Pov Narradora

Nos encontramos dentro del hogar de la familia Midoriya, en el que actualmente solo se encuentran Izuku y su madre Inko.

Ambos se encontraban sentados en la sala frente a frente, ella con una mirada que exigía una explicación, y nuestro querido arbusto con patas, perdido en sus pensamientos sobre cual explicación usaría para responder sobre cómo tenía un quirk, al mismo tiempos que se cuestionaba si en verdad era necesario.

Pues durante muchos años, ni su madre o hermana, se habían preocupado por el, y que ahora le pusieran atención solo por su quirk, solo reafirmaba el disgusto que sentía ahora por ellas.

Inko –bien podrías decirme ¿Desde cuándo tienes un quirk?– pregunto con asombro y duda

Izuku guardo silencio por varios segundos aún debatiendo sobre que hacer o decir, pero al final decidió y por una opción sin duda alguna complicada. La cual fue no revelar nada.

Inko –izuku Midoriya ¿Acaso no estoy hablando contigo? Respóndeme cuando te hablo– con una actitud llena de autoridad

Izuku solo sonrió levemente mientras se ponía de pie, para acto seguido hacer una reverencia.

Izuku –lamento mi silencio, pero hace ya algún tiempo, que no teníamos una conversación, en la que no me dijeras estorbo, o basura, la verdad ya no sé cómo reaccionar a estos casos, pues según tengo entendido la basura no habla– respondió con calma, y tras terminar, esas palabras volvió a sentarse –es más si la memoria no me falla, incluso me ignorabas cuando quería decirte o comunícarte algo, en el mejor de los casos, pues en el peor terminaba con ligeros golpes, o moretones debido a estos– manteniendo su tono calmado y una expresión serena, mientras sonreía levemente

Inko no pudo evitar sentirse mal ante esas palabras, algo dentro de ella dolía, pero el dolor aún no era lo suficientemente para poder abrir sus ojos.

Inko –con que derecho te atreves a hablarme así, inútil– se levantó furiosa al mismo tiempo que levanto su mano rápidamente, para golpear al arbusto con patas

Izuku quien había visto todos su movimientos, sabia bien que podía esquivar la cachetada, pero de hacerlo cuales serían las consecuencias. Seguramente lo echarían de la casa, lo cual actualmente ya no era una amenaza para el peli-verde, pues Eri seguramente le abriría las puertas de su hogar para recibirlo, lo único que le preocupaba era el hecho de que irse con ellas, su familia pudiera tomar acciones legales, como decir que lo habían secuestrado o llevado contra su voluntad. Y aunque sabía que estás cosas eran algo menor para ella, prefería no involucrar la en estás cosas, también estaba el punto de la carta de la UA, la cual sería enviada a su actual ubicación.

Mientras el peli-verde analizaba las cosas de repente, el lugar comenzó a perder color, al mismo tiempo que la mano de Inko comenzó a ralentizarse, hasta llegar al punto de detenerse en el aire. Al ver esto Izuku se puso alerta al mismo tiempo que se esforzaba por moverse lo cual era algo imposible.

Yo –no te asusté, esto es cosa mía, así que relájate, solo quiero decirte que no te preocupes por lo último, por lo que sientete libre de toma cualquier acción– hablé con tono calmado –y si te preguntas como se eso, solo te recuerdo cuál es mi trabajo principal cuídate #no soy acosadora– con tono alegré

Tras esas palabras, el color regreso al mismo tiempo que la mano de Inko volvía a tener movimiento, Izuku sonrió levemente.

Antes de que la mano impactará en su mejilla, este dio un paso atrás para evadirlo. Inko quedó sorprendida ante la acción del peli-verde, pues con lo tímido y sumiso que era este, lo usual era que el no hiciera nada para evitarlo.

