Abandona toda duda

― ¿Rory? ― respingo Sarah, atemorizada. ― ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?

― Estoy muerto, Sarah. ― dijo simplemente. Luego sonrió a su manera habitual. ― ¡Pero has venido a salvarme! ¡Y apuesto a que Ethan, Benny y Erica también han venido!

Sarah permaneció en un silencio aturdido, que gradualmente disminuyó la sonrisa y la expresión alegre de Rory.

― No estas aquí para salvarme, ¿verdad?

― Uh... ¿Dónde es exactamente aquí? ― Preguntó Sarah.

Rory miró a su alrededor. Él sonrió. ― ¡El infierno, por supuesto!

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

― Benny, ¿cómo podemos estar en el infierno? Ni siquiera existe. ― Ethan ahora caminaba de arriba abajo, frunciendo el ceño profundamente.

― ¿Qué, como vampiros, hombres lobo y zombis no existen? ― replicó Benny.

― Sí, ¿pero el infierno? ¡Eso es como una prueba de todo un sistema de creencias!

― Bueno, puede que no signifique eso. Podría ser que es de aquí de donde provienen todas las ideas del Infierno en diferentes religiones. Tal vez de aquí es de donde viene todo el mal.

Ethan lo miró con la boca abierta. ― Gracias, Benny, eso es realmente tranquilizador.

― No hay problema... Oye, espera un minuto... ― Benny se levantó de un salto, luciendo confundido.

Ethan suspiró. ¿Era él el único que entendía el sarcasmo? ― De todos modos, no es así como esperaba que fuera el infierno. No hay demonios ni pozo de fuego.

― ¿Preferirías que hubiera demonios? ― preguntó Benny, incrédulo. ― Y parece que estamos bien en el frente de fuego. ― dijo, señalando su cabello quemado y los dedos tostados de Ethan. ― No, este lugar me recuerda algo. ― Él miró a su alrededor. ― Tiene algo que ver con el diseño. Es como un videojuego que jugué una vez... o tal vez un libro ... ― Frunció el ceño, tratando de recordar. ― Lo que sea. Sin embargo, esta es definitivamente una representación del infierno.

― Creo que sé de lo que estás hablando ahora. El infierno tiene diferentes capas, ¿verdad?

Benny asintió con la cabeza. ―Por el aspecto de este lugar, es circular.

Ethan asintió con la cabeza. ― Y definitivamente estamos bajo tierra, así que tenemos que intentar subir a la superficie.

― Sí, supongo. Es difícil saberlo, pero supongo que estábamos a medio camino.

― Es extraño que no haya nadie aquí. Si esto fuera el infierno, ¿no habría torturas? ― Ethan preguntó.

― Bueno, estoy de acuerdo con que no haya ninguno, especialmente porque nadie me está torturando.

Ethan se encogió de hombros. ― Sí... Entonces, ¿en qué dirección crees que está el muro? ¿A través del bosque?

― ¿Te refieres a ese bosque oscuro, que parece irradiar miedo, y que solo mirar me asusta?

―Ese.

― Esto es el infierno, supongo. Lo más probable es que salir no sea fácil... ― Se pusieron en marcha en el bosque silencioso, manteniéndose muy cerca el uno del otro.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

― ¿El Infierno?― dijo Sarah, sin creerle. ― ¿Cómo puede ser esto el infierno? ¿Dónde están las horcas, el fuego, el azufre? Y, sobre todo, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué estoy aquí? ¿Y cómo moriste, Rory?

Después de balbucear todo eso, Sarah miró bruscamente a su alrededor.

Rory sonrió tontamente. ― Deberías pensar que la última pregunta es obvia... ― Hizo un gesto hacia la estaca en su corazón.

― Sí... ― dijo Sarah, tratando de no mirarlo. ― ¿Quién te hizo eso? ¿Y cuándo?

