Azul. Mucho azul. Esa fue la primera impresión de Ethan cuando tocó a la criatura. No tenía idea de por qué Sarah acababa de levantarlo y arrojarlo, pero había funcionado. Sin embargo, aparte de este sentimiento de azul, no había nada más de lo que él fuera consciente. Ensayó una pregunta tentativa.

¿Hola? ¿Puedes escucharme?

La impresión en su mente parpadeó un poco más. Entonces lo tomaría como un "sí".

¿Puedes hablarme?

El azul se oscureció ligeramente. ¿Un 'no'? Ethan supuso que sí.

¿Qué estás pensando?

Imágenes de peces cruzaron la mente de Ethan. Entonces los vio a los tres y al bote. Luego pescado de nuevo. Luego los tres otra vez. Pescado una vez más.

¿Crees que somos un tipo de pez?

Un parpadeo más claro, seguido de una pausa, y luego un destello más oscuro. Aparentemente, la criatura no estaba segura. Ethan luego llegó una imagen de Benny. Luego, las luces parecían destellar una variedad de colores cegadores.

¿Te lastimo? No fue a propósito. Solo intentamos evitar que nos comas. Ya ves, no somos un tipo de pez. No nos gusta que nos coman. Supongo que a ese pescado no le gusta que lo coman.

Hubo otro destello confuso. Ethan tuvo la sensación de que había algo que no había entendido.

¿No quieres comernos?

Azul claro. Bueno, eso fue algo tranquilizador.

¿Qué es lo que quieres?

Ethan tomó una foto de una serie de cuevas submarinas, enmarcadas con torres de malezas y plantas submarinas. Entonces la llamarada confusa de nuevo.

¿Es ahí donde vives? ¿Te has perdido?

Esperó la confirmación y luego hizo su siguiente pregunta.

¿Cómo te perdiste?

Recibió imágenes en forma de bote grande, extendiendo redes pesadas, atrapando a la criatura. Revivió la lucha para liberarse de las redes y apartarse del camino. Experimentó el recuerdo de salir a la superficie después de mucho tiempo bajo el agua y de ver la playa. Curiosamente, pudo verse en la playa, y se dio cuenta de que todo esto había tenido lugar muy recientemente.

¿Puedes volver?

Hubo una pausa, y luego un azul más claro.

Bueno. Er ... ¿Por qué no lo haces?

Ethan tuvo una impresión de miedo y lo entendió. El miedo era, después de todo, algo con lo que estaba muy familiarizado.

¿Crees que podrías estar atrapado de nuevo? No te preocupes, creo que mis amigos podrían ayudarte con eso.

Una enorme oleada de gratitud lo envolvió, tan fuerte que despertó a Ethan de su vínculo psíquico.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

Ethan se despertó bruscamente y, al ver que estaba casi en el agua, dio un grito de miedo. Sin embargo, antes de que pudiera perder el control y caer, la criatura lo levantó suavemente con los dientes y lo depositó sobre su espalda. Muy nervioso, Ethan intentó agarrarse a algo.

Pensando rápidamente, Benny rebuscó en la bolsa de Ethan y sacó la cuerda que Ethan había guardado allí, bastante extrañamente, esa mañana. ― Todo tiene un uso. ― se dijo, alzando las cejas. Se lo arrojó a Ethan, quien, entendiendo de inmediato, lo colocó debajo del cuello de la criatura, y luego lo sostuvo, mientras intentaba desesperadamente no recordar dónde estaba sentado.

― ¿Todo arreglado, Ethan? ― llamó Sarah

― Creo que sí. ― respondió Ethan. ― Estaba asustado de su hogar por culpa de los pescadores. Tiene demasiado miedo de regresar, y desde entonces está confundido. Necesitamos recuperarlo y luego protegerlo. ¿Hay algún hechizo que pueda funcionar?

Benny frunció el ceño. ― Tal vez. Lo pensaré en el camino. ¿Quieres volver al bote o estás bien montado en la espalda del monstruo?

Ethan miró hacia abajo y cerró los ojos, estremeciéndose. ―El bote, yo ...

Con eso, la criatura se disparó a través del agua. Benny murmuró un hechizo y el bote lo siguió.

― Pobre Ethan ... ― dijo Sarah.

― ¡Hey, él puede hablar con animales! ― exclamó Benny. ― Eso es muy bonito.

― ¿Realmente quieres montar esa cosa? ― preguntó Sarah.

Benny hizo una mueca.

― Exactamente. ― dijo Sarah. ― Sin mencionar el hecho de que Ethan no puede nadar y está aterrorizado por el agua.

― Sí. Sabes, creo que en realidad estoy bien siendo yo en este momento.

― ¿Quién te querría de otra manera, Benny? ― Dijo Sarah, con una sonrisa, mirando al monstruo.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

Poco después, la criatura se detuvo y el bote se balanceó a su lado.

― ¿Ethan? ― gritó Benny. ― ¡Están aquí!

Ethan estaba desplomado sobre el cuello del monstruo, luciendo muy pálido y con los ojos bien cerrados.

