ATENCION ESTA HISTORIA LE PERTENECE AL AUTOR big-diesel QUIEN ME PERMITIO TRADUCIRLA

Izuku Midoriya estaba en el medio de jugar  Grand Theft Auto Online  con su amigo Shouto. Estaba en medio de una misión cuando recibió un mensaje de texto. Lo ignoró, queriendo terminar la misión para poder ganar algunos puntos de RP. Los que estaban cerca de él sabían cuando era tiempo de juego, todo era secundario. Era el segundo día de sus vacaciones de primavera. Las obligaciones no existían a menos que estuvieran alimentadas por ramen, papas fritas, soda y su Playstation. Se limpió el sudor de la frente y se lamió los labios secos mientras pulsaba pesadamente su joystick. Había jugado esta misión repetidamente mientras él, Shouto y algunos jugadores en línea habían fallado.

Escuchó el texto de nuevo.Él no estaba de humor.Cualquier otra cosa puede esperar, pensó el adolescente. Sabía que no era su madre. Era una reunión familiar y su madre ya había ido a Sapporo para encontrarse con su familia.Izuku fue invitado pero se negó. Fue contra los deseos de su madre, pero a Izuku no le importó preocuparse.Sonaba cruel y esperaba que su madre hubiera tenido buenas intenciones.

Por una vez, quería sentirse como un adolescente irresponsable. Pasando el toque de queda, comiendo cereal en el piso mientras miraba dibujos animados, montando en bicicleta con sus amigos, saliendo con Ochako en la panadería de su madre. Para ser franco, la normalidad.

En lugar de un mensaje de texto, el teléfono sonó.

"Diablos", maldijo entre dientes. Él y Shouto estaban parados frente al banco. Estaba esperando la confirmación de Shouto de descifrar el código. Tuvo que impedir que los demás le robaran. Estaba mordiendo su labio. No iba a fallar otra vez. Estaba seguro de que iba a ganar.Le tomó horas para llegar a este nivel, para alcanzar el escalón más alto.

El teléfono siguió sonando.

No quería apartar la vista de la pantalla. Le estaba diciendo a Shouto que se diera prisa. Shouto estaba teniendo dificultades en su final. El laberinto se estaba volviendo más difícil, frustrando al adolescente.El sudor estaba produciendo desde sus axilas. Le dolían las articulaciones. Izuku se estaba irritando por la prolongación de la misión y el interminable timbre del teléfono.

La persona que tenía que estar llamando no debe haber recibido el memo.Las vacaciones de primavera fueron vacaciones de primavera.Incluso Ochako supo no molestarlo durante el tiempo de juego. Forzó a Katsuki a darle algo de espacio. No era Momo ya que ella era una de las jugadoras.

El teléfono siguió sonando.Continuaba disparando. El momento de descifrar el código de Shouto estaba haciendo latir su corazón. El gruñido de su estómago, la humedad de sus dedos en el joystick.

No pudo soportarlo. Apartó los ojos del juego.

Vio el teléfono. Venía de Ochako.

"Misión fallida. Juego terminado". La voz monótona del juego, el sonido del fracaso. Dejó caer su joystick.

Se quitó los auriculares mientras contestaba el teléfono. "Ochako, ¿te dije que cuando es hora de jugar los chicos están jugando?" Él no era duro, pero no era amistoso. El jadeo en su voz mostraba irritación.

"Solo espero que estés teniendo un mal día, Izuku. Espero que no sea así como le hablas a mi hija".La cara de Izuku se suavizó.Se sorprendió de que no fuera Ochako quien contestó el teléfono. La voz suave y femenina vino de su madre, la señora Uraraka.

"Sra. Uraraka," su voz se suavizó. "No, señora. No hablaría con Ochako de esa manera. Estaba jugando un juego y me sentía frustrada. Estaba atrapada en el calor del momento. Lo siento". Se inclinó como si ella estuviera en su habitación.Lo último que quería hacer era ponerse del lado malo de la madre de Ochako.Especialmente ella era la dueña de su panadería favorita.

Su voz era tranquila, una pizca de risa después de eso. "Está bien, Izuku. Estoy seguro de que no lo dijiste en serio. Los niños pueden ser niños. Solo recuerda ser amable con los demás cuando se hace. Es un juego, ya sabes", dijo.

"Lo siento, señora Uraraka", respondió con calma. Cogió el mando a distancia para apagar la televisión. Vio el reloj en la pared que mostraba la hora de unos minutos después de las ocho de la noche. Miró a su ventana. El sol se estaba poniendo en el horizonte.¿Cuánto tiempo estuve jugando era la pregunta en su mente?

Sintió que el sudor goteaba por sus piernas mientras se sentaba, determinando la duración de su juego. Tenía el teléfono en la mano mientras seguía hablando con la madre de su mejor amigo. "Entonces, ¿qué está pasando, señora Uraraka?" Especialmente si estás usando el teléfono celular de Ochako para contactarme,  pensó para sí mismo.

El otro extremo de la línea quedó en silencio por unos momentos antes de que ella respondiera. "Lo siento, Izuku. Comí unas galletas de avena que olvidé que estaban en el horno". La pasa de avena hizo sonar apetitosa, pensó el adolescente de cabello esmeralda mientras se frotaba el estómago."Ochako está fuera de la ciudad con su padre y ella olvidó su teléfono celular".Un poco de silencio siguió de nuevo. Incluso entonces, eso todavía no respondía a la pregunta de Ochako sobre por qué su madre lollamaría  . "¡Oh! ¡Qué tonto! Te he llamado porque estoy en un aprieto".