― ¡No lo sé! ― exclamó Rory. ― Fue justo después de que asumí el Consejo de Vampiros -

― ¡Qué!

― Bueno, er, cuando fui a esa reunión de mitad de año, accidentalmente tuve un poco de la sangre de Ethan sobre mí. Los enloqueció a todos con sed de sangre. Detuve que llegaran a Ethan, pero luego la niebla se puso muy, muy gruesa, y luego, de repente, ¡me empalaron!

― ¿Estas aquí desde hace dos días?― preguntó Sarah

― Sí... ¿No te diste cuenta? ―dijo Rory, sorprendido.

Sarah parecía culpable. ― No ... pensamos que te habías olvidado de aparecer para ir a la playa...

Rory frunció el ceño. ― ¿Estaba en el infierno y fuiste a la playa?

Sarah levantó las manos. ― ¡No lo sabíamos! ¡Si lo hubiéramos hecho, habríamos acertado en tratar de salvarte! ¡Sabes que lo hubiéramos hecho!

Rory parecía herido, pero asintió lentamente, aceptando lo que ella dijo. ― Bueno, estás aquí ahora. Pero si no viniste a salvarme, ¿por qué estás aquí? Definitivamente no estás muerta.

― Bueno, eso es un alivio. ―  dijo secamente. ― No recuerdo cómo llegué aquí. Estábamos caminando de regreso a la casa de Ethan después de cuidar a un monstruo en el lago -

― ¿Conociste al monstruo del lago Ontario? ― dijo Rory, asombrado.

Sarah asintió con la cabeza. ―Sí. Todos los cuarenta y tantos pies de él. Resulta que Ethan puede hablar con los animales.

― ¡Genial!

― Ethan no estaba tan seguro...

Los ojos de Rory se abrieron cuando entendió ― Oh, sí, Ethan y el agua realmente no se mezclan. ¿Sabes que ni siquiera se bañará, tiene tanto miedo de ahogarse?

Sarah levantó las cejas. ― ¿En serio? Guau. Bueno, de todos modos, resolvimos el problema y volvimos a la orilla. Una vez allí, Benny se vengó de Ethan por haberlo enfermado.

― ¿Ethan hizo sándwiches?

Sarah lo miró sorprendida. ― ¿Como supiste?

― Conozco a Ethan. No me comería su comida, y eso que como ratas.

― Sí, bueno, Benny sí, y, er, no terminó bien para él.

Rory hizo una mueca. ― Eww. Entonces, ¿qué pasó?

― Cuando volvimos a la orilla, todos salimos del bote y Ethan, bueno, um, Ethan -

― ¿Aterrizó en...? ― suministró Rory, arrugando su rostro con disgusto.

― Sí ... Cubrió completamente su camiseta, y tuvo que quitársela. Luego Benny no le dio su toalla para cubrirse, y lo hizo caminar a casa así.

― ¡Ethan debe haber estado avergonzado! ― dijo Rory, apenas disimulando su alegría.

Sarah sonrió. ― Bueno, fue algo gracioso ... Pero antes de que saliéramos de la playa, se puso muy brumoso. No recuerdo haber caminado por Whitechapel, y lo siguiente que sé es que me desperté aquí.

― Extraño.

― Más raro de lo normal, que es decir algo.

Rory asintió y pareció pensativo. ― Entonces, si Ethan y Benny estuvieran contigo en la niebla, entonces ellos también podrían estar aquí.

Sarah asintió y miró a su alrededor. ― ¡Eso espero! ¿Pero dónde?

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

― Esta madera es realmente muy espeluznante. ― gimió Benny. ― Los árboles están tan pálidos.

Ethan asintió con la cabeza. ― Nunca había visto algo así antes. Y hay tantas ramas pequeñas que evitar. Tomará años atravesar estos bosques.

