Habitaciones vacías

Ethan se sorprendió por la variedad y el brillo de los colores que se arremolinaban a su alrededor cuando se despertaba, aunque no recordaba haberse quedado dormido. Los tonos vibrantes se movían constantemente por encima de él en todos los colores luminosos y conflictivos imaginables. Para su alivio, descubrió que podía mirar a su alrededor, y para su deleite descubrió que tenía un cuerpo nuevamente. Al igual que su entorno, estaba lleno de extrañas luces y colores, pero, mientras examinaba su mano y su brazo, era un cuerpo y, en ese momento, eso era una mejora definitiva. Se puso de pie y miró el extraño y fantástico paisaje. No podía escapar a la sensación de que esto era un lugar que debería reconocer. Mirando hacia abajo, frunció el ceño al darse cuenta de que el suelo en el que se encontraba se parecía a un reloj de pulsera gigante. Eso era ciertamente extraño, pensó Ethan. Buscando, Pasó una nube psicodélica gigante. Parecía vagamente familiar. Se esforzó por distinguir la forma y, al girar ligeramente, se dio cuenta de lo que era: una versión gigantesca de la cara de Erica. Él rió. Sabía a quién le tendría algo así.

Ethan se dio la vuelta. ― ¿Rory? ― él llamó. Inmediatamente, apareció una versión brillante de su amigo, pareciendo confundido.

― Wow... ―Respiró, mirando a su alrededor. ― ¡El interior de mi cabeza es genial! ― Vio a Ethan, y su rostro se iluminó de alegría. Él corrió hacia él.

― ¡Ethan! ¡Has vuelto!

Ambos se estremecieron cuando Rory corrió a través de Ethan.

― No creo que ninguno de los dos exista, Rory. Solo somos imágenes en tu mente.

― Oh. Pero este debe ser un buen comienzo, ¿cierto?

Ethan asintió. ― Supongo. ¿Qué me pasó? ¿Por qué estoy aquí?

Rory parecía un poco avergonzado. ― Yo, er, en realidad no lo sé... Más o menos, me perdí la explicación, ya que Benny, Sarah y la abuela de Benny lo discutieron mientras yo no estaba. Llegué cuando la abuela de Benny nos estaba diciendo qué hacer y Bueno, si necesitas ayuda para algo, ¡siempre estoy a tu disposición!

En esta última parte, Rory sonrió ampliamente a Ethan, quien sintió una repentina oleada de afecto y gratitud hacia su amigo. Incluso sin saber cuál era el problema, Rory se había ofrecido voluntario para ayudar a solucionarlo. Ethan le devolvió la sonrisa.

― ¿Qué es lo que estás haciendo para salvarme?

― Todos tenemos algo para recordarte por-

― ¿Por eso esta aquí? ― Preguntó Ethan, gesticulando al reloj.

― Sí, y luego fuimos a tu habitación, que está totalmente vacía, por cierto, y la abuela de Benny nos ha puesto en una especie de trance.

― Entonces podemos hablar así, supongo. ― dijo Ethan.

Rory asintió. ― Probablemente sea mejor que intentes seguir adelante y encontrar a alguien más, que pueda ayudarte un poco más que yo.

― OK entonces. ― Una puerta apareció en medio de los remolinos de color. ― Voy a pasar por allí, entonces...

Rory se encogió de hombros. ― Supongo que sí.

En la puerta, Ethan se volvió para mirar a su amigo, que estaba admirando la extrañeza de su mente. ― Gracias, Rory, por todo.

Rory no parecía escuchar, pero, razonó Ethan, todo estaba dentro de la cabeza de Rory, para que supiera de su gratitud. Entró por la puerta, que se desvaneció detrás de él.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

En el mundo real, Rory sonrió y se relajó, con los ojos todavía cerrados. Mientras tanto, los bordes de la habitación de Ethan comenzaron a destellar con luces multicolores, así como la aparición ocasional de un contorno de una persona en el centro del círculo. Al mismo tiempo, Sarah hizo una mueca e involuntariamente puso una mano en el bolsillo con la nota.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

Al dejar la mente de Rory, Ethan se calmó de inmediato por la quietud del siguiente, ya que se sorprendió por su color. Era rosa brillante. Mirando a su alrededor, notó que el cielo estaba cubierto con una enorme carta que, después de algunos segundos de entrecerrar los ojos, reconoció como propia. Esta escritura, combinada con el rosa reluciente en todas partes, le dio a Ethan la impresión de estar en una tarjeta de San Valentín del día de San Valentín. Por supuesto, para Ethan, esto era justo lo que había imaginado, ya que nunca había enviado ni recibido uno. Sin embargo, aún había tiempo, pensó, pero si tenía que conseguir uno así, probablemente rechazaría. Mirando a su alrededor, casi esperaba ser asaltado por corazones gigantes, pero en lugar de eso solo vio la forma tranquila de Sarah de pie. Al menos tenía la decencia de sentirse avergonzada por la representación de su mente.

