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Capítulo 1

No todos fuimos creados iguales.

Esa fue la realidad que aprendí de la sociedad a la temprana edad de 4 años. Y fue mi peor y último contratiempo.

Todo empezó en China, en la ciudad de Qingqing. Hubo noticias sobre un bebe que brillaba desde que nació. Desde entonces, los superpoderes han sido descubiertos en varios lugares, y el tiempo paso sin que la causa fuera identificada.

Antes de saberlo, lo sobrenatural se volvió normal y los sueños se volvieron realidad.

El mundo se convirtió en una sociedad de superhumanos, y aproximadamente el 80% de la población mundial ahora tiene algún tipo de poder especial. Por un tiempo pensé pertenecer al otro 20% de la población. Que equivocado que estaba.

En este mundo con remolinos de caos... la profesión que todos una vez soñaron y admiraron entró en el centro de atención.

Esa profesión es... (Inserta parte del capítulo uno totalmente innecesaria)

Junto con los superpoderes hubo un aumento explosivo de crímenes. Como el país estaba atrapado en el lento progreso de drásticas reformas, personas valientes comenzaron la realización de actos heroicos como en los cómics para protegerse de los superpoderes y defenderse contra el mal.

Los Héroes fueron aceptados por el público, y tienen establecida una posición oficial. Basados en su desempeño, ellos reciben un salario del gobierno y ganan renombre entre las masas.

Yo era un fan incondicional de todos esos héroes, los admiraba y esperaba llegar a ser como ellos, aun los sigo admirando, solo que no tanto como antes.

Todo por un día, un trágico día que hasta estos momentos quisiera poder evitar que sucediera, pero sabía que no podía cambiar, no importaba lo fuerte que pudiera volverme.

¿Qué quien soy? Mi nombre es Izuku Midoriya, y esta es la historia de como no solo me convertí en el mejor héroe del mundo, sino también el mejor héroe de otros mundos.

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Pov Tercera persona

Nos centramos en la ciudad en Musutafu, Japón, más concretamente en la secundaria Orudera en uno de sus salones de clases. Se podía ver a un profesor, que pareciera querer estar en cualquier otro lugar menos ese salón de clases, dar una charla a sus estudiantes con una voz bastante monótona que provocaría que cualquiera de sus alumnos cayeran en los brazos de Morfeo.

– Como todos cursan tercer año, es el momento para que piensen en su futuro. Les pasare folletos para sus planes a futuro, peor... – De repente el profesor pareció haber perdido todo el desanimo que tenía encima al agarrar unos cuantos papeles que tenía en su escritorio - ...ustedes... – Seguido de decir eso procedió a lanzar todos los papeles al aire de una forma que no pensarías que se tratara de un profesor de un montón de adolescentes – ...planean entrar al curso de héroes ¿verdad? –

Seguido de eso, como si hubiera hecho una señal, cada uno de los estudiantes empezó a hacer cosas que en este mundo eran cosas de todos los días.

A uno de ellos por ejemplo le empezaron a crecer rocas en el brazo tomando la forma de un brazo aun más grande, una chica estaba creando lo que parecía ser fuego un su mano también, un chico extendía su cuello a limites que un humano promedio no llegaría ni a pensar, un chico de la parte de atrás hinchaba sus mejillas a tal punto que podía recordar a un sapo, otra chica parecía tener su cabello extendido hacia arriba de forma que desafiaba a las leyes de la física casi llegando a tocar el techo. Y así cada uno de los estudiantes estaba presumiendo de lo que podía hacer su particularidad, llamada comúnmente Quirk por la mayoría de la población, aunque claro, no deberían de estar usando sus Quirks tan descuidadamente, ya que era algo ilegal usarlo de esa forma en público a menos que fueras un héroe profesional o alguien cullo trabajo requería del uso de su Quirk al aire libre.

Todos estaban emocionados, dando a entender que lo que dijo su maestro era cierto, ya que era el sueño de cualquier chico de su edad poder convertirse en un gran héroe en algún momento.

Salvo por dos estudiantes, uno de pelo rubio arenoso que tenía la mirada baja mientras recostaba ambos pies sobre su mesa como si le importara poco lo que estaba diciendo su profesor.

El otro era un chico de cabello verde que podría camuflarse perfectamente con un arbusto, parecía estar bastante concentrado escribiendo cosas en una libreta con la mirada baja, como si tuviera miedo de que la arrebataran.

– ¡Si! – Fue el grito a unisonó que se escucho de parte de los estudiantes más animados, seguidos de otros gritos de emoción demostrando lo contento que estaban todos de poder llegar a ser héroes algún día.

– ¡Sí, sí todos tienen unos Quirks maravillosos! ¡Pero usarlos en la escuela es en contra de las reglas! – Ejerció por fin su autoridad el profesor a sus estudiantes que no hicieron mucho esfuerzo por acatar las ordenes que les daba su maestro.

– ¡Sensei! – Se escucho una voz que se alzo sobre todas las demás llamando la atención de todos sobre lo que tenía que decir, se trataba de el chico rubio de antes que se encontraba con la mirada en el techo sin tomarle importancia a los demás estudiantes a su alrededor – No me ponga en el mismo saco ¡No estaré en el fondo con el resto de estos rechazados! – Hablo arrogantemente el chico conocido como Bakugou Katsuki lo que causo la molestia de sus demás compañeros.

– ¡Deberían callarse como los extras que son! – Esta fue la respuesta que dio el rubio a los demás que no dejaban de abuchearlo de nuevo sin importarle lo que los demás decían de él de forma arrogante.

– Oh, cierto. Bakugou quieres entrar a la preparatoria U.A, ¿verdad? – Comento el profesor casualmente haciendo que los demás alumnos se sorprendieran ante este hecho.

– ¿U.A.? ¡¿La escuela nacional?! ¡Estuvo en el top 0,2% este año! ¡Su tasa de aceptación es extremadamente baja! – Estas y más exclamaciones de incredibilidad provenían de los adolescentes en el salón que no podían creer que su compañero hablara enserio sobre ir a la U.A. Gracias a esto no notaron como cierto chico de cabello verde trataba lo más posible de ocultarse en su mesa.

– ¡Por eso es que sólo son extras! – Hablo en el mismo tono presumido el rubio para después saltar de su "cómoda" posición en su silla y quedarse de pie encima de su mesa – ¡Completé la prueba simulada! ¡Soy el único en esta escuela con posibilidades de entrar a U.A! ¡Destronaré a All Might y me convertiré en el mejor héroe! ¡Mi nombre estará escrito en la lista de los que más ganan! –

– Oh, cierto, Midoriya también quieres ir a U.A, ¿verdad? – El profesor interrumpió los desvaríos de grandeza del rubio provocando que la sala se quedara en completo silencio. El peliverde mencionado trato de esconderse lo mejor que pudo en su escritorio para evitar la furia del rubio, mientras que este se congelo en su sitio al escuchar el nombre de uno de sus compañeros de salón y del que alguna vez fue amigo.