Izuku –¿Con que derecho?– dijo en voz baja y con el rostro bajo –¿Con que derecho?– siempre con voz baja pero con un tono ligeramente molesto, levanta su rostro viendo a quien es su madre con irá –¡Con el mismo derecho que tú te haces llamar mi madre! Pero sabes que, en ambos casos ninguno tiene derecho, o al menos eso creo– grito con furia mientras apretaba sus puños con irá

Inko –yo soy tu madre y me debes respeto jovencito– grito tras salir del shock inicial, listo para tratar de darle nuevamente una cachetada

Izuku –¿Desde cuando?– atrapando la mano de Inko –pues desde esa visita al doctor, me has dejado claro que yo no soy tu hijo– soltando algunas lágrimas –por que desde eso, solo soy un cero a la izquierda en esta casa, dime madre ¿Cuando fue la última vez que me preparaste el desayuno?– sus lágrimas aumentan –¿Cuando fue la última vez que me preguntaste como me fue en la escuela? ¿Cuando fue la última vez que te sentiste orgullosa de mi?– sus lágrimas brotan sin control y sus voz se crieva –¿Cuando fue la última vez que me celebraste mi cumpleaños? ¿Cuando fue la última vez que me dijiste que me amabas?– grito con dolor para segundos después tambalearse debido a la liberación de sus emociones

Inko estaba muda, tanto que no sabía que hacer o como reaccionar, solo podía ver el dolor y las lágrimas de aquel a quien llamaba hijo.

Izuku –pero sabes que, creo que será mejor que me vaya después de todo, se ha dejado claro que en esta casa yo no valgo nada, gracias por todo Inko Midoriya, por sobre todo darme la vida– dijo con voz serena pero triste

Se acercó a ella la abrazo, le dió un beso en la frente, para luego separarse y salir de la casa. Inko solo vio esto durante unos segundos aún en shock, del cual salió cuando escucho la puerta de la casa cerrándose, pero apesar de salir del shock ella no fue capaz de moverse, la razón era algo sencilla, no sabía que podía decir u objetar por lo que aunque una parte de ella quería salir detrás de el, no podía hacerlo, al final ella solo pudo caer de rodillas mientras recordaba todo lo que había pasado durante los últimos años.

Y mientras nuestro arbusto con patas caminaba hacia la playa, Izumi, los hermanos Bomberman y sus amigos, caminaban de regreso a sus hogares, después de haber ido al centro comercial, para relajar un poco los nervios, y celebrar su seguro ingreso a la academia. Pero una peli-rubia no podía sacarse de la mente aquella imágen en dónde, aquel que creían era un quirkles creaba una daga frente a sus ojos, esto sin duda alguna había captado su atención, pues hace tiempo ella había visto a sus padres hablar sobre un quirk, el cual poseía la hija de una de las familias más ricas del país, no recordaba muy bien lo que habían dicho sobre ese quirk, pero si tenía claro que mientras el usuario tuviera una idea de los componentes, podía crear cualquier cosa, que fuera inorgánica.

Si el peli-verde tenía ese mismo quirk, el podría crear los bolsos y ropa que quisiera, así como muchas cosas más. Ante está idea pensó que tener lo como amigo no sería una mala idea, el problema actualmente es que la relación entre ellos no era la mejor, sobre todo por las bromas que le jugaban.

–sin duda será difícil– susurro mientras tenía un rostro serio

Izumi –¿Sucede algo Valery?– pregunto al ver el rostro serio de su amiga

Valery –no es nada, solo recorde que tengo que hacer algo en casa, por lo que me iré adelantando, nos vemos luego chicas– mira katsuki –pudrete– dijo para luego  comenzar a caminar

Bakugo –esa maldita extra, ¡Shine!– grito con furia ante lo mencionado por Mirian

Katsuki –ya cállate remedo de hombre– dándole un sape a su gemelo

Bakugo –¿Que crees que haces bruja?– mientras creaba pequeñas explosiones

Izumi –será mejor que sigamos caminando– dijo con una gota de sudor al ver cómo los musulmanes iniciaban su típica pelea

Sin pensarlo dos veces los chicos siguieron su camino, pero Karin volteo a ver por unos momentos, la dirección en que Valery se había ido, recordando su rostro serio, el cual ella también había logrado ver.