― Er, hola, Ethan. ― Ella se mordió el labio y miró el mundo rosado que los rodeaba. ― Um... Esto es un poco raro.

Ethan sonrió, tratando de romper la incomodidad. ― ¡Bueno, no has estado dentro de la cabeza de Rory! No lo recomiendo. Te dará una migraña...

Sarah sonrió débilmente. ― Lo tendré en mente.

Centrándose, ella lo miró fijamente.

― Es bueno verte de nuevo, Ethan. ― Ella extendió su mano. ― ¿Supongo que no puedo...?

Ethan negó con la cabeza cuando su mano llegó a su hombro. ― No lo creo.

Pasó a través de él, pero se sentía diferente a cómo había sido con Rory. Ahora había más resistencia, como si ambos estuvieran hechos de gelatina. ― Tal vez te estás volviendo más real... ―dijo Sarah, con esperanza.

― No entiendo muy bien lo que me pasó. Rory no lo sabía, excepto que todos tienen que recordarme. Entiendo que solo soy una mente incorpórea en tus recuerdos, pero ¿por qué?

Sarah miró hacia abajo.

― Esto es, al menos en parte, mi culpa. Interferí entre tú y Benny-

― ¿Enviaste a Erica? ― preguntó Ethan.

― Sí, lo siento.

Ethan negó con la cabeza. ― Tenías razón. Estaba siendo estúpido al evitarlo.

― Bueno, de todos modos, traté de hablar sobre el tema con Benny, y creo que podría haberlo llevado demasiado lejos. Se quedó atrapado en sus emociones y deseó que no existieras. No sabía que eso sería verdad. No contábamos que usara magia.

Ethan palideció. ― ¿Benny me sacó de la historia?

Sarah asintió tristemente. ― No tenía intención de hacerlo. Estaba, todavía está, perturbado por eso cuando se dio cuenta. No ha dejado de llorar desde entonces.

Ethan respiró hondo. ― Entonces, ¿cómo planeas salvarme?

― La abuela de Benny está haciendo algo de magia ahora que debería restaurarte, pero solo si tu memoria es lo suficientemente fuerte. Estás aquí en mi mente, lo cual es bueno, pero todavía tienes mucho camino por recorrer.

Ethan asintió, sus ojos en blanco y mirando a nada. Luego, lentamente, miró a Sarah. ― ¿Benny?

Ella sabía a qué se refería. ― No lo sé, Ethan. Tiene muchas emociones confusas sobre ti, pero sobre todo está preocupado por ti, y terriblemente culpable. Sé que te extraña de manera insoportable. Pero vas a tener que hablar con él. Ethan. Tienes que arreglar esto tú mismo.

Ethan asintió solemnemente. Sus ojos se posaron en algo detrás de ella. Era una puerta grande, de color rosa oscuro, como había temido, con la forma de un corazón.

Se volvió para mirarlo y luego apartó la vista, mortificada. Poniendo los ojos en blanco, Ethan dio unos pasos hacia ella, antes de vacilar con la mano en el mango. Mirando hacia atrás, la miró con miedo.

― Vamos, Ethan, ― dijo Sarah, tranquilizadora. ―b¡Buena suerte! ― Intercambiaron una sonrisa nerviosa, y Ethan desapareció por la puerta.

Iᴄᴇ Cᴏᴏʟ Wʜɪᴛᴇᴄʜᴀᴘᴇʟ

De vuelta en la habitación de Ethan, Sarah suspiró y apartó la mano de la nota. Mientras lo hacía, Benny se tensó y agarró la fotografía de su bolsillo. En medio de los tres, el contorno de Ethan comenzó a brillar con una tenue luz rosada, y lo que antes había sido un contorno ahora parecía más sustancial. Al ver esto, la abuela Benny miró a su nieto. Todo dependía de él ahora.