El silencio se prolongo por algunos segundos más, segundos en los cuales Midoriya asomo su cabeza por entre sus brazos tratando de aminorar su vergüenza enfrente de sus compañeros, lo cual fue contraproducente ya que nada más levantar su mirada pudo ver como los demás se empezaban a burlar de él.

– ¿Eh? ¿Midoriya? ¡Imposible! ¡No puedes entrar al curso de héroes sólo estudiando! – Empezaron a decir varios de los compañeros de Izuku para seguir burlándose de él cosa que lo estaba poniendo muy nervioso, lo cual era demostrado por su cara algo miedosa.

– ¡No existe tal regla! Sólo no hay ningún precedente... – Intento defenderse en vano el peliverde no queriendo que se siguieran burlando de él. Al estar concentrado en los demás, no se espero que su compañero rubio lanzara una explosión con una de sus manos sobre su escritorio provocando que se callera al suelo por la sorpresa.

– ¡Oye, Deku! – Al levantar la vista, pudo ver como Bakugou tenía una sonrisa algo siniestra mientras hablaba y le salía bastante humo de una de sus manos, cosas que a opinión general no debería de hacer un aspirante a héroe – ¡Eres peor que los rechazados! ¡No tienes Quirk! ¿Cómo podrías si quiera pararte en el mismo sitio que yo? –

– ¡No, espera, Kacchan! – Trato de frenar la furia de su "amigo" mientras retrocedía en el piso hasta toparse con una pared – ¡No es como si intentara competir contigo! ¡Créeme! Es que ha sido mi meta desde que era pequeño. Y verás... no lo sabré a menos que lo intente. –

– ¡¿Qué es eso de "a menos que lo intente"?! – Al parecer las palabras de Midoriya tomaron el efecto contrario de lo que intentaba hacer ya que la furia del rubio no hizo nada más que aumentar y sus demás compañeros también se enfadaron al escuchar lo que saco de contexto Bakugou – ¿Vas a tomar el examen por diversión? ¿Qué demonios puedes hacer tú? ¡Maldito sin Quirk! –

El peliverde se abstuvo de responderle esta vez al rubio, parecía querer decirle algo para defenderse, pero no lo hizo, tal vez por miedo de lo que le podía hacer aquel rubio, el cual seguía sin despegar aquella expresión atemorizante. Antes esto Izuku decidió en silencio no decir nada más para no comprometer aún más su situación.

Time Skip, pocas horas después

Ya era la hora de la salida, todos los alumnos se encontraban saliendo de sus respectivas aulas, algunos hablando con amigos, otros despidiéndose de los que tenían una ruta diferente, esas cosas.

En el mismo salón de antes podemos ver que la mayoría de estudiantes ya se retiraron del aula, quedando entre los que no han salido el peliverde, que se encontraba revisando su celular.

– ¡El incidente de esta mañana está en todos los titulares! Debo de apresurarme en llegar a casa para escribirlo en mi cuaderno – Hablaba consigo mismo el Midoriya mientras guardaba su teléfono, pero antes de que pudiera guardar su cuaderno, este le fue arrebatado por Bakugou, que tenía una expresión nada amigable en su rostro.

– No hemos terminado de hablar, Deku – Detrás del rubio aparecieron otros dos chicos, de la misma edad que ambos.

– Katsuki ¿qué demonios es eso? – Pregunto uno de los dos mientras ambos chicos se acercaban a donde se encontraban el peliverde y el rubio, antes de que Izuku pudiera hacer o decir algo Bakugou inclino el cuaderno hacia ellos para que pudieran leer la portada del mismo – ¿Eh? ¿Análisis de héroe para el futuro? ¿En serio? –

E inmediatamente después de decir eso los dos amigos del rubio se pusieron a reír mientras el pobre de Midoriya no encontraba que hacer.

– E-Está bien ¿verdad? ¡Devuélvemelo! – Rogo nerviosamente el peliverde sin embargo el rubio hizo caso omiso a las palabras del Midoriya y uso su Quirk de explosión sobre el cuaderno dejándolo un poco quemado y saliendo humo del mismo, para consternación de su dueño – Que cruel – Seguidamente el rubio lanzo el cuaderno a sus espaldas, donde casualmente se encontraba una ventana abierta, provocando que el cuaderno callera desde el piso en el que se encontraban – ¡¿Qué?! –

– La mayoría de los héroes de élite tienen historias sobre sus días de escuela – Comenzó a decir el rubio explosivo al peliverde que se encontraba aún lamentando la perdida de su cuaderno por la ventana – Quiero brillar siendo capaz de ser llamado el único estudiante que logró entrar a la U.A en esta secundaria mediocre. Quiero decir, soy un perfeccionista –

– Es un miedoso – Comento despectivamente el otro chico que no había hablado todavía al ver que lo único que podía hacer el peliverde fue temblar, lo más probable por aún estar en presencia de aquel trio. El rubio poso una de sus manos sobre el hombro de Izuku y provoco un poco de humo en el para intimidarlo.

– Así que... – Mientras decía esto puso una sonrisa aparentemente amable en su rostro que para ser honestos parecía un poco intimidante con su mano provocando humo sobre el hombro del otro chico – ...no intentes entrar a la U.A, nerd –

– ... – Izuku intento articular alguna palabra, al menos una, pero el miedo que invadía su cuerpo los superaba, se quedo quieto en su lugar hasta que Bakugou y sus compinches se alejaron de hartaron de él.

– Vamos, al menos podrías decir algo – El peliverde pudo escuchar como ellos hablaban de el como si no estuviera ahí.

– No digas eso. Es patético. Todavía no puede enfrentar la realidad – Se podía notar lo impotente que se sentía el Midoriya, como si quisiera replicar cada una de aquellas palabras que le decían casi a diario, pero no encontraba la forma de expresarlo.

– Si quieres ser un héroe, hay una forma rápida de hacerlo. Creer que nacerás con un Quirk en tu próxima vida y prueba saltando desde la azotea – Esto pareció haber artado al peliverde ya que se volteo decisivamente en dirección del rubio, pero desistió de hacer nada al ver como este generaba algunas explosiones en su mano de manera amenazante – ¿Qué? –

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Estas fueron algunas de las situaciones que tuve que vivir casi a diario debido a mi condición de Quirkless. Quisiera poder decirles que el trato de Bakugou mejoro con el tiempo, pero estaría mintiendo, incluso fue lo opuesto a eso, su temperamento empeoro debido a cierto evento del cual sabrán en unos momentos.

Las siguientes cosas que sucedieron después de ese día escolar son algo confusas en este momento, pero no lo suficiente como para no poder narrarlas.

Después de salir de la escuela decidí tomar una ruta aislada del resto de estudiantes ya que no me sentía con ganas de ver a las demás personas y que se burlaran del niño nerd Quirkless.

