A través del valle de la muerte.

― Ay. - Ow - Ow-  Está bien, esta arena ardiente realmente duele. No sé cuánto más rápido puedo caminar, Benny.

Benny hizo una mueca. ― Sé lo que quieres decir. ¡Ay! ― Apagó una llama de la suela de su bota.

― Pensé que estas botas nos darían algo de protección. ― se quejó Ethan.

― Bueno, imagina caminar con los pies descalzos. ― señaló Benny. Ethan asintió con la cabeza.

El par ya no estaba a la vista del bosque, y habían estado saltando efectivamente sobre la arena por algún tiempo. Ahora el desierto parecía extenderse infinitamente en todas las direcciones. En cada otro paso, uno u otro hizo una mueca cuando el calor penetró sus zapatos.

― ¿Cuánto más crees que debemos avanzar? ― preguntó Benny

Ethan se encogió de hombros. ― No creo que este lugar tenga las dimensiones adecuadas. Supongo que llegaremos allí cuando lleguemos allí. Solo tenemos que seguir, ¡ah!.

― Está bien, pero si terminamos de vuelta en ese bosque, yo ...

― ¿Harás qué, Benny?

― Uh... ― Se quedó en silencio por un momento.

― Es extraño que no hayamos visto a nadie aquí. ― comentó Benny.

― Excepto ese tipo en el bosque.

Benny hizo una mueca. ― Oh, sí. ¿Qué crees que hicimos para merecer eso?

― No lo sé, pero espero no haberlo hecho. ¿Qué crees que castiga esta arena?

― ¿A las personas que les gustan sus pies? ― gimió Benny, saltando un poco más alto para levantar ambos pies del suelo a la vez. ― Eso está un poco mejor - ¡Ay! ― Cuando aterrizó, un pequeño chorro de arena se alzó hasta el tobillo, quemándolo ligeramente.

― Oye, ― dijo Ethan, ― ¿es ese un grupo de personas allá? ― Él señaló. Un poco más allá había una serie de formas en el horizonte. ― Quizás nos puedan ayudar.

Benny parecía dudoso. ― Son personas condenadas al Infierno, lo que probablemente los haría malos, o demonios que atormentan a las personas en el Infierno. Lo que probablemente sería peor.

― Aún así, es mejor que nada, ¿verdad? ― dijo Ethan, optimista, y alterando la dirección de sus lúpulos saltos indignos para encontrarse con ellos.

― ¡No! ― dijo Benny, preocupado. ― ¡Probablemente sea peor que nada!

Ethan, ignorándolo, continuó hacia el grupo. Benny lo siguió de mala gana, murmurando sobre sus objeciones a la idea.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

― Bien, Rory, ¿puedes ver algo más adelante?

― Sí, parece que hemos llegado al final de la gente gris. Ahora solo hay una cola masiva.

Sarah levantó la vista del mapa.

― Oh.

Frente a ellos se extendía una gigantesca línea de personas, todas ellas vestidas con tela negra.

― ¿Qué es esto, la línea de cola eterna? ¿Para los pecaminosamente impacientes? ― Rory se rió de su propia broma. La atmósfera, si fuera posible, parecía volverse un poco más intimidante.

― ¿Rory...? ― La voz de Sarah tembló ― No más bromas ...

Rory parecía avergonzado. ― ¿Qué crees que están esperando?

Sarah consultó el mapa. ― Parece que hay un río aquí. ¿El... Acheron? Tal vez están esperando cruzar.

Rory frunció el ceño. ― Deberíamos intentar avanzar.

Para sorpresa de ambos, nadie en la fila se inmutó al verlos avanzar frente a ellos.

―Esto es el infierno, la espera probablemente no sea el verdadero castigo... ― observó Sarah. ― Entonces, ¿alguna señal de este río?

― Creo que sí, sí ... ― dijo Rory, en un tono asombrado.

Sarah volvió a levantar la vista del mapa y abrió la boca. Frente a ellos había un inmenso río, cayendo en enormes cascadas a intervalos regulares. El agua era muy clara y podían ver peces extraños y terroríficos nadando aparentemente sin esfuerzo en la fuerte corriente. Un letrero, un testimonio con un extraño sentido del humor, había sido clavado en la orilla del río.

― Río Acheron. No nadar Por orden.

