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⟣ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 22 ⟢


Lᴏ ᴍᴀ́s ᴀᴛʀᴏᴢ ᴅᴇ ʟᴀs ᴄᴏsᴀs ᴍᴀʟᴀs ᴅᴇ ʟᴀ ɢᴇɴᴛᴇ ᴍᴀʟᴀ ᴇs ᴇʟ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ɢᴇɴᴛᴇ ʙᴜᴇɴᴀ.

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Im Yeon Sun

     Sentía un nerviosismo que afectaba la boca de mi estómago, queriendo hacer otra cosa, además de dejar pasar la comida masticada al estómago, quería hacer lo inverso.

     Miraba por la ventana un poco abrumada, ¿Acaso me había vestido muy formal para la fiesta? Ese era el estilo de ropa que usaba en aquellas fiestas, esas a las que me invitaba mi papá y uno que otros amigos de la misma cadena de casas, urbanizaciones y clases sociales.

     Al mirar hacia el frente que fue por el detenimiento repentino del auto, pude visualizar como unas cuantas chicas entraban a la casa, estaba un poco decorada con luces neón y una gran variedad de autos de hace años atrás que adornaban la entra de dónde venía la fuerte música; esas chicas vestían diminutas minifaldas, tops más pequeños que un sostén, dejando ver más piel de lo que deberían dejar mirar a los demás invitados.

     Sinceramente, no iba a encajar en esa fiesta, sólo sería la chica rara que vino muy bien vestida a un lugar donde... Los lujos era lo de menos.

     —Tranquila, estás hermosa —Mi prima sobó mi pierna por encima del vestido, ganándose una sonrisa de mi parte, no iba a dejar que viera lo nerviosa que estaba.

     —Tú igual —Me quité el cinturón de seguridad y abrí la puerta del auto, ese hermoso Mustang del 2018 que jamás podría pasar por desapercibido.

     Salimos ambas con la frente en alto, yendo hacia la entrada sentí mi cuerpo temblar por la alta música que salía de los altavoces, sintiéndome extraña, porque a las fiestas a las que iba el volumen de la música era uno normal donde todos los presentes podían escucharse con claridad y no estar a punto de quedarse sordos.

     Al entrar, las luces predominaban en aquel lugar, rojas, azules y aveces unas verdes eran las que mantenían el ambiente iluminado. También, unos pocos focos que iluminaban la barra donde se pedían las bebidas alcohólicas y gracias a Dios impedía un poco la visión, porque ver a todas esas mujeres moviendo el trasero y restregandose justo en la parte íntima del hombre no era un gran espectáculo que ver, me parecía un poco repulsivo, ¿Y qué pasaba si tenía una erección? ¿Irían a la habitación por un poco de sexo? Lastimosamente, habría una gran cola para la gran acción.

     —¿Y si nos vamos mejor? —Le hablé al oído para que me escuchara.

     Algunos me guiñaban el ojo y unas mujeres me miraban de mala forma, no me acobardaba ante sus gestos, pero no necesitaba que me dijeran cualquier insulto que se les ocurriera, porque ya sabía que no pertenecía aquí.

     Que vergüenza.

     —Tranquila, Yeonnie, yo estoy aquí contigo —Logró darme aquél empuje para seguir adelante.

     Mi prima tomó mi mano y me arrastró hasta la barra, donde había un muchacho atendiéndola, sirviendo aquellos tragos con nombres que desconocía. Yo no era ese tipo de chicas que empezaron a tomar e ir de fiesta luego de salir de la escuela, no, yo prefería el ambiente familiar.

     —Un vodka por favor. —Pidió mi prima y el chico de los tragos asintió buscando la botella del trago que había pedido— ¿Tú que vas a pedir, Yeonnie? —Me miró invitándome a pedir una bebida alcohólica, pero no tomaba o por lo menos, hoy no.

     —Una Coca-cola, por favor —Pedí fingiendo mi mejor sonrisa.