Por el camino encontré mi cuaderno que había sido lanzado por Bakugou momentos antes en el salón siendo comida de peces. Estaba en su mayoría arruinado por el agua, pero nada que no pudiera arreglar en ese momento.

En el camino a casa había un pequeño túnel, momento en el cual me pareció buena idea por alguna razón hablar en voz alta para tratar de reconfortarme a mi mismo, seguido de un intento por emular la risa del héroe número uno.

No estaba seguro de si las siguientes cosas que pasaron fueron una especie de juego cruel del destino o algo así, pero si estaba seguro de una cosa, no podría olvidar ni, aunque quisiera en lo que resulto toda esa situación.

De un momento a otro pase de estar casi ahogándome dentro de un villano que tenía su cuerpo hecho enteramente de lodo a estar en una azotea al azar diciendo todas mis molestas al símbolo de la paz.

Fue algo impresionante y traumatizante descubrir que tu ídolo solo ser un héroe por alrededor de tres horas al día, pero tenía que quedarme callado sobre ese asunto, quien sabe que habría ocurrido en ese momento si esa información era divulgada a alguien erróneo.

Y finalmente, las palabras que cambiaron el sentido en el que iría mi futuro...

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Pov Izuku

– ...No puedo simplemente decir, "Tú puedes convertirte en un héroe incluso sin ningún poder." – Aquellas palabras provenientes del flaco-Might fueron como un puñal en mi corazón. Ya sabía que podría decirme eso, todos lo hacían a diario, no sabía porque mantenía las esperanzas de que alguien a nivel profesional como All Might le diría lo contrario.

– Ya veo... – Apenas pude decir esas palabras debido al nudo que se estaba formando en mi garganta.

– Si quieres ayudar a los demás, entonces podrías también convertirte en un oficial de policía. – All Might se puso de pie y fue caminando hasta la puerta que daba a las escaleras – Ellos a veces son molestados porque reciben villanos entregados en su recepción, pero también es una buena ocupación. – Antes de cruzar aquella puerta se detuvo y me dedico unas últimas palabras – No es malo soñar. Pero también debes de considerar lo que es la realidad, joven. –

No sabía cuanto había pasado en esa azotea considerando lo que había dicho All Might, sobre abandonar de una vez ese sueño tonto que tenía de convertirme en un héroe. Algo a lo lejos me distrajo de mis pensamientos, el sonido de una explosión. Al levantar la vista del suelo pude divisar una inmensa nube de humo proveniente de algunas calles de distancia.

– ¡Un villano! ¿Qué héroe irá a la escena? – Me encontré diciendo esto y corriendo en dirección del incidente instintivamente, pero luego recordé lo que All Might había dicho lo cual me detuvo.

Tal vez tenga razón. Tal vez debería de abandonar ese sueño tonto y ser más realista – Me dije a mi mismo mentalmente. Empecé a caminar casi robóticamente sin pensar mucho a donde estaba yendo, sin poder sacar de mi cabeza el encuentro que había tenido hace unos momentos con el héroe número 1.

Camine por un rato más hundiéndome en la miseria hasta que otro sonido de explosión, esta vez más cercano que el anterior, me saco de mis pensamientos, otra vez.

– ¿Aquí es donde fue la explosión? – Pregunté en voz alta a nadie en particular al ver el humo y la multitud de personas conglomerándose en la calle – ¿Espera, eso quiere decir que vine aquí sin darme cuenta? –

Avance un poco entre la multitud para observar mejor la situación sin saber del todo porque lo hacía.

Deja de engañarte a ti mismo. No ganas nada con quedarte aquí a observar algo en lo que no te puedes convertir – Me reprendía a mi mismo en mis pensamientos sin alejarme del lugar hasta que, por un hueco, una pequeña grieta entre la multitud, pude divisar al villano causante de todo este caos.

¿Por qué este tipo está aquí? ¿Se escapo de All Might? – Empecé a hacer memoria de lo que había ocurrido con el villano cuando me ataco. All Might lo había guardado en una botella que puso en su bolsillo cuando... – ¿Lo soltó? Si fue así... –

En ese instante fue en el que me di cuenta de lo que sucedió.

– ...entonces fue mi culpa... – Si no hubiera querido molestar All Might con los sueños de un niño ese villano no estaría libre causando estragos.

– ¿Por qué no están haciendo nada los héroes? – Pude escuchar como a un lado conversaba un señor con alguien más.

– No pueden. Aparentemente ese villano atrapó a un escolar. Ha estado así por un tiempo – El otro sujeto le respondió al anterior logrando ganar mi atención inmediata.

– ¿Atrapó? ¿Ha estado así por un tiempo? – Voltee una vez más al frente en donde se encontraba el villano donde se podían ver a dos héroes enfrente del mismo – ¿Cómo pueden soportar esa asfixia? Pensé que moriría al cabo de unos segundos. Increíble... –

– ¿De todos modos, no fue ese villano quien All Might estaba persiguiendo antes? – escuche a alguien más preguntar entre la multitud provocando que abriera los ojos como platos.

– ¿All Might? ¡No puede ser! ¿Aquí está él? – Otra persona más pregunto entre la multitud sonando sorprendida ante este hecho provocando un pequeño revuelo entre los que lo escucharon.

¡Es mi culpa! ¡Él no puede hacer nada! Él no puede atrapar a ese tipo – Me dije a mi mismo mentalmente – ¡Todo lo que podemos hacer es esperar por un héroe con un Quirk más adecuado!

¡Animo! ¡Lo siento! ¡Lo siento!

La ayuda llegará pronto...

Alguien... Un héroe... pronto...

Vi como el que tenía atrapado movió un poco la cabeza y pude ver que se trataba de...

Kacchan... – Para cuando pude darme cuenta ya había atravesado a las personas y adelantado a los héroes, corriendo a la dirección en la que se encontraban el villano y Kacchan.

– ¿Por qué corro? ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué? – No podía entender porqué corrí así sin más hacia ese villano, fue como si mis piernas se movieran solas.

– ¡Muere en explosión! – Escuche como el villano de lodo me gritaba mientras estiraba uno de sus brazos hacia atrás, preparándose lo más segura para lanzarme un golpe.

Lo eventos siguiente a eso son un poco borrosos. Logré distraer un poco al villano gracias algo que recordé en uno de los cuadernos que había escrito. Trate inútilmente de sacar a Kacchan del cuerpo del villano, lo que le dio la oportunidad más que suficiente como para asestarme un golpe directo, pero antes de que eso llegara pasar, alguien se interpuso entre el golpe y yo. Se trataba de un musculoso All Might que había llegado por fin a escena, el cual rápidamente derroto al villano de lodo de un solo golpe no sin antes atrapar a Kacchan para que no saliera volando del lugar. Quede inconsciente por un buen rato debido a la presión del viento que había causado el golpe de All Might. Desperté en una ambulancia en donde uno de los paramédicos me dijo que no tenía lesiones graves, así que podría irme a casa. Antes de que pudiera pensar siquiera en irme, un par de héroes se acercaron a darme a reprimenda por haber hecho algo tan imprudente mientras que, por otro lado, cerca de donde yo me encontraba había otros héroes elogiando a Kacchan por como actuó y diciendo que tenía un Quirk increíble.

