus sentimientos, era una de las pocas conversaciones sinceras que teníamos. Me acerco un poco a él para abrazarlo pero me rechaza, haciéndose para atrás mientras se limpia sus ojos con el dorso de su mano.

-Lamento no ser el hermano que siempre soñaste, hice lo mejor que pude.

Abrí mi boca para hablar pero la cierro al escuchar que los demás ya se habían levantado y venían hacia aquí. Hiccup aprovechó aquello para salir de la cocina y escapar de mi. Dejo escapar otro suspiro, pensando en si debería hacer caso y esperar un poco más a hablar con Hiccup sobre esto.

La mañana se pasa bastante rápido, había un ambiente de tensión por parte de todos nosotros, no hablábamos mucho y tampoco contábamos chistes. Me disculpé con Fred sobre su mansión y por todos los problemas que podríamos causarle en un futuro.

Debíamos marcharnos pronto, si nos quedábamos más días él podría dar con mi paradero y no quería que otra residencia de Fred estallara.

Encuentro a Eugene sentado en un columpio del patio trasero, tomo lugar a lado de él esperando que pueda ayudarme a crear un plan B, en estos momentos era la persona en que podía confiar más.

-No sé qué hacer para proteger a ambos... Ni si quiera sé si eso es posible- comento angustiada mientras me elevo en el columpio.

-¿Jack lo sabe?- pregunta, aumentando la velocidad hasta alcanzarme.

-Sabe que está en peligro y que puede incluso morir... Pero no quiero que eso suceda. Todos aquí corren peligro y si yo me alejara...

-No vas a entregarte, no lo harás. No te dejaré.

-No pienso hacerlo, anoche pensé en esa escalofriante posibilidad y no lo aceptará. El señor Mano Dura me dejó muy en claro que sí yo salía con alguien lo mataría sin importar cuánto estuviera dispuesta a ofrecer.

Nos quedamos en silencio unos segundos, mi mejor amigo me miró pensativo.

-Es por eso que tú y yo...

-Si- asiento soltando aire- creo que, la única manera en que no le pase nada es que actuemos antes. Dejar de ser los ciervos y convertirnos en cazadores.

-¿Y si termináramos con esto?- pregunta y no entiendo a lo que se refiere- Tal vez, la única solución sea matarlo. Ya muerto no puede hacer nada.

Lo miro sorprendida intentando ver los pros y contras de aquella idea.

-Eso... No lo había pensado.

-Hiccup me lo propuso y al inicio me había rehusado pero creo que es una solución que no puede pasar desapercibida. Terminas con su vida y te vas del país, de otro modo, él terminará con la vida de todos y te llevará a quien sabe dónde.

El aire juega con nuestro cabello y pienso si sería buena idea. Eugene tenía un punto a favor, si yo no hacía nada Drago terminaría matando a todos justo como prometió. ¿Cuánto tiempo más iba a esperar a que comenzara a arrebatarle la vida a las personas que amo? Debía darme prisa.

-Puedo seguir enseñándote técnicas de defensa personal y Mérida es buena con armas de fuego, su padre era cazador y le enseñó bien. No confío en ella pero es la mejor opción que tenemos para que nos guíe a todos.

Lo miro todavía indecisa. Era peligroso, había visto varias veces como aquel diablo le quitaba la vida a varias chicas y luego me apuntaba a mí. Le temía, demasiado, era peligroso sin arma y con una lo era el triple.

-Tal vez... Las clases de patear traseros podemos retomarla, lo otro... Lo pensaré esta noche.

El chico de ojos avellanas sonríe y asiente.

-Hablando de otra cosa, ¿tú cómo estás? Necesito escuchar algo bueno en estos momentos- me animo a preguntar recordando que eran los últimos días para que mi amigo recibiera respuesta de la universidad.

-Me quedé- responde con una gran sonrisa en su rostro. No puedo evitar gritar de felicidad y bajo del columpio para abrazarle. Eugene para su columpio y recibe el abrazo gustoso.

-¡Felicidades! ¡Serás el mejor contador del mundo!

-¡Gracias!

Una vez que terminamos de abrazarnos lo miro a los ojos irradiados de felicidad.

-Irás a la universidad, ¡es increíble Eugene! Debemos celebrarlo, decirle a los chicos- animo.

-Bah, no creo que sea momento...

-¡Claro que sí! ¡No todos los días mi mejor amigo es aceptado por las mejores universidades de Solaris! Vamos a contárselos y te prepararé ese pastel de fresas que tanto te gusta. Vamos.

Decir que Eugene estaba emocionado y alegre era poco. No dejó de sonreír en todo el día y el resto de nosotros tampoco.

Eugene había sido huérfano y vivió en las calles tres años antes de que el orfanato lo encontrara y después los padres de Fred decidieran adoptarlo. El hecho que haya decidido aprovechar las oportunidades que se le fueron abriendo hasta conseguir sus metas era alentador para mí, estaba orgullosa por mi mejor amigo, por la persona en que se había convertido y en lo lejos que estaba llegando.

Cada uno le dió palabras de aliento y ánimo para su nueva etapa. Celebramos aquella buena noticia como nunca antes, al parecer todos necesitábamos algo bueno en nuestras vidas y que mejor que la noticia de que uno de nosotros continuaría sus estudios.

-Miren esto- Fred muestra una vieja cámara instantánea- creo que todavía sirve. Tomemos unas fotos para este momento.

Festejamos su victoria y su cumpleaños que sería dentro de tres días. No sabíamos si tendríamos la oportunidad de festejarlo como se merece así que decidimos improvisar con algunos juegos de mesa, regrescos y comida casera para que tuviera la mejor fiesta de todas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro