Al final ambos nos quedamos en la cama y sin aliento en un agradable silencio hasta que Jack se giró y me habló: ¿Que te ha parecido, querida?
Ha estado muy bien, Jack- conteste sinceramente
Ya casi es la hora- dijo Jack mirando su reloj y poniéndose repentinamente serio
No tienes que ir, Jack-fije- es una trampa
Lo se-dijo- pero debo ir
No vayas-dije- no quiero perderte
Jack me miró a los ojos un momento y dijo: De acuerdo, no iré
Gracias Jack-dije sonriendo
Tienes sed o hambre- pregunto Jack levantándose
Si, me tomaría un cafe- conteste
Te lo traigo, querida- dijo Jack
Gracia-dije
Y así el asesino se fue y me quedé sola en la cama pensando en los últimos acontecimientos de mi vida y en cómo habían cambiado las cosas en tan poco tiempo y todo gracias al asesino que me había enamorado, estaba perdida en mis pensamientos cuando el susodicho apareció con dos tazas.
Gracias Jack- dije cogiendo una de ellas
Denada, querida- dijo el asesino- bebe tranquila
Y tras oírle bebí el café solo para sentirme repentinamente cansada y al ver la cara de Jack la cual mostraba arrepentimiento supe que la había drogado y que el iría al encuentro y cuando estaba a punto de cerrar los ojos el asesino se agachó y me susurró a la oreja: Lo siento, querida pero es lo que debo hacer y dicho esto cerré los ojos justo cuando sentía que el asesino se levantaba y entonces perdí la conciencia.