Paso algún tiempo antes de que pudiera irme del lugar, al menos aún conservaba mi mochila con mis cosas.

Quería disculparme con All Might, pero el aún estaba siendo entrevistado... – Hablaba conmigo mismo en mi mente pensando en toda la situación que no habría sucedido si no hubiera sido por mi culpa – Intentare enviarle un mensaje en su sitio web cuando llegue a casa

– ¡Deku! – Detuve mis pensamientos al escuchar como una voz familiar me llamaba desde mis espaldas.

– ¿Kacchan...? – Se trataba de Bakugou quien me llamaba, estaba corriendo hasta donde estaba yo.

– ¡Nunca te pedí ayuda! ¡Y tú no me ayudaste! ¡¿Entendido?! – Me espeto él con su usual tono de enfado. La verdad no podía esperar menos de él, teniendo en cuenta como es su actitud hacia mi – ¡Eres un Quirkless que juega sin cartas! ¡No creas que puedes subestimarme! ¡¿Estas tratando que te deba una?! ¡No me subestimes! ¡Maldito nerd! –

Es como lo dijo Kacchan. No es como que haya realizado algo, o cambiado algo. Pero me alegra. Ahora puedo pensar en un futuro realista... – Antes de que pudiera proseguir con mi camino a casa, alguien se interpuso en mi camino de una forma bastante peculiar.

– ¡Estoy aquí! – Si, se trataba de All Might, quien por alguna razón había venido hasta este lugar en específico.

– ¡¿A-All Might?! ¿Por qué estás aquí? Fuiste rodeado por reporteros hasta ahora... – Me sorprendí de que haya podido escaparse de ellos tan pronto. Al escuchar lo que dije soltó su risa característica llena de carisma.

– Alejarme de ellos fue pan comido ¿Por qué? Porque soy All Migh-- – Lastimosamente el héroe número uno no pudo terminar de hablar correctamente ya que volvió a su forma flacuchenta abruptamente mientras escupía sangre.

– Jovencito. Vine con agradecimientos y una sugerencia. Si no hubieras estado ahí... Si no me hubieras contado sobre tu vida... Me hubiera convertido en un tipo en traje que solo habla. Gracias –

– Eso no puede ser... Fue mi culpa en primer lugar. Me metí en el camino de tu trabajo, y dije todas esas cosas impertinentes incluso si soy un Quirkless... – No podía dejar que hablara así de mi si era todo mi culpa para empezar.

– Eso tal vez sea cierto, pero no quita que tus acciones me inspiraron a actuar. Así que tienes mi agradecimiento – Me interrumpió All Might. Levante la cabeza para ver a All Might cuya expresión se volvió algo más severa – Sin embargo, eso no quita que lo que hiciste ahí no fuera imprudente –

– S-Si... – Ahí estaba lo que estaba esperando, un regaño de parte del héroe profesional, aunque sea verdad que lo que hizo fue estúpido he imprudente no quitaba que le doliera aun lo que dijera.

– Se que es un poco anticlimático el que primero te agradezca y luego te regañe, pero esto no es algo que se pueda pasar por alto – Sabía que él tenía razón, que todos tenían razón a que simplemente era un inútil Quirkless, pero esto ya me lo deja del todo claro – Es mejor que no vuelvas a meterte en este tipo de situaciones, tal vez no tengas tanta suerte la próxima. Y no creas que lo digo por que me caes mal o algo así, es por tu seguridad ¿lo comprendes? –

– L-Lo comprendo – Mi mirada volvió al suelo sin querer que él mirara las lagrimas que se formaban en mis ojos, ya me estaba hartando de dar pena por hoy.

– Hasta luego, shonen – Y sin decir más el afamado símbolo de la paz se fue del lugar.

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Y un mes a pasado desde que escuche aquellas palabras salir desde la boca de mi ídolo. Seguramente me afectaron más de lo que él pudo llegar a pensar ya que apenas puedo recordar sucesos medianamente memorables que hayan sucedido en ese lapso de tiempo.

Mi madre ha intentado animarme durante este tiempo lo más que pudo, trajo algunos juegos de video que consiguió de un amigo en una tienda de empeños que cerro hace poco y que iba a tirar a la basura ya que eran de la era pre-Quirks y a nadie le interesaba muchas cosas de esa época. A mí, sin embargo, me resultaron una excelente distracción de todo lo que había pasado hace poco. Claro, una distracción no es lo mismo a una solución.

Uno de mis favoritos era The Legend of Zelda: Ocarina of Time, no tenía nada que ver que un árbol parlante se llamara Deku o que el protagonista vista de verde, ni un poco.

Días después del incidente con el villano de lodo, me encontraba esperando en la sala de estar a que mi madre terminara de preparar la cena ya que ella no me dejaba ayudarla debido a que tenía una sorpresa especial para mí.

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– ... En otras noticias, una pandilla de villanos compuesta por 8 miembros intentó el día de ayer robar el centro comercial entero. Varios héroes fueron vistos en escena tratando de rescatar a los rehenes tales como Kamui Woods, el conocido maestro de la escuela U.A Vlad King, Gun Head, entre otros. Por suerte la situación no llego a más gracias a la aparición del héroe número 1 All Might... – Desconecte de mi cabeza el resto de cosas que decía la reportera al escuchar ese nombre. No sabía porque, pero cada vez que volvía a escuchar su nombre, mi mente volvía a ese momento, a esa conversación que tuvimos ese día. Pequeñas lagrimas se juntaron en mis ojos, pero no las quise soltar.

– Izuku... – La voz de mi madre me saco de mis pensamientos. Rápidamente seque las lagrimas que amenazaban con caer de mis ojos para que mi madre no las viera. Al voltear la vista a donde provenía su voz, observo a su madre dándole una mirada de tristeza desde la puerta de la cocina.

– Okasan... – Fue lo único que salio de mis labios. Ella era la única que no quería que me viera llorar en este momento.

– ... – Ella no dijo nada, simplemente se acercó hasta el sofá y me dio un cálido abrazo. Para cuando quise darme cuenta la lagrimas fluían libremente desde mis ojos, todo lo que pude hacer fue devolverle el abrazo.

Pasamos unos cuantos minutos sin movernos de nuestra posición, sin querer separarme de ella en este momento. Después de unos momentos ella se separo del abrazo y me dio una cálida sonrisa que no pude evitar devolver por más que quisiera. Mamá tomo mi rostro entre sus manos y me limpio las lagrimas que caían con sus pulgares.