Benny suspiró. ― ¡Bueno, por supuesto que lo harás si juegas a proteger cada ramita! Estamos tratando de salir del infierno , Ethan; ¡no estamos en un curso de protección forestal! ―  Con eso, Benny le dio un empujón a Ethan que lo envió tropezando hacia adelante, rompiendo parte de uno de los árboles plateados en el proceso.

Un grito agudo llenó el aire, y del tocón de la ramita brotó una pequeña gota de sangre escarlata, que corrió por el tronco del árbol para perderse en la oscuridad del suelo del bosque, dejando una veta roja en la corteza previamente prístina. .

Finalmente, el chillido se detuvo y los muchachos se quitaron las manos de los oídos. La mancha roja parecía mirarlos acusadoramente.

― Está bien, ― respiró Benny, ― eso fue muy inquietante. Sabes, Ethan, he cambiado de opinión: ¡caminar por la conservación!

Ethan, muy pálido, asintió y se arrastró hacia adelante aún más lentamente que antes, alejándose de cada rama extendida.

― ¿Cómo crees que llegamos aquí? ― preguntó Benny

Ethan frunció el ceño y pasó junto a otra rama. ― No estoy seguro. Lo último que recuerdo es caminar dentro de esa niebla, y luego es solo la sensación de calor en un lado.

― Sí yo también. ― Benny se detuvo de repente, cuando lo que sonó como un aullido llegó a sus oídos. ― Ethan, ¿escuchaste eso?

Temblando, Ethan se volvió y asintió. ― Vamos, sigamos adelante.

A su alrededor, una brisa comenzó a soplar, ganando fuerza rápidamente. El aullido volvió a aparecer, y esta vez fue seguido por un aullido insistente, como si una jauría de perros estuviera cazando algo. A cierta distancia, a lo lejos, hubo una serie de gritos, como el que había hecho el árbol. Parecía que se estaban acercando.

De repente, un poco más abajo de ellos, un hombre, vestido como ellos, salió de un matorral, rompiendo ramas, que llenaron el aire con lamentos de dolor. Avanzó ruidosamente a través de la oscuridad, pero apenas desapareció de la vista que un grupo de perros gigantes corrieron tras él, gruñendo y echando espuma por la boca. Ellos también arrancaron ramas al pasar, causando aún más gritos.

Pronto se fueron, con solo el sonido de los perros y los chillidos que se desvanecían en la distancia. Aterrorizados, Ethan y Benny siguieron caminando un poco más, antes de que un nuevo grito llenara el aire. Este era muy diferente al de los árboles, y solo podían imaginar que los perros habían alcanzado al hombre. El camino ahora estaba mojado con la sangre de los árboles, haciéndolo resbaladizo bajo sus temblorosos pasos. Ambos muchachos respiraban muy rápido, casi a punto de quedar incapacitados por su miedo.

― ¡Tenemos que salir de aquí! ― se lamentó Benny.

Ethan le sonrió débilmente, tratando de tranquilizarlo tanto a Benny como a él. Con una valentía que realmente no sentía, le dio una palmada en el hombro a Benny. ― ¡Estará bien, Benny! Mira, hay una luz en esa dirección. ¡Debemos estar cerca del borde!

Desmayado de alivio, Benny tropezó con su amigo hacia la luz, y sus oídos se esforzaron por escuchar cualquier otro sonido en el bosque. En su estado elevado, incluso su propia respiración sonaba como el jadeo de un perro que se acerca.

A medida que se acercaban a la luz, su miedo comenzó a acumularse en ellos. Cuanto más se acercaban, más querían estar fuera del bosque. De repente, sin prestar atención a los gritos de los árboles, y solo poseyendo su deseo de salir, ambos corrieron hacia el borde del bosque.

Jadeando, salieron disparados de la madera chirriante, y luego se detuvieron en estado de shock.

― ¡Oh no! ― Ethan gimió, cayendo, exhausto, de rodillas. Benny, mientras tanto, comenzó a sollozar sin control.

Las arenas ardientes se extendían ante ellos una vez más.