Izuku se sentó de nuevo.Tenía un poco de un olor a cebolla proveniente de sus axilas. Sabía que se debía una ducha. "Cualquier cosa que pueda hacer para ayudarla, Sra. Uraraka".

"Por ahora, Izuku, deberías llamarme Tía o Tía Mikoto".

"Sí, señora ... me refiero a la tía Mikoto".

"Gracias. Verás, Izuku. Ochako y su padre tuvieron que irse de la ciudad esta noche porque su madre estaba enferma. Mi amada hija no quería que su padre fuera solo, así que decidió ir con él". Ella tomó aliento.Izuku podía escucharla colocar la bandeja sobre la mesa. "En medio de esa crisis, olvidé que he comprado entradas para el cine".

"Entradas de cine", replicó Izuku. Le pareció un poco extraño que la madre de Ochako lo llamara casualmente. Si fuera bajo circunstancias normales, su única interacción con ella fue durante sus visitas para ver a su hija. Tía Mikoto es una mujer maravillosa. Era cálida, acogedora, amable, devota, leal, una buena persona en general. Una gran cocinera, una maravillosa y amorosa madre. Ella tiene grandes cualidades que lo hicieron envidiar a su esposo. Sin embargo, todavía era extraño que ella llamara así.Se permitió escuchar lo que ella tenía que decir.

"La película se llama  Film Stars Don't Die in Liverpool . Escuché excelentes críticas al respecto. Un reparto maravilloso. Quería que mi esposo y yo la viéramos".Ella hizo una pausa "Sé que esta es una petición tan extraña, Izuku. Si no te importa, ¿puedes venir a verlo conmigo? No quiero que este boleto de la película se desperdicie".

Se apoyó en su mano mientras reflexionaba sobre esa petición. La respiración superficial incluso daba pistas desde el otro lado de la línea. "Lo siento si te lancé en un bucle, Izuku. Si no quieres ir, lo entiendo. Te lancé esto en el último minuto".

"No, no", intervino. "Estoy un poco sorprendido de que lo hayas preguntado al respecto. Pensé que estaría al final de la lista. Sólo soy un amigo de tu hija".

Ella se rió de su respuesta."¡No seas tonto, Icchan! Eres  más  que la amiga de mi hija. También eres mi cliente número uno cuando se trata de mis dulces".

Se rascó la cara, sintiéndose enrojecido y avergonzado por el sorprendente cumplido. "No diría que soy su cliente número uno. Solo soy un fanático de los dulces, eso es todo".

El dúo se rió por unos instantes. El silencio llenó la línea una vez más. Izuku respondió. "¿Cuándo quieres que vaya a ver la película contigo?"

Se detuvo, tosiendo en el proceso. Hizo que la adolescente de cabello esmeralda sintiera que estaba escondiendo algo.En cierto sentido era extraño. Un adolescente de dieciséis años hablando con una mujer de cuarenta y tantos años. "Perdóname por ser impuntual". Ella tosió una vez más. Se sospechaba que su tos era una señal de nerviosismo.El puede entender "La película comienza en aproximadamente una hora".

Eso es ser de último minuto, pensó Izuku. Él no tenía otros planes. El resto de la noche debía consumirse con más videojuegos, leer manga y ver anime. Su madre no estaba en casa, así que no había tiempo para el toque de queda. Se tragó su nerviosismo y respondió a su respuesta. "¡Whoa! Eso es cortarlo cerca". Él forzó la risa, no quería hacerla sentir más torpe de lo que estaban teniendo actualmente.

"Si quiere, puedo recogerlo en su casa", dijo la Sra. Uraraka.

"Eso estará bien, tía", dijo Izuku.

"Excelente", dijo ella."¿Crees que puedes estar listo en treinta?"

"Lo haré quince."

"Gracias. Lo digo en serio".

"De nada, tía".

"Te veo en un rato."

"No hay problema."

Izuku se bajó del teléfono y lo arrojó sobre la cama. Se cepilló el cabello mientras se dirigía hacia el baño.Cuando giró la boquilla, olvidó preguntarle cómo vestirse.

También olvidó que estaba conversando con Shouto y Momo. Estarán bien, pensó para sí mismo mientras entraba en la ducha.

Mientras tanto….

La réplica de Ochako estaba tarareando la melodía de Greensleeves mientras estaba vestida con ropa interior negra.Mirando a su santuario secreto de Izuku, no podía esperar a tener su canela para sí misma.

¡Oh, mi querido Icchan! Eres como una niebla que me lleva a un paraíso tan suave.Estoy muy contento de que ... Me refiero a que mi amorosa hija accidentalmente dejó su teléfono aquí. Estoy muy contenta de que mi esposo y mi hija estén fuera cuidando a mi suegra. Espero que la sopa que le envié no hiciera mucho daño. Solo necesitaba un tiempo a solas para mi encantador rollo de canela.

Se puso un vestido estilo Grace Kelly para prepararse para esta ocasión. Las entradas, el hotel del amor, las obras.

También una cosa más para el seguro.

Ella sabía que a Izuku le encantaban las galletas. Así que en sus galletas de avena con pasas, ella tenía algunos  ingredientes naturales adicionales  para saber que su amor estaba hecho y le dará algunos dulces sueños. Ella también sabía que él era un fanático de refrescos de cereza.Entonces, ella agregó jarabe para la tos y también sedantes esparcidos en las bebidas.

Una cosa era segura, ella iba a probar su rollo de canela esta noche.

¿Listo o no? Aquí vengo. No puedes esconderte. Te tendré y te haré querer!