Karin –¿Que estás planeando Valery?– se preguntaba internamente –aun creo saber quién despertó tu interés– recordando lo sucedido en la academia –las cosas se pondrán un poco interesantes– sonrió levemente

El grupo siguió caminando, y según avanzaban este se fue separando, para terminar solo la peli-verde y la peli-castaña quienes al entrar a la casa encontraron a una Inko aún perdida en sus pensamientos, mientras estaba de rodillas.

Al verla en ese estado Izumi se acercó rápidamente a su madre, para comprobar que no estuviera en peligro. Colocándose de rodillas junto a ella.

Izumi –mamá, mamá ¿Que te pasa? ¿Que tienes?– pregunto preocupada

Inko tenía su rostro gacho, a tal punto en que su cabello cubria sus ojos, ella seguía inmersa en sus recuerdos, teniendo apenas consciencia de lo que la rodeaba.

Inko –I-Izu-mi ¿Soy una buena madre?– pregunto mientras levantaba su rostro y observaba a su hija –¿lo soy?– se pregunto en voz alta

Izumi al ver a su madre de esa forma, se preocupó mucho pero sin dudarlo dos veces le respondió

Izumi –Eres la madre más cariñosa del mundo– respondió mientras la abrazaba

Inko al escuchar esas palabras, recordó una vez más todos los goles, insultos, y todas aquella veces en que ella había ignorado a su hijo.

No pudiendo negar más esto, se puso de pie, mientras empujaba a Izumi, para acto seguido salir corriendo de su hogar, no teniendo claro que haría fuera de este.

Izumi quedó confundida ante la reacción de su madre, quien sin pensarlo dos veces salió tras ella.

Karin quien solo se había abstenido a ser nada más que una observadora, comenzó a buscar a quien según ella el causante de esa escena, pero por más que lo busco este no se encontraba en el interior de la casa.

Karin –Al parecer por fin se dió cuenta– dijo entre sus susurros para luego ir a la cocina y preparar algo de comer

En las calles de la ciudad dos peli-verdes corrían para cumplir sus objetivos, Inko deseaba pedirle perdón a su hijo, mientras que Izumi, deseaba poder ayudar a su madre con el problema que enfrentaba.

Mientras que el tercero de esta familia esperaba tranquilamente en la playa la llegada de Ari.

Cambio de escena (nota: esto pasa, justo cuando Izuku estaba hablando con su madre)

Nos encontramos en una mansión perteneciente a una de las familias más ricas del país.

Dentro de una de las habitaciones se encontraban, tres azabaches las cuales se encontraban conversando sobre lo que dos de ellas habían visto. Mientras disfrutaban de una taza de té y algunos bocadillos.

Las presentes no eran otras que Momo y Rei Yayouroso, quienes le informaban a su madre lo sucedido en la prueba, más específicamente antes del comienzo de estás.

Sra Yayouroso –asi que, vieron a un chico de cabello verde el cual tiene un quirk similar al tuyo Momo– pregunto con calma mientras bebía un sorbo de su taza de té

Ambas chicas asintieron a las palabras de la mujer frente a ellas. Quien tras la afirmación de sus hijas, simplemente medito en silencio, lo cual preocupo un poco.

Sra Yayouroso –sinceramente está situación es algo inusual, pues los únicos casos que conozco sobre personas que tengan el mismo quirk, son los gemelos nacidos en una misma familia, y por experiencia sabemos que aun entre gemelos esto, no es algo 100% seguro– observando a una de sus hijas, la cual baja la cabeza –sin duda algo curioso– cierras sus ojos mientras tomo otro sorbo de té

Reí –en verdad, hay algo más sobre este tema– expresó con duda una de las azabaches

Sr yayouroso –mm, ¿algo más?– pregunto con un poco de intriga

Ambas se observaron por varios minutos antes, de que Momo mencionara lo siguiente.