― Bien... Ahora, ¿podría alguien ayudarme? Mi cuerpo parece estar, bueno, roto.

Sarah fue a liberar a Ethan, mientras que Benny miró a la criatura. El se sonrojo.

― Lamento haberte lastimado antes. Espero que esto te compense. Lo que voy a hacer es lanzar un hechizo sobre esta área. Cada vez que alguien se acerque aquí, simplemente dará la vuelta a su bote y no volverá. . No sabrán por qué, pero no lo cuestionarán. Estarás a salvo aquí y podrás vivir en paz. ¿De acuerdo?

La criatura pareció asentir. Benny sonrió y luego pronunció el hechizo, agitando los brazos en círculo. Una banda pálida de luz se extendió a su alrededor, brilló brevemente y luego se disolvió en el agua. Como resultado, el bote comenzó a deslizarse hacia la orilla.

― No está mal, Benny. ― dijo Ethan, mirando por encima del hombro con una sonrisa cansada. ― Apuesto a que solo tú podrías hacer un hechizo como ese.

Benny se sonrojó. ― Bueno, er, supongo ... ― Él sonrió y parecía avergonzado. ― Sí.

Ethan le sonrió con cariño. ― Puede que no seas Harry Potter, ¡pero eres nuestro mago! ― Sarah asintió de acuerdo y los abrazó a los dos. Se giró hacia la criatura y se despidió.

― ¡Mantente a salvo! ― él llamó. La criatura rugió en respuesta y luego se zambulló en el agua.

― Sabes, deberíamos haberle dado un nombre... ― reflexionó Benny, mientras se dirigían hacia la playa.

― ¿Cómo cuál? ― preguntó Sarah.

Benny se encogió de hombros. ― No lo sé. ¿Brian?

― ¿Brian? ― Exclamaron Sarah y Ethan al unísono.

― ¿Si, Por qué no? ― respondió Benny, cruzando los brazos desafiante.

― Es solo que ...― Ethan suspiró. ― Tan buen nombre como cualquiera, supongo.

Riendo, vieron la orilla acercarse perezosamente.

― ¿Puede esto ir más rápido?― preguntó Ethan.

― No hay prisa. ―respondió Benny.

― Bueno ... la adrenalina está empezando a desaparecer, y el agua está empezando a asustarme de nuevo ―, respondió Ethan.

― ¿Incluso después de todo eso? Si esto fuera una historia, habrías confrontado y superado tus miedos. Esa habría sido la moraleja para llevarte a casa.

― Bueno, ― respondió Ethan, irritado, su voz subía de tono, ― como Benny señaló en un arrebato anterior, esta es la vida real, y como tal, no voy a superar mi miedo al agua. Curiosamente , montar un monstruo a alta velocidad no es una cura efectiva.

Benny dio un suspiro de resignación. ― Bien. ― Chasqueó los dedos y el bote aceleró de repente, lanzándose hacia la playa.

― ¡Benny! ¡Baja la velocidad! ― gritó Sarah. Al darse cuenta de su error, Benny comenzó un contra-encanto, pero para entonces ya era demasiado tarde. El bote se estrelló contra la playa, arrojándolos a la arena.

Al levantarse, descubrieron que estaban en el mismo lugar donde habían dejado sus toallas. Cuando Ethan se volvió para recoger el suyo, Sarah dejó escapar un grito de repulsión. Se dio la vuelta.

― ¿Que que?

― Ethan ... ― comenzó Sarah, ― sabes cómo, bueno, Benny... Debimos limpiar la playa antes.

― Sí ... ― dijo Ethan, con cautela.

"Bien..."

Ethan palideció. "Acabo de ... me preguntaba por qué la arena era tan ... sofocante ... Euurghh ..." En ese momento, el creciente horror en su cerebro aniquiló toda habilidad para crear el habla, y simplemente se disolvió en gorgoteos.

Benny arrugó la cara y se quitó con cuidado la camiseta manchada.

Desaparecido el desagradable problema inmediato, Ethan volvió a la normalidad y buscó una toalla para cubrirse.

Se ha ido.

Se giró para ver a Benny sonriéndole y sosteniendo la toalla pensativamente.

"Benny ... ¡Dame la toalla!"

Benny sonrió y no dijo nada.

Ethan dio un paso adelante. "¡No puedo ir a casa así!" Hizo un gesto hacia su torso desnudo. "¡Sería humillante!"

Benny enrolló la toalla y la metió en la bolsa, junto con la camiseta apestosa. "Dije que te llevaría de vuelta por los sándwiches". Él sonrió perversamente y se puso su propia camiseta.

"Vamos, Ethan. Vamos a casa".

Con los ojos muy abiertos por la conmoción, y casi paralítico por la vergüenza, Ethan tuvo que ser empujado prácticamente hasta su casa, con la mitad superior a la vista de todo Whitechapel.

O más bien, lo habría sido, si la niebla no hubiera descendido y se los hubiera tragado a los tres.