― Está bien, entonces. ¿Qué pasa con un bote? ― Sarah regresó a la fila. Eso era exactamente para lo que estaban haciendo cola. Sin embargo, la pequeña nave no parecía que fuera necesaria para muchas personas, y no había forma de que ella y Rory pudieran escabullirse sin ser descubiertas.

Insegura, se volvió hacia Rory. ― ¡No sé cómo vamos a cruzar! ¡Estaremos atrapados aquí para siempre! ― ella gimió.

Rory la miró con el ceño fruncido. ― ¿De qué estás hablando, Sarah? Por supuesto que podemos cruzar.

― ¿Es este otro de tus chistes?

― No ... ― Rory agitó los brazos a los lados. ― ¿Aletea? ¡Podemos volar, Sarah!

Ella lo miró fijamente, convencida de que finalmente había perdido la cabeza. Al ver esto, Rory puso los ojos en blanco y flotó a unos centímetros del suelo. Lentamente, la comprensión apareció en su rostro.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

―¡Hola! ― gritó Ethan, alegremente, mientras se acercaban al grupo. Ahora que estaban más cerca, estaba claro que todos eran humanos, y que todos estaban corriendo, obviamente para escapar de la quema de las arenas. Si iban a hablar, entonces Ethan y Benny probablemente tendrían que ir un poco más rápido para mantenerse al día.

― ¡En serio! ― Siseó Benny. ― ¿Así es como has decidido hablar con la gente en el Infierno? Solo camina hacia ellos con un amigable '¡Hola! y esperas que te hablen? Estas son malas personas, Ethan. Probablemente.

― Bueno, ¿cómo lo abordarías? 'No me mates, no me mates, no me mates, por cierto, ¿cómo salimos de aquí, no me mates?' ― Contraatacó sarcástico.

Benny frunció el ceño ante la burla de Ethan hacia él. ― Bueno, sí, ¡en realidad!

― Hola, somos canadienses. Tenemos estándares que mantener.

Benny solo suspiró. ― Bien. Pero si nos matan... ― Hizo una pausa, y luego sacudió la cabeza con resignación. ― Una vez más, no tengo nada con lo que terminar esa frase.

― Vamos. Conozcamos a algunas personas muertas.

― ¿Por qué estás tan alegre con esto, Ethan?

― Es realmente una de esas situaciones de risa o de llanto. ― Ethan le sonrió a Benny, quien, por primera vez, notó la ventaja maníaca. Saltó un poco más lejos de él.

― Bueno, perdóname, pero probablemente estoy del lado del llanto...

Preparándose para correr, Ethan finalmente se encontró con el grupo de personas. ― ¿Hola? ¿Alguien?

Para su consternación, fue ignorado por todos los que habló. Todos solo miraron al frente, enfocados en correr. ― Ahora sabes cómo me siento. ― murmuró Benny.

― Bueno, no parecen violentos, ¡eso es una ventaja! ― dijo Ethan.

― Por otro lado, ¡no estamos mejor! ¿Hola? ¿Alguien puede ayudarnos? ― llamó a Benny. ― ¿Alguien habla inglés?

― ¿O francés? ―  poner en Ethan. Benny lo fulminó con la mirada. ― ¿Qué?

― Sabemos, como, tres frases en francés entre nosotros. Lo cual está bien, siempre que queramos saber cómo llegar a la piscina. Aunque eso podría ser bueno, ¡no creo que tengan una aquí abajo!

Ethan asintió con la cabeza. ― Oh, sí. Creo que Rory habla bastante bien el francés, pero no hay forma de que esté aquí para ayudarnos. ― llamó al grupo. ― Bien, ¡olviden el francés!

Cerca de la parte posterior del grupo, un hombre de cabello largo llamó la atención de Ethan. Luego miró a Benny e hizo un pequeño movimiento con la cabeza, lo que indica que se unieran a él. Parecía vagamente familiar, pero ninguno de los chicos podía ubicarlo. Sintieron que realmente deberían prestar más atención en la escuela.

Corrieron hacia él y luego lo siguieron. Los miró con tristeza. ― Tan jóvenes... ― murmuró, un poco melancólico.

― ¿Por qué nadie nos habla? ― preguntó Ethan, entre jadeos.