Momo –bueno, hubo un grupo que parecía conocer al chico, quienes afirmaban que el era un quirkles– dijo con cierta duda

La madre de ambas peli-negras observo a sus hija con una mezcla de asombro y duda.

Sra Yayouroso–¿puede que se hayan confundido de persona?– pregunto con intriga

Ambas negaron las palabras de su progenitora

Rei –su forma de hablar y dirigirse a el, sin duda alguna era la de una persona que lo conocía de tiempo– de forma analítica

Momo –sin mencionar que el personalmente saludo a dos chicas, las cuales afirmaban que era un quirkles–

El silencio reino en la habitación, mientras la azabache mayor, procesaba lo que habían dicho sus hijas.

Sra Yayouroso –hijas les pido que no mencionen nada de esto a su padre– con tono serio –se que mi petición puede sonar como si tratara de ocultar algo, pero solo quiero aclarar algunas cosas antes de decirle algo a su padre– suspira pesadamente –nunca he engañado a su padre, siempre le he sido fiel, tampoco quiero dudar de él, pero . . . Solo mantengan esto en secreto durante un tiempo, ¿Puedo contar con ustedes?– pregunto con rostro serio

Ambas hermanas se observaron por varios minutos, en verdad la petición de su madre les hacía dudar del porque, pero al igual que su madre no quería pensar mal de su esposo, ellas no querían pensar mal de su madre.

Ambas –lo haremos madre– respondieron con rostros serios y decididos

Sra Yayouroso –gracias– agradeció a sus hijas mientras les sonreía dulcemente

Cambio de escena (tiempo actual)

Podemos ver a Izuku sentado en la arena, con su vista al cielo.

Izuku –¿es hermoso no crees?– pregunto sin apartar la mirada del cielo

–si– respondió sonriendo –¿fue difícil?– pregunto mientras se sentaba junto a el

Izuku –si– respondió de forma breve viendo aún el cielo

–¿quieres quedarte aquí por unos momentos?– pregunto mientras veía como una lágrima rodaba por la mejilla de Izuku

Izuku –me gustaría, ¿pero no se molestará Eri?– pregunto con duda

–no te preocupes por eso, estoy segura que entenderá– dijo poniéndose de pie, para colocarse detrás de él y abrazarlo

Izuku –Ari ¿Que haces?– pregunto algo sorprendió por la acción de su compañera

Ari –te consuelo, y compruebo los resultados de tu entrenamiento– dijo con tono alegré y acomodaba su postura

Izuku –Ari, tus pechos– dijo con algo de nerviosismo pero sin tartamudear

Ari –tu calla y disfruta, pues pronto nos iremos– dijo mientras le jalaba levemente sus mejillas

Izuku solo pudo rendirse ante las bromas de su compañera, al mismo tiempo que seguía el consejo de esta.

Tras un tiempo ambos se pusieron de pie, y comenzaron su camino hacia la casa de Eri.

Time skip

Faltaba pocas horas para el amanecer, y en la playa donde habían estado Ari e Izuku, una sombra de gran tamaño caminaba por esta, dejando a su paso un rastro de sangre, cuando los primeros rayos del sol estaban tocando la arena, la sombra pego un ligero salto, para dejarse caer de cabeza y comenzar a enterrarse en la arena al punto, de desaparecer en ella, dejando como única evidencia de su rastro, la sangre que goteaba de esta.
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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero como siempre haya sido de su agrado.

Quiero decirles que ya estoy en mi casa, aún estoy en que me dicen ten cuidado, no hagas movimientos bruscos, y no pases tanto tiempo en el celular jejeje jejeje jejeje.

Gracias a todos aquellos que me apoyaron, en verdad gracias.

Bueno por el momento me despido, deseándoles un feliz día.

Cuídense ( ╹▽╹ )(≧▽≦)(☆▽☆)