– Icchan ¿Puedes esperar aquí un segundo? Hay algo que quiero mostrarte – Me pregunto ella de forma cálida mientras dejaba su delantal en el sofá. No hice nada más que asentir y ver como ella caminaba hasta su habitación dejándome con la duda de que querría ella mostrarme que no haya podido hacer en cualquier otro momento.

Un rato después pude ver que ella volvió con una caja en sus brazos.

– ¿Qué es tienes ahí Okasan? – Pregunte con curiosidad al ver que la caja tenía bastante polvo en ella.

– Son algunas cosas de cuando tenía más o menos tu edad, las tenía guardadas en el closet para no perderlas – Ella dejo la caja encima de la mesa y limpio un poco la parte de arriba. Al abrirla pude ver varias cosas guardadas, como algunos libros, muñecas, una bolsa llena de... ¿piedras? Un poco desconcertado por este último voltee a ver a mi madre que pareció avergonzarse un poco ante esto.

– Había algunos niños que me molestaban en la escuela, así que simplemente usaba mi Quirk y les lanzaba piedras – Confeso mi madre algo avergonzada sin querer devolverme la mirada. Yo simplemente me le quede mirando a mi madre un poco sorprendido sin poder imaginarla a ella haciendo algo así – Ni se te ocurra hacer algo así – Agrego repentinamente volteándome a ver con una mirada severa a lo que yo alce ambos brazos en rendición mientras negaba con la cabeza.

Mamá registro un poco en la caja sacando un par de cosas de ella. Antes de que pudiera acercarme para ver que era lo que estaba buscando, pude ver sus ojos iluminarse al sacar un marco de fotos que había acumulado mucho polvo.

– Que bueno que siga aquí... – Murmuro ella sonando nostálgica. Paso su mano por el cristal del marco y pude ver a dos personas en la imagen. La primera era bastante familiar, era una niña de como unos 8 años de cabello verde largo atado en una cola de caballo y ojos del mismo color, no necesitaba más para saber que se trataba de mi madre cuando era pequeña, pero la segunda figura no la logre identificar.

Se trataba de una mujer de unos veintitantos años de piel clara con un lunar debajo de su labio inferior del lado derecho de su cara, su cabello era oscuro y liso manteniéndose a la altura de sus hombros es excepción de un mechón que colgaba sobre su frente. En la imagen llevaba unos guantes de color amarillo, un traje oscuro sin mangas con un cuello alto y una capa blanca colgando de sus hombros.

En la imagen mi madre estaba sentada encima de los hombros de la mujer y ambas estaban sonriendo de una manera bastante peculiar a la cámara, tenían ambos dedos estirando sus mejillas hacia arriba.

Supuse que se trataba de alguna heroína, pero no me sonaba el nombre ¿de quién se trataba?

– Esta foto la tomo tu abuela luego de un accidente que tuvimos, por suerte no fue nada grave, pero me raspe un poco la rodilla. Ella fue quien nos salvó y a otras 10 personas de situaciones diferentes, todo eso sin despegar la sonrisa de su rostro – Al decir esto su mirada adquirió aún más brillo del que tenía – Cuando le pregunte el porque estaba sonriendo ella me pregunto que cual era mi sueño ¿Sabes que quería ser en ese tiempo, Icchan? –

– ¿Qué? – Pregunte con bastante curiosidad ya que esa era una pregunta que no me había hecho.

– Quería ser una heroína – Respondió ella con una mirada algo triste formándose en su rostro. Eso me sorprendió la verdad, aunque no debería de ser algo sorprendente dado que a día de hoy esa es una profesión como cualquier otra a ojos de la sociedad, pero ella no parecía alguien que quisiera convertirse en una heroína – Luego de responderle ella me dijo esto: "Cuando tienes que salvar a alguien, generalmente se encuentran en una situación aterradora. Un verdadero héroe salva no solo sus vidas, sino también sus espíritus... Eso es lo que creo. Así que no importa cuán aterradoras se pongan las cosas, sonríe les, como diciendo: "Estoy bien". Las personas en este mundo que pueden sonreír son siempre las más fuertes"

No pude evitar pensar en lo cierto que parecía ser eso, por ejemplo, alguien como All... No quise seguir con esa línea de pensamientos en este momento. No quería deprimirme en este momento luego de que mi madre me contara sobre su niñez.

– ¿Qué te detuvo de seguir de convertirte en héroe? – En el instante que dije aquella pregunta me arrepentí un poco de hacerla debido a la mirada melancólica que adquirió mi madre.

– Cuando cumplí 13, unos meses después de conocer a Mitsuki, me entere en las noticias de que ella había muerto, quede devastada cuando me entere, perdí el espíritu que tenía para convertirme en un héroe, olvide lo que ella me había dicho – Se perdió en sus pensamientos por bastante tiempo en el que no la quise interrumpir.

– ¿Por qué me cuentas todo esto? – La pregunta se escapo de mis labios sin que me diera cuenta. Cuando ella me escucho la tristeza que tenía se atenuó un poco y me dio un cálido abrazo.

– Por que quiero que sigas ese consejo, que seas más inteligente que yo y no ignores esas palabras. Quiero que dejes de estar triste y sonrías una vez más – Trate de memorizar las palabras de mi madre lo mejor que pude. Ella se levantó de donde estábamos sentados en el sofá y se dirigió hasta la cocina.

– ¿Puedo quedarme con esto? – Pregunte tímidamente señalando el marco de fotos que tenía en mi mano. Ella al voltear para ver que quería decir soltó una pequeña risa y asintió con su cabeza.

– Por supuesto que puedes, Icchan, pero primero vamos a comer, prepare tu favorito – Me contesto con una sonrisa entrando a la cocina. Al escuchar aquello mis ojos brillaron al saber de qué estaba hablando.

– ¡Katsudon! – Dejando la foto encima de la mesa de la sala, corro por donde fue mi madre, emocionado por comer mi comida favorita.

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Más tarde durante la cena me entere que el nombre de aquella heroína era Nana Shimura, quien se convirtió en mi modelo a seguir después de que mi madre me contara eso.

Otra cosa a mencionar que ocurrió en este mes fue la actitud de Bakugou hacia mi empeoro, supongo que un chico Quirkless lo salvara fue un golpe duro para su ego. Así que mis tiempos libres en la escuela se resumieron básicamente en huir de él lo mejor que pudiera.

Aparte de eso no ocurrió nada fuera de lo ordinario en el transcurso de ese mes, salvo un lunes, en el que me había quedado despierto hasta tarde terminando el The Legend of Zelda: Ocarina of Time.

Quiero aclarar que esto no es algo que deberían de hacer, el hecho de que me quedara hasta tarde jugando videojuegos no significa que deban hacerlo.

Dejando de lado el consejo del día, iniciemos con el recuerdo.