     No me sentía cómoda después de todo.

     El cantinero asintió y buscó una lata de la gaseosa que había pedido, sin despegar mis ojos de sus manos o sus acciones, no quería que pusiera algo en mi bebida y terminara vuelta nada en cuestión de segundos.

     —Algo me dice que pedirás un trago fuerte. —Soltó mi prima desviando la mirada de la pista de baile, había una canción cuya letra desconocía, pero era un reggaeton muy lento— Lo siento, prima —Sin entender sus palabras, decidí mirar hacia donde ella había mirado antes.

     Lamentaba haberlo hecho.

     Jung Kook le comía la boca a una pelinegra en la pista de baile, mientras tocaba indiscretamente su trasero, ¿Y ahora que seguía? ¿Verlos teniendo sexo en los baños? Era repugnante y sentía una gran repulsión en el estómago. Ella traía una diminuta prenda que no dejaba nada a la imaginación, prácticamente, por la fina tela Jeon podría sentir cada centímetro de su piel.

     —No debí venir —Dije agarrando la lata de la Coca-cola que el cantinero había dejado en la barra para mí.

     —No importa, Yeonnie. Estamos en una fiesta y la pasaremos genial sin ese idiota. —Aseguró mi prima pidiéndole que se yo al cantinero para mí, algo me decía que bebería más de la cuenta— Toma, es un Cuba libre. No podrá emborracharte tan rápido y no, tus niveles de alcohol en sangre estarán bien  —Aseguró dándome el corto vaso de vidrio, respondiendo a su vez las posibles preguntas que pudieran formarse en mi cabeza.

     —Seo... Sabes que no tomo —Le recordé, aunque sabía que ella jamás olvidaría ese pequeño detalle.

     —Lo sé. Házlo por mí. —Insistió— No te estoy pidiendo que te bebas una botella entera, sólo que me acompañes ésta vez —Su discurso me había convencido.

     —Sólo uno —Tomé el vaso que me estaba acercando y le dí un sorbo a la bedida, arrugando la cara al tener aquel contacto de ese líquido marrón pasando por mi garganta.

     —¿Y qué tal? —Alzó las cejas ansiosa.

     —Es asqueroso, —Le aseguré alzando el vaso con hielo y el líquido marrón— pero voy a terminarme el vaso.

     —¡Así se habla! —Se alegró por mí y ambas continuamos como si Jeon no estuviese besando a otra chica— Iremos a bailar, primita.

     Antes de que pudiera siquiera replicar me había tomado de la mano y arrastrado a la pista de baile, justo a unos metros de Jeon. La canción que salía de los altavoces era la de “SechPsl y no tener ganas de moverme era como ir a una heladería, y no querer comerme un helado, así que bailaba discretamente y no como las otras chicas que movían su trasero como si fuese la última noche en donde podrían encontrar un buen polvo.

     Mi prima estaba a mi ritmo, pero con movimientos más atrevidos y sensuales que podrían llamar la atención de cualquier hombre.

     Tomé del vaso que sostenía con mi mano, bebí como si fuese una experta y me moví como si estuviera disfrutando de la fiesta. Estuvimos en la pista de baile unos quince minutos y Jung Kook no había notado nuestra presencia, ¿Y cómo hacerlo? Ella estaba estimulando a Jung Kook por encima del pantalón de cuero ajustado que llevaba. Sin darme cuenta, me había bebido todo el contenido de mi vaso y mi prima se percató de ello, arrastrándome nuevamente a la barra para recargar mi trago, pero sinceramente, ya me sentía algo mareada y mi cabeza daba vueltas sin parar.

     Me sentía menos pesada y eso estaba bien, sentía como si flotara y me liberara de toda la tensión que tenía, riendome de cosas sin sentido. Por otro lado, me gustaba sentirme libre y la gran sensación, así que cuando mi vaso fue llenado misteriosamente por el cantinero y bebí de el.