―La mayoría de ellos no hablan inglés, y gran parte del resto se ha concentrado demasiado en su castigo. Les ha quitado todo, todo este desierto, año tras año, cada uno más largo que el anterior... Más eterno. Siempre disfruto conocer nuevas compañías, pero es triste ver gente tan joven como ustedes dos aquí.

― Bueno... ― jadeó Benny. ― ¡no tenemos la intención de quedarnos!

El hombre frunció el ceño. ― ¿Crees que puedes escapar de tu tormento?

― No estamos muertos. ― dijo Ethan. ― Al menos, no creo que lo estemos. Acabamos de despertar aquí, junto al bosque.

― ¿No fuiste juzgado? ― preguntó el hombre, incrédulo.

Benny sacudió la cabeza. ― Pero realmente no estoy interesado en esta cosa de correr... ― jadeó. ― ¿Qué han hecho para merecer esto?

― No me atrevo a decirlo... ― dijo el hombre, mirando hacia abajo.

― Vamos, ¿qué hiciste? ― preguntó Benny, con una sonrisa inquisitiva. ― ¿Matar a alguien? ― Miró a su compañero con una curiosa curiosidad.

― ¡Benny! ― Regañó Ethan. Le sonrió disculpándose al hombre, que solo parecía un poco confundido.

― Si ustedes dos no lo saben, entonces... ― El hombre hizo una pausa. ― Si realmente no están muerto, entonces, he oído hablar de otro solo que ha caminado por este camino mientras aún está vivo.

― ¿Quién? ― preguntó Ethan, ahora respirando muy fuerte.

― Fue hace siglos. Él escribió su viaje como un poema, y ​​fue guiado por el propio Virgilio, eso dicen.

― ¿A dónde fue él?

― Abajo. ― dijo el hombre. ― Debes dirigirte al centro del infierno. Según la leyenda, hay una salida allí. Si no estás muerto, entonces quizás regreses a la Tierra desde allí. Aparte de eso, no sé qué más puedo decir aparte de eso, espero que sea de alguna utilidad para ustedes.

Miró a su alrededor. ― Ahora estamos en el punto más cercano de nuestro circuito al borde de este desierto. Si te diriges a la izquierda desde aquí, pronto deberías llegar al siguiente círculo.

― Gracias. ― jadeó Ethan. Benny, demasiado sin aliento para hablar, simplemente asintió con la cabeza.

― Vete. ― dijo el hombre. ― ¡Y buena suerte!

Mientras se alejaban corriendo, disminuyendo el ritmo en su agotamiento, ignorando el creciente calor debajo de sus botas, los saludó malhumoradamente y siguió corriendo con el resto del grupo, allí para esperar el resto de la eternidad.

― ¡Vamos, Benny! ― jadeó Ethan, su rostro rojo brillante por el esfuerzo.

― ¡Pensé, después de que terminaramos, en la clase de gimnasia, nunca tendríamos que correr otra vez! ― Benny finalmente se las arregló, agarrando una puntada.

― Tal vez, deberíamos haber... ―  Ethan estalló en un espasmo de tos. ―  tratar de mantener el ritmo, en lugar de hacer todo lo posible para hacer lo menos posible.

Se tambalearon por la arena caliente, cada vez más y más despacio. Finalmente, sin tener en cuenta el dolor del fuego, Ethan se dobló y se detuvo, completamente sin aliento. Benny también se detuvo. Después de un tiempo, cuando Ethan se recuperó un poco, se dio cuenta de que sus pies no se estaban quemando.

― Oye, Benny, ¿soy yo o es más fresco ahora?

Cuando no obtuvo respuesta, forzó la cabeza hacia arriba. Benny estaba apoyado, exhausto, contra una roca, mirando atónito en silencio el enorme abismo que se abría frente a ellos. Definitivamente habían llegado al final del desierto. El abismo de la roca negra, al igual que estaban parados, se hundió en la oscuridad, cayendo tan lejos que parecía no tener fondo. Alrededor del borde corrían tres ríos, uno rojo, uno negro y uno cristalino, pero todos se combinaron en un solo lugar para formar una cascada colosal que cayó al pozo con un rugido tan fuerte que, extrañamente, parecía casi silencioso en sus orejas

― ¿Cómo llegamos allí? ― dijo Benny, mirando a Ethan con la cara decaída.

El infierno parece un lugar horrible 8(