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– ...Vamos, vamos, vamos... ¡Siii! – Salte de alegría en mi cama alzando la Nintendo Switch. Había pasado los últimos días jugando al Zelda Breath of the wild y aproveche que me quedaba poco para acabarlo y me quede despierto hasta tarde tratando de pasarlo, cosa que dio frutos en este momento. Me deje caer de espaldas en la cama soltando un suspiro de felicidad, disfrutando de mi victoria. Estuve en esa tranquilidad por unos segundas hasta que...

– ¡IZUKU MIDORIYA! ¡MÁS TE VALE NO ESTAR JUGANDO A ESTAS HORAS! – Escuche como me gritaba mi madre desde el otro lado de la puerta de mi cuarto.

– ¡NO OKASAN, NO ESTOY JUGANDO! – Respondí algo nervioso de lo que podría llegar a hacer mi madre si se enterara de que si estuve jugando.

– ¡¿ENTONCES QUE HACES DESPIERTO A ESTA HORA?! – Su grito de respuesta me puso aún más nervioso, tenía que pensar en una respuesta rápido.

– ¡ME DIO DOLOR DE ESTOMAGO Y TUVE DIARREA! – Me di un golpe en la cara mentalmente por esa escusa. Pude escuchar un suspiro de par de ella y sus pasos alejándose hasta la sala.

Soltando un suspiro me levanté de mi cama y salí de mi cuarto para ir a ver a mi madre.

– Buenos días Okasan – La saludé una vez la vi en la sala.

– Izuku, es la 1 de la tarde – Me dijo ella con una sonrisa algo tensa y un tic en su ojo derecho – Más te vale no quedarte hasta tarde jugando otra vez o sino venderé todas tus cosas – Dijo para después darle un sorbo a su té.

– ¿Ni siquiera si el siguiente día es domingo? – Le cuestione mientras tomaba un vaso de jugo de naranja de la cocina.

– Izuku, hoy es lunes, faltaste a la escuela hoy –

– ...Oh – dije torpemente, ella simplemente suspiro mientras dejaba su taza sobre la mesa de la sala.

– Solo espero que no lo vuelvas a hace ¿está claro? – Simplemente le asentí sin querer hacerla enojar más – Mejor come algo y alístate, necesito que me acompañes a comprar algunas cosas, pero primero debemos de pasar por el banco –

– Entendido – Respondí para luego entrar a la cocina por algo de comer. Que suerte que sobro algo de Katsudon de ayer.

Cuando llegamos al banco para retirar algo de dinero la fila era algo larga, pasamos alrededor de una hora esperando a que llegara nuestro turno y justo cuando nos iban a atender se escuchó un fuerte ruido desde la puerta de entradas.

– ¡¡TODOS AL SUELO AHORA!! – Un hombre con un pasamontaña entro gritando junto a otros dos hombres, todos sosteniendo armas y el primero extendiendo su mano libre como si apuntara.

Rápidamente todos en el banco obedecieron temerosos de lo que podrían hacer los ladrones.

– Gracias a todos por colaborar ¿qué tal si lo hacemos otra vez a la misma hora dentro de dos años? – Una vez que recogieron el dinero que podían cargar, el primer ladrón que hablo antes se dirigió a todos nosotros.

– C-Claro, solo no nos hagan daño – La cajera del banco dijo algo nerviosa por toda la situación.

Que bien, ya están a punto de irse – Dije en mi mente alegre de que todo esto vaya a terminar de una vez. Volteé a mirar un poco a mi madre y le di una sonrisa la cual ella me devolvió de inmediato.

Cuando estaban a punto de salir se pudieron escuchar afuera las sirenas de la policía. Afuera alrededor de una docena de patrullas habían llegado al lugar junto a varios héroes profesionales.

– ¿Quién alerto a los héroes?! – Cuestiono otro de los ladrones poniendo nerviosos a varios de los rehenes.

– ¡No fue ninguno de ellos, seguramente alguien nos vio desde afuera! – Le respondió el último de los ladrones observando desde una de las ventanas como algunos héroes estaban hablando con los oficiales de policía.

– ¿Qué se supone que hagamos ahora? – Pregunto uno de los ladrones al que parecía estar al mando. Levante un poco la mirada y pude ver como una sombra se cernía sobre uno de ellos.

– ¡TODO ESTA BIEN AHORA! ¡¿SABEN PORQUÉ?! – Aunque estuviera un poco agradecido con que estuviera aquí para detener a estos ladrones, no pude evitar sentirme algo incomodo con su presencia. Así es, se trataba del mismísimo All Might quien había llegado para detener el robo. El ladrón se sorprendió un poco al escuchar la voz del símbolo de la paz. Al voltear para encararlo, recibió un puñetazo directo del héroe que lo dejo noqueado en una de las paredes del banco – ¡POR QUE YO ESTOY AQUÍ! –

– ¡Mierda! – Maldijo el que había entrado primero al banco apuntando al hombre rubio con su mano y lo que parecía ser una Ak-47. De su mano salio un poco de lo que parecía ser fuego en dirección de All Might a la vez que le disparaba con el arma.

Me pegue lo más posible contra el suelo con mis brazos cubriendo mi cabeza para tratar de evitar que alguna de las balas me alcanzaran. Pude escuchar el silbido de los proyectiles pasando sobre mi cabeza a gran velocidad, me sentí aliviado de que ninguno me alcanzara. Me quede a mitad de un suspiro de alivio al abrir los ojos y notar como el piso estaba siendo manchado por un espeso líquido rojo, después de ver esto note como había un peso sobre mi cuerpo, al girar mi cabeza para ver de que se trataba mi corazón se detuvo en el mismo acto.

– O... Oka... Okasan... – Inmediatamente el mundo a mi alrededor pareció dejar de existir en el instante que identifique que se trataba de mi madre la que estaba sobre mi cubriéndome con su cuerpo y que el líquido rojo que estaba en el piso se trataba de su sangre, de la cual también estaba un poco bañado.

Me quedé en total shock al presenciar esto, mi madre, la mujer que me ha cuidado desde que nací, había recibido uno de los disparos de aquel ladrón.

– I-Icchan... – Su voz era apenas un susurro, pero la podía escuchar claramente entre todo el bullicio que se cernía dentro del banco. Me levante de donde estaba tirado en el suelo para sostener a mi madre y ver que le había sucedido, teniendo el cuidado de no hacerle daño y sin importarme que mis manos se mancharan.

Al poder observarla mejor, se me helo la sangre. Justo en la posición donde debería de estar posicionado el corazón, había un agujero del cual estaba brotando mucha sangre.

Lagrimas empezaron a brotar de mis ojos sin control, aunque eso me importaba poco en este momento.

– Okasan... – Esto no podría ser cierto, esto no podía ser real, debía de tratarse de un horrible sueño, si, eses, un horrible sueño del que se despertaría en cualquier momento y vería a mamá en la cocina preparando el desayuno.

– ¡Alguien llame a una ambulancia! – Alguna persona dijo entre la multitud a mis espaldas, no me importaba quien estuviera hablando, no me importaba si alguno de los ladrones me estuviera apuntando con su arma en este momento, no nada más que mi madre.