     —¿Yeonnie, estás bien? —Mi prima presenció cuando terminé con mi vaso, sólo dejando los cuadrados hielos— Mierda, se te subió el alcohol a la cabeza.

     Mi prima hablaba y hablaba, reprendiendose así misma, ¿Por qué? Realmente, no lo sabía. Sólo me gustaba estar tan relajada y poder decir lo que quisiera, nadie podría juzgarme. Jeon seguía sin dirigirnos una palabra y decidí hacer lo que tenía en mente, arruinaría un buen polvo y le haría notar mi presencia, él no podría ignorarme ni aunque quisiera.

     Comencé a resonar mis tacones hacia la pista de baile y le toqué el hombro a Jeon llamando de aquella forma tan corriente su atención.

     —¿Yeon Sun, si viniste? —Sonaba como pregunta, pero yo sólo había quedado atontada con su rostro a penas se giró para ver de quién se trataba.

     La chica que lo acompañaba tenía una cara furiosa y sabía que pronto se abalanzaría sobre mí, pero ¿Qué más da? Hoy no iba a desperdiciar mi oportunidad.

     —Sí. Vine con Seoyeon —Solté y la recién nombrada apareció a mi costado, saludando a Jeon con un movimiento de mano.

     —¿Y quién es ésta perra? —La pelinegra alzó una ceja esperando una respuesta.

     —Más respeto, Yuna. Es sólo una amiga —Un chico bastante apuesto apareció en mi rescate, era más bajo que Jeon y lo distinguía su cabello platinado casi blanco.

     —¿Una amiga? —Ella se echó a reír y me miró de arriba hacia abajo— Es una perra con mucho dinero. Eso se puede ver —Soltó como si quisiera empezar una guerra contra mí.

     Jeon permanecía callado viendo mi rostro como un imbécil, ¿Por qué no controlaba a la chica que lo acompañaba? ¿Se había quedado sin palabras acaso?

     —Y tu una puta, ¿Qué acaso no te das cuenta que Jung Kook sólo te busca por sexo? —Solté defendiendome, pero mi prima sólo tomó mi brazo dándome más fuerza ¿O tal vez por otra cosa?

     —¿Qué has dicho? —Preguntó desafiante a centímetros de mí.

     —Te dije puta barata —Repetí, ¿Acaso ella estaba sorda?

     Alcé mi cabeza viéndome igual de desafiante que ella.

     Los presentes sólo miraban la escena sorprendidos y no sabía el porque, ¿Quizás nadie le había dicho la verdad en su cara? Me alegraba ser la primera.

     —Vamos, prima. No hay nada que hacer aquí —Mi prima me dió la mano, dándole la espalda a esa ¿Yuna, tal vez? Creo que ese era su nombre.

     —¡Vete, perra teñida! —La escuché decir en voz alta.

     La pelinegra tenía una sonrisa en su rostro, pude verla en el instante en que me giré y prácticamente decía «Tu no eres más que una niña mal vestida» O eso interprete, quizás era una mirada de autosuficiencia.

     Tal vez ocurrió lo que no debía pasar o lo que no sería capaz de hacer, me lancé sobre ella, empujándola y haciéndola caer en el suelo, mientras yo estaba encima de ella, quería darle una lección.

     Nadie se metía con Im Yeon Sun.

     —Cálmate, Yeon Sun. —Unos fuertes abrazos se aferraban a mi cintura y reconociendo esa voz, sabía que era Jung Kook el que me cargaba de aquella forma— YoonGi, por favor, levanta a Yuna —Pidió amablemente, ¿Y por qué debía hacerlo? ¿Acaso le importaba?

     —No, Jung Kook, te dije que esa chica no era para tí. Sólo busca problemas.

     Y vaya que no mentía. Esa chica no sabía que era mantener la boca cerrada.










Meta del capítulo:
50 votos + 30 comentarios.

Gracias bebés por leer♥️

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