– E-Es... b-bueno... q-que e-estés... b-bien I-Icchan... – Escuche como ella decía apenas mientras me daba una pequeña sonrisa que dado su estado actual más que feliz parecía algo cansado.

– P-Por f-favor Okasan, n-no digas nada más, l-la ayuda viene en camino ¿ok? Te pondrás bien y regresaremos a casa, todo estará bien... – Sabía que me estaba mintiendo a mi mismo con esas palabras, pero no podía aceptar que ella se fuera así, no de esta forma. Me quede callado al sentir como colocaba una de sus manos en mi mejilla y secaba mis lagrimas con su pulgar.

– E-Eso ya... n-no importa Icchan... L-Lo importante e-es que t-tú estás b-bien... – Luego de decir eso soltó una pequeña risa que se transformo en una tos que me preocupo aún más.

– Eso no es cierto... tu también deberías de estar bien... – Apenas podía encontrar las palabras que quería decir a causa del nudo que se formó en mi garganta.

– Izuku... por favor, escucha... – Su tono podría ser algo débil, pero se podía notar lo firme que eran sus palabras – G-Gracias p-por ser tan b-buen hijo, e-estoy m-muy orgullosa d-de ti ¿me e-escuchaste? E-Estoy muy orgullosa de ti... – No le respondí con palabras, simplemente me limite a asentir con la cabeza por temor a interrumpirla – ...y t-también l-lamente no haber s-sido la madre que merecías te-tener... –

– ¿De qué estás hablando? ¡Fuiste la mejor madre que pude haber pedido! – Esta vez no pude contenerme con lo que ella estaba diciendo, era totalmente ridículo que ella pensara algo así sobre ella.

– Por favor Izuku... déjame terminar... – Ella me pidió tranquilamente como si el arrebato que había tenido no se hubiera dado. Decidí quedarme callado para escuchar las que serían las últimas palabras de mi madre en este mundo – Lamento que por mí no tengas un Quirk, lamento que por mi no puedas hacer realidad tu sueño, lamento... – Se interrumpió al toser un poco más, al fijarme mejor vi con horror como un poco de sangre salía de su boca.

– Por favor Okasan, no tienes nada porque disculparte. Solo no me dejes solo por favor, por favor, por favor... – Le imploraba repetidas veces como si fuera un niño pidiendo que le compraran su dulce favorito. Me aferre a ella con un abrazo lo más fuerte y cuidadosamente posible.

– ...te amo, Icchan... – Esas fueron las últimas palabras que escuche decir de parte de ella. Se formo un gran silencio a mi alrededor por un largo tiempo, no sabía si era por el hecho de que estaba demasiado concentrado en mi madre y bloquee cualquier sonido de parte de las demás personas en el banco o si todos se habían quedado callados, tampoco es que me importara en este instante, tenía cosas más importantes de las que preocuparme.

– ¿Okasan?... ¿Okasan?... ¡¿Okasan?!... –

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Minutos después de que llegara la ambulancia había quedado inconsciente, me contaron después de que habían tenido que sedarme debido a que no quería separarme del cuerpo de mi madre.

Ese día, aquel lunes 6 de Julio a las 2:57 de la tarde, Inko Midoriya fue declarada muerta.

Decir que estaba triste por su muerte es un eufemismo, estaba totalmente desconsolado, sin nadie a quien poder acudir en ese momento debido a que mi padre murió hace varios años atrás. Ni mi madre ni mi padre tuvieron algún hermano del que estuviera enterado y mis abuelos murieron incluso años antes de que mi padre falleciera. Así que era un niño completamente solo en el mundo.

Y debido a que no tenía ningún familiar al que poder contactar para que tomara mi custodia, se decidió asignarme un tutor legal apto para cuidarme. No sabía mucho sobre ese hombre o mujer que me habían asignado, lo conocería durante las vacaciones de verano ya que en esos momentos se encontraba en el extranjero.

Pasaron los días y llego el día que menos quería vivir, el funeral de mi madre.

Al funeral asistieron algunos conocidos de ella, incluyendo a los padres de Bakugou, Mitsuki y su esposo Masaru, sin el rubio menor, cosa que agradecí bastante ya que no estaba de humor en ese momento para que me gritara cualquiera de sus cosas.

La escuela fue algo monótona, sin algo demasiado destacable que contar. Pasaba la mayoría del tiempo estando lo más callado que me fuera posible, hablando solamente cuando fuera necesario, no es como que tuviera muchos amigos ahí con los cuales hablar. Kacc- no, Bakugou seguía queriendo encararme por alguna razón aparente, pero siempre conseguía esquivarlo y escaparme de él de alguna forma. Todo esto se repitió durante un par de semana hasta que al parecer fue suficiente tiempo para el rubio.

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Estaba sentado tranquilamente en mi sitio en el salón de clases escribiendo algunas cosas en mi cuaderno, nada en específico, solo algunas cosas que tenía en mente en este momento. Eso era lo que estaba haciendo hasta que por el rabillo del ojo pude notar como cierto rubio se acercaba echando humo literalmente en dirección mía.

Con rapidez intente guardar mis cosas rápido en mi mochila para irme y no tener que escuchar otra vez a Bakugou gritarme por alguna razón estúpida. Pero resulto que el fue más rápido ya que antes de que me pudiera levantar de mi asiento el me volvió a sentar tomándome de mi hombro con brusquedad mientras provocaba una explosión sobre mi mesa.

– ¿A donde crees que ibas, Deku? – El me gruño aquellas palabras de forma "amenazante" provocando que rodara mis ojos con fastidio al no tener ganas de aguantar ninguna de sus tonterías ni hoy ni nunca.

– Eso que te importa – Le espete con brusquedad provocando que retrocediera un poco por la sorpresa de que le respondiera de esa forma. También pude escuchar algunos jadeos provenientes de nuestros compañeros de clases por la misma razón.

Trate de aprovechar la oportunidad de alejarme de Bakugou, pero antes de que pudiera dar más de dos pasos me detuvo por una explosión produjo el rubio para frenarme.

– No creas que te escaparas tan fácil, Deku – Katsuki se puse delante de mi y comenzó a producir explosiones del tamaño de petardos en las palmas de sus manos.

– ¿Por qué no te vas de aquí y explotas algunos edificios, musulmán? – Le pregunte mientras entrecerraba mis ojos escuchando otra vez los jadeos de sorpresa de parte de mis demás compañeros.

– ¡¿A quien le dices musulmán, maldito Deku?! – Al parecer mi respuesta no le hizo tanta gracia, más bien lo contrario ya que parecía que humo salía de su cabeza en vez de sus manos.

– ¿A quién más vez aquí que pueda explotar cosas, musulmán? – No sabía que me estaba pasando hoy, pero si sabía algo, hoy no tenía más ganas de aguantar la intimidación de parte de Bakugou.

– ¡Maldito bastardo! – Me grito mientras colocaba ambos brazos hacia atrás con las palmas apuntando al frente – Por que no mejor vas a llorarle a la perra de tú madre – Aquello que dijo hizo que cualquier deseo por ignorarlo se fuera al desagüe. Después, agrego con una sonrisa que quise borrar de inmediato de su rostro: – Ah, es cierto, no puedes porque esta muer... –

Lo siguiente que paso tomo a todos por sorpresa más aun que las respuestas que le estaba dando al maldito rubio. Con una velocidad que no era propia de mí, le propine un puñetazo en su cara provocando que su nariz comenzara a sangrar y que cayera sentado en el suelo.

– ¡TE RETO A QUE DIGAS ESO UNA VEZ MÁS, BASTARDO! – Le grite furioso de que se atreviera a decir algo así en frente de mí.

– ¡A QUIEN LE DICES BASTARDO, HIJO DE...! – Si piensas que no pudo continuar por qué de di otro puñetazo, déjame decirte que estas en lo cierto. Después de recuperarse del golpe que le di levanto uno de sus brazos lanzándome una explosión la cual esquive tirándome hacia un lado.

Aproveche y me acerque a donde estaba él en el suelo para poder darle otro golpe. El rubio al ver que me acercaba hasta el intento darme con una explosión desde su otro brazo la cual pude evitar al empujar su brazo para que apuntase al techo del salón.

– ¡¿Por qué mejor...?! – Una vez dije esas palabras le di otro puñetazo en su rostro – ¡¿...no cierras...?! – Doblo una de sus muñecas con la cual intentaba furtivamente mandarme una explosión sacando un quejido de dolor de su parte – ¡¿... el pico?! –

El golpe final provoco que su cabeza chocara contra el suelo y rebotara un poco. Me preparé para darle otro golpe, pero luego vi que no se movía de su posición, se había quedado inconsciente.

Rápidamente agarré mi mochila y me fui del lugar, ignorando a la multitud que se había formado alrededor de nosotros durante nuestro enfrentamiento y que estaba murmurando todo tipos de cosas sobre mi como "¿Acaso ese era Midoriya?" o "¿Por qué hay grietas en el suelo?", mi mente estaba más ocupada en un lugar más importante.

Tuve suerte de que hoy fuera 21 de Julio, el inicio de las vacaciones de verano, así no tenía que preocuparme por ver a Bakugou mañana o por el resto de la semana.

Una vez que llegue a casa, deje los zapatos junto a la entrada y mi mochila en el sillón de la sala de estar para dirigirme directamente al baño de la casa.

– ¿Acaso esto es real? No parece poder reflejarse en el espejo – Murmure mientras observaba una pantalla holográfica que no se alejaba de mi vista desde que deje en el suelo inconsciente a Bakugou.

En la pantalla de color azul se podía leer:

"Bienvenido, usted a sido seleccionado por el guardián multiversal para ser el siguiente en obtener el sistema "THE GAMER" ¿Desea aceptar este regalo?"

Y debajo de todo eso estaban dos opciones para elegir.

[YES/NO]

– ¿Guardián multiversal? ¿Quién es el y por qué me dio algo? – Dije para mi mismo sin entender de quien se trataba que era, luego volví mi atención a las dos respuestas – Supongo que no pierdo nada – Inmediatamente seleccione la opción [YES]. En el instante que le di la opción la pantalla se cerro dejando el lugar frente a mis ojos vacío por unos instantes, hasta que fue reemplazado por una pantalla con más texto.

Gracias por aceptar, Izuku Midoriya. Desde el día de hoy se le otorgara el sistema "THE GAMER" y todos los beneficios que este tiene. Por favor diga menú en voz alta para acceder a las opciones que tiene disponibles en este momento.

[Menú] – Ya aceptando que esto podría no tratarse de una broma, hice caso a las indicaciones de la pantalla, la cual se cerró y se abrió otra de inmediato, solo que de color gris.

Menú

Estado

Lista de habilidades

Tienda

Inventario*

Configuración

Estas eran las palabras que se leían en la pantalla grisácea. La verdad parecía un menú sacado de un videojuego de algún tipo. Mi atención se dirigió a la parte que decía inventario, la cual resaltaba entre todas las demás debido a que tenía un símbolo. Si esto era parecido a un videojuego, entonces este símbolo debía de señalar alguna actualización o agregado en esa parte de la cual el usuario no ha revisado.

Decidiendo seguir a mi curiosidad, seleccione la sección de inventario. Esta vez, en vez de cerrarse la pantalla que estaba abierta, esta se mantuvo en su lugar y a su lado se abrió una nueva ventana, solo que de color marrón claro. En esta había un montón de casillas de color gris vacías, a excepción de la de la esquina superior izquierda, en la cual se encontraba una especie de caja de color plateada con un fondo de color naranja.

– ¿Qué será esto? – Dije con curiosidad a la vez que seleccionaba la extraña caja. Una nueva pantalla se abrió sobre la del inventario, azul como las otras.

Caja del novato

Una caja que se les da a los que son principiantes con el sistema "THE GAMER". Después de abrirla se podrá comprar en la tienda solo que con un nombre diferente. La "Caja del novato le dará una de las siguientes opciones aleatoriamente:

-1.000.000 ¥

-Un Quirk al azar (perteneciente a algún conocido)

-20 puntos de estado

-Una habilidad al azar

– ¿P-Podre tener un Quirk? – Esta opción me pareció algo maravillosa, después de años de burlas, de discriminación, por fin podría tener lo que el 80% por ciento de la población tenía. El dinero y todo lo demás podría estar bien, pero algo dentro de mi pedía a gritos que saliera la opción del Quirk.

– Abrir Caja del novato – No pude aguantar más así que decidí acabar de una vez con la intriga de que me tocaría en la caja. Un símbolo de carga circular parecido al que aparece en los videos de YouTube apareció en medio de la ventana con los detalles de la caja. El símbolo de carga se quedo girando unos cuantos segundos, los cuales parecían minutos para mí.

Justo cuando parecía que no pasaría nada, el símbolo desapareció de la pantalla junto a la información de la caja, y en su lugar estaban unas cuantas palabras:

"Felicidades Izuku Midoriya, usted a ganado un Quirk de un conocido. El Quirk es "telequinesis parcial" de la conocida como Inko Midoriya."

Lagrimas empezaron a acumularse en mis ojos al leer lo que estaba escrito en aquella pantalla. Había ganado un Quirk. Y no cualquier Quirk, sino el Quirk que le pertenecía a mi madre antes de que ella...

– Así siempre podrás estar conmigo... – Murmure al aire mientras secaba furiosamente las lagrimas que me negaba a dejar salir – Te prometo que me volveré un héroe con la ayuda de tú Quirk Okasan, un héroe que siempre sonría al salvar a las personas... –

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